Héroes eternos en una España memorable

Héroes eternos en una España memorable

Rompimos a Rodri de tanto hablar de él y toda España entró en pánico. Hay obras de arte que es mejor mantener en secreto para no estropearlas con los flashes. El mediocentro del City, como el alcalde de 'Amanece que no es poco', es necesario mientras el resto es contingente y el mundo parece haberlo descubierto, varios años tarde, durante este torneo, pero fue empezar a pedir el Balón de Oro y gafarlo. Así que cuando se retiró lesionado en el des

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10 millones de pintas no bastaron para paliar la "sequía" de Inglaterra

10 millones de pintas no bastaron para paliar la “sequía” de Inglaterra

El silencio resignado de 55 millones de hinchas se instaló en el pub The Torch con el cruce certero de Mikel Oyarzabal en el minuto 86. Los diez millones de pintas de cerveza, repartidas entre los 3,5 millones de espectadores que se congregaron en 35.000 pubs como este a la sombra de Wembley, no bastaron para acabar con la sequía de trofeos internacionales de Inglaterra que dura ya 58 años

Jim Mason, de 32 años, se mordía la camiseta con el número 10 de Bellingham temiendo lo peor, entre el mar de banderas con la cruz de San Jorge que ondeaban en The Tordjen: "España ha sido mejor desde el principio, pero nosotros íbamos a más, y pensábamos que Jude podía marcar en cualquier momento la diferencia. Y si no él, Palmer, Watkins o Toney, capaces de dar la sorpresa".

"Conviene recordar que medio país pedía la cabeza de Southgate después del empate a cero con Eslovenia", recordaba Mason. "Saltaba a la vista que Harry Kane no estaba en forma, y a Bellingham se la he visto cansado y no ha jugado a su nivel en los últimos partidos".


"Lo bueno era que esta vez no partíamos como favoritos", apuntaba por su parte Geena Payne, en el momento en que Palmer, el gran "tapado" de la noche, levantaba a los hinchas de sus asientos con el 1-1. "No hemos pecado de triunfalismo ni nos hemos dejado contagiar el espíritu de superioridad, como nos ocurrió con las "Leonas" inglesas cuando perdimos con la Roja en el mundial femenino".


Connor Evans, 71 años, fue testigo del último trofeo internacional conquistado por Inglaterra en 1966, en aquel legendario triunfo por 4-2 frente a Alemania Occidental en la final de la copa del mundo. Su hijo Aaron decidió darle una sorpresa y pagar 422 libras (500 euros) por una mesa familiar en el BoxPark de Wembley, junto al estadio donde vio jugar en su día a Bobby y Jack Charlton, a Bobby Moore y a Geoff Hurst.


El ruido atronador del inmenso local, con el coro socorrido del "Sweet Caroline", no echó para atrás a Connor, que reconocía estar "listo para la nueva batalla", al cabo de 58 años... "Teníamos entonces un equipo con grandes jugadores como ahora. Nos faltó hace tres años ante Italia ese impulso final que distingue a los campeones, pero estamos ya muy cerca".


La final de Eurocopa supuso 48 millones de libras extras (55 millones de euros) en los pubs y bares de la islas británicas, según estimaciones de Emma McClarkin, directora ejecutiva de la British Beer and Bar Association. En una medida prevista ya por el anterior Gobierno conservador, antes de la derrota electoral, los locales lograron permiso para extender el "toque de queda" de alcohol del domingo hasta la una de la madrugada del lunes.


El "premier" laborista Keir Starmer, gran aficionado al fútbol e hincha del Arsenal, acudió a Berlín con la esperanza de contagiar sus aires de reciente vencedor a la selección. Starmer escribió una carta personal de agradecimiento al entrenador Gareht Southgate "en el nombre de toda la nación" y transmitiéndolo su orgullo por llegar a la final: "Como hace tres años, y pase lo que pase, debes saber que has unido el país y que todos estamos contigo".


"Lo último que necesitas es un comentario de un político diciendo lo que debes o no debes hacer", agregó Starmer. "Has llegado hasta aquí por tu trabajo duro y porque te lo has ganado a pulso (...) Todos debéis estar orgullosos de lo que habéis logrado, y espero que sintáis la fuerza de los millones que estarán dando cada patada al balón por vosotros".


Keir Starmer fue comparado con Southgate por su propio biógrafo, Tom Baldwin, trazando una paralelismo entre la reciente contienda electoral y la finalísima de Berlín: "Como Southgate, Starmer se ha distinguido por la cautela. Como Southgate, ha redibido muchas críticas por no arriesgar más. Esa estrategia le dio un buen resultado político. Y lo cierto es que el fútbol y la política tienen mucho en común, pero también grandes diferencias".


El Príncipe Guillermo, que viajó a Alemania con su hijo George (mientras Kate Middleton reaparecía en Wimbledon junto a Charlotte) fue más escueto en su mensaje a Southgate: "We believe!" ("¡Creemos!"). Guillermo, hincha del Aston Villa, ensalzó la actuación y el gol de Ollie Watkins ante Holanda, en un intento subliminal de apostar por él en la alineación final.


El rey Carlos, que nunca se había distinguido como "futbolero", se apuntó a la fiebre posando recientemente junto al actor Idris Elba en un despliegue de camisetas blancas, y mandándole de paso a Southgate una consigna seguramente compartida por millones de británicos en la hora "H"...


"Si pudiera incitarle a asegurar la victoria antes de que necesitemos goles maravillosos en el último minuto o tengamos que enfrentarnos al drama de los penaltis. Estoy seguro de que el estrés de la nación, el ritmo cardíaco colectivo y la presión sanguínea se verían grandemente aliviados. ¡Buen suerte, Inglaterra!"


En Escocia, eliminada en la fase de grupos, la hinchada se puso del lado español por su histórica rivalidad en el fúbtol y rugby con los vecinos del sur. El diario independentista The National sacó en portada a Rodri, vestido con la roja, y dando una patada en el culo a un hincha inglés disfrazado de balón.


En un sarcástico editorial, la publicación escocesa daba públicamente su apoyo a España en estos términos: "Todos los veranos, llenan vuestras playas. Se beben vuestra cerveza. Alborotan vuestras plazas. Toman desayunos fritos en vez de probar vuestra maravillosa comida. Se jubilan en vuestros pueblos y exprimen vuestros servicios públicos. ¡Es el momento de la venganza!".


Las banderas y las camisetas rojas habían arropado horas antes a Carlos Alcaraz en su triunfo en la pista central de All England Club sobre Novak Djokovic. El doble campeón de Wimbledon, abucheado el viernes por el público por predecir que "el domingo será un gran día para España", no se amedrentó ante el micrófono y llegó a decir: "Yo ha he hecho mi trabajo, ahora les toca a los del fútbol".

La puntilla de la noche la puso Gary Lineker en la BBC: "¡Felicidades, España!" (en versión original).

Elogio de la nostalgia

Elogio de la nostalgia

Desde el reconocimiento de las comodidades y facilidades para el espectador del fútbol de hoy, expuestas ampliamente en esta Eurocopa, echamos de menos la simplicidad original de un deporte sencillo. Su lógica y su viejo lenguaje.

Añoramos aquellos tiempos en los que el balón era "el cuero" porque pesaba. Los modernos, más ligeros que un buñuelo de viento, tienden a encabritarse, volanderos, en su trayectoria. Y, dados a arabescos caprichosos, est

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Fabián: “Quise que mi madre no trabajara más, pero ahora viene a París y me la encuentro limpiando a las ocho de la mañana”

Actualizado Sábado, 13 julio 2024 - 09:36

Llega con dos pendientes, uno en cada oreja, con las venas marcadas en las piernas y con el móvil en la mano. Fabián Ruiz (Los Palacios, Sevilla, 28 años) es, junto con Rodri, el mejor centrocampista de la Eurocopa, un descubrimiento para buena parte del gran público, atónito ante el despliegue de un chico humilde que habla con cariño de los tiempos duros, de cuando había que dormir un rato en el coche mientras mamá trabajaba para luego entrenar con el Betis. Un tipo que partió de muy abajo y que hoy, a las puertas de una final de la Eurocopa, repasa su camino con EL MUNDO. Fabián, un chaval magnífico.

Para saber más

Dígame una parte del cuerpo que no le duela.
El corazón. Pero todo lo demás me duele. Es verdad que jugando una final de Eurocopa se te quitan los dolores. El partido de Alemania fue el peor, acabé muerto, se me subían músculos que no sabía ni que existían.
¿Qué come para recuperar?
Pues me obligo a comer, porque no me entra nada. Un poco de sushi, un trozo de pizza... Pero me cuesta. Intento beber batidos para la recuperación...
¿Cuándo empezó a entrenar el año pasado?
Por estas fechas, ¿no? Muchos partidos, muchas competiciones, mucho desgaste, físico y mental, estar todos los días concentrado, pensando, mejorando... Es duro, no te voy a mentir. ¡Y ojo, eh! Que sé que tampoco estamos en la mina. Pero sí que son desgastes físicos cada tres días, y el resto entrenando, y así durante un año sin parar, así que llegas a este momento en las últimas. Pero merece la pena. Es una final de Eurocopa con España.
¿Está nervioso?
No me suelo poner nervioso antes de los partidos.
Hombre ya, pero nunca ha jugado una final de Eurocopa.
He jugado de Europeo sub'21, sub'19... No es lo mismo, ya lo sé, pero bueno. Todos mis amigos y mi familia me preguntan: ¿estás nervioso? Y siempre les digo: pues no. Y me dicen: ¿cómo puedes estar tranquilo, si estamos nosotros atacados? Pues estoy tranquilo. En el momento del partido hay un cosquilleo en la barriga, pero al final te vas adaptando. Es difícil de explicar.

Foto: Pablo GarcíaRFEF

¿Cómo se imagina las horas previas?
En las horas previas sí piensas en la importancia del partido y tal, pero una vez que sales al campo, se te quitan los nervios. Yo el domingo dormiré la siesta, o al menos eso espero, porque siempre duermo antes de los partidos para descansar, y luego pues nada, a jugar.
De momento, ahí dentro, ¿sigue todo igual?
Sí, sí, todo igual. Estos días un poco de jaleo de entradas...
¿Cuántas le han pedido?
He tenido que dejar a gente fuera, porque era imposible. Creo que son treinta y pico personas. Cada jugador trae a 20 o 30 personas, porque esto pasa pocas veces, quizá solamente una, así que hay que aprovechar.
Entonces, ¿no hay menos bromas?
No, no, todo igual. Somos un grupo que no ha cambiado nada, todos los días son las mismas bromas, las mismas risas...
Inglaterra son tíos muy grandes eh...
Sí, sí, son muy grandes y muy buenos. Son de talla grande, jugadores que van bien de cabeza, etc... Hay que intentar estar más concentrados en el balón parado, hacer faltas lejanas, no conceder córners tontos...
El domingo, cuando salte al campo, no hablaremos de cuando gane, ¿en quién pensará?
Antes de saltar al campo siempre hago mis rituales. Me persigno y miro al cielo, por mi abuela y por mis tíos. Cuando nos ponemos en fila, miro a mi familia, que está en la grada. Cuando salgo a calentar miro a ver dónde están para tenerlos bien localizados. Y cuando suena el himno les busco para saber que están ahí conmigo.

Foto: Pablo GarcíaRFEF

¿Cómo fue crecer sin la figura paterna? [Sus padres se separaron cuando él era pequeño].
Para cualquier niño es una situación difícil. No es un momento muy agradable, pero poco a poco te vas acostumbrando, vas asimilando que por circunstancias de la vida no está. Desde hace tiempo lo asimilé y no lo echo de menos, porque he tenido apoyos por otro lado que me han compensado. Hemos podido vivir una vida diferente como familia y tirar para adelante.
¿Cuántos hermanos son?
Somos tres. Tengo un hermano mayor y una hermana pequeña.
¿Qué es su madre para usted?
Siempre lo he dicho. Es todo. Es la primera persona en la que pienso para cualquier cosa. Es mi apoyo, el pilar fundamental de mi vida, a la que le debo todo lo que soy. Ha luchado muchísimo por mí. Ahora lo hablo con ella, miramos hacia atrás y decimos: 'madre mía, hasta dónde hemos llegado'. Gracias al fútbol y al esfuerzo que hizo ella.
¿Qué es lo que más valora de lo que ha hecho por usted?
Sobre todo, el sacrificio. Ha sido enorme. Recuerdo un momento único en el que, casi sin dormir, casi sin poder ducharse, ella lo único que quería era que no me faltase de nada, y sacaba fuerzas de donde no las tenía para llevarme a entrenar o a los partidos. Dejaba de dormir, de comer y hasta de ducharse si hacía falta por llevarme. ¡Y lo sigue haciendo! Le digo: 'mamá, que ya no tengo 15 años', y ella me dice que yo siempre seré su niño y que eso no va a cambiar.

Foto: Pablo GarcíaRFEF

En este punto, Fabián relata los sacrificios de su madre. Cuenta que tuvo que dejar el colegio pronto, con 10 o 12 años, que se puso a faenar en el campo porque era de las mayores de ocho hermanos. Que tuvo que trabajar joven para ayudar a su familia, y luego empezó a limpiar casas hasta que entró en el Betis, club que le dio un empleo para poder fichar a Fabián cuando él, Fabián, era un niño.

Hay un punto en la adolescencia que puede dar vergüenza decir: 'Mi madre trabaja limpiando' delante de los amigos. ¿A usted le pasó?
Yo recuerdo que, al principio, cuando entró en el Betis, cuando me la tenía que cruzar, me daba un poco de vergüenza, como que mi madre estuviese allí limpiando, pero luego era un orgullo. Estaba deseando encontrármela, y me sentía muy orgulloso. Ahora me alegro de todos los momentos que vivimos juntos.
¿Cómo vivió aquellos años en los que su madre trabajaba en el Betis mientras usted era profesional?
Mira, al principio, cuando yo no tenía carné de conducir, me iba más temprano con ella, porque ella entraba a las siete u ocho de la mañana, y yo me quedaba en el coche durmiendo hasta que empezábamos a entrenar, que serían las 10 o así. Ahí estaba entre el Betis B y el primer equipo. Ella venía al coche, me tocaba, me despertaba y me decía: 'Fabián, venga, a entrenar'. Entrenaba y después la esperaba y nos íbamos juntos a casa. Eso hasta que me saqué el carné de conducir.
¿Qué fue lo primero que compró cuando pudo?
Mi primer gran contrato fue con el Nápoles, y ahí le dije: 'mamá, ya no trabajas más, ahora te toca disfrutar de la vida'. Y al principio le costó, se lo estuvo pensando bastante tiempo.
No me diga.
Sí, sí, se lo estuvo pensando bastante tiempo, porque para ella, su trabajo era importante, era su rutina, trabajar desde niña. Pero ya hablamos con ella, la convencimos y dejó de trabajar. Luego se alegraba claro, porque venía a Nápoles y podía estar con mis hermanos. Pero durante tres o cuatro meses decía: 'me levanto y me falta algo, necesito trabajar'. Y venía a mi casa y se ponía a limpiar a las ocho de la mañana. Yo le decía: 'mamá, que ahora nos ayuda una chica con la limpieza', pero nada. Y es ahora en París que me levanto y ella está limpiando a las siete u ocho de la mañana. Cuando me voy a entrenar, está ya limpiando, y digo: ¡pero mamá! Pero es que es superior a sus fuerzas.
Ahora que tiene mucho dinero, ¿ha cambiado?
Yo no, y mi madre tampoco. Muchas veces me cabreo con ella, porque le digo: 'mamá, relájate, sal, disfruta', pero nada. A las ocho de la mañana está limpiando, o se pone con la chica que viene a limpiar a ayudarla, a planchar... no hay nada que hacer.
Su novia es psicóloga. ¿En qué le ayuda?
Soy un poco tímido, me cuesta abrirme. Cuando eres futbolista tienes demasiada gente alrededor y eso te hace encerrarte un poco hasta que coges confianza. Mi pareja me ayuda bastante no sólo porque es psicóloga, sino porque tiene un carácter diferente al mío...
¿Ella es la divertida de la pareja?
No, soy yo. Soy tímido, pero hago muchas bromas, etc...
¿Qué hará si gana la Eurocopa?
¡Bueno! Disfrutar con los míos, celebrarlo como nunca con los amigos, la familia, los compañeros, acordarme de todos los años que hemos pasado. Si ganamos no sólo ganaré yo, que soy el que juega, sino todos los que han estado cerca de mí, que sin ellos no estaría aquí. Lo celebraré dos o tres días, hasta que el cuerpo aguante.
La lucha con Franco, la derrota de Yashin... 60 años del gol de Marcelino: "Celebré la Eurocopa solo en el vestuario"

La lucha con Franco, la derrota de Yashin… 60 años del gol de Marcelino: “Celebré la Eurocopa solo en el vestuario”

Es difícil comprender cómo el mejor jugador de una final de Eurocopa, el responsable del tanto que dio el primer título de la historia a la selección española hace justo 60 años, celebró el trofeo en solitario, encerrado en el vestuario. "Cuando entregaron la copa, yo me fui solo al vestuario", comienza Marcelino Martínez Cao y detalla a EL MUNDO: "Era un poco triste, resultó amargo sabiendo, como sabías, que se podía haber hecho más, una mejor selección".

Se refiere, principalmente, a la gestión política del equipo nacional que le llevó a la decepción posterior en aquel Mundial del 66, del que no consiguieron pasar de la fase de grupos. Unas intromisiones que ya intuía el de Ares llevarían a España a la ruina, principalmente porque a "Franco no le gustaba el fútbol, sólo los toros y la caza".

Resulta curioso, en cambio, que la época dorada de la selección, aquella que comprendió entre el 2008 y 2012, en la que se ganaron tres trofeos, dos continentales y un Mundial, la hubiera festejado con más efusividad. "Me alegré mucho más con las victorias de Luis", cuenta el ex futbolista de Zaragoza y Racing de Ferrol.

"Además son un equipo"

Tiene Martínez Cao una gran predilección por el difunto Luis Aragonés, por su propuesta futbolística que, a su juicio, fue el germen de todo lo que ocurrió en aquellos cuatro años mágicos. "Cuando la selección cambió fue con Luis y luego se continuó, Del Bosque era un gran entrenador, pero aquel equipo era de Luis", concluye el exfutbolista.

Otro Luis ha enamorado a Marcelino con esta renovada selección de estrellas emergentes y espíritu de equipo. "Me ha impresionado Luis de la Fuente, individualmente son buenos, pero es que además son un equipo", comenta el gallego sobre el técnico. Le sitúa como "uno de los mejores seleccionadores españoles de todos los tiempos", a la altura de su querido Luis. No es poco halago el de uno de los mejores futbolistas de la historia de nuestro país que, dice, llegó a ser el mejor pagado, por delante de Di Stéfano en el Real Madrid.

Dentro de esta España sobresaliente como equipo para el gallego, destaca a los dos extremos que hacen la diferencia junto a Rodri en el mediocampo. Aunque le sorprende, claro, la precocidad de Lamine, un futbolista "sin complejos" y que cuando se pone la camiseta de España "se cree tan bueno como los mejores". Todo ello, supone un halo de confianza para el futuro. Marcelino confía en que este equipo pueda marcar una época gane o no gane títulos, ya que no se trata sólo de un once plagado de buenos jugadores sino de una plantilla tan completa que el que sale del banquillo es tan bueno como el que partía de inicio.

"Entrenaban 10 horas diarias"

Tiene el gallego una curiosa anécdota sobre su época de la selección, aquella en la que recordaba la injerencia gubernamental en las convocatorias y en los onces. Y de cómo en las concentraciones como la de Santiago de Compostela, previa al Mundial de Inglaterra de 1966, el equipo de teóricos suplentes jugando en un patatal ganaba de calle al de los titulares.

Precisamente, será el conjunto británico nuestro rival el próximo domingo. Jude Bellingham, Phil Foden, no hay nombres que asusten al hombre que perforó la portería de Lev Yashin con un cabezazo a 14 metros de la raya de gol. A su juicio: "España tiene mejores jugadores" y que únicamente la suerte impediría la victoria española.

Algo diferente al primer trofeo que consiguió la Roja, en aquel entonces vestida de azul pese a que los ministros franquistas querían que jugara de blanco "como el Madrid porque triunfa en Europa". Los jugadores se negaron, claro, porque eso "no era España". El rival fue la Unión Soviética, un equipo que había ganado la primera Eurocopa y se presentaba a la segunda como favorita. "Los rusos eran militares y entrenaban 10 horas diarias todos los días", explicaba el goleador. Contaban además con Yashin, uno de los mejores porteros de la historia, 'la Araña Negra', le apodaban.

'Salvavidas' de Iribar

España, por su parte, tenía bajo palos a Iribar, una leyenda en el Athletic Club y una garantía. Pese a ello, el portero vasco consideró que había errado en el gol del empate ruso en aquella final. Así, cuando Marcelino anotó el tanto del triunfo le dijo: "Gracias, me salvaste". Pero lo cierto es que el cancerbero, a juicio del gallego, estuvo "de cine".

Un partido, por cierto, que estuvo a punto de no disputarse porque el régimen, entonces, tenía miedo de perder una 'batalla' contra el comunismo en el terreno de juego. De hecho, ya prohibió participar a la selección en el Europeo anterior por ese motivo. No obstante, ante la amenaza de la retirada de la selección de los futbolistas españoles, el Gobierno de Franco decidió permitirles jugar.

Marcelino contento por dejar atrás aquella época done los octavos y los cuartos eran la piedra de toque de esta selección mira al futuro con optimismo. "Van a ser los mejores de Europa y tenemos selección por mucho tiempo", apunta el gallego y añade: "Yo, por mi parte, estoy orgulloso porque pusimos a la selección donde le correspondía". El lugar al que aspira, de nuevo, este domingo en Berlín

Andrés Iniesta: "Me gustaría que marcara Álvaro Morata en la final"

Andrés Iniesta: “Me gustaría que marcara Álvaro Morata en la final”

Rodeado de comida, pero fino y atlético como el futbolista que todavía se siente, Andrés Iniesta (Fuentealbilla, 1984) busca nuevas oportunidades para seguir jugando al fútbol toda vez que, según anuncia a EL MUNDO, el año próximo no seguirá en los Emiratos Árabes. "Me siento aún con con ganas de seguir algún tiempo más", revela. Se encuentra en Madrid como embajador del nuevo acuerdo de patrocinio de Uber Eats a LaLiga, de ahí lo de la comida, y aprovecha para diseccionar a España, el fenómeno Lamine y la salud mental en el deporte.

¿Qué sensación le transmite España?
Siempre me ha transmitido muy buena sensación, sobre todo mucha confianza en el juego. El grupo de jugadores me parece fantástico y la Eurocopa que está haciendo es fabulosa. En un partido hacen muchísimas cosas para ganar y eso te da más opciones de hacerlo.
¿Le recuerda un poco a la de 2008?
A lo mejor en la confianza, en el grupo, con jugadores que creo que se conocen también bastante bien y, a pesar de ser muy jóvenes, con mucho recorrido en sus clubs y en partidos importantísimos. Eso les da un poco un bagaje para hacer lo que están haciendo y ojalá podamos ganar la Eurocopa.
¿Le ha sorprendido el nivel tan alto?
A mí no, sobre todo por la materia que tienes. España estaba capacitada para llegar donde ha llegado. Dentro de la dificultad que tiene cada partido pero yo a España y a los equipos españoles siempre les pondré como candidatos al título.
¿Igual es por el nombre, pero ve similitudes entre Luis Aragonés y Luis de la Fuente?
Es difícil valorar su figura porque no he estado. Evidentemente, lo que me transmite el seleccionador es buenísimo y sobre todo también que conoce muy bien a los jugadores. Veo al grupo comprometido con su entrenador y eso se nota.
¿Le gusta este cambio de estilo de juego?
El estilo siempre diremos que es bueno o menos bueno según los resultados. Pero lo que está claro es que tenemos dos extremos puros que dan ciertas características, pero también centrocampistas como Rodri, Fabián, Pedri, Olmo o Merino que pueden dominar el partido. No es solo un equipo titular, es una plantilla en la que el que sale da muy buen nivel.
Esos extremos que ha mencionado son los mejores de la Eurocopa
Son dos jugadores que vienen de hacer un grandísimo año, que están a un nivel muy bueno y que tienen ese uno contra uno que, en un fútbol digamos muy táctico, te dan ventaja en muchas partes del campo.
Lamine Yamal celebrando con España.

Lamine Yamal celebrando con España.Ebrahim NorooziAP

A Lamine es que lo ungió Messi en aquella marmita mágica, ¿no?
(Risas) Todos coincidimos en lo extraordinario que es o lo anormal que puede llegar a ser con la edad que tiene y el nivel de talento que está mostrando. Es una suerte para el Barça y para la selección.
¿Cómo se afrontan estos partidos tan importantes con 16 años?
Lo bueno es que no lo piensa. Si ahora pones un chaval de 16 años que cojamos al salir de aquí, lo pones en el estadio, pues no daría ni 3 pases. Creo que disfruta jugando al fútbol y que lo que está haciendo ahí lo hacía en su barrio, no lo piensa, lo disfruta y le gusta entonces yo creo que es algo que le sale de manera natural.
Con la juventud que hay, ¿cree que hay mimbres para revivir la época dorada?
Mimbres hay. Son muy jóvenes, ya llevan muchos partidos y la experiencia te da ciertas cosas. A partir de ahí, pues los grandes torneos no siempre los gana el mejor equipo. ¿Que habrá selección para años? No tengo ninguna duda. ¿Que se ganarán torneos? Ojalá.
¿Qué sensaciones le vuelven cuando ve este tipo de escenarios?
De alegría. Ver a mis hijos y a mis hijas todos con cosas de España liándola por el pueblo al final es un reflejo de lo que hemos vivido, lo que se transmite. Y también felicidad por ese grupo de gente trabajando por España y por el aficionado al fútbol.
Morata disputa un balón con Maignan.

Morata disputa un balón con Maignan.Ebrahim NorooziAP

Sumaremos este domingo otro nombre a los Marcelino, Torres, Iniesta... ¿Quién le gustaría que fuera?
Me daría igual siempre que la copa fuese para España, pero te diría Morata. Estaría muy bien porque si en la Eurocopa fue Torres, que fue el 9, pues ahora está ahí Álvaro. Al final los nombres son puntuales y lo que importa es el trofeo.
Casi reeditamos la final del Mundial, pero Watkins lo evitó al final, ¿tenía alguna preferencia?
Llegado a este punto da un poco igual. No será fácil Inglaterra, con todo lo que está aguantando durante la Eurocopa de su mismo público pues tendrá ganas de ganar un un torneo así.
Sus grandes nombres no están funcionando.
Inglaterra es un poco así. Siempre da la sensación de estar cuestionada por la gente, pero es un arma de doble filo, tienen una opción de ganar esta Eurocopa. Y aunque nosotros lleguemos con buenas sensaciones hay que tener cuidado.
¿Qué le pasaba por la cabeza antes de una final?
No me acuerdo (risas). No, en serio, nervios en las horas previas por las finales y lo que representan y sobre todo con muchas ganas de que empezase. Ya cuando empieza te metes en tu mundo en el campo y los momentos previos te crean un poco más de ansiedad.

Minuto 116

Hay que hacer un paréntesis porque, cuando se le pregunta a Iniesta si recuerda el minuto en que marcó en el Mundial de 2010, mira un poco alrededor, como si fuera Steve Carrell en The Office, y responde muy serio: "115". Aguanta la risa unos segundos hasta que guiña un ojo al periodista y riendo ya 'acierta' el minuto. Y es que ayer, día de la entrevista, se cumplían exactamente 14 años de aquel mágico momento.

Iniesta antes del gol del Mundial de Sudáfrica.

Iniesta antes del gol del Mundial de Sudáfrica.EM

¿Qué ha quedado de aquel minuto 116?
Si te digo la verdad, es como si hubiese sido ayer y creo que es algo que será así siempre. No sé si es por la importancia que tuvo o por el momento que fue. Lo único que ha pasado es que te vas enterando de más historias en estos 14 años.
¿En ese momento se le pasó por la cabeza que podía fallar el remate?
No te da tiempo a nada, es decir, te da tiempo a lo que pasó y felizmente acabó en gol.
Esa final fue un momento de liberación especialmente mental, ¿ha conseguido dominar el monstruo de la ansiedad?
He mejorado mucho. Ese momento fue un poco el punto más álgido o el de más dificultad durante ese periodo, pero afortunadamente son cosas que te hacen mejor. A día de hoy sigo con mis terapias y mis rutinas. La mente, como el físico, hay que entrenarla. Siempre hay situaciones que te generan distintas emociones y lo importante es intentar gestionarlas.
Se lo pregunto porque en este periódico, Álvaro Morata habló un poco también de esos problemas, ¿le entiende?
Evidentemente. Pero son cosas que van en la en la vida de cada uno. Creo que todos en nuestra vida pasamos momentos así, pero se pasan. Lo importante es tener las herramientas, conocer las situaciones y a partir de ahí mejorar. Hay situaciones de todo tipo, pero afortunadamente las malas no duran para siempre así que hay que saber gestionarlas y superarlas.
A veces a la gente le cuesta entender como un futbolista, que parece que lo tiene todo, viva ese tipo de situaciones.
Es que son situaciones que no atacan al personaje sino a la persona seas futbolista, nadador o atleta. Si por ti mismo no puedes tienes que pedir ayuda. Es un cúmulo de cosas que con el paso del tiempo y la experiencia te hace mejorar y siempre con mentalidad positiva.
Dios salve a Inglaterra

Dios salve a Inglaterra

"God save the King". El dios del fútbol tuvo que salvar a una irregular y, a veces, mediocre selección inglesa, manejada confusamente por un Southgate, que sólo ha tenido suerte en esta Eurocopa.

Inglaterra se libró por un gol de buen delantero centro como Watkins, que para el seleccionador inglés no ha existido hasta ahora. Como siempre, Inglaterra fue salvada por la campana, como en aquellos goles de Bellingham o Saka.

Lo terrible para el fútbol

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La catarsis de Luis de la Fuente

La catarsis de Luis de la Fuente

Las catarsis nacionales son el contrapeso a los traumas, esos que sumen a un país en la autocompasión y el pesimismo. El 98 fue uno; el desastre de Annual, otro; las imágenes del simulacro de Referéndum fue el último. En esos episodios, los españoles retoman esa sensación de fracaso, el pesimismo, al que parece que estamos abonados, aunque por lo general esa sensación de "perder", de "los perdedores" no es patrimonio exclusivo de nuestro país. En

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Felipe VI asistirá a la final de la Eurocopa después de ver la semifinal con la Reina Letizia y sus dos hijas en Lloret de Mar

Actualizado Miércoles, 10 julio 2024 - 12:53

La Familia Real española vio ayer la victoria de España sobre Francia en la semifinal de la Eurocopa desde el hotel Meliá de Lloret de Mar. Aquí están alojados Don Felipe, Doña Letizia junto a la Princesa Leonor y la Infanta Sofía con motivo de los Premios Fundación Princesa de Girona. De hecho, para poder seguir el partido, se adelantó toda la agenda media hora, pues a las ocho de la tarde la Familia Real tenía un encuentro con los premiados de Ediciones anteriores. Fue tras la cena tipo cóctel cuando, a las nueve, sacaron una pantalla desde la que vieron el partido junto a los premiados que quisieron seguirlo.

Tras la victoria de España, Don Felipe reservó su agenda de este domingo para viajar hasta Berlín, donde tendrá lugar la final. El Rey ya acudió a ver a la selección hace tres semanas para ver el partido de la Roja contra Italia. Entonces, en el vestuario, el Monarca ya confirmó que si llegaban a la final acudiría a verlos.

Aquel día, el Rey protagonizó una anécdota con Lamine Yamal, protagonista de la semifinal contra Francia. Felipe VI saludó al jugador del Barcelona y luego regresó para preguntarle su edad. "Cuántos años tienes", cuestionó. "16", contestó Yamal, una respuesta que provocó que el Rey se llevara las manos a la cara de estupefacción.

Este miércoles por la mañana, el Rey se ha puesto en contacto con la selección para felicitarles. Así, Don Felipe ha hablado con el entrenador, Luis de la Fuente, y con el capitán, Álvaro Morata, a los que ha trasladado su felicitación y ha comunicado que asistirá al final.

Por su parte, la Princesa Leonor ha afirmado que tanto ella como la Infanta Sofía están "muy contentas" por la victoria de España contra Francia. Lo han dicho al preguntarle antes del inicio de un encuentro con jóvenes que participan en programas de la Fundación Princesa de Girona (FPdGi) en los Jardins Santa Clotilde de Lloret de Mar (Girona).

España tendrá que esperar a que esta noche se celebre el otro partido de semifinales para conocer a su rival del domingo. Será Inglaterra o Países Bajos. En cualquiera de los dos casos, se trata de monarquías parlamentarias, por lo que Don Felipe coincidirá en el palco con el príncipe Guillermo o con el Rey Guillermo de los Países Bajos, junto a quien ya asistió a la final de la Eurocopa en 2010.

El susto de Morata: un miembro de seguridad se le cae encima de la rodilla

Actualizado Miércoles, 10 julio 2024 - 00:01

Álvaro Morata fue dueño de un partido oscuro, pero completísimo. Poco antes de que Luis de la Fuente lo sacara del campo, se tiró al suelo para cortar un contragolpe de Koundé que hubiera cogido en inferioridad a España. El capitán, uno de los jugadores que más kilómetros corre en cada partido, se fue al banquillo, derrengado, en el minuto 75.

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El delantero vivió, pues, el último cuarto de hora en el banquillo, sin las espinilleras, y preso de los nervios, como todos. Cuando el árbitro pitó el final, comenzó la celebración y, en mitad de ella, uno de los miembros de seguridad del propio equipo español, que trataba de impedir que un espontáneo que había saltado al campo llegase a los jugadores, se le cayó encima. El hombre, que perseguía al espontáneo, se resbaló y dobló de mala manera la rodilla derecha del capitán de la selección.

Enseguida se llevó la mano a la pierna con evidentes gestos de dolor. Cojeando, David Raya se interesó por su estado, pero no parecía haber consuelo para Morata, cuyo estado de salud es de momento una incógnita. Los médicos le estaban haciendo una primera valoración en el propio vestuario del Allianz mientras sus compañeros se acercaban a preocuparse por él.

"Creemos que no es nada, pero vamos a esperar. Ha sido un golpe y creemos que no va a ser nada, pero mañana veremos", dijo después el seleccionador, Luis de la Fuente.