LaLiga Santander
Real Madrid – Villarreal (2-3)
Los blancos rotan y sufren la primera derrota del año en casa en Liga. El nigeriano anotó dos tantos, uno de ellos extraordinario. Si el Barça gana se distanciará a 15 puntos y si lo hace el Atlético se colocará a dos del Madrid.
A estas alturas de abril ya no hay resurrección que valga para el Madrid en la Liga, hundido lejos del Barça, así que los blancos respiran por inercia camino de otra cita con la historia en la Champions. Su Liga. Mientras, sostienen el pulso los fines de semana con partidos que más que puntos dan o quitan confianza y descanso. Así fue en el 2-3 contra el Villarreal.
Carlo Ancelotti sentó a Carvajal, Militao, Camavinga, Kroos, Modric y Fede Valverde. Seis ejes de su columna vertebral. No debería notarse su ausencia en una plantilla del talento de la del Madrid, pensarán algunos. Pero sí. Y mucho. Especialmente ante un submarino amarillo bueno en lo técnico y lo táctico, capaz de sostener eternas posesiones y de lanzar a sus látigos al espacio. La era Setién comenzó irregular, pero después del fracaso de su eliminación en la Europa League, ha recuperado el aliento en Liga y ya pisa posiciones europeas. Por algo es.
El Villarreal se hizo dueño del balón desde el minuto uno y sometió al centro del campo del Madrid, que perdió efectivos en las rotaciones y se construyó sobre Tchouaméni y Ceballos, con Asensio en la mediapunta y Rodrygo en la derecha. Un equipo vertical, para romper, no para amasar pelota como su rival. Ahí sufrieron los de Ancelotti, que sólo encontraron alegrías a la contra.
Avisó primero Nacho, que no acertó a ceder atrás a Benzema después de un buen pase al hueco de Vini. Después, el propio brasileño recibió en largo de Tchouaméni y cruzó demasiado su definición ante Reina. Ambas jugadas se ejecutaron igual: sorprendiendo al Villarreal al espacio. En la tercera, en el 16, la suerte se alió con los blancos. Asensio compartió con Ceballos una buena salida desde atrás y atacó un pasillo en el centro del campo amarillo para plantarse en la frontal del área. Cedió a Vinicius, que intentó un pase de la muerte que se quedó corto, justo para que el balear encontrara el balón y pensara un centro-chut que rebotó enPau Torres y se coló en las redes de Pepe Reina.
Chukwueze, el mejor
El 1-0 no alteró los planes del Villarreal, que se mantuvo fiel a su idea: posesión pausada y presión sobre Rüdiger y Lucas Vázquez en la salida madridista. Si contamos las ocasiones, funcionó. Si observamos las desesperaciones de Ancelotti, también. El Madrid, que pudo poner el 2-0 en una doble ocasión de Benzema y Rodrygo que salvó Reina, empezó a sufrir al no encontrar el balón y se fue hundiendo cada vez más en su propio campo. Chukwueze y Baena, los más peligrosos de los de Setién, fallaron ante Courtois, pero el nigeriano encontró premio en el 38.
Una eterna posesión del Villarreal terminó por romper las marcas de la defensa del Madrid y Lo Celso, que después de una grave lesión ha vuelto para alegría de los amarillos, divisó un pase vertical a la frontal para Chukwueze. El nigeriano, inexplicablemente libre, se giró, encaró y destrozó a Nacho con un amago y definió fácil ante Courtois. El gol confirmó que Rüdiger y Alaba no son la mejor pareja de centrales que puede encontrar Ancelotti en su rotación. Ambos prefieren la izquierda y sin Militao se ahogan en salida del balón. El italiano lo vio e introdujo al brasileño en el descanso.
El intermedio le sentó bien al Madrid. No tanto por el juego, sino por el resultado y, como siempre, por Vinicius. El brasileño inició la segunda parte controlando un balón largo con la espalda, levantando al Bernabéu de su asiento, y en la jugada siguiente vio puerta. El delantero recibió de Ceballos y encaró el área con la defensa del Villarreal delante. Misión casi imposible. En un par de toques, con un autopase y un caño, Vinicius se plantó delante de Reina y definió con facilidad.
Con el marcador a favor, Ancelotti comenzó a pensar con la calculadora mirando al Chelsea. Lógico viendo la situación liguera de su equipo. El italiano retiró a Benzema antes del 60 e introdujo a Valverde. No fue sólo un cambio, sino una declaración de intenciones. El ritmo de los blancos comenzó a bajar, siendo Vinicius el único que aceleró el juego, y el Villarreal volvió a acercarse con peligro hacia Courtois. En el 72, Morales logró el empate tras una buena internada de Chukwueze.
En el 79, el nigeriano se inventó un zurdazo desde el pico del área grande que se coló por la escuadra derecha de Courtois. Un 2-3 que, como si no importara, es la primera derrota del Madrid este curso en el Bernabéu en Liga y que podría dejarles a 15 del Barça y, ojo, sólo dos por encima del Atlético si ganan sus partidos. No habrá resurrección liguera y en Chamartín ya sólo se huele la Champions del miércoles. Su Liga.
