Daniel Maldini, el último internacional de una estirpe incomparable

Daniel Maldini, el último internacional de una estirpe incomparable

Un balón como rasgo dominante en la carta genética de una saga incomparable. La familia Maldini constituye un retrato singular en la historia del fútbol. Daniel Maldini estableció este lunes un registro impresionante, cargado de simbolismo, al debutar como jugador de la selección italiana de fútbol, de la que su abuelo fue jugador y seleccionador y su padre, capitán.

El representante de la tercera generación Maldini se estrenó ayer en el partido que Italia ganó a Israel (4.-1), correspondiente a la fase de grupos de la Nations League. Comenzó de suplente y saltó al campo del Bluenergy Stadium de Údine cuando restaban 17 minutos para la conclusión.

Abuelo, padre e hijo de un linaje para la historia que arrancó con Cesare Maldini, un emblemático defensa del Milan que jugó 14 partidos con la selección italiana y se retiró en 1967. Fue seleccionador de su país desde 1996 a 1998. Falleció en 2016. Su hijo Paolo está considerado como uno de los mejores defensas de todos los tiempos. Militó en el Milan desde 1984 hasta el 2009 y es el jugador con más partidos disputados (902) y más títulos logrados (26) con el club lombardo. Fue capitán de la selección italiana y es el tercero (sólo superado por Gianluigi Buffon y Fabio Cannavaro) con más encuentros de la azzurra (126).

El último representante de esta genial estirpe es Daniel, un chaval de 24, años que, como no podía ser de otra manera, se formó en las categorías inferiores del Milan. Sin embargo, ha roto la tradición familiar: es delantero y se ha buscado la vida lejos de la cuna. Se estrenó con el Milan en febrero de 2020, en 2022 fue cedido al Spezia, un año más tarde se marchó a Empoli y la actual temporada está destacando en el Monza, ha marcado un gol en siete partidos. Sus buenas actuaciones han provocado que el seleccionador Luciano Spalleti le convocara, por primera vez, para estos dos partidos de la Nations League. En el encuentro contra Bélgica fue suplente y ayer contra Israel debutó. Un estreno que se produjo 22 años después de la última presencia de su padre en la selección y 61 de la despedida de su abuelo con la Nazionale.

Daniel acaparó los focos de la selección en el partido de ayer y en la pasada semana, cuando fue convocado por Spalleti, cuando atendió a la prensa. «Nunca le he preguntado a mi padre cómo regatear a los defensas», dijo cuando en la conferencia de prensa organizada en Coverciano, ciudad deportiva de la Federación Italiana, le preguntaron sobre las enseñanzas de su progenitor. «Mi familia siempre ha estado cerca de mí, pero no hemos hablado mucho de esta convocatoria. Mi padre estaba contento, pero no me ha dicho nada en particular. Me siento orgulloso al ver las fotos de mi padre y mi abuelo aquí, pero vivo el día a día», apuntó.

Daniel es un jugador con una trayectoria ascendente y gran tirón popular. Su madre es venezolana y por eso tuvo proposiciones para jugar con el combinado sudamericano, pero al final se mantuvo fiel a los orígenes paternos. «En el pasado, desde Venezuela me habían contactado para jugar con ellos, pero siempre preferí esperar y tomar la decisión correcta. Creo que valió la pena», ha dicho el joven delantero.

Con su padre y su abuelo, ambos destacados defensas, sólo comparte el apellido, porque Daniel juega en todas las zonas de la línea de ataque, pero en la posición en la que se siente más cómodo es en la de media punta, como hizo ayer ante Israel. Él intervino en la jugada que propició el cuarto gol de Italia, obra de Di Lorenzo.

El ex canterano del Milan ha encontrado en el Monza la continuidad necesaria para demostrar sus virtudes como delantero. Cuando era pequeño veía los vídeos de su padre, pero el jugador con el que se quedada prendado era Kaká, al que siempre ha considerad su ídolo. «Ahora Dybala, por los movimientos que hace, es el jugador que más me impresiona de la Serie A», ha confesado el último integrante del clan Maldini, que el pasado viernes cumplió 24 años, informa Efe.

La saga Maldini es incomparable. El caso más parecido es el de la familia Marcos Alonso. También abuelo, padre e hijo fueron internacionales con España, pero ninguno fue seleccionador. Marquitos, lateral del Real Madrid, disputó dos partidos con la selección, el primero el 17 de marzo de 1955. Su hijo Marcos Alonso Peña, (fallecido en 2023 y que militó en el Barcelona y en el Atlético de Madrid) jugó 22 partidos con la selección y su descendiente, Marcos Alonso Mendoza (ex del Barcelona y ahora en el Celta) ha sumado nueve partidos con España.

Un caso cercano es clan de los Llorente. Paco Llorente y su hijo Marcos han sido internacionales, una y 19 veces, respectivamente. Paco es sobrino de Paco Gento (43 internacionalidades) y Marcos, nieto de Ramón Grosso (14).

Szczesny, muy cerca del Barça: de la multa de Wenger por fumar a un retiro interrumpido en Marbella

Szczesny, muy cerca del Barça: de la multa de Wenger por fumar a un retiro interrumpido en Marbella

Actualizado Viernes, 27 septiembre 2024 - 19:43

Wojciech Szczesny (Varsovia, 1990) es uno de esos casos en los que jugar de espaldas a la portería representa una cuestión de sangre. Su padre, Maciej, tuvo una carrera, siempre en Polonia, en la que sumó 10 títulos y disputó siete partidos con su selección. Su hermano mayor, Jan, siguió también la estela de su progenitor, aunque se retiró pronto para convertirse en entrenador de porteros. De los tres, el ahora máximo candidato para convertirse en el relevo de Ter Stegen en el Barça es quien tiene un palmarés más brillante. Aunque suma sólo un título más que su padre, tres los consiguió con el Arsenal, en Inglaterra, y los ocho restantes, en Italia, en las filas de una Juventus donde compartió vestuario con todo un mito como Gianluigi Buffon.

Szczesny inició su carrera como guardameta en Polonia, pero, tras pasar por los juveniles del Legia, llamó la atención de un Arsenal que lo fichó en enero de 2006. En noviembre de 2008, cuando había logrado meterse en el equipo reserva, la mala suerte quiso que se rompiera ambos antebrazos mientras levantaba unas pesas y tuvo que pasar cinco meses de baja.

Aun así, en mayo de 2009 estuvo por primera vez en el banquillo del primer equipo gunner frente al Stoke City y, con vistas a la campaña 2009-10, se unió a la primera plantilla con la bendición de un Arsène Wenger que aseguró que reunía todas las cualidades que buscaba. En noviembre de 2009, con todo, salió como cedido inicialmente por un mes con el Brentford, para jugar en la segunda división inglesa. Un préstamo que se prolongó al final por toda la temporada y que aprovechó para acumular experiencia.

"nadie podía verme, así que encendí uno"

En 2014, después de que aparentemente lograra consolidarse como primera opción, la llegada de David Ospina puso en duda su condición de titular. Sus problemas se agudizaron tras la tradicional jornada de Año Nuevo en la Premier, con una derrota ante el Southampton (2-0) tras la que fue sorprendido fumando en el vestuario. "Me fui a la esquina de las duchas, en el otro extremo del vestuario. Creí que nadie podía verme, así que me encendí un cigarrillo", explicó unos años después. "Alguien me vio y se lo comunicó al entrenador. Un par de días después me preguntó si aquello era cierto y le dije que sí", añadió. Aquel incidente se saldó con una multa de 30.000 euros -dos semanas de su sueldo- y con su suplencia en el torneo liguero hasta final de curso.

El desencanto de Wenger, ilustre fumador durante sus primeros años en los banquillos, no debió de influir en los hábitos de Szczesny, que volvió a ser sorprendido con un pitillo en la mano en las horas previas al partido de la Eurocopa 2020 ante España. Por aquel entonces, Paulo Sousa, seleccionador polaco, salió en defensa de su futbolista. "Hay muchos jugadores que fuman, es algo natural. Él no lo hizo delante del público. Los paparazzi son mucho peores que un jugador fumando, porque él no lo hizo delante de nosotros", argumentó el técnico portugués.

A su condición de fumador, con la que siempre ha debido lidiar, también se ha sumado su fama de jugador frágil, ya que en su historial clínico figuran 13 lesiones. Dos de ellas, en los dedos, sufridas curiosamente contra el Barça en la Champions. Una, como gunner. La otra, como jugador de la Roma. Sus buenas prestaciones llamaron la atención de una Juventus que lo fichó en 2017 a cambio de 12 millones como competencia y relevo de Buffon, con un rendimiento sobresaliente.

El abrazo con su hijo

Este mismo verano anunció que colgaba los guantes para dedicarse a su familia. Muchos, quizás recordaron entonces el tierno abrazo con el que consoló a su hijo tras la eliminación de Polonia en el Mundial de Qatar. La llamada de su amigo Robert Lewandowski para jugar en el Barça (podría hacerlo desde ya mismo, tanto en la Liga como en la Champions, porque los azulgrana sólo inscribieron dos porteros en su selección A para Europa), le ha llevado a aparcar sus días de relax en Marbella para ponerse otra vez manos a la obra.

Su llegada, por mucho que Hansi Flick asegure que confía en Iñaki Peña, parece más que hecha. Tanto, que incluso la firma alemana que le proporciona sus guantes ya lo ha vestido virtualmente con la equipación azulgrana y ha compartido un vídeo en el que le manda un par de ellos, nuevos a estrenar, a una ciudad de Barcelona que, si no se tuercen mucho las cosas, será su nuevo hogar.