Paula Badosa renuncia a Indian Wells por lesión

Paula Badosa renuncia a Indian Wells por lesión

Actualizado Jueves, 7 marzo 2024 - 09:19

Horas antes de su debut en Indian Wells, la tenista española Paula Badosa ha anunciado que sigue lesionada y no podrá disputar el torneo, del que fue campeona en 2021.

"Lamento mucho tener que retirarme de mi torneo favorito", escribió la jugadora en su cuenta de Instagram. "Lo intenté todo para poder jugar pero no fue suficiente".

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"Estoy pasando un momento muy difícil con mi lesión pero lucho cada día para volver lo antes posible", dijo la española, de 26 años.

"Quiero dar las gracias a los aficionados que me siguen apoyando, en particular en el último año. Siento no haberos dado lo que esperáis de mí y que solo os dé malas noticias últimamente. Quiero dar las gracias al torneo por la carta de invitación, sois el mejor torneo del mundo", agregó.

Exhibición

La noche del martes, Badosa participó en una exhibición en Indian Wells formando dobles con su pareja, el tenista griego Stefanos Tsitsipas.

La ex número dos mundial debía debutar en la noche del miércoles frente a la estadounidense Ashlyn Krueger, pero fue sustituida por la argentina Nadia Podoroska.

Badosa viene sufriendo problemas de espalda desde la fractura por estrés en la columna vertebral sufrida el año pasado en el torneo de Roma.

Tras estar de baja durante el segundo semestre de 2023, la jugadora catalana ha vivido un complejo inicio de temporada con una derrota en tercera ronda en el Abierto de Australia y un abandono entre lágrimas en su estreno en el WTA 1000 de Dubái en febrero.

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En el casino Mandalay Bay de Las Vegas era el actor de un espectáculo, representaba un papel, un intérprete más de Netflix, pero el fuego le quemaba por dentro: en el primer set del partido de exhibición entre ambos, Carlos Alcaraz conectó una derecha y él, Rafa Nadal, no pudo más que correr a por ella, devolverla como tantísimas otras veces y completar un passing digno de otro escenario, la Philippe Chatrier, de la final de Roland Garros. «Una cosa es mi nivel de tenis y otra, el fantasma de las lesiones. Estoy con altos y bajos», aceptó Nadal durante el mismo Netflix Slam y antes del reto que afronta ahora: ¿Cómo ser Nadal con cuidado?

La intensidad del tenista más intenso de la historia no encaja con la precaución que necesita en el Masters 1000 de Indian Wells que empieza este jueves, pero no le queda otra. «Lo prioritario es intentar salir ileso. Lo que me tenga que dejar, me lo dejaré en la tierra batida», comentaba Nadal, y sobre ese equilibrio deberá mantenerse. Por un lado, ser Nadal, por el otro, vigilar no hacerse daño.

Deberá adaptar su juego y, lo que es más difícil, su mentalidad. Sobre su tenis, tal y como analiza su equipo, lo primordial es acortar los intercambios, ser más agresivo que nunca. En el ATP 250 de Brisbane de enero, el único torneo que ha jugado en los últimos 12 meses, cumplió con el plan ante Dominic Thiem y Jason Kubler, pero regresaron los dolores en cuanto un rival, Jordan Thompson, alargó los peloteos. La estrategia se ha complicado en los últimos días porque no ha podido entrenar su servicio por culpa de una contractura, pero tenis le sobra. Lo más complicado seguirá siendo conformarse.

"Se lo intentamos meter en la cabeza"

«Espero tener la capacidad de no exigirme lo que me he exigido durante toda mi carrera», escribía en su Instagram semanas atrás y su entrenador, Carlos Moyà, subrayaba el desafío. «Por mucho que se lo intentamos meter en la cabeza, él cuando entra a pista es un animal competitivo. Gran parte de mi trabajo y del equipo es pararle», confesaba el técnico con una cifra en mente: 10 partidos. Antes de ganar e incluso disfrutar, 10 partidos. Después de sus lesiones anteriores Nadal siempre triunfó de inmediato, pero esta vez require rodaje, ritmo, preliminares.

De hecho, el objetivo ahora no es ganar Indian Wells ni mucho menos. Sólo es jugar los máximos partidos posibles. Su rival en primera ronda la madrugada del jueves al viernes (3.00 horas, Eurosport), el canadiense Milos Raonic, otro tenista veterano lastrado por su cuerpo, se espera propicio y después habrá que ver. Si vence Nadal se encontrará en segunda ronda a Holger Rune, compañero de generación de Alcaraz y Jannik Sinner a sus 20 años, actual siete del mundo.

Imaginarle después ante Daniil Medvedev en cuartos de final, Novak Djokovic en semifinales o Alcaraz o Sinner en la final es demasiado. El único objetivo es seguir probándose y mantenerse de una pieza para afrontar la gira de arcilla. Todavía quedan dos meses y medio para el inicio de Roland Garros -el 20 de mayo-, pero otro parón ahora sería desastroso.

La gira de tierra batida

Después de Indian Wells, Nadal no estará en el Masters 1000 de Miami, pero su calendario será apretado. Ya ha confirmado su presencia en el Masters 1000 de Montecarlo y en el Trofeo Conde de Godó de Barcelona -donde también estarán Alcaraz, Zverev y Tsitsipas- y queda por ver si se inscribirá al Mutua Madrid Open y al Masters 1000 de Roma. Si lo hace, disputaría cuatro torneos en menos de un mes y muy posiblemente alcanzaría esos 10 partidos previos necesarios antes de empezar Roland Garros. Allí sí, en París será el momento de darlo todo.

«Está claro que Roland Garros siempre ha sido su torneo fetiche, un torneo que le hace muchísima ilusión», afirmaba su entrenador, Moyà, sobre el objetivo clave. A los 37 años, un decimoquinto título en París le podría llevar a apuntarse a los Juegos Olímpicos -que se disputarán en las mismas pistas- y a replantearse la retirada. Pero para llegar a ello antes tiene que afrontar el reto: ¿Cómo ser Nadal con cuidado?

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Hay una sabiduría indiscutible en el discurso de Rafa Nadal. Hilvana ideas con sosiego y con la certeza de saber que a estas alturas de su vida poco tiene que perder sobre una cancha de tenis. Ni siquiera le altera la incómoda pregunta de su futura retirada a sus 37 años. Da la sensación de que los incómodos son los periodistas al tener que hacérsela, casi de manera obligada. Por eso ni siquiera la torea. Dice con honestidad que puede que este sea su último año. "No lo tengo decidido al 100%", dice a EL MUNDO en un encuentro con periodistas en Las Vegas, pero lo que sí tiene claro es no ha perdido la ilusión por seguir. Quiere ver hasta dónde le aguanta el cuerpo.

De momento ha logrado el primer objetivo marcado: jugar un partido de exhibición contra el número dos del mundo, el murciano Carlos Alcaraz, en el Michelob Ultra Arena del Mandalay Bay de Las Vegas. Lo retransmitirá Netflix en directo a partir de las 9:30 pm, hora española, una plataforma que se ha sumado con fuerza a los eventos deportivos. El encuentro servirá como preparación para Indian Wells, el Masters 1.000 californiano que arranca la semana que viene y del que Nadal espera "salir ileso". Con eso se conforma. "A partir de ahí tocará dejarlo todo en la temporada de tierra, que puede que sea la última". Dice que "de momento" todo parece indicar que será así. "Las cosas van por ese camino".

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El manacorí no tiene más expectativa en Indian Wells que coger ritmo. "Llevo desde Brisbane sin jugar un set", donde se lesionó frente al australiano Jordan Thompson. "Para mí lo más importante no es cómo estoy sino dónde estoy. Si estoy aquí es una buena noticia. Mi objetivo, siendo totalmente realista, era jugar Las Vegas e Indian Wells. Y estoy más cerca de conseguirlo".

Sí deja claro que no está "haciendo ninguna despedida porque si lo hiciera diría que no juego más". Explica que no quiere anunciarlo de forma oficial "porque no lo tengo claro al cien por cien, pero la realidad es que en los últimos dos años he podido jugar nulo. La vida te va marcando el camino".

El ganador de 14 Roland Garros no se imagina su despedida, pero su anhelo es "despedirse bien, jugando, siendo competitivo y jugando en la pista. Si podrá ser o no, solo el tiempo lo dirá. Es un proceso de aceptación personal de las cosas. Es difícil de manejar. Voy a darme una oportunidad de disfrutar un poco más".

Delante, para su vuelta a las canchas, aunque sea en un amistoso, tendrá a un Alcaraz que no ha ganado un torneo desde Wimbledon. Sin embargo, siente que está cogiendo de nuevo el ritmo. "La gira americana que hice después de Wimbledon no fue nada mala. Lo que pasa es que la gente se piensa que si no ganas títulos es malo, y no es así", explica el murciano. "Hice unos cuartos de un Masters 1000, la final de Cincinnati con Djokovic y semifinales del US Open. Lo que sí se puede mejorar es a partir de septiembre. No bajar el nivel y la concentración cómo lo hice. Yo he hablado de ello, Juan Carlos ha hablado de ello y también lo hemos tratado internamente".

Del tobillo dice que se encuentra bien, tras caer lesionado en el torneo de Río de Janeiro. "El tiempo ha sido corto. He trabajado cada día desde que me lo hice para llegar preparado al partido de Netflix. Las sensaciones han ido mejorando y me encuentro bien".

El partido, bautizado como el Netflix Slam, supone el primer amistoso entre ambos y su cuarto choque en total -Nadal domina la serie por dos a uno-, un espectáculo a la altura de Las Vegas donde se están pagando una media de 464 dólares por asiento, de acuerdo al portal Vivid Beats, y donde habrá una nómina importante de caras conocidas, entre ellas André Agassi, Pau Gasol -amigo personal de Nadal-, David Ferrer, Feliciano López o la actriz Blanca Suárez.