La historia detrás del primer oro de España: los Botín de la vela, la meditación y la sombra del tercer hombre

Actualizado Viernes, 2 agosto 2024 - 22:42

Un mal paso, un apoyo de más es una derrota en una embarcación de 4,99 metros de eslora, longitud de proa a popa, y 1,75 de manga, la anchura. Cada movimiento, pues, tiene que estar sincronizado, como en una coreografía, mientras la embarcación llega a alcanzar los 30 nudos de velocidad, más de 50 kilómetros por hora, sobre una superficie cambiante, el mar. Los dos hombres han de formar, pues, una pareja perfecta, sincronizada y a la vez compleme

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Léon Marchand gana su cuarto oro y llama a la puerta del Olimpo de Phelps o Spitz

Actualizado Viernes, 2 agosto 2024 - 21:33

La irrupción de Léon Marchand en el olimpismo ha sido tan brutal e incontestable que parecería exagerado decir que, en una sola semana, este francés de 22 años ha entrado en el Olimpo de la natación. En realidad, es cierto, porque los cuatro oros con los que deja París como ídolo local y como estrella de estos Juegos, rendido a su eclosión en el cuarto el propio Emmanuel Macron, en la grada de La Défense, son comparables a las hazañas de algunos de los grandes de la historia, como Michael Phelps, Mark Spitz, Ian Thorpe o Alexander Popov.

Es cierto que las cosechas de los mencionados son mayores, porque compitieron en varias citas olímpicas, pero también lo es que todos hicieron granero al nadar las pruebas de relevos, algo que Marchand no ha realizado en París. Francia, que se emociona con el regreso a la natación y al podio de Florent Manaudou, a sus 33 años, no tiene un relevo ganador que ofrecerle. Colectivamente, no son sus mejores tiempos, pese a Marchand, no le sucede como a la ejemplar natación italiana. Que España tome nota.

Cuando Phelps ganó ocho oros en Pekín 2008 o Spitz siete en Múnich 1972, tres y dos, respectivamente, llegaron en los relevos y cinco fueron individuales. Marchand ha empezado por cuatro sin ayuda de nadie, las cuatro victorias que mostraba en su mano tras alcanzar la última meta, en los 200 estilos, a ritmo de récord del mundo hasta las tres últimas brazadas. Llegará. También más victorias.

El libre, estilo por explorar

Marchand confirmó en su última participación que es un nadador de estilos colosal, algo que le acerca a Phelps, con el que comparte entrenador, Bob Bowman. Si algo le diferencia de otros de los grandes nadadores de la historia es que no acomete las pruebas individuales del estilo libre, un terreno por explorar junto a Bowman. El último 50 de los estilos, el del libre, apunta a un nivel altísimo. El futuro lo dirá. En cambio, ha dominado la braza de una forma asombrosa. Un estilo en el que se prodigan nadadores más compactos físicamente. Marchand es longilíneo, con un cuerpo púber, hecho que favorece su nado subacuático, básico para establecer diferencias.

El francés ha nadado los 200 y 400 estilos, los 200 braza y los 200 mariposa más rápidos de la historia de los Juegos. Los récords olímpicos parecen devaluados, debido a unos años de locos, entre bañadores de poliuretano, los que usaba Phelps, y textiles, pero lo conseguido por este nadador de 22 años son palabras mayores. Ha nadado más rápido que Phelps en Pekín. En los 400 estilos ya arrebató el récord a Phelps (4.02.50). En el 200 estuvo en tiempos de conseguirlo en los tres giros. Para batirlo le faltó oposición. Acabó en 1.54.06, a seis centésimas de la plusmarca de Ryan Lochte (1.54.00), un nadador imponente que tuvo la mala suerte de coincidir con la era Phelps. Era su eterno segundo. El Olimpo de la natación también debería tenerle reservado un sitio, pese a verse privado habitualmente del oro, salvo en los relevos.

La siguiente pregunta es hasta dónde podrá llegar Marchand después de París, donde ha contado con un apoyo poco común en la natación, con un público que jadeaba en cada una de sus brazadas. París necesitaba un héroe y lo ha encontrado en el joven de Toulouse. La responsabilidad, sin embargo, también era un peso en los Juegos en su país, algo que sufrió Thorpe en Sidney, pese a las medallas. Marchand, en cambio, ha demostrado una concentración excepcional. Ni siquiera el desafío del 200 mariposa frente a Kristof Milak, mejor en las series, las semifinales y hasta los primeros 150 metros de la final, lo hundieron. Emergió como una orca asesina y voraz para transformarse fuera de la piscina, con su rostro dulce y aniñado, y los cabellos de un dios griego. El Olimpo es su lugar.

Ana Peleteiro, a la final de triple salto por la vía rápida: "Me siento como Taylor Swift en el Bernabéu"

Ana Peleteiro, a la final de triple salto por la vía rápida: “Me siento como Taylor Swift en el Bernabéu”

Actualizado Viernes, 2 agosto 2024 - 21:05

En ausencia de la lesionada Yulimar Rojas, las principales favoritas del triple salto femenino accedieron a la final, este viernes en París, entre ellas la española Ana Peleteiro y las cubanas Leyanis Pérez y Liadagmis Povea. Peleteiro, una de las pupilas del cubano Iván Pedroso y campeona de Europa el pasado junio, apenas tuvo desgaste y solo necesitó un salto para ganarse el billete, llegando a 14,36 metros, cuando 14,35 era la distancia que daba la clasificación automática.

"Me he sentido como Taylor Swift en el Bernabéu, pero en negra. Para mí un estadio lleno es como una performance, lo vivo así. Estaba un poco nerviosa, pero el ritmo de los aplausos me ayudó a tranquilizar las pulsaciones y a hacer los deberes", explicó la saltadora gallega, bronce olímpico en la anterior cita en Tokio. Su objetivo de cara a la final del sábado, como aseguró, es mejorar el resultado de la anterior cita olímpica: "Tengo el oro en mente"

Por la misma vía rápida entró en la final la cubana Liadagmis Povea, con 14,39 metros en su caso en el primer salto. Más apuros tuvo la también cubana Leyanis Pérez, bronce mundial el año pasado en Budapest y que se presenta como teórica candidata al oro a sus 22 años. Pérez tuvo que llegar al tercer intento para superar la distancia clasificatoria, alcanzando 14,68 metros, lo que le dejó como la mejor de la ronda clasificatoria, aunque la mayoría de grandes nombres se limitó a cumplir el trámite y no forzó la máquina.

"SENSACIONES BUENAS Y MALAS"

Las malas noticias para delegación española llegaron en el medio fondo. La palentina Marta García, plusmarquista española, no pudo progresar a la final de los 5.000 metros tras concluir décima en su serie, que después de dar la cara y estar en el grupo de cabeza, fue incapaz de resistir el ritmo infernal de sus rivales en las dos últimas vueltas. "Las sensaciones son buenas y malas. Estoy contenta de poder decir que soy olímpica, pero creo que he descubierto la realidad. Venía aquí pensando que sí, que podía estar en esa final, y de hecho durante más de 4.000 metros estaba convencida de que sí podía", dijo Marta García, en la zona mixta del Estadio de Francia.

"Me han faltado quinientos metros, que son muchos. Lo he dicho en otras ocasiones, que a nivel mundial me falta cerrar un hueco y creo que está muy claro. En esta carrera se ha visto clarísimo y es lo que tenemos que pensar. Creo que esto es una motivación para darme cuenta de que todavía falta mucho que hacer y falta dar otro paso adelante para estar con esas mujeres. La sensación es un poco agridulce, pero creo que al final tengo que estar contenta", señaló la medallista de bronce en el último Europeo.

Marta García, cuya marca personal es 14:44.04, tuvo que lidiar en su serie con nueve atletas con tiempos inferiores al suyo, por lo que las posibilidades de pasar a la final eran reducidas. "Consulté por qué estaban tan descompensadas las series, pero no me convencieron. Aún así, en carrera, no he cesado en el intento en ningún momento porque pensaba que alguna más podría podía cae, pero se ha visto que no, que ellas están más fuertes. Esa es la realidad y hay que seguir luchando", finalizó.

PRIMER RÉCORD

Más allá de la representación española, Estados Unidos batió el récord del mundo del relevo 4x400 metros mixto en las series de acceso a la final, con un crono de 3 minutos 7 segundos 41 centésimas. Vernon Norwood, Shamier Little, Bryce Deadmon y Kaylyn Brown superaron así la anterior plusmarca, que estaba en poder también del equipo de Estados Unidos desde 2023, con un crono de 3:08.80. El Team USA se dio el lujo de participar en estas series sin sus principales nombres, por lo que su actuación apunta a ser todavía mejor en la final del sábado.

A España no le alcanza con la épica ante Canadá: cruel derrota y eliminada

A España no le alcanza con la épica ante Canadá: cruel derrota y eliminada

Dijo adiós España y lo dijo también Rudy Fernández, el último partido de una carrera única en sus sextos Juegos Olímpicos. Ahí su legado: la selección murió de pie, con orgullo y coraje, otra vez ante Canadá. No estará en el Bercy Arena de París el equipo de Sergio Scariolo, que compitió hasta el último aliento contra un rival evidentemente superior y murió en la orilla de la épica.

En una tarde en la que tres de sus referentes no parecieron ellos, España se acogió al valor de los que menos cuentan. Con Brizuela y Pradilla plantó cara a la pléyade de NBA que es la Canadá de Jordi Fernández y sólo perdió por un triple que no entró.

Resultó un escenario cruelmente parecido (85-88, idéntico resultado) al de hace un año en Yakarta. Allí Canadá amenazaba con despedir a España a las primeras de cambio del Mundial en el que defendía el oro, como así fue. Esta vez de unos Juegos, con los de Jordi Fernández ya clasificados, pero decididos a terminar primeros de grupo y evitar un camino de espinas en el Bercy Arena. Son la nueva potencia del basket mundial, de los pocos en ser capaces de mirar a los ojos al USA Team, estrellas tan poderosas como Shai Gilgeous-Alexander o Jamal Murray.

El pecado de España había estado en su amanecer en el torneo, perezoso ante una Australia que se ha demostrado que no era para tanto. Despistes imperdonables, quizá fruto de la inexperiencia o del desgaste mental del Preolímpico. Lo subsanó contra la Grecia de Antetokounmpo, pero ese triunfo, caprichosas las matemáticas, no le ha servido para ser al menos tercera de grupo. Esta vez no habrá un USA Team implacable para España en los cruces. Desde Sidney 2000 (con un formato diferente, entonces dos grupos de seis) no se quedaba sin pisar al menos los cuartos de final.

Consciente la tropa de que la victoria antes de Grecia contra Australia llevaba al escenario más terrible, a un todo o nada, o primeros o eliminados, la tarde cobró un tinte dramático en Lille. Y entonces entran en juego la memoria de las batallas, los nervios y la capacidad de disfrazarse de héroes. Porque Canadá es el villano, sus fieros defensores, sus inmensos talentos, su físico inigualable. Y desde el principio aplicó su receta agresiva.

Sin Aldama, Lorenzo ni Willy

Y siempre mandó Canadá, lastrada bien temprano España por los fallos desde el perímetro, por la dimisión de Lorenzo Brown, secado por Lugentz Dort, uno de los mejores defensores de la NBA. Y por la 'ausencia' de Santi Aldama. La segunda unidad pronto dio otro aire a los de Scariolo. Ellos iban a ser los heroicos protagonistas.

También apareció el factor sorpresa canadiense, Andrew Nembhard, que descarriló los planes defensivos de España, más focalizada, evidentemente, en Shai. Apareció algún triple, la energía de Llull y, al fin, la selección se sintió cómoda, sin complejos... hasta que el final del segundo cuarto le dio un mazazo de realidad. Dos triples de Nembhard y los chispazos de Shai para llevar al descanso una distancia dolorosa (49-38).

Juancho y Aldama, tras la eliminación.

Juancho y Aldama, tras la eliminación.THOMAS COEXAFP

Que se amplió a la vuelta (56-42 fue la máxima), ya con Lorenzo alarmantemente desconectado, con Willy cargado de faltas y con la selección refugiada en esos trucos defensivos tan de Scariolo, una caja y uno con Abrines persiguiendo a Shai como si le fuera la vida en ello.

Sin tres de su referentes en batalla, sólo quedaba el amor propio. Y en eso España sigue siendo única. Scariolo llamó a filas a los del fondo del banquillo, que pusieron el pecho por delante. Tipos como Brizuela y Pradilla, que quizá jamás sueñen con pisar la NBA, fueron los que evitaron la muerte por aplastamiento. Fueron bravos y contagiaron al resto.

El escolta del Barça enhebró 11 puntos de carrerilla mientras los canadienses se frotaban los ojos. El ala-pívot del Valencia, que se ganó el puesto en el Preolímpico, hizo pupa en la pintura con su empeño y sus agallas. Una pareja improbable.

Mantuvieron las constantes vitales, pero mandaba Canadá, cada vez más cerca de la meta. Un triple de Barrett a falta de 40 segundos pareció ser la puntilla, porque a Llull y a Abrines se les escaparon dos tiros libres. Aún así, un triplazo de Llull llevó al límite el duelo, aunque sólo quedaban 3,1 segundos. Extrañamente, Scariolo gastó su tiempo muerto antes de los tiros libres de Shai, que metió los dos. Y ya no le quedaron después. Sacó de fondo y el milagro de Llull desde su campo no fue posible.

Fue otro final cruel aunque inevitable. El adiós a unos Juegos y el último partido de una leyenda con todas las mayúsculas. Ahí queda, para siempre, el legado de Rudy Fernández, presente también en su postrera batalla claramente lastrado.

Sorribes y Bucsa caen en semifinales del dobles en los Juegos Olímpicos y pelearán por el bronce

Actualizado Viernes, 2 agosto 2024 - 18:35

Fue querer y fue no poder. Sara Sorribes y Cristina Bucsa pusieron el corazón, pero no hubo piernas y, sobre todo, faltaron manos, recursos, tenis. La pareja española de dobles cayó en semifinales de los Juegos de París ante el dúo ruso-neutral que forman Mirra Andreeva y Diana Shnaider. "¡Va, Cris, va que se puede!", animaba Sorribes al inicio del segundo set, pero no se podía.

Con más pegada y dominio de la red, Andreeva y Shnaider castigaron en casi cada golpe. El marcador fue descriptivo: 6-1 y 6-2 en una horas y cinco minutos. Ahora habrá que recomponerse porque el domingo, a les 12.00 horas, las dos españolas tendrán la oportunidad de conseguir un bronce olímpico, la cima de sus carreras, ante la pareja checa formada por Karolina Muchova y Linda Noskova. "No las conocemos nada de nada, la verdad. Yo he jugado contra Muchova y tiene buena volea, pero nunca la he visto en dobles. En todo caso, tenemos que intentar hacer nuestro juego", analizaba Sorribes sobre sus próximas adversarias.

Ambas son tenistas importantes del circuito individual, Muchova fue finalista en Roland Garros el año pasado y Noskova, de sólo 19 años, fue cuartofinalista este curso en Wimbledon, pero no tienen experiencia en parejas. Será el momento de Sorribes y Bucsa de imponer sus conocimientos en la especialidad.

"No hemos bajado los brazos"

Porque este viernes no lo lograron. Parecía el momento de tocar el cielo, pero era sólo una trampa. Ni Shnaider ni Andreeva tenían historial en el dobles, pero sólo era por su edad: 20 y 17 años. Shnaider, la chica del pañuelo -dice que las gorras le molestan-, ya está entre las 25 mejores del mundo y ganó dos Grand Slam en dobles en categoría junior. Andreeva, la gran promesa del circuito, asombró a su corta al llegar a las semifinales del último Roland Garros. Con Conchita Martínez en su palco -es la entrenadora de Andreeva-, las dos demostraron que pronto el tenis será suyo.

"Ha sido complicado, no nos han dado opción. Peron las escalaras que van de la pista a los vestuarios Sara ya me estaba dando ánimos. Hay que animarse. Tenemos por delante una oportunidad muy bonita", comentaba Bucsa y Sorribes confirmaba: "Sí, sí, hay que quedarse con lo bueno. Pese a lo que ha pasado no hemos bajado los brazos".

Y, en efecto, fue querer y fue no poder. A Sorribes y Bucsa, habituales de las pistas anexas, también les pudo la enormidad de la Philippe Langlen y el ánimo del público. De 27 y 26 años, castellonense y cántabra -nacida en Moldavia, ambas están habituadas a los torneos WTA 500 y WTA 250 y la presión y la magnitud de la posible conquista les cayó encima. Sólo hubo un conato de proeza, a final del segundo set, cuando ya estaba todo perdido. Con 6-1 y 5-1 en el marcador, lograron un break para seguir con vida y soñaron con la remontada de todos los tiempos. Ahí, golpeando con más soltura, completaron sus mejores intercambios, pero finalmente Shnaider y Andreeva cerraron el triunfo y el pase a la final en la que se encontrarán con las italianas Jasmine Paolini y Sara Errani.

El emocionante abrazo de Rafa Lozano padre e hijo y el cabreo tras la derrota: “El dominicano sólo se ha dedicado a moverse y moverse”

Actualizado Viernes, 2 agosto 2024 - 18:15

No pudo seguir la estela de su padre. De momento. Porque Rafael Lozano júnior tiene 19 años y "mucho camino". Su primera experiencia olímpica acabó en cuartos de final (-51 kilos), tras caer con el dominicano Yunior Alcántara, tan rápido y certero como una avispa en el cuadrilátero del Centro de Exposiciones de Villepinte.

Pero será un momento para siempre, por lo que tuvo de fraternal. El abrazo de padre e hijo en las entrañas del Paris Norte Arena, las lágrimas del Balín, tan emocionado con la prensa que tuvo que pedir un momento por sus lágrimas, ir a vestuarios y volver.

Y el cabreo también. Lozano padre hablaba, desesperado, al poco de que los jueces decidieran que el triunfo había sido para el dominicano con Alejandro Blanco. Había perdido su hijo por poco los dos primeros asaltos, algo tímido el pupilo y en el tercero pareció clara su remontada.

Más calmado, explicó después. "Ha estado parejito. Podía ser para un lado o para otro. El segundo asalto ha sido claro de Rafa y le han puntuado igualmente en contra. El tercero, lo único que se ha dedicado el dominicano es a moverse y a moverse y a no confrontar el combate... Al final no es quien más defienda, es el que más conecte", razonaba en zona mixta.

En la misma línea, Lozano hijo insistió: "No me he visto perder. No he sentido que haya perdido en el primer asalto. Sí, el segundo y tercero. Pero, no he visto que haya perdido". Eso sí, además de valorar el veredicto de los árbitros, también hizo autocrítica. "No justifico la derrota, solo queda eso, mirar mis fallos y ya está", añadió.

"Le queda mucho camino"

"Estoy orgulloso de él. A unos Juegos no viene cualquiera. Muchas veces la gente se confunde, el que sube al ring es él, no yo. Yo le doy la oportunidad y él aprovecha. Que esté tranquilo, feliz y orgulloso", admitía el seleccionador.

"Él está un poco mal después del combate, pues eso, derrotado. Pero cuando vea lo que ha hecho, cuando vaya a Córdoba y lo paren. Va a decir, coño, que lo que he hecho es grande, ser quinto del mundo. Y con 19 años todavía, le queda mucho camino"

No pudo Balín ganar para España la segunda medalla en boxeo tras la lograda por Enmanuel Reyes Pla el día antes. El también jovencísimo Alcántara, zurdo, oro en los Juegos Panamericanos de 2023 y todo velocidad, celebraba cada golpeo, fuera claro o no. La igualdad fue evidente, pero los jueces se decantaron por el dominicano. Cuando se confirmó, Balita agarró con rabia las cuerdas, consciente de que se acababa el sueño de su hijo.

Para saber más

Él también debutó en unos Juegos con un quinto puesto, hace 32 años en Barcelona. "Yo a su edad tenía la medalla del Carrefour", contaba a este periódico el Balita hace unos días, alabando la precocidad de su vástago, que llegó a París tras superar un 2023 en le que fue operado de ambos bíceps y logró el billete en el último Preolímpico. Después ganó el bronce en Atlanta 96 y la plata en Sidney 2000. Y después nació su hijo, cuando ya había saltado al profesionalismo.

Talento precoz, Balín no pudo aprovechar su oportunidad en París. En su debut, derrotó con claridad al australiano Yusuf Chothia. Y en el decisivo duelo de cuartos, la puerta de las medallas (en boxeo hay dos bronces), el cordobés cayó con Alcántara.

Tras 24 años sin medallas, el boxeo español puede ampliar todavía más su cuenta este mismo viernes en el Arena París Norte. El marbellí Ayoub Ghadfa se enfrenta al armenio Chaloyan. Y mañana sábado, también en cuartos, José Quiles (15:30 h.) al uzbeko Khalokov.

'Chapeau', Diego y Florian: contra la presión de ser favoritos, contra la presión de la decepción de Tokio y contra la presión del viento

‘Chapeau’, Diego y Florian: contra la presión de ser favoritos, contra la presión de la decepción de Tokio y contra la presión del viento

Actualizado Viernes, 2 agosto 2024 - 18:13

El resultado refleja todo el trabajo que han hecho Diego y Florian durante esta mini campaña de tres años, cuando empezaron a navegar juntos. Hace unos meses estuve con Diego y Iago (López Marra) hablando sobre la mala suerte que tuvieron en Tokio, a donde llegaron como una de las mejores parejas. Después de eso hubo un cambio de tripulante, llegó Florian por Iago y han seguido siendo una de las tripulaciones más fuertes. Ahora mismo están tocando el cielo, así que cuando aterricen, que aterricen poco a poco. Que lo celebren bien celebrado.

Creo que su victoria es muy merecida por todo lo que han sufrido en unas condiciones que no les beneficiaban nada. En la Medal Race se ha visto que con condiciones más estables hubieran dominado más y hubieran llegado a la última regata con mucha más distancia sobre el segundo. Han tenido que luchar contra la presión de saberse favoritos, contra la presión de la decepción de los últimos Juegos y contra la presión del viento, porque navegar en esas condiciones no se lo aconsejo a nadie. Es lo peor que le puede pasar a un regatista, que las condiciones del viento sean una especie de lotería donde todo tu trabajo se puede echar por tierra. Siempre prefieres unas condiciones estables de navegación.

Han sido unas condiciones de viento muy complejas y se han sabido sobreponer a todo eso. El colmo ha sido la Medal Race, que estaba programada para el jueves, se anuló dos veces, tuvieron que empezar de cero y psicológicamente eso es difícil, lo tienes que asimilar. Para mí, chapeau por ellos. Ahora mismo deben de tener una alegría enorme por ser medalla de oro, por haber conseguido lo máximo con todo lo que han luchado y sufrido. No puede haber una sensación mejor.

Que mantengan la cabeza fría, y conociendo a Diego sé que lo va a hacer porque no es una persona que se venga arriba, es humilde y no alardea de sus triunfos. Están tocando el cielo.

*Luis Doreste participó en cuatro Juegos Olímpicos y ganó dos medallas de oro en la clase 470 de vela. Una en Los Ángeles 1984 y otra en Barcelona 1992.

Diego Botín y Florian Trittel logran el primer oro para España volando sobre las aguas

Diego Botín y Florian Trittel logran el primer oro para España volando sobre las aguas

El primer oro de España llega volando, volando sobre las aguas en una embarcación reducida al mínimo para permitir la coreografía de dos hombres. Son Diego Botín y Florian Trittel, que no sólo están coordinados al centímetro en sus movimientos de este evolucionado 49er, también son complementarias sus personalidades. Diego, meticuloso y calculador; 'Flo', espontáneo. Sólo perdieron el equilibrio con el abrazo de la gloria que los llevó al agua. Los tripulantes españoles podrían haber realizado un ejercicio de cálculo, pero, al contrario, salieron a demostrar por qué merecen este oro, por qué son los más rápidos, por qué son los mejores del mundo y por qué, finalmente, son campeones olímpicos.

Lo españoles no necesitaban ganar la 'medal race', donde la puntuación es doble, dado el margen con el que llegaron, pero su victoria fue incontestable. Este primer oro para España en París llega en su deporte con mayor cosecha en la historia de los Juegos, 22 medallas, 14 del metal que más brilla, como el que alumbra, hoy, los rostros sonrientes de Botín y Trittel.

"Para nosotros no había otro cabía otro resultado que no fuera el oro", proclamaba 'Flo'. ·La clave ha sido mantenernos firmes hasta el último día, manejar esa presión", añadía el catalán. "Es una sensación indescriptible, después de una semana muy dura, debido a las condiciones meteorológicas", añadía Botín, para el que el oro es una "alegría indescriptible".

De popa y en ceñida

La salida de Botín y Trittel fue fulgurante, decidida y directa. Cualquiera de las tres primeras plazas les garantizaba el oro, con 68 puntos y un margen de cinco puntos sobre la embarcación irlandesa y 12 sobre los neozelandeses, terceros. Hasta la primera boya llegaron primeros para realizar un giro limpio, sin riesgos, dada su ventaja. Es importante evitar el tráfico en ese punto. Volaban, literalmente. De popa, con viento a favor, como en ceñida, con viento en contra, fueron incontestables y consiguieron ampliar aún más su ventaja sobre la pareja de Nueva Zelanda.

Jamás volvieron ya a perder la ventaja en las siguientes dos para dirigirse a la meta, a la que llegaron en solitario, por delante de holandeses y neozelandeses. En el podio les siguieron los terceros y los norteamericanos. La pareja española acabó con 70 puntos, por 82 y 88 del resto de medallistas. En la vela los puntos se invierten y se descuenta la peor de las regatas de cada pareja.

A la 'medal race' llegaron Botín y Trittel como líderes, pero después de dos días irregulares para los españoles, los peores. El miércoles, en la última jornada de regatas, hicieron su peor serie (decimoquintos, duodécimos y sextos), y el jueves, cuando debía disputarse la 'medal race', dos interrupciones, la primera cuando iban líderes, por la falta de viento devolvieron a los regatistas al hotel. Un mal asunto para la concentración. Las dudas las despejaron nada más darse la salida.

El final de las frustraciones

Botín, cántabro, y Trittel, catalán, ambos de 30 años, se encontraron después de Tokio, frustrante para los dos por separado, y de ese modo formar la pareja perfecta sobre una embarcación, perfecta y veloz. "¡Esto vuela!", decía 'Flo', como llaman a Trittel en el entorno de la vela, cuando empezaron a entrenarse a bordo del 'Skiff', que es el nombre técnico del barco. Cada cuatro años se decide cuál será, con las evoluciones pertinentes, y se dan las instrucciones al mismo fabricante. 'Flo' había practicado Kitesurf, por lo que estaba acostumbrado a volar sobre las aguas. El hecho de que no llegara a ser olímpico le hizo optar por la clase Nacra 17, en la que formó pareja con Tara Pacheco en Tokio. Hubieron de conformarse con el diploma, sextos. 'Flo' quería más.

Más cruel fue el desenlace en los pasados Juegos para Botín, asentado ya en la clase 49er. Junto a Iago López alcanzaron la 'medal race', pero una mala salida les condenó. Acabaron empatados a puntos con la pareja alemana, pero en el cuarto puesto. El rostro entonces fue el de la desolación. Muy distinto al que mostraba en Marsella. "Llevamos muchos años preparándonos y hemos fallado muchas, pero sin esos fallos y experiencias no estaríamos aquí, celebrando este oro", se sinceró el cántabro.

Esas frustraciones les llevaron, pues, a encontrarse para formar una de las mejores parejas del mundo de la vela. En realidad, no son dos, sino tres, porque Álvaro del Arco es mucho más que un entrenador. Ya trabajó con 'Flo' en la clase Nacra 17. Entre todos han conseguido crear una atmósfera que atempera la presión, por lo que es habitual verlos gastar bromas poco antes de la competición.

Desde que ambos decidieron competir juntos, los resultados fueron inminentes. Campeones de Europa en 2022, un año después de Tokio, lograron la plata mundial ese año y el bronce en 2023 y 2024. Botín y 'Flo' no se han dedicado únicamente al 49er. Ambos se han integrado en las tripulaciones de SailGP, a bordo de los catamaranes voladores. Con Botín como patrón, el equipo español fue campeón absoluto del Circuito Mundial SailGP, al imponerse en aguas de San Francisco en la Gran Final, el 14 de julio, menos de dos semanas antes del inicio de los Juegos. Lo suyo es volar sobre las aguas, camino del primer oro para España, a la que nunca falla la vela.

El mejor Carlos Alcaraz hace desaparecer a Aliassime y asegura otra medalla para España

Actualizado Viernes, 2 agosto 2024 - 15:23

Este Carlos Alcaraz ya había aparecido este año. En el último Roland Garros este Carlos Alcaraz sometió a toda su generación, con Jannik Sinner como principal víctima. En el último Wimbledon este Carlos Alcaraz acabó con la historia, derrotado Novak Djokovic, decretado el final del Big Three. Este Carlos Alcaraz ya había aparecido este año. Pero los Juegos de París todavía no lo había visto. El español apareció este viernes con su mejor traje en la Philippe Chatrier para abrumar a su rival, el canadiense Felix Auger-Aliassime, convertir unas semifinales olímpicas en una primera ronda de un torneo humilde y asegurar otra medalla para España.

Su victoria por 6-1 y 6-1 en sólo una hora y 15 minutos fue otra demostración de la preeminencia de Alcaraz sobre el resto, un juego inmejorable, un dominio para muchos años. Diga lo que diga el ranking ATP, el español no tiene adversario hoy en día, ni nadie que le amenace. Viene el tenis de una época prodigiosa, con el talento de Djokovic, Nadal y Federer, pero discutían entre ellos: cuesta recordar un jugador tan superior.

Sus semifinales fueron un truco de magia: ahora está, ahora no. Aliassime de repente desapareció. Un tenista evaporado, no hubo partido ni mucho menos. Alcaraz, violentísimo con su saque, como en el último Grand Slam, desplegó más golpes que nunca esta semana, lo hizo con más acierto y, lo más extraordinario, estuvo rápido, muy rápido. Después de su eliminación del dobles junto a Rafa Nadal y de la acumulación de partidos, el descanso del jueves por la tarde fue suficiente para volver a galopar.

"He jugado a un nivel muy alto, con una concentración bastante alta. Ayer tuve más tiempo, horas de recuperación, pude hacerlo todo con más calma. Y se ha notado", comentaba Alcaraz, que también partió con dos ventajas sobre su adversario.

En primer lugar que Aliassime venía de jugar dos partidos el día anterior, los cuartos individuales contra Casper Ruud y el dobles mixto junto a su compatriota Gabriel Dabrowski. Y segundo que ya le tiene la moral ganada al canadiense. Es el efecto Alcaraz, el mismo con el Big Three sometió al resto de sus rivales. Antes de saltar siquiera a la pista, Aliassime ya sabía que no ganaría, pues en los cuatro últimos enfrentamientos ante el español no sólo había perdido, si no que lo había hecho con estrépito.

"En la final voy a intentar hacer las cosas bien, ni más ni menos. Sé que es una final olímpico, uno de los momentos más importantes de mi vida, pero voy a intentar no pensar en ello. Tengo que disfrutar de la final", aseguró Alcaraz que puede discutir por el oro con Djokovic, tocado nuevamente de su rodilla, o con Lorenzo Musetti. El partido entre ambos se decidirá de noche, aunque el oro está en manos de Alcaraz. Con su juego, su velocidad, su mentalidad, sólo lo puede perder. Cuesta recordar un jugador tan superior.

Detenido el padre de la judoca croata, Barbara Matic, por besar en la boca a una voluntaria de los Juegos Olímpicos de París

Detenido el padre de la judoca croata, Barbara Matic, por besar en la boca a una voluntaria de los Juegos Olímpicos de París

Actualizado Viernes, 2 agosto 2024 - 12:10

El padre de la judoca croata Barbara Matic ha sido detenido en París por besar en la boca a una voluntaria de los Juegos Olímpicos sin su consentimiento, tras la victoria de su hija en los cuartos de final de la categoría de -70 kilos, ante la española Ai Tsunoda.

El hombre se encontraba en una zona no autorizada de la ArenaCampo de Marte de la capital francesa, cuando, fruto de la emoción, se abalanzó sobre la voluntaria para, posteriormente, marcharse corriendo, según recoge Le Parisien. Esta, tras lo ocurrido, decidió personarse en dependencias policiales para denunciar los hechos, lo que provocó la detención inmediata del padre de Matic.

La fiscalía de París confirmó a la AFP que el miércoles recibió una "denuncia de una voluntaria de los Juegos Olímpicos" por un "beso no consentido" por parte del padre de la campeona olímpica de judo, un hecho que fue confirmado por alguno de los asistentes.

Barbara Matic, por su parte, realizó un torneo impecable, derrotando en la final a la alemana Miriam Butkereit y logrando la segunda medalla de oro para su país en la cita olímpica.