Una trágica muerte, una infección y la baza de Sergio García ante el US Open más duro
Jackson Suber, un jugador desconocido de 24 años que habitualmente compite en la segunda división del PGA Tour, ha sido el último participante en entrar entre los 156 elegidos para la disputa del US Open. Se trata del tercer major del año, el más duro y exigente.
Suber, que estaba en la reserva tras las previas, llegó desde Florida cuando le anunciaron que tendría que cubrir la baja de Jon Rahm, con dolores provocados por una infección en una herida entre los dedos de su pie izquierdo. La vida sigue en el golf, unos con la preocupación de una infección descontrolada y otros con la ilusión de un debut en los grandes torneos.
A una hora y media de Pinehurst, una de las míticas sedes del golf que acogerá la 124º edición del US Open, esta Raleigh, la segunda ciudad en importancia del estado tras Charlotte. Allí, en el modesto Wildwood Green Golf Club, una foto de Grayson Murray te hace relativizar cualquier situación. Fue su primer club y este era su US Open, pero hace unas semanas los demonios le vencieron y el jugador del PGA Tour decidió quitarse de en medio sin haber superado la treintena.
El US Open aún recuerda en su página web sus dos participaciones en este torneo, como si fuera un participante más. Aunque mucho más cruel resulta ver que nadie ha tenido la decencia de quitar a un golfista muerto del ranking mundial. De hecho, Grayson ha recuperado esta semana dos posiciones y ha pasado del puesto 61 al 59 del mundo.
Esto pasa en un deporte tan planificado que ya sabemos que Pinehurst volverá a acoger este torneo en 2047. La USGA ha querido de alguna formar recordar a Grayson con una placa en una de las taquillas de Pinehurst. "Se agradable con los demás", termina la leyenda de la inscripción; da que pensar respecto a la parte más oscura del deporte profesional.
Pocos se acordarán de Grayson el jueves cuando comience el US Open, ni del dedo de Rahmbo, bastante tendrán los jugadores con resistir lo que parece que será uno de los torneos más duros. El temible abierto podría recuperar su esencia, su pedigrí de antaño, donde los golfistas venían a sufrir, los pares eran celebrados y los resultados positivos servirían incluso para la victoria.
En el momento de la historia cuando mejor se está jugando, no vendría mal una cura de humildad esta semana. Y los duros y rápidos greenes de Bermuda están por la labor de probar la paciencia de los jugadores esta semana. "Están al límite", comentó Wydham Clark, campeón y defensor del torneo, tras una de sus rondas de prácticas.
El tiempo será seco y algo ventoso, veremos si la USGA se atreve a cruzar la línea como hacía en otras décadas, donde este torneo entroncaba con el sufrimiento de los jugadores. Hasta los propios participantes se rebelaron contra la USGA. Phil Mickelson llegó a culpar en una ocasión a la organización de las posibles lesiones de jugadores por la excesiva altura del rough. En otra, en Shinnecok Hills, a las afueras de Nueva York, frustrado por la rapidez de los greenes llegó a golpear una bola en movimiento.
Armada Española
Esos momentos tan duros los ha vivido bien Sergio Garcia, que disputará su vigesimoquinto US Open consecutivo tras entrar como reserva de las fases previas. En su major número 99 y tras la baja de Rahm, le tocará al de Castellón guiar a nuestra armada, compuesta por dos de sus compañeros en Fireballs, Eugenio López-Chacarra que debuta en majors y David Puig, que se juega su clasificación para los JJ.OO de Paris.
Puig fue adelantado por milésimas esta última semana por Jorge Campillo y solo necesitaría pasar el corte para volver a recuperar su posición y acompañar a Jon Rahm en la cita olímpica. La lucha está siendo tan bonita como encarnizada por representar a España. No deja de ser llamativo que toda la representación española en el US Open provenga del LIV Golf. Contando a los nuestros, esta semana habrá 13 representantes de la gira saudí en Pinehurst.
Acuerdo PIF
Scottie Scheffler es el gran favorito. La temporada del tejano es abrumadora, cinco victorias, en cinco de los eventos más importantes del año y un puesto 17º como peor posición en 2024. El número uno, además, ha demostrado que es capaz de ganar no estando a su mejor nivel.
Es el rival a batir por todos, incluido Tiger Woods que se sigue mostrando esperanzado de recuperar su mejor golf. Woods, por otra parte, ha dado pocas pistas sobre el acuerdo entre el PGA Tour y el PIF (Fondo Soberano de inversión Pública) tras la última reunión entre ambas partes celebrada hace unos días. "Creo que estamos más cerca de llegar a ese punto que antes de la reunión. Hemos discutido sobre muchos posibles finales a esta ruptura y múltiples maneras de llegar a ellos. Creo que las dos partes salimos de la reunión con una sensación muy positiva. Compartimos la misma pasión por encontrar una solución. Sí, hay diferencias de opinión, pero realmente los dos queremos lo mismo", ha explicado.
La vida y el golf siguen, aunque a solo unas millas de Pinehurst, sigan llorando a Grayson Murray.