El gen migrante que sostuvo el medallero español en París: de Jordan Díaz a los hermanos Dujshebaev

El gen migrante que sostuvo el medallero español en París: de Jordan Díaz a los hermanos Dujshebaev

Actualizado Lunes, 12 agosto 2024 - 23:11

Horas después de que Ayoub Ghadfa posara con su flamante medalla de plata en boxeo, los hermanos Dujshebaev, Alex y Dani, hacían retumbar el parquet del pabellón francés tras la conquista del bronce de la selección de balonmano, última conquista española en París. Metales con genética migrante, que se ha repetido en más de la mitad de esa cosecha final de 18 medallas. Concretamente, el 55,6% ha tenido participación de deportistas que nacieron en otro país o cuyos padres emigraron a España.

Los protagonistas: Cristina Bucsa (tenis), Emmanuel Reyes y Ghadfa (boxeo), Florian Trittel (vela), Juana Camilion (baloncesto 3x3), Lilau Valette y Alisa Ozhogina (natación artística), Marcus Cooper (piragüismo), Samuel Omorodion y Christian Mosquera (fútbol), Jordan Díaz (atletismo) y los citados hermanos Dujshebaev, Alex yDani (balonmano). Además, en tres de los cinco oros estaban presentes Jordan, Trittel, Omorodion y Mosquera.

Un decorado que no es nuevo. Se ha repetido en diferentes citas olímpicas. De hecho, Marcus Cooper Waltz ha sido, junto con Tamara Echegoyen, el abanderado de España. Nacido en Oxford, hijo de un británico y una alemana, y criado en Mallorca, este piragüista de nacionalidad española (se la otorgaron en 2015) ha conquistado tres medallas olímpicas con España: oro en Río 2016, plata en Tokio 2020 y bronce en París. El palista, de «sangre inglesa y corazón español», como él mismo asegura, ha sido el primer deportista nacido fuera de España en ser abanderado.

Deferr, Zabell y otros precedentes

Pero hay muchas historias más. Por ejemplo, la de Gervasio Deferr el gimnasta nacido en Premiá de Mar, hijo de migrantes argentinos que vinieron a España para escapar de la dictadura. Consiguió tres medallas olímpicas, dos de oro, en Sidney 2000 y Atenas 2004, y la plata de Pekín 2008.

Theresa Zabell hija de británicos y nacida en Reino Unido, emigró a Canarias a los pocos meses de nacer. Esta regatista alcanzó dos oros (Barcelona 1992 y Atlanta 1996), ambos en la clase 470. Fue la primera prueba de vela exclusivamente femenina.

Talant Dujshebaev, padre de Alex y Dani, nació en la ex república soviética de Kirgistán y fue elegido el segundo mejor jugador de balonmano del siglo XX. Ganó el oro en Barcelona 92 bajo el nombre de Equipo Unificado y, tras nacionalizarse español en 1995, se llegaría a colgar dos bronces: Atlanta 1996 y Sidney 2000.

Estas son algunas de las 35 historias de deportistas que, aunque podían haber peleado bajo otra bandera, decidieron hacerlo con España. Igual que Nina Zhivanevskaya, Serge Ibaka, Damián Quintero...

España cuenta con un total de 187 medallas, de las que más del 19% (36) tienen el sello de deportistas nacidos fuera del país. De ellas, 27 corresponden a deportes de equipo (baloncesto, balonmano, fútbol, hockey y waterpolo) y 160 a deportes individuales. De las obtenidas en éstos, los migrantes nacionalizados o hijos de migrantes que compiten para España en los Juegos Olímpicos han ganado 22 medallas, un 13,75% del total de los deportes individuales. La cita de Los Ángeles ya asoma en el horizonte y ese gen promete volver a ser importante.

Un Alcaraz con el depósito en la reserva

Un Alcaraz con el depósito en la reserva

Actualizado Domingo, 4 agosto 2024 - 21:22

A lo largo de toda la competición, Carlos Alcaraz ha ido justo de energía, condicionante que ha neutralizado gracias a su calidad y al plus que siempre ofrece disputar unos Juegos Olímpicos. Después de ganar dos títulos consecutivos del Grand Slam, sólo la circunstancia excepcional de un torneo que se disputa cada cuatro años y su gran afán competitivo le han permitido navegar hasta la orilla. Ha sabido manejarlo todo y no anduvo demasiado lejos

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Justa recompensa para una pareja con gancho

Actualizado Domingo, 4 agosto 2024 - 19:57

Vi a Novak Djokovic más motivado que nunca por poner el broche de oro, valga el tópico en esta ocasión, a su colosal carrera tenística. Después de la contundente derrota sufrida en la final de Wimbledon, el serbio ha sabido renovar su propuesta, buscando incluso en ocasiones el saque-red, dado que sabía que Carlos Alcaraz era superior desde el fondo de la pista. Tal vez, y pese a todo lo que ya ha hecho con tan sólo 21 años, al español le llegó d

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Sorribes y Bucsa, la pareja que se unió “a ultimísima hora”, se cuelga el bronce en los Juegos de París

Actualizado Domingo, 4 agosto 2024 - 13:31

Quedaba menos de una hora para que cerraran las inscripciones del Mutua Madrid Open del pasado mayo cuando Sara Sorribes recibió una llamada de su habitual compañera de dobles, la checa Marie Bouzkova. Sufría problemas físicos, no podía jugar. Sorribes, que ya entonces aspiraba a compaginar individuales y dobles en los Juegos Olímpicos de París vería cómo se le complicaba el camino. Tenía que jugar, necesitaba dominar la especialidad, disputar cada torneo. Pero no tenía pareja.

Y así empezó a buscar un reemplazo por las instalaciones de la Caja Mágica, en el gimnasio de los tenistas, en el comedor, por todos los lados. Hasta que se encontró a Ion Bucsa, olímpico por Moldavia en biatlón en Nagano 1998 y Salt Lake City 2002, y padre de Cristina Bucsa. "¿Cristina puede jugar el dobles?", le preguntó Sorribes, la respuesta fue afirmativa, se apuntaron "a ultimísima hora" y ganaron el torneo. A partir de ahí, ya se sabía: iban a ser la pareja española en los Juegos, tenían posibilidades de medalla.

Y este domingo lo confirmaron. Después de ganar a la pareja checa formada por Karolina Muchova y Linda Noskova por 6-2 y 6-2 se colgaron el bronce, la sexta medalla de España en estos Juegos Olímpicos. Si en las semifinales habían sido dominadas por Mirra Andreeva y Diana Shnaider, la dupla rusa, en la lucha por el bronce mandaron ellas. Con el juego desde el fondo de Sorribes y la velocidad de Bucsa en la red, completaron un partido en el que no hubo competencia. Desde el primer juego, break para las españolas, el dominio fue absoluto. El encuentro, de hecho, sólo duró una hora y 12 minutos, un suspiro. Al acabar escalaron a las gradas para abrazar a su familia y unirse a Anabel Medina, la capitana del equipo femenino, eufórica. Felicidad suya y felicidad para dos tenistas que han pasado dificultades.

La lesión de Sorribes, la Psicología de Bucsa


Sorribes, de 27 años, nacida en Vall d'Uixò, en Castellón, se rompió hace dos años el escafoides y estuvo seis meses sin jugar. Currante del tenis -y amante de la escritura-, llegó a caer más allá del Top 100 del ranking WTA, pero el sufrimiento le cambió la mentalidad. A partir de entonces, más profesional, cosechó sus mejores resultados, como unos octavos de final en Roland Garros, ascendió en la lista -este año fue decimoséptima- y enfiló el camino para estos Juegos Olímpicos, donde ha vivido un sueño. Fan de David Ferrer desde pequeña, estos días han compartido entrenamientos y comidas con él, capitán del equipo masculino español. Esa convivencia y el bronce han sido sus recompensas a tanto trabajo.

La misma recompensa que ha recibido Bucsa. Nacida hace 26 años en Chisinau, en Moldavia, cuando era un bebé sus padres se mudaron a Torrelavega, desde pequeña tuvo a su padre como entrenador raqueta en mano y en los torneos pequeños fue creciendo, fue creciendo hasta alcanzar, también este año el Top 20 del ranking WTA -fue decimonovena-. Estudiante de Psicología a distancia, una de las pocas deportistas que no tiene redes sociales, todavía está construyendo su camino, para lo que le ayudará el bronce.