Unai Simón: "En mi país no quiero fascismo, racismo ni xenofobia"

Unai Simón: “En mi país no quiero fascismo, racismo ni xenofobia”

Más allá de su imagen, un punto distante, Unai Simón (Vitoria, 28 años) es un tipo muy educado y, a su manera, a la manera, quién sabe, de un vasco, muy divertido. Buen conversador y con las ideas claras, es el capitán de esta concentración. Porque faltan unos cuantos, sí, pero también porque lleva 54 partidos con la selección desde su debut en 2020. Le puso Luis Enrique y le mantuvo De la Fuente. Ha tenido algún problema, y no por culpa suya, con la prensa, y hay quien no entiende su forma directa de responder. Como aquí.

Pregunta. En 2021 me dijo que era su madre quien, si se le subía un poco el ego, le decía: '¡ya vienes con aires de Bilbao!', cuando iba a comer.

Respuesta. Sí sí, pero hace mucho que no me lo dice. Eso es buena señal, digo yo, pero si volviese igual que volvía a casa hace años, seguro que me lo vuelve a decir.

P. Ella sigue siendo la que le pone los pies en el suelo...

R. Bueno, siempre ha sido ella, claro, pero yo creo que todo mi entorno. Al final, las amistades desde pequeño, mi pareja, mi padre evidentemente, y toda mi familia, creo que han sido los que me han hecho ver la realidad de lo que es la vida de los futbolistas. Al final, los futbolistas vivimos en un mundo que no es el real.

Para saber más

P. También dijo entonces que dedicarse profesionalmente al fútbol le impide disfrutarlo como juego.

R. Yo empecé a jugar al fútbol por eso, porque me divertía mucho, con los amigos en el pueblo, en un campo que era un barrizal, tirarte allí, ponerte perdido... Pero a medida que iba quemando etapas, la exigencia iba siendo mayor y el disfrute menor. Ahora sí que vuelvo a notar ese disfrute en el día a día, en el vestuario, tras un partido ganes o pierdas.

P. Es que si alguien le escucha decir que no disfruta realmente del fútbol, puede decir: 'Oiga, ¿qué más quiere? Son jóvenes, ganan mucho dinero haciendo lo que les gusta...'

R. Si yo jugase en un equipo en el que no tuviese una afición como la del Athletic, con ese sentimiento, probablemente no lo disfrutaría tanto. Ver a la gente emocionarse con nuestras victorias o sufrir con nuestras derrotas es lo que me hace disfrutar fuera del campo y vivir así el fútbol.

P. En resumen, ¿es fácil ser futbolista profesional o es difícil?

R. Depende de cómo se gestione. Creo que mientras uno sepa cuál es su realidad y el fútbol que le toca jugar, podrá disfrutarlo. Si cree que es más o menos de lo que realmente es, acabará frustrado. Saber gestionar la realidad, los estados mentales, es lo que permite disfrutar del fútbol.

P. ¿Tiene ayuda para gestionar eso o lo hace usted solo?

R. No tengo ayuda, y no digo que sea lo mejor. Recuerdo que terminé mentalmente tocado el Mundial de Catar, y con el tiempo logré superarlo. El tiempo y conocer la realidad me ayudaron a salir de esa etapa. No obstante, recomiendo a todos que, si tienen dudas, busquen ayuda profesional.

P. Hace poco los futbolistas pararon unos segundos para protestar por el partido de Miami. Es de las pocas iniciativas colectivas que se les recuerdan, y triunfó.

R. No sé si fue exactamente por eso que se suspendió el partido. Creo que había otros factores detrás que complicaban la organización. Pero sí, lo que la gente vio fue a los futbolistas deteniéndose 10 segundos. Aunque tengamos rivalidades, todos formamos parte del mismo gremio. Si creemos que una acción nos perjudica, debemos manifestarnos. Aunque seamos empleados de una gran empresa que es el fútbol, no todo vale.

El portero de la selección española.

El portero de la selección española.ÁNGEL NAVARRETEMUNDO

P. ¿Cree que ese gesto puede abrir camino para otros temas, como el del calendario?

R. Iñigo Pérez hizo una reflexión muy interesante: todos nos quejamos, pero cuando hay dinero de por medio, nadie lo rechaza. Yo estaría dispuesto a ganar menos dinero con tal de jugar menos partidos y evitar lesiones. Pero hay gente que se queja de los partidos y aun así no quieren renunciar a la parte económica. Hay que buscar equilibrio, no ser hipócritas.

P. ¿Me permite discrepar en algo? En la Eurocopa, tras unas declaraciones de Mbappé sobre las elecciones francesas, dijo que los futbolistas deberían hablar sólo de cuestiones deportivas. ¿Por qué no pueden dar su opinión sobre otros temas?

R. ¿Sabes qué pasa? Que si tú a mí me pides opinar sobre cohetes aeroespaciales, yo puedo tener mi opinión, pero no soy un experto, y mi opinión no estará acertada. El tema político es muy delicado y arriesgado, sobre todo porque somos personajes públicos y hay muchos jóvenes que están perdidos políticamente y que pueden dejarse influir. Al final terminarán votando a quien vote su ídolo futbolístico. Yo puedo saber lo que es bueno para mí, pero eso no necesariamente tiene porqué serlo para los demás. Por eso creo que quienes deben hablar de política son los políticos, no los futbolistas.

P. Pero usted ve las noticias, los telediarios, sabe lo que pasa ahí fuera.

R. Sí, claro. Hay casos extremos, como aquello de Francia y Mbappé, donde es evidente que no quiero en mi país fascismo, racismo ni xenofobia. Eso va más allá de la política, eso son cosas lógicas, va más allá de ser de derechas o de izquierdas. Después de aquella rueda de prensa se me malinterpretó y se me acusó de cosas que no soy. Yo simplemente no quiero condicionar a nadie políticamente, para empezar porque por supuesto que no tengo todas las claves.

P. Hay mucho ruido con Lamine Yamal. ¿Cómo ha vivido estas horas?

R. Con los años uno gana experiencia y aprende cómo funciona todo. Siempre se va a hablar de algo. Entiendo que el periodismo necesita vender y muchas veces lo que más atrae son las polémicas. A la sociedad española le gusta el salseo. Ya lo asumo como parte de la normalidad del fútbol, aunque no me guste.

Unai Simón.

Unai Simón.ÁNGEL NAVARRETE

P. ¿Pudo hablar con Lamine el lunes?

R. Es muy maduro para su edad. Desde fuera puede parecer inmaduro o disperso, pero quienes lo conocemos sabemos lo profesional que es. Tiene una pubalgia, que es difícil de gestionar, pero lo está haciendo muy bien. A veces lo mejor es descansar si no se está al cien por cien.

P. ¿Le afecta lo que dicen de él?

R. Aunque no lo demuestre, estoy seguro de que le influye. Lo importante es que tiene los pies en la tierra y sabe quién es.

P. Convivir con un fenómeno como él, para usted como capitán, ¿supone un desafío?

R. Intento tratarlo como a uno más. Sabemos la calidad que tiene y el potencial para ser el mejor del mundo. Tiene 18 años, hay que darle normalidad. Aquí es un chico trabajador.

P. ¿Le da vértigo decir que España es una de las favoritas para el Mundial?

R. España debe aspirar a todo, pero paso a paso. Hay que tener suerte, pero este grupo puede pelear por ello por supuesto.

La selección trata de olvidar a Lamine Yamal camino de Georgia

La selección trata de olvidar a Lamine Yamal camino de Georgia

La vida sigue, mal que bien, en la Ciudad del Fútbol de Las Rozas, donde el campo número dos parece el escenario de una película de terror (están cambiando el césped), las salas aledañas al gimnasio se llenan de periodistas porque es el día (ayer) de atención a los medios y el sol aprieta tanto que Mikel Merino baja de la residencia en chanclas y con los pantalones puestos como si fuera un bañador turbo.

«Es que el sábado, con la tontería, nos jugamos el Mundial», recuerda un empleado de la Federación, resumiendo en esa frase el nuevo mantra que rodea a la selección: hay que pasar página del caso Lamine. Eso, lógicamente, es mucho más fácil de decir que de hacer, y basta repasar cómo fue la jornada de ayer para comprenderlo. Por la mañana, habló Joan Laporta, el presidente del Barcelona: «El jugador tiene que estar a disposición del Barça, y eso no perjudica a la selección española». Luego, a mediodía, y puestos a hablar, habló José Manuel Rodríguez-Uribes, la máxima autoridad del Gobierno en asuntos deportivos, que en este caso tampoco es decir mucho pues ni al Gobierno ni al propio Uribes les interesa demasiado el deporte. El presidente del CSD acudió a lugares comunes: «Hay que pensar en los intereses de todas las partes, que son compatibles», dijo. Pues eso.

El caso es que todo el mundo habla de Lamine Yamal aunque no esté. Y en el cuerpo técnico lo entienden, cómo no hacerlo, pero desde ayer mismo se han puesto manos a la obra para poner el foco en el césped, en lo que ocurrirá a partir de las 18.00 horas del próximo sábado en Tiflis, la capital de Georgia. Una victoria allí clasifica a Espara para el Mundial, acaso no matemáticamente, pero sí virtualmente (en la última jornada tendría que caer goleada, por muchísima diferencia, con Turquía en Sevilla). No hace ni un mes que se produjo la victoria contra los georgianos en el Martínez Valero de Elche (2-0), pero en su estadio será otra cosa.

Y además España acude a la cita no solamente sin Lamine Yamal, sino sin una lista bastante grande de titulares, o al menos presuntos titulares. Faltan Carvajal, Le Normand, Pedri y Nico Williams. Contando al extremo del Barça que llegó el lunes por la noche y se marchó el martes por la mañana, son cinco futbolistas que, en condiciones normales, estarían en el once. Bien es verdad que el desempeño de tipos como Zubimendi, Oyarzabal o Álex Baena han hecho que, de momento, no se eche de menos a los que no están, pero no es menos cierto que un tropiezo en Georgia podría, probablemente de forma innecesaria, el cartel de urgente al último partido contra los turcos.

Luis de la Fuente hizo la ronda de las radios en la noche del martes para intentar zanjar con ello todo lo relacionado con Lamine, pero no lo consiguió. Ayer no se hablaba de otra cosa, incluso en la presentación de un nuevo patrocinio en el que estuvieron Unai Simón y Cucurella. Hoy el equipo entrenará por la mañana y viajará por la tarde para llegar a Tiflis a cenar. Mañana, será el turno del seleccionador en rueda de prensa, donde él sabe que tendrá que volver a hablar de Lamine. Intentará poner el foco en el césped, pero en la propia Federación no tienen muy claro cómo hacerlo. La dureza misma del comunicado del martes invita a pensar que las heridas no están cerradas.

Cronología de la 'guerra' por Lamine: dudas, mentiras (o medias verdades) y traiciones

Cronología de la ‘guerra’ por Lamine: dudas, mentiras (o medias verdades) y traiciones

No fueron pocos los insultos y las palabrotas que se escucharon el lunes por la noche en la residencia de la Ciudad del Fútbol de Las Rozas. Mientras los jugadores reposaban la cena, unos en los salones comunes y otros ya en sus habitaciones, los médicos y el cuerpo técnico de la selección no salían de su asombro al leer, y releer, el informe médico donde los doctores del Barça explicaban el «procedimiento invasivo de radiofrecuencia» que le habían hecho a Lamine Yamal esa misma mañana. Les habían pedido más datos hacía horas, cuando supieron del tratamiento con una escueta descripción, pero no fue hasta las 22.37 de la noche del lunes cuando leyeron, y releyeron, especialmente la frase final, donde se recomendaba reposo «entre 7-10 días».

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«¿Y qué hacemos nosotros con eso?», se preguntaban ayer en Las Rozas. La recomendación era en realidad una amenaza. Si no se cumplen las prescripciones médicas y el jugador recae... «No había otra salida», insisten fuentes de la Federación, que comunicaron ayer por la mañana la desconvocatoria de su estrella para los partidos donde se decide la clasificación para el Mundial. Ni más ni menos. Era el colofón a dos meses de guerra entre la selección y el Barça a cuenta de una lesión en cuyo origen no se ponen de acuerdo. La historia es tal que así.

Lamine llega a Las Rozas el 1 de septiembre. Normalidad. Juega en Bulgaria el día 4 y en Turquía el día 7, completando su mejor partido de la temporada (hasta que jugó ante el Brujas la semana pasada). El lunes 8 regresa a Barcelona. Tras una semana de aparente normalidad, habiendo entrenado en al menos una ocasión con su equipo, el sábado 13 Hansi Flick, técnico del Barça, sale muy enfadado con De la Fuente. «Es una pena. Ya se fue de aquí con dolor. Le dieron analgésicos y jugó 73 y 79 minutos. Y entre los partidos no entrenó. Eso no es tener cuidado con los jugadores», dijo, enfadado por una lesión descrita así en el comunicado médico del Barça: «El jugador presenta molestias en el pubis que le impiden entrenar y jugar a día de hoy».

La sorpresa en la selección fue grande. Durante los días que pasó con el grupo, no refirió dolor alguno en el pubis. Habló siempre de molestias en la espalda, y por ellas recibió un analgésico por vía intramuscular (un pinchazo en el culo) para el segundo partido. Esa es la laguna principal que desde la Federación observan en toda esta historia. Si Lamine volvió el lunes 8 a Barcelona sin haber dicho nada del pubis, entrenó, al menos una vez, entre el martes 9, miércoles 10 y jueves 11, si incluso rodó un anuncio publicitario ese miércoles... ¿dónde aparece la lesión en el pubis? Así se queda la cosa (de momento).

Lamine Yamal, en su último partido con España.

Lamine Yamal, en su último partido con España.AP

El día 28 de septiembre, Lamine reaparece ante la Real sociedad. Han sido, pues, 15 días de baja (tomando como inicio el 13, el día del parte médico del Barça). El 1 de octubre, el extremo juega contra el PSG y, dos días más tarde, el 3, De la Fuente le convoca, respondiendo de paso a Flick: «Me extraña que diga eso habiendo sido seleccionador, esperaba algo más de empatía», dice el riojano. Pero tres horas después de esas palabras, el Barça emite otro comunicado médico. «Lamine ha recaído de sus molestias» y filtra que estará entre dos y tres semanas de baja. La noche anterior, la del 2 de octubre, en las conversaciones habituales entre los médicos del equipo nacional y de los clubes, ni una palabra sobre esas molestias. En la Federación intuyen la mentira, pero no lo explicitan, pues la naturaleza misma de la pubalgia hace muy difícil esa vía.

La recuperación, entre dos y tres semanas, se sustancia en dos, y Lamine juega unos minutos contra el Girona el día 18 de octubre. Desde ese día, participa en todos los partidos disputados hasta ayer, y marca cuatro goles, y vuelve a ser, a ratos, el Lamine deslumbrante, ruptura con Nicki Nicole mediante e ignorando todos los comentarios a su alrededor. Así que De la Fuente le llama. El Mundial está en juego. Y el Barça responde como responde, con ese tratamiento «invasivo» sin consultar a la Federación el día en que el jugador debía concentrarse y con ese informe médico donde se «recomienda» un reposo de 7-10 días.

«No me parece muy normal lo que ha pasado. Nunca había vivido una situación similar», dijo ayer Luis de la Fuente, mordiéndose la lengua porque el horizonte es el que es. Cuando se cierre esta concentración, hasta marzo todo quedará dormido. Eso si la selección logra el billete para el Mundial, porque si no, el lío sí que puede ser morrocotudo. Será el momento de la diplomacia pensando en ese Mundial del próximo verano, donde España va a necesitar a su máxima estrella y donde quizá Adidas, la marca que tiene en Lamine a su máxima figura, no sea tan neutral como hasta ahora. Esa diplomacia en Las Rozas, por cierto, debería estar en manos de Aitor Karanka. Aunque el que dio el primer paso ayer fue Rafael Louzán, el presidente de la Federación, hablando de "no avivar la polémica".

Lamine Yamal no jugará con España y la Federación estalla contra el Barça

Lamine Yamal no jugará con España y la Federación estalla contra el Barça

Los temores que el pasado viernes tenían una parte del cuerpo técnico y de la Federación respecto a la actitud del Barça con Lamine Yamal de cara a esta concentración tomaron cuerpo este lunes y han provocado un cataclismo este martes. A través de un durísimo comunicado contra el Barça, la Federación ha desconvocado al jugador para los partidos contra Georgia y Turquía.

¿El motivo? Que el Barça sometió al jugador el lunes por la mañana, día de inicio de la concentración de la selección, y sin avisar a los médicos federativos, a un "procedimiento invasivo de radiofrecuencia" para tratar su pubalgia, y los médicos del Barça enviaron, ya con el jugador en Madrid, un informe médico que recomendaba reposo de entre 7 y 10 días.

La secuencia de los hechos es así. Lamine juega casi todo el partido en Vigo el domingo por la noche. El lunes por la mañana, es sometido a ese "procedimiento invasivo de radiofrecuencia" por los médicos de su club, y la Federación se entera a las 13.47. Por la tarde, el jugador viaja por la tarde a Madrid y se concentra en la Ciudad del Fútbol. Pero a las 22.40, los médicos de la selección reciben el informe de sus 'colegas' del Barça explicando el tratamiento y "en el que se indica la recomendación médica de reposo entre 7 y 10 días". Tras una noche de lo más tensa, esta mañana se ha decidido desconvocar a Lamine y que vuelva a Barcelona.

"Ante esta situación, y priorizando en todo momento la salud, seguridad y bienestar del jugador, la Real Federación Española de Fútbol ha tomado la decisión de liberar al deportista de la presente convocatoria. Confiamos en que pueda evolucionar favorablemente y le deseamos una pronta y completa recuperación", cerraba la Federación el durísimo comunicado que, sin citar al Barça, hace explícita una guerra que comenzó en septiembre, cuando Lamine se lesionó.

En esa ventana de partidos, contra Bulgaria y Turquía, Lamine llegó a la selección con unas molestias en la espalda por las que fue infiltrado, para evitarlas, de cara al segundo choque, en Konya contra el equipo de Güler. Según la versión que luego ofrecería Flick, el técnico del Barça, el futbolista se lesionó, en el pubis, en ese partido. "No lo han cuidado", dijo el alemán. Sin embargo, en la Federación sostienen que Lamine volvió a Barcelona un lunes sin decir nada del pubis, pasó unos días en la Ciudad Condal, incluso entrenando, y el sábado fue cuando se conoció la dolencia.

En todo caso, el de este lunes es el último episodio de una guerra que se enfriará si España consigue la clasificación para el Mundial, pues la siguiente cita ya será en marzo, dentro de muchos meses. Otra cosa será si España no alcanza el Mundial con esta extraña baja de su estrella.

La calma tensa alrededor de Lamine Yamal en la selección

La calma tensa alrededor de Lamine Yamal en la selección

La polémica entre el Barcelona y la Federación española por Lamine Yamal ha terminado. Esto cabría concluir atendiendo a la literalidad de las cosas. A la literalidad, por ejemplo, de estar el futbolista en la convocatoria que ayer dio Luis de la Fuente. A la literalidad, por ejemplo también, de las palabras del seleccionador: «Lamine está en perfectas condiciones. Su entrandor dijo que estaba apto y, viendo el partido del otro día, recuperó su nivel. Estará aquí lo que creamos oportuno porque jugamos dos partidos para estar en el Mundial y aquí deben estar los mejores». Ocurre que, más allá de la literalidad, están los tonos. Y los tonos dicen que esta historia, quizá, todavía no ha terminado.

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Porque, hablando de tonos, hablando de frases ambiguas, hay que leer bien lo que dijo Hansi Flick el pasado miércoles, después de ver la mejor versión de su futbolista en lo que va de temporada: «Estoy contento de que haya vuelto a este nivel, pero no sabemos cómo estará el próximo domingo». Los biempensantes elegirán la opción que habla de una duda razonable nacida en la naturaleza misma de la pubalgia que sufre el jugador. Los malpensantes, sin embargo, y alguno hay en la Federación, temen que esa segunda parte esté insinuando algún problema físico de Lamine durante o tras el partido contra el Celta de mañana (21.00 horas), algo que le impediría, como ya ocurrió en octubre, estar el lunes en Las Rozas.

Sigamos con los tonos. El de Luis de la Fuente ayer fue firme, casi desafiante. En la frase ya escrita unas líneas atrás, pero también en la parte donde respondió a una pregunta muy clara. «¿Ha hablado con Flick sobre Lamine?». Respondió con vehemencia esto: «No, no hemos vuelto hablar. No hemos hablado más que una vez, de hecho. Hay tiempo para todo, ya hablaremos. Pero quedó todo claro». Es decir, al seleccionador, en cuanto los servicios médicos, que hablaron con sus colegas del Barça el pasado jueves, le confirmaron que el chico estaba perfectamente, no tuvo ninguna duda. El Mundial se pone en juego y Lamine iba a estar.

Sin embargo, hasta que el lunes a las 20.00 horas no cruce la puerta de la Ciudad del Fútbol no estará todo claro. Hay calma, pero tensa, en la selección con este asunto. Con este jugador, mejor dicho. Con la joya de la corona, con el hombre, el niño más bien, sobre el que gravita ni más ni menos que la intención de ganar un Mundial. Por eso en la Federación la consigna es evitar cualquier situación que pueda enrarecer lo que ocurre alrededor de Lamine Yamal.

Luis de la Fuente, este viernes.

Luis de la Fuente, este viernes.EFE

En esa misma línea hay que interpretar, volvemos a los tonos, lo que reiteró ayer el seleccionador nacional a cuenta del enfrentamiento que tuvo el extremo del Barça con Carvajal (capitán del Madrid y de la selección) en el último clásico. «Nosotros aquí dentro hablamos de muchas cosas. Es muy fácil convivir con ellos. Me quedo con la imagen de Lamine abrazando a Dani con el gol contra Croacia. Lo que pasa en sus clubes... No tenemos ningún problema. Eso aquí no existe», explicó, y, sigamos, por qué no, con los tonos, rebajó la firmeza cuando alguien le cuestionó sobre el proceso que, fuera del campo, debe acompañar el crecimiento de Lamine. Dijo hace un año De la Fuente que todos debían estar cerca de él, pero especialmente el club.

A día de hoy, lo reitera. «Es un proceso natural, tiene 18 años. Hay que acompañarle en esa formación, ayudarle... Como pasa más tiempo en su club, en su club tendrán más oportunidades de acompañarle, asesorarle, ayudarle, etc... Y nosotros aquí, cuando esté, tenemos que hacer lo mismo», afirmó, y lo hizo con una modulación menos firme, más conciliadora, transmitiendo el mensaje de que ante un futbolista de esa edad con ese talento no queda otra que aliarse hasta con el diablo si hace falta para cuidar su crecimiento.

Lamine, cómo no, fue la noticia de una citación donde, por segunda vez consecutiva, no está Álvaro Morata. «Es un jugador con un pasado y un presente increíbles, y para nosotros es un jugador de futuro, y él sabe la situación», zanjó, firme, el técnico.

De la Fuente llama a Lamine Yamal y vuelve a dejar fuera a Morata

De la Fuente llama a Lamine Yamal y vuelve a dejar fuera a Morata

España está a cuatro puntos (para no depender de nada más) del Mundial del próximo año. El sábado 15 en Georgia y el martes 18 en Sevilla ante Turquía se juega finiquitar una clasificación que tiene muy de cara. Y en la lista que ha ofrecido este viernes Luis de la Fuente no hay grandes novedades más allá de la presencia de Lamine Yamal y la ausencia, segunda consecutiva, de Álvaro Morata.

Será la presentación, en el partido de Sevilla, de la nueva camiseta de España, y sobre eso ha girado el vídeo con el que se han dado a conocer los internacionales. El morbo, después de lo que sucedió en octubre, estaba en saber si llamaría a la estrella del equipo. Pues sí. Lamine Yamal, que recuperó su mejor versión el miércoles contra el Brujas, está en la lista. La pubalgia sigue ahí, pero si no ocurre nada raro este fin de semana, el lunes llegará a Las Rozas. Igual que Dani Olmo, que también se tuvo que marchar lesionado en octubre.

La gran ausencia (con permiso de Pedri, que no puede ser llamado al estar lesionado) es la de Morata. El capitán no acude a la selección por segunda ventana consecutiva. En su lugar, se mantienen Samu y Borja Iglesias, que ya estuvieron en octubre. También mantienen su puesto Marcos Llorente y Pablo Barrios, certificando el buen momento del Atlético.

Vivian cubre la baja de Le Normand y regresa también Fabián, ya recuperado de su lesión. Otra de las novedades es Pablo Fornals, que acude precisamente porque no está Pedri.

La lista completa

Porteros: Raya, Remiro y Unai Simón.

Defensas: Marcos Llorente, Laporte, Cubarsí, Huijsen, Pedro Porro, Grimaldo, Cucurella y Vivian.

Centrocampistas: Mikel Merino, Aleix García, Fabián Ruiz, Zubimendi, Pablo Fornals, Baena, Barrios y Fermín.

Delanteros: Dani Olmo, Ferran Torres, Yeremy Pino, Lamine Yamal, Oyarzabal, Borja Iglesias y Samu.

El laberinto, dentro y fuera del campo, de Lamine Yamal: "El problema es que nadie le marca el camino"

El laberinto, dentro y fuera del campo, de Lamine Yamal: “El problema es que nadie le marca el camino”

En la Ciudad del Fútbol de Las Rozas el vídeo corrió por los teléfonos móviles durante la mañana del sábado 11 de octubre. La selección iniciaba el viaje hacia Elche, donde esa misma noche jugaba contra Georgia, tras no poder desplazarse el viernes por culpa de las lluvias. En las imágenes, publicadas en Instagram por la cantante argentina Nicki Nicole, se veía cómo ella y su novio daban un paseo en helicóptero por las islas croatas que salpican el Adriático. Su novio, claro, es Lamine Yamal, cuyo club, el Barça, había enviado una semana antes un parte médico en el que se hablaba de una «pubalgia» recurrente para justificar su ausencia con España. «¿Y este qué hace?», se oyó en algún despacho.

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Esa frase, de hecho, se escucha estos días, estas semanas atrás, tanto en la Federación española como en el Barça. En ambas instituciones preocupa el camino por el que transita Lamine, un niño de 18 años al que toda la industria del fútbol se le ha venido encima de golpe, con lo que eso significa. Esa nueva dimensión en la que ha entrado se complica, según varias fuentes consultadas en Barcelona y en Madrid, por la falta de una figura que sea capaz de guiar al chico en ese océano de fama y dinero en el que ha caído.

«El problema es que nadie le marca el camino, y con 18 años es muy difícil verlo por ti mismo», explica una persona que sigue de cerca el día a día del primer equipo del Barcelona. A Lamine, susurran en la ciudad, nadie se atreve a decirle que no haga según qué cosas. Por ejemplo, no estar en un show de la King's League el jueves por la noche, muy cerca de viajar a Madrid para jugar un clásico. Eso, señalan estas fuentes, es el verdadero problema, y no tanto las palabras de si el Madrid roba o protesta. En este mismo saco cabría la imagen del helicóptero junto a su novia en plena semana de recuperación de una lesión que le está lastrando desde el comienzo de la temporada.

Para convertirse en referencia y que Lamine escuchase a alguien, habría tres vías. La familia, su representante o el club. En el caso de la familia, sólo su abuela, Fátima, o su madre, Sheila, podrían ejercer ese tipo de influencia, pero ambas están muy alejadas de lo que significa su hijo en lo futbolístico. En el caso del representante, Jorge Mendes, también está avisado de lo que está ocurriendo, pero de momento no hay constancia de ninguna actuación más allá de que un grupo de personas de Gestifute están a disposicion de su gran estrella.

Y la última pata es el club. El Barça, en su día, por medio de Jordi Roura, director entonces de la cantera, decidió que entrase en La Masía para aislarlo de su entorno, pero ahora eso ya no es posible, y en el Camp Nou, en sus obras, ya no existe la figura que encarnaron en su momento Juanjo Castillo o Pepe Costa, 'guardianes' de los jugadores en el más amplio sentido de la palabra. Hoy sigue existiendo una Oficina de Atención al Jugador, pero nadie de esa oficina tiene la confianza con Lamine como para que el chico escuche un eventual consejo. Como mucho, le ayudan a buscar piso. Hay, por último, una agencia de comunicación, The Underdogs, que le ayuda en cuestiones de imagen. Un detalle: no se sabe quién, pero alguien convenció a Lamine de no aparecer el martes en una entrevista con un conocidísimo 'streamer' francés.

Pero volvamos a la lesión. Porque la lesión está influyendo, y mucho, en el rendimiento. Los números no son muy llamativos. Este curso lleva tres goles (dos de penalti) y cinco asistencias, mientras que el año pasado, a estas alturas, firmaba cinco goles y 11 asistencias. La diferencia se puede explicar en los cinco partidos que se ha perdido en lo que va de temporada. Pero, más allá de los números, y muy por encima, están las sensaciones. En el Bernabéu fue obvio que Lamine está jugando lesionado. O, al menos, mermado por esa pubalgia.

Nicki Nicole, la novia de Lamine Yamal, en Montjuïc.

Nicki Nicole, la novia de Lamine Yamal, en Montjuïc.EFE

Según los expertos consultados, esta dolencia necesita (si se elige, como así ha sido, un tratamiento conservador), muchas horas de fisioterapia, especialmente antes y después de los entrenamientos, y mucho descanso. La vida del chaval no discurre por ninguno de esos dos caminos, especialmente por el del descanso. Ya sean sus patrocinadores, ya sean los compromisos publicitarios con el club, ya sean sus deseos de comerse el mundo en las redes sociales a los 18 años, con novia famosa incluida, el caso es que no encuentra la solución a sus problemas físicos por esta vía y en Barcelona hay voces que hablan ya de que quizá la operación sea la mejor solución para esas molestias en el pubis que arrastra desde días después de su única estancia con la selección, en la ventana de septiembre.

Allí firmó su único gran partido del curso. Fue en Konya ante Turquía, y se pudo ver al Lamine eléctrico y regateador que le hace diferente. Fue en esos días donde otro detalle llamó la atención de algunos empleados de la Federación. En el entrenamiento abierto del lunes, Lamine no se paró a firmar autógrafos. Sólo se hizo un puñado de fotografías rápidas, lejos de los 10-15 minutos que estuvieron firmado otros compañeros. Son pequeños detalles que hablan del cambio que ha pegado alguien que, en la Eurocopa, se prestaba a todo tipo de bromas, grabaciones, entrevistas o locuras que se le ocurrían al equipo de comunicación.

No preocupa tanto, eso sí, que lo ocurrido con Carvajal al final del clásico pueda enturbiar la selección. De entrada, en noviembre no se van a ver pues Carvajal está lesionado (y es probable que Lamine tampoco acuda de nuevo por la pubalgia). Pero, al margen de eso, el peso del Madrid en este equipo no es, ni de lejos, el que tenían Ramos, Xabi o Arbeloa en la selección de 2011. Hoy el otro madridista habitual es Huijsen, y resulta que Huijsen es inseparable de Lamine. El cuerpo técnico, no obstante, vigila la evolución de la polémica. Y, como todos, se hacen la pregunta que desde casi su aparición ronda por la cabeza de los aficionados: ¿Lamine elegirá ser Neymar o elegirá ser Messi?

Atasco en el corazón de España: una docena de opciones para la mitad de puestos en el centro del campo

Atasco en el corazón de España: una docena de opciones para la mitad de puestos en el centro del campo

España, que se marchó de Valladolid como había llegado, en autobús, aunque un poco más cerca de la clasificación para el Mundial, ocupa el número 1 del ranking mundial de FIFA. No hay una selección mejor que la española en todo el mundo. Segunda es Francia, tercera Argentina, cuarta Inglaterra y quinta Portugal. Brasil es sexta. Y hasta aquí la nómina de candidatos claros a ganar el Mundial. No necesariamente en este orden, pero hay poca alternativa fuera de esto. Cada uno de estos equipos tiene sus peculiaridades. Francia tiene una defensa fuerte y una delantera que asusta. Portugal ha construido un bloque firme y tiene a Cristiano. Argentina a Messi. Brasil y su potencia de fuego en el área rival... ¿Qué tiene España que no tengan los demás? El centro del campo.

Ahí, en el lugar donde se genera el fútbol, Luis de la Fuente encuentra el verdadero punto de distinción. Es cierto que España ya tiene una estrella capaz de ganar partidos él solo (Lamine) o que la pareja de centrales está más o menos asentada (Laporte o Huijsen y Le Normand), pero ante la falta de un delantero clásico (Oyarzabal es el dueño de esa posición) o de un portero con renombre mundial, es en la sala de máquinas donde este equipo no encuentra rival. Nadie tiene una nómina de centrocampistas como la de Luis de la Fuente, que habrá de descartar a muchos para el Mundial.

Echando un vistazo a las listas que viene haciendo el entrenador riojano últimamente se intuyen entre seis y siete puestos en el centro del campo. En la Eurocopa, los elegidos fueron Rodri, Zubimendi, Mikel Merino, Fabián Ruiz, Pedri y Fermín. En esta que acaba de terminar, faltaban tres de esos, así que la media docena la completaban Zubimendi, Mikel Merino, Pedri, Aleix García, Barrios y, si se quieren contar como tal, Dani Olmo o Alex Baena. Este último nombre, por cierto, es un caso especial. El futbolista del Atlético de Madrid aparece en los listados como centrocampista, pero en estos dos últimos partidos ha actuado como extremo por la izquierda, algo que permite al entrenador maniobrar.

Tres partidos antes de la lista

Ocurre que esta vez había muchos lesionados. Rodri fue llamado, pero su rodilla no emite buenas señales y se quedó en casa. Dani Olmo se marchó antes de los partidos también con problemas físicos, y ya estaban descartados de antemano Gavi o Fermín.

Quedan tres partidos antes de la lista del Mundial. Los dos de noviembre, ante Georgia y Turquía, y en marzo la Finalísima que organiza FIFA por segunda vez y que enfrenta al campeón de Europa con el campeón de América. Un España-Argentina, un Lamine-Messi que será en marzo si nada se tuerce y que será en Doha. Después, ya a finales de mayo, la lista de 26. Porque serán 26 los jugadores que se permitan y serán 26 los jugadores que se lleve De la Fuente.

Zubimendi, el pasado sábado en el Martínez Valero.

Zubimendi, el pasado sábado en el Martínez Valero.EFE

Salvo lesión, hay varios fijos. Rodri, Zubimendi, Mikel Merino, Fabián Ruiz y Pedri van a estar. Y a partir de ahí marcarán los estados de forma. Gavi sería uno de los seguros, pero hay que esperar a ver la evolución de su rodilla (su regreso a los campos está previsto para dentro de dos meses o un poco más). Fermín es otro que ya estuvo en la Eurocopa, aunque con un papel testimonial. Aleix García siempre parece una opción para el seleccionador y, de nuevo, Alex Baena puede ocupar ese puesto de interior en un momento determinado.

Tampoco se puede tachar de la lista a Marc Casadó, que dejó muy buen sabor de boca las veces que ha sido llamado. Tal aglomeración deja en impensables nombres que en otra época hubiera tenido su oportunidad como Javi Guerra o Turrientes. En resumen, un puñado de futbolistas de primer nivel que conforman lo realmente distintivo de este equipo.

«España tiene una fábrica impresionante de jugadores», explicaba Sagnol, el seleccionador georgiano, esta semana pasada tras caer en Elche. «Y tienen todos un mismo perfil, son jugadores muy inteligentes sobre el campo». Y por ahí debe encontrar España la diferencia con quienes la persiguen.

A De la Fuente no le preocupa el 'casting' del '9' para el Mundial: "La fortaleza es que muchos jugadores meten muchos goles"

A De la Fuente no le preocupa el ‘casting’ del ‘9’ para el Mundial: “La fortaleza es que muchos jugadores meten muchos goles”

Con el billete al Mundial casi en el bolsillo, Luis de la Fuente tiene un objetivo: encontrar un '9' antes de mayo. Si en la Eurocopa y la Nations League se amparó en Álvaro Morata, y aunque el capitán no está descartado, necesita un delantero centro puro que convocar entre los 26 que buscarán llegar a la final de Nueva Jersey el próximo 19 de julio. Eso sí, mientras se decide a escoger, Oyarzabal y Mikel Merino se han puesto ese disfraz para cumplir a la perfección. Suyos están siendo los goles decisivos que impulsan a España.

Sin agobios pero sin confianzas, el técnico riojano sigue con su casting. Ante Georgia y Bulgaria tenía dos opciones en la convocatoria y, aun así, no dudó en alinear a Oyarzabal el pasado sábado en Elche hasta que, con el encuentro cerrado -precisamente, por un gol de falta del capitán de la Real-, le dio minutos a Borja Iglesias. Anoche en Valladolid, apostó por el joven futbolista del Oporto de inicio para mandarlo al banquillo y en favor del atacante gallego en el descanso.

"Han hecho los dos un trabajo fantástico, lo que teníamos previsto. Samu ha trabajo mucho para abrir espacios en una defensa muy cerrada, cuando lo suyo es correr al espacio, en transición. De eso luego se ha beneficiado Borja, porque esto es un equipo. Estoy contentísimo con los dos. Su carencia no es el gol, ya lo meterán", aseguró el seleccionador que se acogió a una gran evidencia para sustentar su falta de preocupación por no temer un killer de área: "La fortaleza de este equipo es que muchos futbolistas meten muchos goles".

103 minutos en ocho partidos

Sin faltarle razón al seleccionador, Samu salió de Valladolid con el pesar de haber tenido hasta tres ocasiones claras ante Vutsov para haber cogido algo de ventaja en el casting del seleccionador. La primera se la fabricó Pedri y la tercera fue un regalo de Merino, pero en la segunda, en el minuto 23, fue capaz de revolverse atosigado por defensas búlgaros para armar un zurdazo... al cuerpo del guardameta. No acaba de romper un joven futbolista, a quien el seleccionador ha llamado en ocho partidos, pero apenas le ha dado 103 minutos en total: 45 en su debut ante Suiza en la Nations League, 13 en la semifinal ante Francia y la media parte en el Nuevo Zorrilla.

Si sus fallos se lamentaron en el primer tiempo, los de Borja Iglesias lo hicieron en el segundo. El atacante del Celta, con el 9 a la espalda, cruzó en exceso su primer remate y no cabeceó con acierto un centro perfecto que le puso Álex Baena. Era un caramelo para el jugador gallego que en toda su trayectoria solo ha disputado tres partidos como internacional: el de su debut ante Suiza con Luis Enrique en 2022 y, hasta el partido ante Georgia, De la Fuente solo lo había alineado durante 24 minutos en el partido ante Escocia de la ventana de su debut en el banquillo, el peor partido de la era del riojano. En esta búsqueda necesita testar cómo se acoplaría a esta España muy hecha.

El que no hay dudas de que encaja como anillo al dedo es Mikel Merino. Su figura ha crecido en el centro del campo, más aún con la ausencia de Fabián Ruiz, pero su descorche como goleador le está haciendo brillar. Con España no solo se recuerda su testarazo ante Alemania en los cuartos de final de la Eurocopa, sino también los tres goles que le marcó a Turquía, a los que sumó los dos en Valladolid. Y eso que forzó un penalti que no se atrevió a pedir. Suma diez en sus 39 partidos como internacional, de los que seis son en los últimos tres años para convertirse en el segundo máximo goleador de la España de Luis de la Fuente, solo superado por Oyarzabal.

Mikel Merino marca su primer gol ante Bulgaria en Valladolid.

Mikel Merino marca su primer gol ante Bulgaria en Valladolid.R. GARCÍAEFE

"Esto llegando y me caen los balones. No es casualidad, pero hay que tener un poco de fortuna. La verdad es que es la primera vez que estoy tan acertado, pero ojalá siga, porque es importante que un centrocampista sume goles", aseguró el jugador reconociendo que era una faceta que quería mejorar. A lo que no se atrevió es a pedirle a Oyarzabal el penalti que provocó. "Con la que se montó el otro día... Él es el designado, el que pone en la pizarrita, y decidí seguir las reglas", bromeó.

El navarro arrancó su relación con el gol en la temporada 23/24, cuando marcó ocho goles en la temporada -cinco en Liga, dos en Champions y uno en Copa-. La cifra la superó con la camiseta del Arsenal, convertido precisamente en delantero centro por Arteta. Entonces hizo nueve, siete en la Premier y dos en la Liga de Campeones. Esta temporada, con su club solo ha logrado uno, pero con la selección suma cinco en cuatro partidos en las últimas dos ventanas. A Bulgaria ya le marcó en Sofía y se marcó de Turquía con un hat trick. Con él, De la Fuente gana tiempo para buscar al mejor matador.

Cuatro más de una España intratable

Cuatro más de una España intratable

Actualizado Martes, 14 octubre 2025 - 23:06

Esta vez fueron cuatro goles, el doble de los que recibió la miedosa Georgia, aunque Bulgaria expuso un poco más, incluso se atrevió a desplegarse ofensivamente con cautela. Pero la selección de estos lobos rojos está hambrienta, insaciable y logró que tampoco ninguna oveja suelta le marcase.

El fútbol se convierte en una bufonada cuando un equipo inferior se dedica, como un cordero asustado, a sofocar a un lobo siempre hambriento de goles. Feroz, pero esta noche, hasta más lento, más cansado del de hace tres días.

Bulgaria, por el contrario, pareció que ponía mejores ladrillos en el muro de los que puso la cobarde Georgia. Es muy posible que en su defensa de seis hubiese cinco larguiruchos que sometieron a Samu a un castigo excesivo. Incluso a saltar en ocasiones más que Merino.

Una vez más sólo Pedri tuvo esa imaginación, esa magia para penetrar en el muro como un fantasma y generarse dos goles como si fuera un dios del gol. Uno dio en el poste y el otro no entró de milagro. Mientras la posesión española era de un escandaloso 80%. Algo ridículo y escabroso para la competición que propugna esos dirigentes en Suiza.

Aunque el balón corría más lento. Baena mejoró a Yeremy, Grimaldo hizo olvidar a Cucurella y los centros de Pedro Porro, quizá mas cansado que el otro día, habían perdido dirección.

Es curioso que los búlgaros recibieran 1-0 y se atrevieran a hacer correr al lobo y casi meterlo pasajeramente en su madriguera. Hasta tuvieron una oportunidad, pero la distancias son tan infinitas como las diferencias de una selección a otra, que parece ridículo formalizar estos encuentros oficiales.

No fue una sorpresa la segunda parte. Otro cabezazo de Merino y seis goles, cada cuatro partidos, así que este es el verdadero lobo rojo que ataca desde las alturas. Borja Iglesias es mejor que Samu como ariete, pero los años pesan y De la Fuente tendría que pensar en otros goleadores, que los hay, en la sub-20 y la sub-21. Que se atreva es otra historia.

A pesar de que los búlgaros habían defendido mejor, no se habían esclavizado tanto como Georgia, pero tres goles más empañaron la actuación más que notable del meta Mitov, que pareció una diosa india como Kali, con muchos brazos.

Al final, en el último éxtasis hubo un penalti que Merino dejó al gran especialista, Oyarzabal, el mejor para estas ejecuciones. Y fin de un partido que siempre reprochará las marranadas de las organizaciones del fútbol. España con De la Fuente roza más récords. Poco a poco será como el equipo santo del siglo XXI.

Me resulta infame, escrupulosamente inmoral lo que hacen las pérfidas UEFA y FIFA con tanto partido basura. Tan sólo con la avaricia de jugar más y más dinero como si fueran el tío Gilito. Hacen sucumbir a los jugadores, que son los protagonistas de sus fabulosas ganancias.

Se habló de una huelga de futbolistas, de someter a esas perturbadas económicas a un impasse para detener este castigo soez y enfermizo. Pero los jugadores no son sindicalistas. Juegan y se plantean políticamente su vida muy individualmente. Mientras, la UEFA y la FIFA matan lentamente a sus huevos de oro.