«Cuando la gente grita y se mueve en la grada, vibra hasta la arena». Pablo Herrera ha jugado en las mejores playas del mundo, de Copacabana a Fort Lauderdale, en Florida, o hasta en Gstaad, en los Alpes suizos. Donde no hay playa, se crea para el voley. Pero jamás pensó el español en que un día lo haría bajo la Torre Eiffel. «Es el mejor marco para nuestro deporte, sencillamente increíble», añade alguien que sabe de lo que habla, puesto que es e
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Desde las 7.30 de la mañana en los alrededores de la Torre Eiffel hasta las 22:30 aproximadamente en Roland Garros, un supermiércoles olímpico para no levantarse del sofá. Un frenético cóctel de deportes, por tierra, mar y aire, en el que España podría conseguir de cuatro a seis medallas (a falta de cuatro jornadas, igualaría ya las logradas en Río y Tokio) y meterse en varias semifinales por equipos. Tomen nota.
MARCHA
En el Trocadero, bien temprano, dos parejas españolas para seguir ampliando la leyenda de la marcha atlética española. Se trata del novedoso relevo mixto en el que recorrerán la distancia de un maratón (42,195 kilómetros), en cuatro postas. Álvaro Martín y María Pérez, bicampeones del mundo en Budapest y medallistas olímpicos la semana pasada (bronce él, plata ella) en los 20 kilómetros, son claros favoritos. Miguel Ángel López y Cristina Montesinos (décima la catalana) también tienen mucho que decir.
TAEKWONDO
No muy lejos de allí, en el Grand Palais, desde por la mañana -con suerte, hasta las 21.19 de la final femenina y las 21:37 de la masculina-, dos madrileños, Adriana Cerezo (-49 kg, plata en Tokio) y Adrián Vicente (-58), pelearán en una especialidad también siempre propicia. Ella arranca en octavos contra la uruguaya Grippoli (11.11 h.); él, bronce mundial, contra un rival que llegará desde una ronda anterior (11:24).
EQUIPOS
Con el fútbol masculino en la final olímpica, el femenino buscando este martes el mismo lugar y la estupenda plata de las chicas del baloncesto 3x3, los equipos tienen por delante un miércoles decisivo. Por orden, seis citas de cuartos de final. A las 9:30 h., en Lille, el balonmano masculino se enfrenta a Egipto, rival al que ya derrotó hace tres años en los Juegos de Tokio por el bronce. Ya a mediodía (14:00 h.), los chicos de waterpolo se las verán con Croacia. Y, media hora más tarde, en la reedición de la pasada final del Eurobasket, las chicas de Miguel Méndez ante Bélgica en el Bercy Arena. Un poco después (17:00 h.) será el turno del voley playa: ellas, Daniela Álvarez y Tania Moreno, contra la pareja canadiense. Y ellos, ya a las 21:00 h., los legendarios Pablo Herrera y Adrián Gavira, ante los noruegos.
España, el lunes, durante la rutina técnica en Saint-Denis.EFE
NATACIÓN ARTÍSTICA
España se encuentra otra vez entre las favoritas, el sitio que le corresponde por tradición y palmarés. Después del escándalo que desmanteló al mejor equipo español de natación sincronizada de la historia, con Anna Tarrés al frente, hubo dos ediciones de vacío -los Juegos de Río 2016 y los Juegos de Tokio 2020-, pero ya está de vuelta. Con Mayuko Fujiki al frente, un nuevo grupo de nadadoras y otra filosofía de entrenamiento, España vuelve a estar en disposición de colgarse una medalla. Será en la rutina acrobática, a partir de las 19.30 horas, y con un riesgo alto. Con la China de la propia Tarrés como favorita al oro, las medallas se tendrán que discutir con Japón y Estados Unidos, que presentarán ejercicios con menor puntuación de dificultad, pero más seguros.
VELA
La clase 470 mixto, con Nora Brugman y Jordi Xammar, afronta la Medal Race hoy en la bahía de Marsella a partir de las 15:43 horas en inmejorable posición. Ayer sólo pudieron disputar dos de las tres últimas regatas previstas en la última jornada de la serie clasificatoria y siguen segundos en una general muy igualada. Son los números uno del ranking internacional y vigentes campeones de mundo. Ayer firmaron un tercero y un sexto puesto antes de que se quedaran sin viento. Fuera de las medallas quedaron ayer Tara Pacheco y Andrés Barrio en el Nacra 17. La pareja mixta, demasiado irregular durante las tres regatas del martes, se quedó a cuatro puntos de la Medal Race.
Ghadfa festeja su victoria de cuartos ante Chaloyan.AFP
BOXEO Y...
El último en entrar en acción será el marbellí Ayoub Ghadfa, quien, con su medalla asegurada, buscará silenciar Roland Garros a las 22:18 h. ante el local Djamili Aboudou y colarse en toda una final olímpica de los pesos pesados. No hay que perder ojo tampoco a Leslie Romero, con plaza y sueños en la final olímpica de escalada. Daniel Arce estará en la finalísima de los 3.000 obstáculos en el Stade France. Y, sin medallas en juego todavía, comienza el golf femenino (Carlota Ciganda y Azahara Muñoz) y se disputan varias eliminatorias de piragüismo.
Naia Laso lleva sus calcetines verdes de Yoda, el amuleto, y su perenne monopatín bajo el brazo. En su rostro, curtido por el sol, destacan dos bonitos ojos verdes. Tiene 15 años y habla como si los tuviera. Aunque un rato antes, en el skate park situado en La Concorde, se ha desenvuelto como si tuviera muchos más. No por su habilidad, que también. Lo ha hecho soportando un dolor intenso, apretando los dientes y consiguiendo un diploma olímpico que recordará toda la vida (fue séptima, con una puntuación en la ronda final de 86,28).
Naia es la deportista más joven de la delegación española, aunque en su disciplina, que se estrenó olímpicamente en Tokio hace tres años, eso no es llamativo. La australiana que consiguió el oro, Arisa Trew (93.18), tiene 14 (sorprendió a la británica Sky Brown, estrella mundial). La media de las ocho finalistas es de 16,5 y sólo había dos mayores de edad. En ronda clasificatoria fue eliminada la china Haohao Zheng, que cumple 12 en seis días, la deportista más precoz en París 2024.
Los calcetines de Naia Laso.ODD ANDERSENAFP
La skater de Bermeo firmó una estupenda mañana en la que logró su clasificación para toda una final olímpica. Pero ahí estuvo su condena. Una caída de las tres que sufrió la dejó visiblemente tocada. Un pinzamiento en la espalda que le impedía hasta caminar. Y que lastró su tarde parisina. "Me dolía sí, bastante. Me infiltraron y entonces me dolía un poco menos", revelaba.
En la final apenas pudo desenvolverse. Tropezó en los dos primeros intentos, aunque pudo completar el tercero, menos de un minuto haciendo estupendo malabares que enardecían a las tribunas situadas en el corazón parisino. "He ido a asegurar, a por un puesto, a hacer una ronda para quedarme contenta", explicó la deportista vasca, que alcanzó París a pesar de haberse roto la clavícula en mayo.
Naia Laso, durante la sesión matinal en La Concorde.AFP
También que la dificultad para ella era mayor y no sólo por la lesión. "Al principio me ha costado un poco. [El park] Es más difícil que los que hemos hecho hasta ahora. Es complicado coger velocidad en todo el parque. Al final está muy alto y en España no tenemos parques así", contó Naia, tan tímida. Que, claro, tiene 15 años, acaba de terminar cuarto de la ESO y le quedan cuatro hasta Los Ángeles, donde seguirá siendo jovencísima. Todo ilusión.
Carolina Marín se lesionó mientras dominaba las semifinales de bádminton en los Juegos contra la china He Bing-Jiao. La deportista ha emitido un comunicado que ha difundido en sus redes sociales en el que expresa que el domingo sufrió "uno de los momentos más difíciles de mi vida. Han pasado unos días pero necesitaré más tiempo para asimilarlo bien".
Durante el encuentro se rompió el ligamento cruzado anterior de la rodilla derecha, le impidió seguir con el partido y dejó a un lado cualquier posibilidad de optar a una medalla. Marín decide llevar la lesión "de la mejor manera posible", pues tal y como ha expresado "la vida nos pone en situaciones que no queremos vivir y que nadie merece, pero debemos asumirlo".
Se ha mostrado muy agradecida por todo el cariño que está recibiendo, ha expresado que nunca antes había recibido tanto y que está "siendo inabarcable". Pero de entre todas esas muestras de afecto ha querido destacar la que ha tenido He Bing-Jiao, que posó en el podio sosteniendo su medalla de plata en la mano izquierda y un pin de España en la mano derecha. Carolina ha expresado que es "uno de los gestos más bonitos que han tenido hacia mí jamás y siempre le estaré increíblemente agradecida".
Ha querido recordar que "a veces usamos el deporte como ejemplo para la vida. Y el domingo también fue así: si trabajas duro y te esfuerzas más que nadie en cumplir tus sueños, estos se pueden hacer realidad. Pero no siempre ocurre" comentó. Ha destacado que ella sí cumplió "los sueños de la niña que salió de Huelva hace mucho tiempo, pero tenía otros por cumplir". Y ha afirmado que "no pasa nada" que la vida sigue y que ella seguirá buscando sus sueños.
España llegó a París pensando en los Juegos Olímpicos de Los Ángeles 2028. Los últimos referentes de la selección, Pau Quemada, Quico Cortés, David Alegre o Roc Oliva, se retiraron después de los Juegos de Tokio 2020 y dirigida por un seleccionador nuevo, Max Caldas, se presentó en el bonito estadio de Colombes con un grupo de chavales. El capitán, Marc Miralles, tiene 26 años; el portero, Luis Calzado, 23; y el goleador, Marc Reyné, 25. Muchos debutaron como internacionales en este ciclo olímpico y, por eso, el proyecto miraba hacia allá, cuatro años más allá. Pero el domingo en cuartos de final, ante Bélgica, la campeona de todo, la máxima favorita, ¡sorpresa!
Sin ningún tipo de presión y con todo el descaro del mundo, España venció y se construyó dos andamios para escalar a la medalla. El primero, este martes, las semifinales ante Países Bajos, acabó en una derrota clara, 4-0. El segundo vendrá el próximo jueves, en la lucha por el bronce, ante el perdedor del duelo ante Alemania e India.
"¡Tenemos que estar concentrados!", gritaba a su banquillo Caldas, técnico argentino de España, cuando a mediado del tercer cuarto la derrota ya era un hecho. "Oooooooe, oooooooe, ooooooooe", vacilaban los aficionados neerlandeses, amplísima mayoría en las gradas, mientras los suyos mareaban la bola. Al contrario de lo que ocurrió ante Bélgica, contra Países Bajos las piernas temblaron, los brazos se encogieron, el corazón pudo a la cabeza. Ante la cercanía de la medalla, una selección tan joven y tan inexperta multiplicó sus errores y apenas disfrutó de opciones de gol. También ayudó la táctica de Países Bajos. Desde el primer minuto de juego, los oranjes entregaron la bola a España y se agruparon atrás para salir en desbandada.
En el centro del campo no había presión, sólo espera. La selección necesitaba creatividad, inventarse algo, pero no era el día. De hecho la opción más clara fue una bola alta que recibió Reyné a los cinco minutos, luego sólo hubo penaltis corners -hasta cuatro- sin acierto. Países Bajos estaba cómoda en ese esquema porque sabía de su virtudes. En cada aproximación, un gol. Un equipo letal. Marcaron un gol por cuarto, uno cada uno, Jip Janssen, Thierry Brinkman, Thijs Van Dam y Duco Telgenkamp y el partido se acabó.
Una de esas imágenes para la historia de esta edición 2024 la ha protagonizado el tirador turco Yusuf Dikec. Alcanzó la medalla de plata en tiro mixto disparando a la diana con una mano en el bolsillo.
Dikec, que disputa en París sus quintos Juegos Olímpicos, tampoco emplea ningún accesorio habitual entre los tiradores olímpicos como pueden ser unas lentes anti reflejos o cascos para evitar el ruido de los disparos.
Un par de tapones en sus oídos, y no siempre los usa, le han servido para alcanzar la segunda plaza del podio junto a su compañera Sevval Ilayda.
Tras su éxito deportivo en el Campo de Tiro de Chateauroux, la imagen de este suboficial retirado de la gendarmería turca de 51 años se ha ha convertido en los últimos días en viral en las redes sociales. Su pose poco ortodoxa para realizar los disparos han llamado incluso la atención del propio Elon Musk.
Ilayda Sevval y Yusuf Dikec mostrando su medalla de plata en los Juegos Olímpicos de París.VASSIL DONEVEFE
Primero fue el tirador turco el que le escribió el siguiente mensaje en la red social X: "Hola Elon ¿Crees que los robots del futuro podrán ganar medallas en los Juegos Olímpicos con las manos en los bolsillos? ¿Qué tal discutir esto en Estambul, la capital cultural que une continentes?", expuso el medallista turco.
A lo que horas más tarde el propio Elon Musk, dueño también de la compañía Tesla, le respondía con la siguiente frase: "Los robots darán en el centro de la diana cada vez".
No obstante, desde entonces la imagen de Yusuf Dikec ha vuelto a aparecer en diferentes versiones en el propio perfil de Elon Musk.
La última vez ha sido este mismo martes cuando publicaba un nuevo vídeo de Dikec, retocado por Inteligencia Artificial. Después de cada disparo del tirador turco su pistola se convertía en una botella de cerveza.
"Son unas currantes del baloncesto. Estas no han pillado un contratatazo en el 5x5", detallaba alguien cercano a las heroínas de La Concorde, el privilegiado espacio que París 2024 ha reservado para los deportes urbanos. Bien entrada la noche, con su medalla de plata colgada al cuello, las cuatro españolas que se habían quedado a una canasta del que hubiera sido el primer oro olímpico de la historia del baloncesto español -nunca se estuvo más cerca-, repartían abrazos y sonrisas mientras Carmelo Anthony o Dirk Nowitzki pasaban a sus espaldas sin que nadie les prestara demasiada atención.
Es un cuarteto para el recuerdo dirigido por Anna Junyer, siempre a la sombra. Ni siquiera puede dar instrucciones durante los frenéticos partidos de 10 minutos. Ella, que fue 140 veces internacional con España durante los 80, fue la encargada de poner en marcha hace 13 años un proyecto que partió de la nada y que se ha convertido en la medalla más improbable del baloncesto español. "Nadie daba un duro por esta especialidad, era de promoción, no tan profesional. De repente apareció una selección femenina. Ellas se lo tomaron muy en serio, pico y pala, pico y pala... Iban ganando y hace dos años ya fueron campeonas de Europa", contaba a EL MUNDO la presidenta Elisa Aguilar, que vivió la tarde-noche de emociones acompañada por el Rey Felipe VI.
Juana Camilión cambiaba su acento de una forma asombrosa dependiendo de donde proviniera la pregunta. Del castellano impecable al 'vos sabés' cuando un periodista argentino le cuestionó sobre sus raíces americanas y '¡vera!' cuando el compañero balear le recordó su barrio de El Molinar. "Ya puedo decir que he ganado una medalla olímpica. Te lo digo, pero mi cerebro no lo procesa", pronunciaba la más joven del equipo (25 años), una tiradora que nació en Mar del Plata pero se crio en Palma.
El Rey Felipe VI, durante la final.YOAN VALATEFE
A Pepita, la cocinera del comedor de su escuela, le llamó la atención aquella niña morena y le instó a probar en el Club Bàsquet Molinar del que era ella entrenadora. Fue un flechazo. Pronto empezó a jugar siempre con las de un año más, debutó en Liga Femenina 2 y se marchó a seguir forjándose a EEUU, donde estudió y jugó en la Universidad de Iona -cursó un Máster en Relaciones Públicas-, hasta su vuelta a España, para firmar el año pasado con el Estudiantes, donde sigue jugando.
"Nos sabe a oro. Mucha gente no confiaba en nosotras", explicaba la autora de dos 'dobles' que hicieron soñar con el oro contra Alemania. Ni le impresionó tener en primera fila a Pau Gasol, Nowitzki o Melo Anthony -"si les miraba mucho se me iba la cabeza"- y que reivindicaba una especialidad que le ha cambiado la vida. "Esperemos que explote el 3x3. Nos están diciendo que se ha estado siguiendo muchísimo. Lo hemos notado en las redes. Esto es emoción pura. Es euforia, es adrenalina, es disfrute, me encanta. Si pudiera dedicarme a esto...", decía.
Sandra Ygueravide, héroe de la semifinal contra EEUU, es la veterana del grupo, quizá la jugadora de las cuatro que más impacto ha tenido en el 5x5, aunque no ha dejado de 'currarse' una carrera llena de obstáculos. La valenciana, que estudió Periodismo -su padre ejerció en EL MUNDO en Alicante, Málaga y Valencia y ella llegó a ser becaria de Deportes- se tuvo que buscar la vida fuera de España, trotamundos por Turquía, Francia o Rusia. Hasta que llegó el 3x3 y se convirtió en la mejor jugadora del mundo de la especialidad. Pero tenía una espina enorme. A Tokio no pudieron acudir por una canasta en el último segundo. A sus casi 40 años, casada con Carlos Martínez -entrenador y preparador personal de muchas estrellas, entre ellos Santi Aldama-, sigue jugando en el Girona.
Junto a ella, Vega Gimeno es otra de las pioneras de una especialidad que merece nombrar a otras jugadoras que fueron clave en el pasado como Aitana Cuevas, Paula Palomares o Marta Canella. En mayo puso punto y final a su carrera a sus 33 años. "Es una reivindicación. Cuando empecé con esto no era ni disciplina olímpica. Me siento muy orgullosa de haber evolucionado junto al 3x3 durante más de 10 años. Es un colofón tremendo esta medalla", reflexionaba anoche una jugadora que fue estrella en categorías inferiores (plata en el Mundial sub 19, entre otras medallas), que tiene su carrera en Ciencias Ambientales y que con su polivalencia y dureza ha sido fundamental en estos años de desarrollo de la especialidad.
Las jugadoras de la selección 3x3, en La Concorde.Pilar OlivaresMUNDO
"He apostado mucho por el 3x3. Y ha alargado mi carrera deportiva, eso seguro. Me ha hecho mejor jugadora en el 5x5. Ese amor por el baloncesto que vas perdiendo, apareció el 3x3 y me reenganchó como si tuviera 15 años. La adrenalina, el amor por formar parte de algo tan bonito. Me ha hecho muy feliz", admitía la también valenciana, que llegó a disputar un partido con la absoluta de 5x5, realmente emocionada.
Y por último, Gracia Alonso de Armiño, la mujer milagro. La jugadora que se le ocurrió lanzar de espaldas sobre la bocina para meter a España en los Juegos en el clasificatorio de Debrecen. Una enfermera de Bilbao que se fue a estudiar a EEUU y que comparte rocambolescos orígenes con Manu Ginóbili -el segundo apellido materno del argentino es idéntico, procedente de sus antepasados españoles, que residían en la misma zona de la provincia de Burgos-. Cuando terminó su periplo en la Universidad en Tennessee se aventuró una temporada en Suecia y después volvió a Madrid con el Canoe, donde «nadie me conocía».
No le gusta hablar de éxito o fracaso, sino de "logro" y "no logro". Se dice exigente pero algunos deportistas retirados le tratan como si fuera su tío. Vive sus quintos Juegos Olímpicos presenciales siempre en segundo plano y dispuesto a aparecer si hace falta. "Esto es muy duro, llevo muchos días durmiendo poco, cuando vas con varios deportes se te solapan, pero todo merece la pena". El psicólogo Pablo del Río (Torrearévalo, Soria, 1955) llegó
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10 días, 11 medallas (nueve ya en el cuello, dos, la de fútbol y la del boxeador Ayoub Ghadfa, aseguradas). Se cumple la decena de jornadas olímpicas desde la lluviosa inauguración y ya comenzó la cuenta atrás en este frenesí parisino. Cinco, cuatro, tres... Hubo alegrías insospechadas, adioses de leyenda como el de Nadal y golpes tan dolorosos como el de Carolina Marín, que marcarán para siempre al deporte español. También hubo decepciones, 'casis', polémica... Pero la estupenda trituradora de los Juegos quiere más. Y, de aquí al domingo, la recta de meta promete otro buen puñado de emociones únicas.
La cuenta de las 22 medallas de Barcelona sigue marcando las conversaciones de aficionados, deportistas y enviados especiales. Se podrían no llegar, incluso ni siquiera superar las 17 de las dos últimas citas olímpicas. Pero, para optimistas, también se podría superar todavía. De aquí al domingo, hay motivo.
Porque, por ejemplo, llega, desde hoy mismo, el piragüismo y ahí, entre remadas, canales y aguas tranquilas, casi nadie como España. Son 21 medallas en nuestra historia (sólo la vela tiene más, 22), 17 en la modalidad sprint que está por venir, cinco de ellas sólo de Saúl Craviotto. Que vuelve a optar a podio, en el K-4 con Rodrigo Germade, Carlos Arévalo y Marcus Cooper. Pero las cuentas se disparan con el C2 de María Corbera y Antía Jacome, las dos embarcaciones del K2 masculino (formadas por Carlos Arévalo y Rodrigo Germade, y Adrián del Río y Marcus Cooper), Paco Cubelos y Adrián del Río en el K1 1.000 y luego todas las individuales, especialmente en el C1 200 femenino.
Y también el taekwondo, otro semillero de éxitos. Adrián y Adriana, Vicente y Cerezo (plata ella en Tokio), compiten el miércoles en el Grand Palais. Sin tantos focos, Javier Pérez (-68 kg.) y Cecilia Castro (-67 kg.).
Ese mismo miércoles de absoluta locura para los intereses españoles, bien temprano, es la marcha por equipos mixta. España acude con dos parejas. Una de ellas la forman, nada menos, que los dos actuales campeones del mundo, plata María Pérez en París y bronce Álvaro Martín. Completar 10 kilómetros cada uno en dos ocasiones no es sumar dos más dos, pero todo indica que...
Sin salir del atletismo, que nos dejó sin la esperada medalla de Ana Peleteiro (una de las que se contaba en las cuentas de la lechera), quedan por participar Jordan Díaz (9 de agosto a las 20:13) y sus 18 metros para ser campeón de Europa hace un par de meses, Moha Attaoui y su escandalosa progresión en el 800 (sábado 10 , 19:05); en la longitud con Fatima Diamé y los 110 metros vallas no será sencillo, pero tampoco es descartable.
Cata Coll y Aitana Bonmati celebran su victoria ante Colombia.Kiko HuescaEFE
Falta tela por cortar. Porque queda más vela, especialmente atentos al 470 mixto con Jordi Xammar y Nora Brugman. Queda la sincronizada -con el equipo (final el miércoles a las 19:30) y el ejercicio de dúo (sábado, 19:30)- y la rítmica (10 de agosto, 14:00), el voley playa de Herrera y Gaviria que está en cuartos y, por qué no, queda la escalada y queda María Valdés y esos 10 kilómetros en aguas abiertas en los que plata en en el pasado Mundial.
Y, por supuesto, restan los equipos. Los que hicieron famoso aquello de 'soy español, a qué quieres que te gane...'. Pocas naciones como España cuando se trata de disputar algún deporte en compañía. Y, aunque parecía que en París la cosa había aflojado, resulta que, a estas alturas, de los 10 que partieron (sin contar la alegría del 3x3 femenino), ocho siguen en disputa. Sólo fallaron el balonmano femenino (perdió sus cinco partidos, un fracaso) y el baloncesto masculino (se quedó sin cuartos por el basket average). Siendo realistas, los dos fútbol (el masculinó ya aseguró) y los dos waterpolos tienen opciones reales de medalla y, por qué no, de alcanzar ese oro 'imposible' (desde Atlanta 96 no se logra por equipo, el waterpolo masculino). Pero ojo con ambos hockeys, con los infatigables chicos del balonmano y las chicas del baloncesto...
Hagan cuentas pues. Siendo pesimistas, estamos alrededor de las 22 medallas el próximo domingo. Si nos venimos arriba... París será una fiesta.
El 27 de julio de 2023, Fermín López debutaba con el Barcelona en un partido de pretemporada contra el Arsenal, en Los Ángeles, para sustituir a Gündogan. El 24 de julio de 2024, el mismo jugador debutaba en unos Juegos Olímpicos, en un partido frente a Uzbekistán. Faltaban dos días para se cumpliera un año, 362 días que cambiaron totalmente la vida de este futbolista de 21 años. Un año en el que se ha hecho un sitio en el Barcelona, pese al despido de su valedor. Un año en el que ha sido internacional. Un año en el que ha ganado una Eurocopa. Un año en el que ha llegado a unos Juegos Olímpicos. Un año en el que está a un paso del oro, un último paso, como gran estrella de esta España en las que pocos confiaban. Es su particular cuento de la Cenicienta.
Con cuatro goles decisivos, el último para empatar frente a Marruecos en Marsella, Fermín es, a sus 21 años, el jugador referencia del torneo. Si en la final marca, igualará como máximo goleador al marroquí Rahimi, que luchará por el bronce con su selección. El gol es un elemento diferencial de Fermín, un futbolista metálico, que carga la pierna en cualquier lugar, en un instante. El gol que tanto necesitaba Xavi Hernández y por lo que exigió al club que incluyera al futbolista el chárter hacia Estados Unidos hace un año, pese a las reticencias.
"Hace lo que le pido"
"Me lo llevo porque hace lo que yo quiero que haga en el campo", dijo Xavi. Desde ese debut ante el Arsenal, en partido amistoso, jugó 43 partidos oficiales con su equipo y marcó 11 goles. "Yo siempre hago lo que me pida el míster", dijo en el estadio Velodrome de Marsella, tras vencer a Marruecos. Santi Denia se beneficia.
Dos días después de aquel debut en Los Ángeles, Fermín escribió en sus redes sociales: "Nunca lo tuve fácil y ha sido un camino duro y de mucho sacrificio. Hoy es un día muy feliz para mí y para mi familia". Se refería el jugador de El Campillo (Huelva) a las dudas que había tenido sobre si algún día llegaría al primer equipo.
Dudas que le habían llevado a plantearse marcharse lejos, al fútbol polaco, incluso, donde reencontrarse, como hizo Dani Olmo tiempo atrás, en su caso a Croacia. Ya había conocido cesiones, al Betis al Linares, y no quería más. Incluso había tenido la ayuda de un psicólogo, en la Masía, mientras se planteaba si dejarlo todo y dedicarse a sus estudios universitarios de Ciencias de la Actividad Física y el Deporte, que todavía mantiene.
La llegada de Xavi, alguien que siempre mira a la cantera, fue providencial. Dos de sus hallazgos, Fermín y Cubarsí, son pilares de esta selección olímpica. Xavi también integró otra, en Sidney 2000, donde España perdió en la final ante Camerún. Algún consejo podría dar al que ha sido su pupilo, exultante como cuando pateó el banderín de córner tras marcar a Marruecos. Por fortuna, la tarjeta amarilla no le priva de la final.
"Los Juegos son un reto personal", afirma Fermín, para el que "el equipo merecía la victoria ante Marruecos". "Ojalá yo pueda meter más goles -añadió-, pero lo importante es que hemos pasado a la final, y ahora hay que ir a ganarla". Será el zapato de oro de esta Cenicienta.