"El Rey, Pau y Nadal, los tres tíos más importantes de España": Pau Gasol revoluciona San Roque con su torneo benéfico

“El Rey, Pau y Nadal, los tres tíos más importantes de España”: Pau Gasol revoluciona San Roque con su torneo benéfico

Ángel Hidalgo, el jugador que hace un año sorprendió al mundo en el Club de Campo Villa de Madrid, derrotando en un desempate al mismísimo Jon Rahm, ha vuelto a ser protagonista. Esta vez en uno de los salones de Hacienda Golf Links, donde el domingo se coronó junto a su equipo como el gran vencedor de la primera edición del Gasol Foundation Golf Invitational. "El Rey, Pau Gasol y Rafa Nadal, los tres tíos más importantes de España", gritó Hidalgo mientras el salón, con cerca de 300 participantes, estallaba en una ovación atronadora, la más ruidosa de todo el fin de semana.

Probablemente la reacción de la gente es el reflejo de una sociedad hastiada del día a día de la política, que ha encontrado en los deportistas a sus verdaderos referentes. Porque Gasol y Nadal no sólo son embajadores de nuestro país. Son también personas normales que han compartido una fin de semana con amigos y patrocinadores por una buena causa. EL MUNDO estuvo allí como testigo privilegiado de la histórica primera edición de un evento que es ya referencia y que ha recaudado una suma importante para pelear contra la obesidad infantil. "Queremos seguir creciendo en el impacto de los hábitos saludables de los niños", asegura Gasol.

Sólo 250 privilegiados disfrutaron durante tres días del renovado resort Hacienda Golf Links y el casi recién inaugurado hotel Fairmont La Hacienda, entre la Línea de la Concepción y San Roque. En el grupo, deportistas, celebridades y empresarios más importantes, todos reunidos en torno a la figura de Pau Gasol, cansado pero feliz, que hace balance de una primera edición que ha superado todas las expectativas. Tanto él como su mujer Catherine han sido los anfitriones perfectos, pendientes de cada uno de los participantes. Da igual que tuvieras 22 majors como Nadal o una mediana empresa del mundo de los helados.

De Augusta a The Players

Nadal quiso dejar toro el protagonismo a su gran amigo Pau, en una esquina del salón, junto a su mujer Xisca, su amigo de toda la vida Tomeu, o su jefe de prensa. Seguía discretamente la presentación del evento en el cóctel del jueves por la noche. Entre foto y foto, el tema estrella de conversación era el golf. Rafa confesaba no echar nada de menos el tenis. "Comencé a jugar al golf porque era el único deporte que podía practicar sin riesgo de lesión", y ahora lo disfruta siempre que puede. En un corrillo con algunos de los golfistas profesionales comentó su reciente viaje a Augusta National con Ana Patricia Botín o al TPC de Sawgrass, sede del The Players invitado por el PGA Tour. Rafa está encantado en Hacienda Golf Links, de hecho fue el lugar escogido hace solo unos meses para preparar su retirada en la Copa Davis y de paso organizar una "Ryder Cup" con sus mejores amigos.

El salón era un devenir de leyendas e hitos; te movías a la derecha y cruzabas con el internacional Álvaro Morata, un poco más adelante, Luis Milla, el futbolista del Getafe, o Marcos Alonso, del Celta de Vigo, o el ex-delantero del Athletic Aritz Aduriz. Rudy Fernández disfrutaba de uno de sus primeros eventos como golfista, junto a su mujer Helen Lindes, también haciendo sus pinitos en el golf. El chef José Andrés se paseó durante todo el fin de semana repartiendo puros. Los golfistas más veteranos Manuel Piñero o Marta Figueras-Dotti, leyendas de nuestro golf, junto a Álvaro Quirós o Gonzalo Fernández-Castaño tampoco quisieron perderse el torneo y poner su granito de arena en la lucha contra la obesidad infantil. Los más jóvenes, Adri Arnaus, Ángel Ayora o Hidalgo, alucinaban con la sencillez y naturalidad de Gasol y Nadal. "Me preguntó ayer qué tal había ido la ronda", sorprendido nos contaba Hidalgo sobre su encuentro con Nadal. En otro rincón, tampoco quiso perderse el torneo el torero Manuel Escribano, junto a su pareja la modelo Laura Sánchez, horas antes de su encerrona ante seis victorinos en Alicante.

"Nos conocimos hace 22 años", Gasol tira de memoria para recordar su primer encuentro con Rafa. "Tenía 15 años y yo 23 y coincidimos en un evento de Nike en Barcelona, me dijeron que era una futura promesa del tenis, era tímido, callado", continúa con el relato. "Luego nos fuimos conociendo más a medida que fui a Roland Garros, he estado en 11 de sus 14 finales, y él en muchos de mis momentos especiales. Somos muy buenos amigos y su presencia aquí es refrendo de esta amistad".

Rudy Fernández, en uno de los 'greens'.

Rudy Fernández, en uno de los 'greens'.Gasol Foundation

"Lo hablamos hace unos meses", comenta Nadal, "conseguimos cuadrarlo en la agenda y estoy apoyando a Pau y su Fundación. Las personas que hemos tenido la suerte de tener una vida privilegiada y de vivir mejor de lo que hubiéramos soñado, no sólo tenemos que contribuir, sino inspirar a que otros lo hagan", sentencia Rafa en su primer día como marqués de Llevant de Mallorca.

-"Buenos días señor marqués", bromeaba Pau. "Mi primer día como marqués ha sido igual que el anterior", respondía Rafa, aunque ya en tono serio evaluaba positivamente la distinción. "Me hace mucha ilusión y estoy muy agradecido al Rey".

Nerviosas, Paula Martín, flamante reciente ganadora del Women's Amateur, y Andrea Revuelta, otra de las perlas de la cantera, han sido las agraciadas y jugarán los primeros 18 hoyos formando equipo con la dupla histórica Gasol-Nadal. "Ha sido una experiencia increíble, y he aprendido mucho, en mi vida hubiera soñado estar aquí", resumía Paula. "No dudamos ni un segundo, estamos rodeadas de gente que nos inspira", destacaba Revuelta. Ambas estudian en Stanford, la prestigiosa universidad americana muy cerca de donde vive Pau. Fue precisamente Gasol quien contactó con ellas para compartir esta experiencia.

"Algo que sea muy especial"

Morata jugó 18 hoyos con Aduriz. "Los dos somos delanteros y se nota, nos hemos tirado a por todas las banderas", bromeaba. "Estoy bien y si me necesitan para la selección ahí estoy, puedo fallar como lo hice el otro día, pero soy español y de los más españoles que hay", no eludía el delantero del Galatasaray ninguna cuestión. Al lado guardaba sus palos Juanma Morales, conocido empresario que se postuló para presidente de la Real Federación Española de Fútbol. Muy cerca del ex-futbolista Miguel Ángel Ferrer Mista.

Sin duda es esta la época de los eventos golf, recientemente Nadal fue protagonista en Mallorca de la Batalla de las estrellas, Bernd Schuster también organizó el suyo en Salamanca y Pep Guardiola reunió a un selecto grupo de amigos en el PGA de Cataluña. Gasol mira ya a los grandes eventos que se celebran en Estados Unidos como los proams de celebridades donde la estrella de los Lakers ha tomado parte. "Me gustaría que el evento fuera como un major, algo que sea muy especial y de lo que todo el mundo quiera formar parte", explica.

Los comentarios de todos fueron unánimes, la organización es perfecta; de la mano de la agencia ASG liderada por Pablo Neira. Un despliegue de flota de coches de cortesía están pendientes de los participantes, en el lujoso Fairmont cuidan todos los detalles y miman a cada uno de los participantes y la calidad del campo de Hacienda Golf Links rivaliza con unas espectaculares vistas sobre el peñón y el mar, son postales únicas que no se pueden ver en ningún otro lugar del mundo. "Hemos puesto el listón muy alto", reconoce Gasol, satisfecho.

José Andrés, en un carrito, camino de un hoyo.

José Andrés, en un carrito, camino de un hoyo.Gasol Foundation

A última hora aparece Ron Artest, su nombre de nacimiento o Metta World Peace (Mega Paz Mundial, como decidió rebautizarse durante un tiempo). Sus dos metros y corpulencia no pasan desapercibidos: jugó 19 temporadas en la NBA, donde coincidió en los Lakers con Gasol. Artest es tristemente conocido por protagonizar la pelea más salvaje en la historia, cuando defendía la camiseta de Indiana y se enzarzó en una reyerta, subiendo a la grada y repartiendo maporrazos con quien se cruzaba en su camino. Le sancionaron durante 86 partidos. Metta vestido con ropa deportiva se paseaba entre los diferentes grupos de participantes en el cóctel de entrega de premios con una copa de champán en la mano. "Hola qué tal, soy Metta, de Estados Unidos", se presentaba tendiendo la mano". Todo un personaje.

Durante el fin de semana, una subasta contribuyó a recaudar más dinero para la causa, desde unas entradas para ver a los Lakers en primera fila, hasta una raqueta de Carlos Alcaraz o Nadal o una camiseta de Pau Gasol con la posibilidad de jugar 18 hoyos con la estrella española, fueron los artículos más demandados.

Los resultados deportivos fue en este caso lo de menos. Pau reconocía que lo más importante es haber cerrado una primera edición con un éxito rotundo. "La gente ha disfrutado, han hecho conexiones y han vivido una experiencia única". El torneo tendrá continuidad y se postula como uno de los grandes eventos sociales y deportivos que será una referencia cada año. Mientras llega la segunda edición y gracias al empuje de la primera, la Fundación Gasol podrá seguir contribuyendo a hacer que la vida de nuestros niños sea un poco más saludabl

J.J Spaun, el mejor superviviente, gana el US Open embocando desde 19 metros

J.J Spaun, el mejor superviviente, gana el US Open embocando desde 19 metros

Actualizado Lunes, 16 junio 2025 - 03:57

Pase lo que pase ya en 2025 J.J. Spaun es el personaje revelación del año golfístico. El nuevo e impredecible ganador del US Open ya avisó en mayo, llegando hasta el desempate del The Players Championship, donde cayó de forma rotunda ante Rory McIlroy. Entonces, muchos no le tomaron en serio. Sus comienzos no fueron fáciles; en 2014 desembarcó en el Circuito Canadiense, donde apenas superó los 800 dólares en ganancias. Hoy, con 34 años, en las horas previas al desenlace de su primer major, recordaba los momentos más duros donde más de una vez llegó plantearse dejar la competición.

En un panorama donde en los últimos nueve años de ganadores de majors no ha habido lugar para las sorpresas, el último underdog desde Danny Willett (ganador del Masters de 2016) aprovechó su oportunidad: desafió a la lluvia, a los mejores del mundo y al campo más duro del planeta.

Hasta cuatro jugadores llegaron a los últimos cuatro hoyos empatados en +1. Adam Scott encadenó dos bogeys consecutivos en los hoyos 13 y 14. Sam Burns, gran dominador del torneo, fue el segundo en caer tras un doble bogey en el 15. El norteamericano se tomó mal que no le concedieran el alivio por acumulación de agua en la calle. Luego fue el inglés Tyrrell Hatton, que se peleó con el rough del hoyo 17 hasta cometer bogey en la mejor oportunidad de birdie del campo. Robert MacIntyre hizo el birdie en el 17 para dejar el resultado de +1 en casa-club, soñaba el escocés en convertirse en el primer ganador zurdo del US Open, curiosamente el único major que no ha ganado ningún jugador que juegue a izquierdas.

Desenlace vibrante

Pero Spaun que llegaba a los dos últimos hoyos con +1, pegó en el 17 el que parecía el mejor golpe de su vida. Su drive en este par cuatro se paseó por la bandera y con dos putts logró el birdie y llegar al hoyo 18 como líder en solitario y único jugador al par del campo. Los nervios podrían ser ahora su peor enemigo. Salida a la calle y, con el hierro 6, recorrió los 180 metros para poner la bola en el green, pero a 19 metros del hoyo. Dos putts serían suficientes, aunque no parecía empresa sencilla. Y de repente, la bola de Spaun recorrió con la fuerza perfecta y terminó desapareciendo en el hoyo en un delirante birdie que enloqueció al público del 18, que terminaría coreando 'USA, USA', ya con la mirada puesta en la Ryder Cup de Bethpage. No pudo el norteamericano contener la emoción junto a su mujer y sus dos hijas pequeñas. Con -1, único jugador bajo el par y ganador del US Open.

Jon Rahm protagonizó, con 67 golpes, junto a McIlroy, la mejor ronda de la última jornada. El de Barrika lo hizo cerrando con tres meritorios birdies finales y rescatando un top-10, el segundo consecutivo en majors. "Ha habido dos claves, la primera que he estado muy bien desde el tee... y la segunda, los putts de larga distancia en Oakmont, he dejado la mayoría dados", analizaba el único ganador del US Open en la historia del golf español.

Rahm finalizó octavo con +4, compartiendo posición con el número uno del mundo, Scottie Scheffler, que, pese a sus 70 golpes, transmitió sensaciones de absoluto dominador del golf. Scheffler se dejó en los greenes de Oakmont muchas y buenas opciones de birdie que no terminaron de encontrar hoyo.

Jon Rahm regresa a Oakmont, donde disputó su primer grande: "Sabía que era capaz de competir con los mejores"

Jon Rahm regresa a Oakmont, donde disputó su primer grande: “Sabía que era capaz de competir con los mejores”

Actualizado Miércoles, 11 junio 2025 - 22:10

La llegada del tercer major del año a Oakmont sugiere un nostálgico viaje en el tiempo, directamente al año 2016, cuando en estas mismas horas previas al comienzo del grande más fiero del calendario un joven del norte de España deslumbraba con su juego y determinación. En los principales torneos amateurs tiraba palos con la misma facilidad con la que hacía los birdies necesarios para adornar un palmarés de leyenda. Todavía siendo aficionado e icono en Arizona State, Jon Rahm nos abría las puertas de su cuartel general ante su debut en los torneos del Grand Slam y su despedida del mundo de los aficionados.

En una casa alquilada a pocos metros del campo de golf, Rahm esperaba al otro lado de la puerta. Tenía 21 años, un polo naranja de Adidas, unos pantalones grises y la gorra de los Diablos del Sol, el mismo atuendo con el que horas antes había jugado su última ronda de prácticas como amateur al lado de Sergio García y Rafa Cabrera Bello, en, probablemente, el trazado más temido del golf.

En aquel recorrido por la ilusión, nos topamos con su padre, Edorta, y su hermano Erizt curioseando en un portátil en el salón, o Tim Mickelson en pijama, hermanísimo de Phil y el primer mentor del golfista de Barrika en Arizona State. Eran otros tiempos, todos sabíamos que de alguna forma aquel US Open sería el comienzo de algo sobresaliente para la historia del golf español.

Han pasado solo nueve años, pero la vida de Rahm poco tiene que ver con la de aquel jovencito de Barrika. Convive esta semana con su mujer y sus tres hijos y es uno de los deportistas mejor pagados de la historia. En su palmarés, además, cuenta con 22 títulos, entre ellos dos majors. «Afortunadamente, había tenido buenas actuaciones en eventos del PGA Tour antes de debutar aquí. Creo que tenía dos top 10, uno en Phoenix y otro en Mayakoba. En ese momento, estaba completamente confiado en que tenía lo que se necesita. Sabía que era capaz de competir con los mejores jugadores del mundo », recordaba esta semana de aquel debut. El español tuvo una primera ronda complicada en majors, repleta de suspensiones por meteorología adversa, y terminó sus primeros 18 hoyos el viernes por la mañana con un inicio de +6.

Mejor jugador amateur

«En la primera ronda tuve un doble bogey y un triple, y me costó mucho; tuve que salir el sábado por la mañana después de estar todo el viernes sentado sabiendo que tenía que hacer un buen resultado para parar el corte. Hacer uno bajo el par fue algo muy grande», recordaba el de Barrika, que terminó el torneo entre los 25 primeros y con la medalla de mejor jugador amateur.

Jon Rahm, hace nueve años, en su casa alquilada al lado del campo.domicilio.

Jon Rahm, hace nueve años, en su casa alquilada al lado del campo.domicilio.Hugo Costa

Este año llega sin victorias. Todas sus semanas se cuentan por top 10 en LIV, pero aún gestiona las sensaciones agridulces del PGA Championship en Quail Hollow, donde llegó a empatar en el liderato con Scottie Scheffler. «Con gusto cambiaría muchos de mis top10 por más victorias», explicaba en la sala de prensa el español antes de hacer un análisis plagado de honestidad. «Soy realista en este caso. He estado jugando muy buen golf, sí, pero estaría mintiendo si dijera que no es más fácil tener top 10 en un torneo con una participación reducida. Esa es la verdad. Si hubiera jugado eventos con participación completa, ¿habría estado entres los diez mejores cada semana? No. Pero he estado jugando lo suficientemente bien como para decir que lo más probable es que habría estado dentro del top 30 cada vez».

Al lado de Rahm, Josele Ballester será el otro español participante esta semana. No llega el golfista de Castellón con la confianza en sus cotas más altas después de su debut en LIV Golf, tras finalizar en el puesto 50 con +7. «Es jodido verte que ahora estás lejos de los cracks», se sinceraba con el portal Ten Golf. El principal desafío para ambos y los 156 participantes en la 125ª edición del torneo será el rough denso y espeso en combinación con unos greenes duros y rápidos. El US Open siempre ha buscado la dureza como factor identificativo y, cuando la sede es Oakmont, esa circunstancia puede elevarse hasta cotas peligrosas. Ernie Els ganó aquí en 1994 con -5, Ángel Cabrera lo hizo con +5 en 2007 y en 2016 Dustin Johnson llevó el resultado ganador hasta -4.

Los números rojos siempre llegaron asociados a la lluvia que, en algún momento de la semana, dulcificó las condiciones de juego. Scottie Scheffler, número 1 del mundo y ganador de tres torneos este año, será el principal favorito, muy por delante de Rory McIlroy, que intenta solucionar los problemas de su driver.

Lecturas positivas para el regreso del mejor Jon Rahm: "He tenido buenas sensaciones, incluso he disfrutado jugando"

Lecturas positivas para el regreso del mejor Jon Rahm: “He tenido buenas sensaciones, incluso he disfrutado jugando”

Actualizado Lunes, 19 mayo 2025 - 17:44

Eran casi las 23.00 horas del domingo en España cuando Jon Rahm culminaba una remontada increíble. El birdie en el hoyo 11 del golfista de Barrika lo colocaba con -9. La diferencia de cinco golpes con el número uno, Scottie Scheffler, se esfumaba tras el bogey de Scheffler en el hoyo 9. «En el 12 me dí cuenta de que estábamos empatados», aclaraba el español, consciente de la situación.

El golfista de Barrika mantuvo el ímpetu, y solo el destino quiso que su putt de birdie en el 13 perfilara cruelmente el borde del hoyo. Se mantuvo paciente, y llegó la hora de la verdad. Scheffler confesó su ansiedad en esos momentos. El norteamericano bromeaba con que siempre que se encontraba por el campo con uno de los marcadores que mostraban la clasificación electrónica en una página atrasada, no podía ver la situación real del torneo. «Me llegó a causar cierto estrés», comentó.

Los hoyos 14 y 15 de Quail Hollow son los más asequibles, el remanso donde coger aire antes de afrontar la temida Milla Verde. Rahm sabía que debía puntuar en este tramo si quería darse una oportunidad real de ser el primer español en ganar el PGA Championship. «El problema ha estado en esos dos hoyos, además jugando como los he jugado de tee a green...» No logró sacar partido de ninguno de los dos. Admitió no haber acertado a leer la caída de los putts para birdie que tuvo en ambos hoyos. Scheffler, con el colmillo afilado, remató el trabajo con dos birdies en ese mismo tramo, suficientes para encauzar su tercera victoria en un major.

Oportunidad perdida

Rahm, visiblemente tocado, confesaba a los medios que es la primera vez que se pone como líder o colíder en un major y se le termina escapando. En el US Open de 2021 y el Masters de 2023, no desaprovechó la oportunidad y terminó conquistando ambos títulos. Pero desde que 'Rahmbo' dio el salto al LIV, algo ha cambiado. ¿Puede ser una simple coincidencia?

La debacle de Rahm en la Milla Verde, con +5, quedó solo como una cruel anécdota. «Me siento un poco avergonzado», confesó en su primer encuentro con la prensa americana. Lo cierto es que el español mostró dos caras bien diferentes, pero la tesis más positiva es que volvió el jugador más competitivo, la versión que teníamos más olvidada y que se remonta a la etapa anterior de su fichaje por el LIV.

¿Es este resultado un refrendo de que el de Barrika ha regresado o la confirmación de que sigue habiendo carencias competitivas cuando llega la máxima presión? «Cuando más importaba, cuando tienes que pegar los golpes, controlar tus nervios y tu ritmo de swing, Scottie lo tenía y Rahm y DeChambeau, no», afirmaba el prestigioso analista Brandel Chamblee en la televisión americana. «Importa contra quién juegas cada semana, ponerte a prueba contra los mejores, y Rahm no está jugando contra los mejores», apostillaba con el asentimiento del jugador irlandés Paul McGinley, también en labores de comentarista.

La única vara de medir la competitividad de un jugador son las victorias, y lo cierto es que desde que Jon Rahm firmara por LIV Golf en diciembre de 2023, solo ha logrado dos títulos dentro de la liga saudita. Y de los cinco majors que ha disputado desde entonces, solo tuvo opciones reales de victoria ayer. En el Open de 2024 terminó séptimo, pero nunca estuvo peleando por ganar. «Soy consciente de lo bueno de esta semana, pero ahora mismo es difícil verlo. Pero he tenido sensaciones buenas, incluso he disfrutado jugando al golf. Espero seguir trabajando en todo lo bueno», concluía. Quedan 24 días para el US Open en Oakmont, donde Rahm comenzó su carrera hace ya nueve años en los torneos del Grand Slam.

Jon Rahm peleará por el PGA Championship tras una accidentada tercera ronda: bolazo en la cabeza a un espectador y un corte en el brazo

Jon Rahm peleará por el PGA Championship tras una accidentada tercera ronda: bolazo en la cabeza a un espectador y un corte en el brazo

Actualizado Domingo, 18 mayo 2025 - 09:36

La tercera jornada del PGA Championship estaba construyendo un día final legendario hasta que llegó Scottie Scheffler. Sin piedad, el número uno apareció para reventar el torneo el sábado. El viento sopló durante gran parte de la jornada, convirtiendo —esta vez sí— Quail Hollow en un verdadero test de major, y eso que una tormenta descargó con fuerza a las siete de la mañana; si no, la carnicería habría sido aún mayor.

Hasta los destellos de Scheffler, 15 jugadores estaban en cuatro golpes y soñaban ansiosos con la pelea dominical, una mezcla de nacionalidades y experiencias donde Jon Rahm respiraba aliviado: su golf volvía a funcionar. Feliz el de Barrika con su -4 (67 golpes) del sábado, seis bajo par en el acumulado. Es la primera vez desde que firmó por el LIV en la que se mete con opciones de victoria en un major. Rahm, incluso, llegó a coliderar el torneo. "No me doy opciones de ganar un major desde el US Open de 2023", comentaba al término de su jornada, cuando coqueteaba a solo dos golpes del líder. Solo un par de horas más tarde se veía relegado a cinco de Scheffler, y es que el final —eagle en el 14 y birdies en el 15, 17 y 18— sentaron la cátedra del número uno. Un baño de agua gélida para los contendientes de este segundo grande del año.

El bogey inicial no significó nada para Scottie Scheffler, que cerró sus primeros nueve hoyos con tres birdies más. Sus 65 golpes finales son, de largo, la mejor tarjeta del día. El número uno, que se perdió la primera parte de la temporada por un corte en la mano preparando raviolis, viene de ganar su último torneo —su primer triunfo de 2025— al más puro estilo Tiger Woods: masacró el Byron Nelson del PGA Tour con -30 y ocho golpes de ventaja sobre el segundo clasificado.

El domingo Scheffler saldrá con tres golpes de ventaja respecto al sueco Alex Noren (-8), cuatro sobre los norteamericanos David Riley y J.T. Poston (ambos en -7), y cinco sobre Jon Rahm, Si Woo Kim y Jhonattan Vegas, el venezolano que era líder tras los primeros 36 hoyos. El tejano, además, humilló a la Milla Verde con un parcial de -2 en esos tres hoyos, perdonando incluso el birdie en el 16. En esa misma Milla, Bryson DeChambeau (-5) acumuló cinco golpes más que Scheffler, un lastre que le hará salir el domingo a cinco impactos del líder.

Bolazo a un espectador

Rahm, aunque sin ser consciente del recital final del número uno, terminó eufórico. Su ronda tuvo momentos sobresalientes, como el approach desde fuera en el 3, la madera en el 14 dejando la bola a tres metros para eagle, o el birdie en el 16, con dos golpes estratosféricos. Otros, sin embargo, rozaron el drama: en el 11 dio un bolazo a un espectador en la cabeza, afortunadamente sin más consecuencias que la mejora del resultado de su bola. "No entiendo cómo no le ha dolido, estaba encantado...", confesó Rahm, que tuvo un pequeño detalle en forma de regalo y ambos se dieron un aplaudido abrazo. En el 13, tuvo que llamar a las asistencias médicas para que le taponaran un rasguño en el antebrazo que no paraba de sangrar: aparatoso, pero sin importancia.

"He jugado muy, muy bien al golf hoy y hacer cuatro menos es complicado. Estoy muy contento de mi juego hoy." Lo que Rahm no sabía a esas alturas es que, si quiere ser el primer español en ganar el trofeo Wanamaker, va a necesitar que el domingo pasen cosas extraordinarias. ¿Una venganza de los Juegos Olímpicos? En París, Rahmbo tenía la medalla de oro encarrilada hasta que la llegada por detrás de Scheffler provocó un colapso mayúsculo.

La otra buena noticia del golf español es el rendimiento de David Puig, que finalizó el tercer día con 68 golpes para colocarse parcialmente en el puesto 23 del torneo. "Un Top 12 y jugar el año que viene siempre está en el punto de mira. Ese sería uno de los objetivos y creo que es bastante realista", concluía satisfecho el golfista de La Garriga. Mientras, Sergio García sigue con su calvario, materializado hoy en 79 golpes que lo dejan con +9 en la última posición del torneo.

Scheffler, al igual que Rahm, busca su tercer major. Jugó sus cinco últimos hoyos en cinco bajo par y, justo después de atender a los compromisos de la prensa, se fue directo al campo de prácticas a apurar los últimos rayos de luz entre golpes con sus certeros hierros. A veces, las cosas no siempre suceden por casualidad.

Rahm se une a la cordura y apurará sus opciones en el fin de semana del PGA Championship

Rahm se une a la cordura y apurará sus opciones en el fin de semana del PGA Championship

Actualizado Sábado, 17 mayo 2025 - 09:13

Hoy era un viernes para el espectáculo y la esperanza. Ninguno de los jugadores del top-10 del ranking mundial había comenzado bien este PGA Championship, y desde la organización cruzaban los dedos para que las benévolas condiciones de Quail Hollow ayudaran a que los pesos pesados del golf tiraran de galones y se metieran en el torneo. La PGA de América lleva años conviviendo con el lastre de ser el hermano pobre de los majors. El cambio de fecha (de agosto a mayo) ayudó a mejorar; la elección de grandes sedes como Quail Hollow también aporta lo suyo. Pero el Masters, el Open Championship y el US Open golean al PGA por personalidad e historia.

La extraña clasificación del primer día no contribuía a mejorar la imagen: era más propia del Open de Puerto Rico que de un major con 99 de los 100 mejores jugadores del mundo. Y aunque la segunda jornada nos ha hecho perder a nombres como Justin Thomas, ganador aquí en el PGA de 2017; Jordan Spieth, que se queda sin sueño de Grand Slam (solo le faltaba el PGA Championship); Shane Lowry, Hideki Matsuyama, Sepp Straka (último ganador en el PGA Tour), Ludvig Åberg, Justin Rose o Patrick Reed, el torneo parece haber dado un viraje de 180 grados.

Los grandes del golf han tomado posiciones de cara a un fin de semana de revolución. Scottie Scheffler ha protagonizado el movimiento más decidido. El norteamericano firmó un -3 que lo lleva directamente a la quinta plaza con -5, a solo tres golpes del exótico líder: Jhonattan Vegas, primer venezolano en la historia en liderar un torneo del Grand Slam. Vegas sufrió durante la jornada, sobre todo en su accidentado final, con un doble bogey en el 18 para culminar la temida "Milla Verde", como se conoce a los tres últimos hoyos de Quail Hollow. El venezolano deja el torneo en -8 y con dos golpes de ventaja sobre el francés Matthieu Pavon y el inglés Matt Fitzpatrick.

Al final, Rory McIlroy pasó el corte justo en la cifra de +1. Hoy se ha conocido que, en las horas previas al comienzo, la USGA hizo un test aleatorio y catalogó el driver del norirlandés como no conforme a las reglas, con lo que Rory tuvo que salir el jueves con un modelo diferente, lo que puede explicar el pobre bagaje de solo cuatro calles cogidas desde el tee. Sin embargo, McIlroy no ha dicho su última palabra y saldrá a nueve golpes, al igual que Xander Schauffele o los españoles Sergio García y David Puig. Todos deberán aprovechar las condiciones de la mañana en un campo que llegará al fin de semana más duro, más rápido, con rough más penalizante y una previsión de más viento. No podemos descartar a ninguno de los 74 jugadores que finalmente han pasado el corte del torneo.

Con más opciones se presenta el único español bajo par: Jon Rahm, con una ronda peleada de -1. "Me siento mejor con el swing de lo que dice el resultado, muy buenas sensaciones", avisa el de Barrika, que salvó dos monumentales pares en los hoyos 11 y 12: "El campo va a estar cada día más difícil, yo no descartaría prácticamente a nadie", sentenciaba.

Tres de los cuatro españoles siguen en competición en Quail Hollow. Solo Chacarra se quedó fuera, pero muy cerca de lograr lo que hubiera sido una heroica clasificación. Un resbalón con un mal golpe provocó un doble bogey en el hoyo 8. Llegó a colocarse con +5, pero el birdie en el hoyo 14 y el eagle en el 15, con un putt desde fuera de green de más de 20 metros, lo dejaban a tiro de birdie con los tres hoyos finales de la "Milla Verde" por jugar. Se escapó por muy poco el birdie en el 16 y, a la desesperada, cometió dos bogeys en el 17 y 18 para tener que despedirse del torneo. "Obviamente no he tenido el nivel que creo que puedo demostrar, pero está bien saber dónde tengo que mejorar. Mi nivel de mejora está en los greenes, me queda mucho que aprender y mejorar".

David Puig por fin ha podido dar bolas en el campo de prácticas. Salió a ciegas al segundo major del año: un milagro que pudiera pinchar la bola el jueves en el tee del hoyo uno. Hoy la ronda se complicó de inicio con un segundo golpe en el 10 directamente contra el tronco de un árbol. El primer milagro de la jornada llegó con un putt desde seis metros para par. Cuando todo parecía bajo control, llegaron cinco bogeys en siete hoyos. Con +3 y tres hoyos por jugar, parecía que el corte se alejaba. Otra lección de garra del golfista de La Garriga, que terminó con dos birdies en el 7 y el 8 para clasificarse al fin de semana. "He podido cerrar muy bien, seguir confiando en mi juego y he podido hacer buenos swings para acabar y jugar el fin de semana". "La parte física ha mejorado bastante, eso es el mayor éxito".

Sergio García (+1) también terminó justo en +1 para pasar el corte, pese a que el golfista de Castellón creía en un "99,9 por ciento que se iba a quedar fuera por un golpe". Nos alegramos del error de cálculo, aunque su discurso sigue siendo catastrofista. "He jugado mejor que ayer, era fácil: ayer como un hándicap 25 y hoy como un hándicap 7", concluía. Mucho por jugar aún en el segundo major del año. Veremos si está predispuesto a que la revolución continúe el fin de semana.

El desorden y la ilógica se hacen con el PGA Championship: Jon Rahm, único español bajo el par

El desorden y la ilógica se hacen con el PGA Championship: Jon Rahm, único español bajo el par

Actualizado Viernes, 16 mayo 2025 - 08:12

Si el golf resulta impredecible, dentro de las grandes citas, es el PGA Championship el major más propenso a los desvaríos y la primera jornada en Quail Hollow ha sido una muestra de ello. Los primeros 18 hoyos del segundo major del año han dado como resultado un top-10 repleto de nombres fuera del radar del gran público y un liderato sólido del venezolano Jhonattan Vegas, que logró imponerse con cinco birdies en los últimos siete hoyos. De toda la maraña de nombres, sorprende ver a tres latinos (Vegas, el puertorriqueño Rafa Campos y el colombiano Nico Echeverría), al capitán americano Keegan Bradley, pero sobre todo a Luke Donald, capitán del equipo europeo, y primer gran protagonista. A sus 47 años, tomaba más esta semana como parte de su trabajo de capitán que de competición, pero 18 hoyos más tarde se encuentra como el único jugador del torneo que no ha cometido ni un solo error en 18 hoyos. Los 67 golpes del inglés son su ronda inicial más baja en un major en 21 años, han pasado 10 años desde que Donald terminaba sin bogeys en 18 hoyos de un evento del Grand Slam. Ni siquiera él podría sospechar un inicio así. "Estoy sorprendido", aseguraba a la prensa británica.

Dentro de las sorpresas y vaivenes golfísticos de la primera jornada del PGA Championship, el golf español no ha salido especialmente bien parado, aunque tampoco es un comienzo que invite a la debacle, sobre todo si lo comparamos con algunos de los sorprendentes resultados que nos ha traído la primera jornada: Rory McIlroy, cuatro veces ganador en este campo, vigente campeón del Masters de Augusta y The Players, además del torneo de Pebble Beach, arrancó con +3, más allá del puesto 100. Otros notables sobre par son Brooks Koepka (+4), Patrick Cantlay (+3), Justin Thomas (+2), Xander Schauffele (+1), Jordan Spieth (+5), Cameron Smith (+7), Justin Rose (+5), Joaquin Niemann (+3).

Jon Rahm sigue viendo brotes verdes y hoy los ha recogido con una ronda de 70 golpes (-1), con muchas más luces que sombras: "Muy contento, cosas muy buenas y muy positivas, aunque aún ha habido algunos fallos", afirmaba. Especialmente por sus segundos nueve hoyos, los primeros de Quail Hollow, donde Rahm cometió cuatro bogeys. Terminó la jornada en el puesto 29 a seis golpes del venezolano Vegas (-7) y a cuatro de la segunda posición compartida por el australiano Cam Davis y el norteamericano Ryan Gerard con 66 golpes. Gerard juega su quinto major y debuta en un PGA Championship. Dos sorprendentes nombres que suponen un desafío al orden establecido del golf mundial, veremos si la revolución es transitoria o va más allá de los primeros 18 hoyos.

Otra sorpresa mayúscula y positiva fue ver a David Puig en el campo de golf, con una ronda del par del campo, y un significado casi heroico detrás. Hace poco más de 24 horas, el golfista de La Garriga contemplaba la retirada del torneo. Puig llevaba casi 10 días con grandes molestias en su espalda, se ha hecho pruebas de todo tipo, pero los médicos no daban con la raíz que provocaba el dolor. Las sesiones de fisioterapia parecían incluso empeorar su zona lumbar. Pese a la preocupante situación, el español decidió viajar el domingo, con pocas opciones de ser parte del torneo, el dolor continuó: lunes, martes, miércoles... El comienzo del torneo se acercaba y la espalda no mejoraba.

Ya a la desesperada y tras nueve días sin dar un golpe de golf, ayer miércoles, Puig se animó a jugar nueve hoyos, por pisar el campo de golf y las molestias fueron tan soportables, que incluso experimentó una ligera mejoría. Con esas buenas noticias salió hoy a jugar en su horario de salida a las siete y once de la mañana, hora local. "No ha sido la mejor noche, me costó dormirme, he dormido cuatro horas, a las 4 sonó la alarma, todo el cuerpo estaba muy frío", pero un par de horas más tarde llegaba, con un parcial de -3, a coliderar el torneo durante una buena parte de la primera jornada. Historias que se escapan a la lógica. "Es difícil describir la vuelta de hoy, siento más que nada orgullo, han sido días muy duros, con muchas dudas en mi cabeza, sin saber lo que tenía, ni si iba a poder jugar. Estaba totalmente fuera del torneo hace un día", aclaraba al finalizar.

Es como un pequeño milagro, aunque con un final cruel en forma de doble bogey en el hoyo 18 después del peor swing del día. "Los dos últimos hoyos han sido swings bastante malos, supongo que se junta un poco con el tema de la espalda y el cansancio. Además, no haber jugado el campo antes me generaba un poco más de presión."

Eugenio López-Chacarra, el español más en forma del momento, pagó los nervios del comienzo y el barro de un campo con mucha agua acumulada. A pesar de las lluvias que cayeron en los días previos, la PGA de América decidió que los jugadores no pudieran colocar la bola en calle, pese a que algunas bolas sufrieran acumulación de barro, una decisión que no convenció a todos. Scottie Scheffler, el número uno del mundo, fue uno de los más críticos, aunque terminara con -69 golpes (-2) en una de las mejores actuaciones de los jugadores a priori favoritos.

"El arranque no ha sido bueno, he comenzado nervioso, +3 en los primeros 4 hoyos, con un poco de mala suerte, la bola se me ha quedado con barro... La decisión de no colocar bola la entiendo, es un major, pero para mí que pego la bola muy alta, se me han quedado muchas bolas con barro en el centro de la calle y el putt no ha ayudado", Chacarra se quejaba de no haber aprovechado los tres pares cinco y dos pares cuatro cortos de Quail Hollow. "He jugado bastante mejor de lo que dice el resultado".

Mucho peor fueron las cosas para Sergio García, quien concluyó con 75 golpes y un resultado de +4, sus sensaciones fueron casi peores que el resultado.

López-Chacarra confirma su resurrección tras hacerse millonario en el LIV: 11 kilos menos y el hijo de Raúl González como 'caddie'

López-Chacarra confirma su resurrección tras hacerse millonario en el LIV: 11 kilos menos y el hijo de Raúl González como ‘caddie’

Actualizado Miércoles, 14 mayo 2025 - 22:51

El sofocante calor barrunta la llegada de tormentas. Apenas han pasado unos minutos de las 11 de la mañana en Quail Hollow y Eugenio López-Chacarra espera en la calle del hoyo 10 para su segundo golpe. "¿Quién es ese chico?", me pregunta amablemente uno de los voluntarios que controla el flujo de espectadores en el green. Le explico que es un joven prometedor golfista español que acaba de ganar en Europa. "¿Es Sergio García?", insiste, sin demostrar mucho conocimiento de golf.

Chacarra ha salido a jugar solo, apurando los días de prácticas. Le acompaña parte de su equipo: su coach en Oklahoma State y, por supuesto, Hugo González, su caddie. Hugo es hijo de la leyenda madridista, Raúl González Blanco. Sorprende la enorme seriedad de Hugo en su trabajo: analiza distancias, vientos, está pendiente de dar agua incluso a conocidos de Eugenio fuera de cuerdas, no se le escapa ningún detalle. No es un amigo que le lleva la bolsa, es un caddie profesional. En el hoyo 12 saca su libro de yardas (donde hacen sus anotaciones), grabado por detrás con su nombre ('Huguito') y por delante un gran escudo del Real Madrid.

Se trata del primer major de Hugo y el segundo de Chacarra, aunque el madrileño de alguna forma también se siente debutante esta semana: "Es mi segundo major, pero yo diría que es mi primero, sobre todo por lo mal que me encontraba físicamente. Apenas podía competir", afirmaba recordando una incómoda lesión de cadera que estuvo arrastrando casi dos años.

Pongamos en contexto que una buena actuación de Eugenio esta semana no nos sorprendería. De hecho, solo una victoria en el PGA Championship eclipsaría de alguna forma la gesta que Chacarra ha alcanzado en esta temporada, digna de protagonizar una de las antiguas novelas caballerescas.

Chacarra salió del LIV en 2024, o más bien no lo renovaron. Si bien, fue lo mejor que le pudo pasar a su corta y exitosa carrera. Yendo más a la raíz: octubre de 2022, el español se convierte en el primero en ganar en la multimillonaria gira saudita. Más de cinco millones fue el cheque más alto conseguido por un deportista individual español en una competición deportiva. Chacarra tenía solo 22 años y acaparó las portadas de todos los medios. Tras la victoria, llegaron dos años complicados, lesiones, relaciones tirantes con los miembros de su equipo y malos resultados. Una situación que llevó a Chacarra a abandonarse: el joven talento español engordó, perdió la motivación por entrenar y competir, y el golf dejó de apasionarle como lo había hecho hasta ahora. "Llegó un punto en que no era del todo feliz. No tiene nada que ver con el equipo ni con los compañeros, era una cuestión de motivación. Quería jugar majors, jugar más. Al final, 14 semanas al año no son suficientes para mí", comentaba.

López-Chacarra.

López-Chacarra.Hugo Costa

El futuro inmediato tampoco era demasiado halagüeño. Fuera del LIV, a Chacarra solo le quedaba el Circuito Asiático como base para competir: viajes largos, poco dinero y torneos menores, una temporada en el infierno donde además tenía que cumplir una sanción de un año en cualquier evento relacionado con el PGA Tour al haber sido miembro del LIV Golf.

En los planes de Chacarra, esperar al 23 de septiembre que se cumpliera la sanción para poder inscribirse en la escuela de clasificación del Korn Ferry Tour -la segunda división del PGA Tour-. La prestigiosa agencia Associated Press llegó a publicar un titular contundente: "Eugenio Chacarra está fuera de LIV Golf y está perdiendo sus mejores años. Es una advertencia para los jóvenes". Esta situación, que psicológicamente destrozaría a la mayoría de jugadores, a Chacarra le hizo fuerte. "El LIV me ha dado el dinero que jamás pensé que pudiera ganar. Me ha resuelto mi vida y la de mis futuras generaciones, pero ahora quiero hacer historia en el golf", explicaba.

Sus palabras provocaron una oleada de críticas, pero Chacarra se refugió en Oklahoma y encontró la motivación necesaria para renacer: perdió 11 kilos, se recuperó físicamente y comenzó a entrenar fuerte, a comer bien. Los resultados volvieron y con una invitación en el torneo de la India del DP World Tour llegó la gran campanada. La primera victoria de Chacarra que ya había ganado en el LIV y en el Circuito Asiático. Otros buenos resultados acompañaron al triunfo, así como la tarjeta para el Circuito Europeo en los próximos dos años, la clasificación para este PGA Championship y la posibilidad de poder tener una plaza directa para el PGA Tour a final de temporada si mantiene sus resultados.

"Es una cuestión de motivación, y el LIV solo era dinero, desde que lo dejé soy mucho más feliz", contaba. Chacarra es el primer jugador que emprende el camino a la inversa. Muchos le habían enterrado, pero el español ha renacido en lo que sin duda es ya la gesta de la temporada. "Estoy jugando bien, pero sobre todo me lo estoy pasando bien jugando al golf, que es lo importante, es lo que he hecho desde que era pequeñito, por eso creo que los resultados están llegando", comentaba.

Jon Rahm, David Puig y Sergio García completarán la nómina de españoles esta semana. El de Barrika no llega en su mejor momento pero tira de actitud, esperando un punto de inflexión que cambie todo esta semana. "Estoy cada vez más cerca", afirmaba mientras encuentra la motivación de volver a hacer historia del golf español esta semana. "Ser el primero desde Seve en llegar a tres grandes sería algo único, y cerrar el Grand Slam español sería especial, eso sin decir que sería el primer español en llegar a ganar tres grandes diferentes... Pero es mucho pensar El domingo, si tenemos suerte, lo hablaremos", concluía.

Rory McIlroy, a 18 hoyos de ser leyenda en el Masters de Augusta, el único 'major' que le falta

Rory McIlroy, a 18 hoyos de ser leyenda en el Masters de Augusta, el único ‘major’ que le falta

Actualizado Domingo, 13 abril 2025 - 01:27

Caminaba Jon Rahm cabizbajo tras un mal final con dos bogeys consecutivos cuando Augusta National comenzó a rugir como nunca antes lo había hecho en este Masters. Con todos los jugadores ya en el campo, la primera hora de golf de Rory McIlroy quedará en los libros de récords, cinco bajo el par en cinco hoyos, la primera vez que un jugador consigue arrancar con seis treses consecutivos. Tras un drive gigantesco en el hoyo uno pasando el bunker de la derecha arrancó con birdie, la salida en el dos fue descomunal, de 370 yardas, para rematar en el green con un approach de eagle; el campo estaba ya patas arriba. Bryson DeChambeau respondía con un birdie desde 13 metros.

Seguía Rory en racha: birdie en el 3 y en el 5; el griterío seguía sobrecogiendo hasta a los patrones que transitaban alrededor de la casa club, allí Rahm departía amablemente con Ana Patricia Botín, única socia española vestida con su chaqueta verde. "Te he visto hoyos muy buenos hoy", consolaba la presidenta del Banco Santander al de Barrika, que cerró con 70 golpes (-2), una ronda que empezó muy bien con tres birdies consecutivos y terminó peor, con dos bogeys en el 17 y 18.

Entre medias, un juego sólido desde el tee, muy deficiente con los hierros y estratosférico con el putter, solo necesitó el ganador del Masters en 2023 de 27 putts para completar los 18 hoyos. Su resultado de par le deja entre los 25 mejores, pero sin ni siquiera opciones de intentar una heroica remontada dominical.

"Errores mentales"

"Un poco más cómodo en general, ayuda ver que los dos primeros putts han entrado, aunque la sensación ha sido parecida a la de los dos días anteriores. Los errores han sido mentales míos. Una pena no aprovechar el 13 y el 15", comentaba el español en referencia a los dos últimos pares cinco del recorrido.

Gracias al fulgurante inicio, Rory pasó de estar dos por detrás de Justin Rose a líder destacado con cuatro de ventaja. El show McIlroy había comenzado y se barruntaba una cifra para el escándalo. El juego 'A 'del norirlandés es probablemente el mejor de la historia del golf, el único problema es que muy pocos tienen el privilegio de verlo. Hoy la racha se prolongó durante 7 hoyos. En el hoyo ocho par cinco, tras una salida al bunker, llegó el primer error del día, falló el birdie en el nueve desde tres metros y un nuevo bogey en el 10 devolvía la emoción al torneo.

Con los ojos como platos, disfrutaba del espectáculo la leyenda del baloncesto español Rudy Fernández: "Espectacular. Poder vivir esto ha sido una gran oportunidad. Lo que más me ha sorprendido es cómo mantienen las tradiciones, y es lo que le hace especial al torneo, es mi primer evento y creo que he puesto el listón muy alto". Rudy, que empezó a jugar al golf gracias a la insistencia de su amigo Pau Gasol, también agradecía la desconexión del teléfono en estos días. "Me quedaría hasta el final, pero mi mujer me mata", bromeaba ya rumbo a Madrid donde disfrutará de su nueva afición en el campo de golf de La Finca con amigos como el ex futbolista del Real Madrid, Raúl González Blanco.

Rahm, el sábado, en un bunker del hoyo 17.

Rahm, el sábado, en un bunker del hoyo 17.EFE

A tiempo, Rory volvió a conectarse con el birdie en el 13 y majestuoso hierro en el 15 que convirtió en eagle para llegar a -12 y poner un parcial de seis bajo el par en su ronda y de nuevo recuperar los cuatro golpes de ventaja, que finalmente se quedarían en dos con Dechambeau. Lo intentaron sin acierto el número uno,Scottie Scheffler (par), que en ningún momento consiguió despegar, o el líder tras los dos primeros días, Justin Rose (-6), que no pudo mejorar una tarjeta de +2.

Los únicos capaces de seguir el ritmo de McIlroy fueron Corey Conners (-8) con unos meritorios 70 golpes bajo presión, Ludvig Åberg con -3 en la jornada y seis bajo el par en el acumulado, mismo resultado que Patrick Reed y sobre todo DeChambeau (-10) con una ronda de tres bajo el par, culminada en el 18 con un putt de 14 metros que levantó de nuevo toda una explosión en Augusta National. Salió Bryson del hoyo 18 como una estrella de rock and roll antes de un concierto, inyectado de euforia, arengando a cada paso a las masas que aclamaban al nuevo héroe americano en la antesala de un duelo de tintes épicos.

LIV Golf vs PGA Tour

El domingo compartirán el partido estelar, los dos jugadores más carismáticos del momento, las mayores personalidades que ofrece hoy en día este deporte y que se reparten la mayor porción de fanáticos. El mejor emparejamiento posible enfrentará a dos mundos contrapuestos: el de LIV Golf, representado por DeChambeau, y el PGA Tour, con Rory como máximo exponente.

Solo cinco golfistas en la historia, Gene Sarazen, Ben Hogan, Arnold Palmer, Jack Nicklaus y Tiger Woods, han logrado el hito de triunfar en al menos cada uno de los cuatro majors. Un triunfo incorporaría a Rory a este selecto listado, convirtiéndole en leyenda de este deporte.

El mayor enemigo de Rory ante el Grand Slam son sus propios fantasmas. Hace 14 años, en 2011, salía la última jornada con cuatro golpes de ventaja y terminaría en el puesto 15 tras una histórica debacle.

Rahm no pierde la esperanza de una remontada y Josele se disculpa por carta con Augusta

Rahm no pierde la esperanza de una remontada y Josele se disculpa por carta con Augusta

Actualizado Sábado, 12 abril 2025 - 03:25

A este Masters de Augusta solo le quedaba la guinda de un aliciente español: Scottie Scheffler, Rory McIlroy, Bryson DeChambeau, Ludvig Åberg, Patrick Reed, Xander Schauffele, Shigeki Matsuyama, todos se han posicionado tras las dos primeras rondas y esperan un fin de semana de emociones fuertes. Son 26 jugadores los que han hecho bajo el par, con el inglés Justin Rose, líder en -8. En una jornada mas complicada con vientos racheados, los 71 golpes Le han permitido mantenerse en la cima, perseguido por el jugador del LIV Bryson DeChambeau (-7) y el nombre del día, Rory McIlroy y sus 66 golpes, el registro más bajo del viernes. Rory ha resucitado desde los dramáticos cuatro hoyos finales del jueves, donde acumuló un +4, salió el norirlandés por la puerta de atrás de Augusta National sin atender a los medios, pero el viernes volvió a dar una nueva lección para meterse con todas las opciones de completar su grand slam.

De los cuatro españoles participantes, solo ha sobrevivido Jon Rahm, que cerró la segunda jornada con 71 golpes (-1), para finalizar el inicio del torneo con +2, diez por detrás de Justin Rose. "Hay que luchar. Es una pena, considero que he jugado relativamente bien, quitando un par de golpes desde el tee y simplemente no he podido aprovechar esas opciones, meter un buen putt al principio cambia mucho". Rahm insiste en su discurso optimista, que le lleva a pensar que esa gran ronda donde todo cuadre está cerca e incluso aún no se descarta para la lucha definitiva el domingo. "Tengo la confianza de que puedo, está muy cerca, y tendré que hacer pocas mañana, pero estoy muy cerca de que ese día salga, estoy a nada. Muchas remontadas ha habido aquí, hay que tener unos buenos 27 hoyos que quedan y ojalá me dé una opción de cara a los últimos nueve hoyos. Diez golpes en dos días en un major se pueden remontar", concluía.

La mayor decepción vino del lado de Sergio García. "Un día duro en el que me ha costado pegar golpes con confianza". Concluyó el ganador del Masters 2017 con 76 golpes (+4) y se quedó a dos golpes del corte que incluirá en el fin de semana a los 50 mejores y empatados. Ni siquiera encontró consuelo Sergio en el exjugador del Real Madrid Rudy Fernández, venido desde España para vivir la experiencia de ver en directo su primer torneo de golf. Rudy, que reconocía estar muy enganchado al golf, alucinó con su primera experiencia. "Pau Gasol me animó a que viniera", admitía entusiasmado con la visita.

José María Olazábal lo peleó hasta el hoyo 15, donde una bola en el agua 'hundi 'ósus opciones, terminando finalmente con +7.

Hasta +10 se fue Josele Ballester, en un día difícil en la resaca del incidente de ayer en el hoyo 13, donde el español protagonizó la anécdota del día al orinar en el mítico arroyo de Rae's Creek. La onda expansiva de la acción se amplificó en todos los medios en Estados Unidos y la tarde de ayer fue complicada en el cuartel general de los Ballester, la bola se hizo demasiado grande y Josele reconoce que el número uno del mundo le ayudó a tranquilizarse antes del inicio de la jornada. "La verdad es que ha estado de diez. He llegado al campo un poco nervioso esta mañana, no sabía cómo me iban a recibir después de lo que pasó ayer, para mí en el momento fue una anécdota y se convirtió en lo que se convirtió, ya pedí perdón al club y está todo bien, me dijo que no me preocupara. Cuando un jugador de verdad te estás meando es complicado pegarle a la bola y nos hemos echado unas risas, me ha cogido por el hombro y me ha hecho sentirme mejor". Josele tuvo que escribir una carta de disculpas a Augusta National, que aceptaron las explicaciones del español y el asunto se terminó zanjando. En lo estrictamente deportivo, más de lo mismo: un juego muy sólido de tee a green, pero muy perdido y nervioso en los complicados greens de Augusta. "Tengo calidad de juego para estar aquí muchos años... pero alrededor de green he estado francamente mal", concluía.