Festival de Ayuso en la Tirreno-Adriático: victoria en la etapa reina y liderato

Festival de Ayuso en la Tirreno-Adriático: victoria en la etapa reina y liderato

El Tridente de Neptuno para el escalador más atrevido, el que asciende sin mirar atrás, midiendo los tiempos y desprendiéndose de sus enemigos con golpes certeros. Juan Ayuso, el gran diamante del ciclismo español, se adjudicó este sábado la etapa reina de la Tirreno-Adriático y destronó del liderato al italiano Filippo Ganna (Ineos), que perdió 49 segundos con el corredor del UAE.

El chaval criado en Jávea se desprendió de sus adversarios con un ataque a falta de tres kilómetro de la cima de la estación de esquí de Frontignano, una subida de menos de ocho kilómetros, al 7,8% de desnivel medio, con rampas del 12% en la cordillera de los Apeninos.

Hasta esa montaña llegó un grupo de fugados compuesto Gianni Vermeersch (Alpecin), Benjamin Thomas (Cofidis), Andrea Vendrame (Decathlon AG2R), Samuele Battistella (EF Education), Jasper Stuyven (Lidl Trek), Chris Hamilton (Team Picnic PostNL), Andrea Pietrobon (Polti) y Magnus Cort Nielsen (Uno-X Mobility), que contaron con una ventaja de tres minutos y que al comienzo de puerto tuvieron poco más de 50 segundos. Desde el mismo comienzo del puerto, Isaac del Toro y Adam Yates, compañeros de Ayuso impusieron un fuerte ritmo que provocó el desfallecimiento de Ganna, que antes del inicio de la jornada disponía de 22 segundos de ventaja respecto al español. Tras el acelerón del corredores del UAE, a cuatro de la meta, saltó Ayuso con potencia y su ofensiva sólo fue respondida inicialmente por Thomas Pidcock (Ineos), Jai Hindley (Bora) y Mikel Landa (Soudal).

Tras un kilómetro de tanteo, Ayuso se marchó de forma imperial hacia la conquista de la etapa y del liderato de una prueba en la que el año pasado fue segundo, sólo superado por Jonas Vingegaard, que ahora se recupera de una lesión en la mano izquierda provocada el pasado jueves en la quinta etapa de la París-Niza.

El triunfo de este sábado se une a los conseguidos este mes en el Trofeo Laigueglia y la Drôme Classic. En crono inaugural de la Tirreno-Adriático fue segundo, tras Ganna. Ahora el italiano queda tercero en la clasificación general, a 38 segundos. La segunda plaza es para Antonio Tiberi (Bahrain), a 37.

''Estoy muy contento y muy agredido al trabajo realizado por todo el equipo'', dijo Ayuso tras pasar la línea de meta y besar a su novia y a su perrita Trufa.

Este domingo, jornada de clausura de la ronda de los dos mares, con una etapa de 147 kilómetros con salida en Porto Potenza Picena y final en San Benedetto del Tronto. El recorrido es llano, salvo en el ecuador de la ruta, que incluye el ascenso al alto de Ripatransone. El viento y los consiguientes abanicos podrían evitar la previsible llegada al sprint y a prevista coronación de Ayuso.

Este sábado también se afrontó la penúltima cita de la París-Niza con una etapa recortada por la adversa climatología. La jornada prevista de 147,8 kilómetros se quedó en 109,3 kilómetros, se suprimió el paso por el Col de la Colmiane, pero se mantuvo el final, con el ascenso a Auron, un puerto de 7,3 kilómetros con un 7,2% de desnivel medio. La jornada, condicionada por la lluvia y el frío, fue ganada por el australiano Michael Storer(Tudor), que sobrevivió a la escapada buena del día. Iván Romero (Movistar); otra vez espléndido, fue cuarto. La ronda, que finaliza este domingo, está liderada por el estadounidense Matteo Jorgenson (Visma); que cuenta con 37 segundos de ventaja sobre el germano Florian Lipowitz (Bora)

La carrera francesa se sella con una etapa de cerca de 120 kilómetros propicia para las emboscadas, con cuatro subidas (Porte, Pellie, D'Eze y Quatre Chemins) antes de afrontar la sinuosa llegada a Niza.

Almeida derrota a Vingegaard en un caótico final de etapa de la París-Niza

Almeida derrota a Vingegaard en un caótico final de etapa de la París-Niza

El descontrol y el caos se adueñaron de la primera etapa de montaña de la París-Niza, ganada por el portugués Joao Almeida, que superó en el último suspiro a Jonas Vingegaard, el danés es el nuevo líder de la ronda francesa.

Venció el escalador luso en una jornada en la que la organización de la prueba generó un gran desconcierto al neutralizar la carrera a falta de 45 kilómetros para la meta debido a sendos accidentes ocasionados por un vehículo y una motocicleta.

En plena tormenta de agua y nieve, los ciclistas fueron detenidos (algunos, como Vingegaard se protegieron en el coche de su equipo) y minutos después se les ordenó avanzar, pero sin validar los tiempos, hasta 28,8 kilómetros de la llegada, 16 kilómetros inútiles. Entonces, el director de la carrera, ante las protestas de varios ciclistas, como Iván Romeo, volvió a parar el grupo y a relanzar la carrera, según el orden que estaba establecido antes de las incidencias. Por delante del pelotón iba un grupito de fugados, integrado, entre otros, por Guernalec, Swift, Leknessund, Tarling y Foss.

Seis ascensiones

Vuelta a empezar después de más 100 kilómetros transcurridos desde la salida de Vichy, con un grupo cabecero comandado por el Visma del líder, Matteo Jorgenson, que avanzaba hacia la estación de esquí de La Loge Des Gardes, en las cercanías del Loira y el Puy-de-Dôme, un puerto de primera categoría con 6,7 kilómetros al 7% de desnivel medio. El trayecto de la jornada también incluyó las ascensiones a seis puertos: cuatro de tercera categoría, dos de segunda.

En la última subida, Vingeggard, siempre pendiente de su compañero Jorgenson, sorprendió a sus rivales con dos acelerones a falta de 3.000 metros para la cima. Se fugó, pero nunca superó los 10 segundos de ventaja. El danés, que quiso lanzar un mensaje de autoridad a Tadej Pogacar, no calculó bien sus esfuerzos y a falta de 100 metros su superado por Almeida, el gregario del esloveno en el UAE. Al menos, Vingegaard tuvo la recompensa del liderato de a prueba que finalizará el próximo domingo.

A la espera de Frontignano

La lluvia y el frío también condicionaron el desarrollo de la tercera etapa de la Tirreno-Adriático, la jornada maratón, con 237 kilómetros de recorrido entre Follorica y Colfiorito. El pelotón decidió imprimir una marcha sin ritmo por la adversa climatología y sólo se animó un poco a falta 50 kilómetros, con la fuga de Pietrobon y De Bondt, siempre bajo el control del Ineos de Filippo Ganna. Juan Ayuso ya avisó en la salida que el escenario no era el adecuado para presentar batalla, todo será diferente el próximo viernes, con la llegada a Pergola, y el sábado, con final en la cima de Frontignano.

La clausura, en el Valico de Colfiorito, una subida tendida de 17 kilómetros, sin pendientes acusadas, en el parque Regional de Umbría, Ganna desafió al grupo de los mejores con un ataque a falta de tres kilómetros que fue respondido primero por Ayuso y luego por Van der Poel. En el arreón definitivo el más rápido fue el italiano Andrea Vendrame. Roger Adriá fue quinto y Alex Aranburu, octavo

Ganna se venga de Juan Ayuso en la crono de apertura de la Tirreno-Adriático

Ganna se venga de Juan Ayuso en la crono de apertura de la Tirreno-Adriático

El gigante de Verbania, un año después, se venga de una de sus afrentas más dolorosas. Filippo Ganna, el contrarrelojista más potente y elegante del pelotón, se adjudicó este lunes, en Lido di Camaiore, la crono de apertura de laTirreno-Adriático. Un triunfo que sirve para cicatrizar la herida moral sufrida en 2024 en el mismo escenario, donde fue batido por el español Juan Ayuso.

El barbado italiano, con su maillot de campeón de italia, firmó un extraordinario ejercicio, de más a menos, en los 11,5 kilómetros de recorrido. El rodador del Ineos paró el cronómetro en 12 minutos y 17 segundos, 23 segundos menos que Ayuso. En el tiempo intermedio, Ganna sólo superaba al chaval de Jávea en dos segundos, pero últimos seis kilómetros, sin apenas curvas, fueron un festival para el italiano, aclamado por el público.

Ayuso, el mejor contrarrelojista de los escaladores, estuvo espléndido, marcando siempre los mejores tiempos antes de la salida del italiano. Terminó segundo y ya atesora una ligera aventaja sobre sus principales rivales en la conquista de la ronda de los dos mares, como medio minuto a Simon Yates y Pello Bilbao, 15 sobre su compañero Isaac del Toro y seis sobre Antonio Tiberi.

Ganna portará la maglia azurra en la etapa de esta martes, con un trazado llano entre Camaiore y Follonica, con 189 kilómetros de recorrido.

Por otra parte, el belga Tim Merlier repitió victoria a sprint en la segunda jornada de la París-Niza, que transcurrió entre Montesson y Bellegarde y la que en el último tramo hubo varias caídas. Este martes se disputa una contrarreloj por equipos en la que el Visma de Jonas Vingegaard parte como favorito.

Ayuso acapara focos en la Tirreno-Adriático, carrera en la que en 2024 humilló a Ganna y sólo fue superado por Vingegaard

Ayuso acapara focos en la Tirreno-Adriático, carrera en la que en 2024 humilló a Ganna y sólo fue superado por Vingegaard

Sendas distintas para evitar coincidencias y no frenar la progresión del nuevo talento español. Joxean Fernández Matxin, tras la polémica nacida en el último Tour, ha preferido separar los caminos de Juan Ayuso y Tadej Pogacar. El chaval de Jávea admira al esloveno pero se siente incómodo en el rol de gregario, por ese motivo apenas coincidirán durante la temporada. Mientras el campeón del mundo se volcará en las clásicas antes de acudir al Tour, su compañero afrontará carreras de una semana para preparar el Giro de Italia.

Ayuso, que ha firmado un arranque excelente de curso, con victorias en el Trofeo Laigueglia y en Faun Drome, acude este lunes a una de sus rondas predilectas, la Tirreno-Adriático, y a final de marzo a la Volta Catalunya. En la cita italiana de 2024 sorprendió con un segundo puesto en la clasificación general, sólo superado por Jonas Vingegaard, y con una victoria en la contrarreloj inaugural en la que batió al especialista Filippo Ganna. Hoy, la ronda vuelve a levantar el telón en el mismo y agradable escenario que en 2024, en Lido di Camaiore, con una crono de 11,5 kilómetros.

«Estoy contento con mi rendimiento y con el gran trabajo realizado por el equipo en el inicio de la temporada», ha señalado el escalador del UAE, que parte como principal reclamo de una carrera que finaliza el próximo domingo y que incluye dos jornadas montañosas (tercera y sexta) propicias para el joven español. Entre sus principales adversarios para la conquista del Tridente de los dos mares figuran Mikel Landa (tercero en 2021 y 2022), el británico Simon Yates (ganador en 2020), el australiano Jai Hindley (tercero en 2024) y el ecuatoriano Richard Carapaz.

Otras figuras en la carrera de entre mares son Mathieu Van der Poel, el ex campeón mundial y siete veces arcoíris de ciclocrós, que afina la forma para la Milán-San Remo, y el británico Thomas Pidcock, segundo en la Strade Bianche, que atraviesa por el mejor momento de su trayectoria deportiva.

Quien no estará en la Tirreno-Adriático será Jonas Vingegaard, que ha preferido acudir a la París-Niza, que arrancó el domingo con victoria al sprint del belga Tim Merlier.

Pogacar, herido por una aparatosa caída y tras un gran ejercicio de coraje, vence en el 'sterrato' de la Strade Bianche

Pogacar, herido por una aparatosa caída y tras un gran ejercicio de coraje, vence en el ‘sterrato’ de la Strade Bianche

Se huye por miedo, para evitar un daño, para superar traumas, para olvidar. Tadej Pogacar huye por placer, por necesidad vital, para ratificar su poderío. Todo por el espectáculo. Lo suyo no son conquistas, son exhibiciones, como la rubricada este sábado en la apertura de las grandes clásicas de la temporada.

La victoria más dolorosa, manchada de sangre, en la fantástica Strade Bianche. Un triunfo que humaniza al corredor más prodigioso, que impuso su jerarquía tras cometer un error en la trazada de una curva que estuvo cerca de arruinar toda su temporada. Una caída que precedió a otra fuga de coraje, a 18 kilómetros de la conclusión, que supuso su tercer título consecutivo en la clásica del sterrato, igualando el récord de Fabian Cancellara.

Segundo fue el británico Tom Pidcock, a 1.22 minutos. El tercero, Tim Wellens (campañero de Pogacar en el UAE), a 1.10. Quinto, Pello Bilbao y décimo, Roger Adriá.

Pogacar es un espectáculo hasta en las situaciones más hostiles. A falta de 49 kilómetros para la meta en la medieval Piazza del Campo de Siena, el esloveno inclinó demasiado su bicicleta en una curva descendente, la rueda delantera se deslizó hacia la izquierda y se cayó, golpeándose el hombro, la rodilla y el codo izquierdos en el asfalto; luego salió despedido, tras una acrobática voltereta, hacia unas zarzas. Tom Pidcock logró esquivarle gracias a esa habilidad adquirida en el ciclocrós.

Pogi, con el susto en el cuerpo, se levantó enseguida y un kilómetro después contactó con Pidcock, que decidió esperarle porque sabía que era más conveniente avanzar en su compañía cuando aún restaba la parte más exigente de la prueba italiana.

Roger Adriá, espléndido

Una clásica en la que el catalán Roger Adrià estuvo espléndido, siempre en el grupo cabecero y cerca de Pogacar. Sólo quedó descolgado del líder del UAE cuando el fenómeno atacó a falta de 78 kilómetros para neutralizar a un grupito de fugados y romper la prueba.

Tras la caída que determinó el desarrollo de la Strade Bianche, el británico y el esloveno caminaron en sintonía entre las polvaredas que simulaban incendios forestales en las colinas verdes de la Toscana, hasta el sector 15 de sterrato, en el Colle Pinzuto, cuando el maillot arco iris descolgó al británico con esos arreones que carecen de réplica. Medio minuto en 2, 5 kilómetros.

''No es una vergüenza quedar por detrás de Pogacar'', decía el italiano Alberto Bettiol en la víspera de la clásica de la carreteras blancas, que esta edición resultó más dura que las anteriores por la presencia de nuevos ascensos de tierra. Estas novedades provocaron que Van der Poel y Van Aert no se presentaran, ya que el recorrido parecía más apropiado para escaladores que para clasicómanos. .

Una Strade Bianche en la que Pogacar brilla como nadie en esa icónica ascensión a Via Santa Caterina, que siempre acapara una de los imágenes más impactantes de la temporada, y en la monumental Piazza del Campo de Siena. 92 triunfos en su magnífico palmarés.

Pirimer triunfo de las ocho clásicas que tiene previsto afrontara en este curso. Las siguientes serán Milán-San Remo, E3 Harelbeke, Gante-Wevelgem, Tour de Flandes, Amstel Gold Race, Flecha Valona y Lieja-Bastoña-Lieja. Casi nada.

Arranca el festival de las clásicas con el 'sterrato', las cabalgadas antológicas y el descomunal reto de un genio voraz

Arranca el festival de las clásicas con el ‘sterrato’, las cabalgadas antológicas y el descomunal reto de un genio voraz

Sterrato, adoquines, muros, abanicos, toboganes, dientes de sierra, precipicios, maratón de kilómetros. Las clásicas han dejado de pertenecer a los panenkitas del pedal para cautivar al gran público. Las carreras de un día atrapan por su intensidad y por la presencia de una generación de ciclistas ansiosos de mostrar su voracidad en todos los escenarios. Mathieu van der Poel, Wout van Aert, Remco Evenepoel,Tom Pidcock contra el majestuoso Tadej Pogacar. Jonas Vingegaard, Primoz Roglic, Juan Ayuso, Carlos Rodríguez o Ben O'Connor prefieren las pruebas de una semana para preparar Giro, Tour o Vuelta.

El bloque principal de la nueva temporada de las clásicas de primavera, que arranca este sábado con la espectacular Strade Bianche, aparece iluminado por la presencia de Pogacar, que ahora replica a los corredores de otras épocas y se vuelca como nunca en las pruebas de un día, con ocho citas, más que nadie entre los grandes del pelotón. El estandarte del UAE garantiza escapadas antológicas. El fondista muta en clasicómano insaciable y anuncia que acudirá a tres Monumentos: Milán-San Remo, Tour de Flandes y Lieja-Bastoña-Lieja (al Giro de Lombardía irá a mediados de en octubre) y no descarta la París-Roubaix. Nunca ha participado en el Infierno del Norte por temor a las caídas y a un brutal desgaste físico. Lo previsible es que deje aparcado el examen de los terroríficos tramos de pavés.

En el calendario de las clásicas del esloveno, que en febrero se anotó dos etapas y la general del UAE, también figuran Strade Bianche, E3- Herelbeke, Gante-Wevelgem, Amstel Gold Race y Flecha Valona. El segundo en este ranking de participación es el británico Pidcock, con siete clásicas de primavera; Van Aert se queda con seis; Van der Poel y Evenepoel suman cuatro.

Pogacar arranca su festival con la Strade Bianche, la clásica moderna y más atractiva, con sus selectivos tramos de sterrato. Son 213 kilómetros, con salida y llegada en la Piazza del Campo de Siena, con 82 kilómetros de firme de tierra compactada, divididos en 16 sectores. El esloveno persigue su tercer título en la que antes se llamaba L'Eroica, los anteriores los ganó en 2022 y en 2024.

Pidcock, Richard Carapaz y el polaco Michal Kwiatkowski (también cuenta con dos victorias en la prueba de la medieval Siena) parten como principales adversarios del esloveno en los cautivadores parajes de la Toscana. La representación española está liderada por Pello Bilbao (esta es una sus carreras preferidas), Pelayo Sánchez y Mikel Landa. El escalador de Murguía abre el curso asumiendo el liderazgo del Soudal Quick-Step debido a que Evenepoel aún se recupera de las fracturas en varias costillas, omóplato derecho y mano derecha, contusiones en los pulmones y una luxación clavícula producidas el pasado diciembre en un entrenamiento.

Una de las pocas obsesiones de Pogacar es conquistar la Milán-San Remo, la clásica que menos que se acomoda a sus características y que siempre cuenta con una elevada nómina de candidatos. En la Classicissima ha sido, decimosegundo, quinto, cuarto y tercero. En esta edición pugnará, entre otros, con Pidcock, Alaphilippe, Mohoric y Van der Poel.

El fenómeno holandés dosifica y selecciona su munición, dado que después de la prueba italiana sólo acudirá a la E3- Herelbek, Tour de Flandes y París-Roubaix. En Flandes, donde defiende título, se enfrentará a Pogacar y en la cita cumbre de los tramos de pavés (ganador en 2023 y 2024) desafiará a Van Aert y otras locomotoras, como Tim Merlier, Mads Pedersen o Jasper Philippsen (segundo en 2023 y 2024). La gran apuesta española será Oier Lazkano -se marchó del Movistar para unirse al Bora de Primoz Roglic-, que debutó en los abombados caminos de tractores de Roubaix en 2023 (finalizó en la posición 102) y que el pasado año se vio obligado a abandonar. Esta es la cita que más atrae a Iván García Cortina (Movistar), que ya suma siete participaciones, la mejor la de 2022, en la que terminó en 25º.

La clausura de París-Roubaix abre la puerta al Tríptico de las Ardenas, con Amstel Gold Race, Flecha Valona y Lieja-Bastoña-Lieja (las únicas clásicas a las que acudirá Enric Mas), territorio el que antes se exhibía Alejandro Valverde y por el que ahora se pelean Pogacar, Van der Poel, Van Aert, Evenepoel y Pidcock. La primavera de los prodigios ya está aquí.

Induráin, "sorprendido" por la "revolución" de la bicicleta en París

Induráin, “sorprendido” por la “revolución” de la bicicleta en París

Actualizado Viernes, 7 marzo 2025 - 15:29

"Ha cambiado mucho París desde que gané el Tour: veo mucha bicicleta y mucho carril-bici", reconoció Miguel Induráin en su celebrado regreso la capital francesa, treinta años después de su último recorrido triunfal por los Campos Elíseos. El pentacampeón del Tour fue galardonado junto a Joanne Somarriba (triple vencedora de la carrera francesa) con el Premio Diálogo que promueve los vínculos entre los dos países.

"El ciclismo rompe las fronteras", aseguró Induráin. "Es lo que tiene este deporte, que la gente te reconoce cuando ganas, aunque ellos tenían también muy buenos corredores. Siempre me he sentido arropado en Francia y en Italia (doble vencedor del Giro), y lo conseguí andando fuerte en la bici y haciendo lo mío".

"Hay corredores que conectan y otros que no: los aficionados lo captan y reconocen el esfuerzo", precisó Induráin, en el momento de recordar los momentos "agónicos" de los cinco Tours consecutivos, que le valieron el título de 'El Extraterrestre'. "En su momento agradecí mucho también el apoyo de los españoles viven en Francia y que se lanzaron a la carretera para animarme".

A los Alpes y a los Pirineos regresa ocasionalmente el mejor ciclista de nuestra historia. Por París no ha vuelto a pedalear desde el entonces, aunque se confiesa "sorprendido" por la revolución de las dos ruedas que ha cuajado en la última década bajo la batuta de Anne Hidalgo: "Veo la ciudad muy ágil, he caminado por el centro y no se nota tanto la aglomeración de coches que había en mi época".

En París, los viajes en bicicleta han adelantado efectivamente a los desplazamientos en coche en el centro de la ciudad. El 11,2% de los parisinos se mueve en dos ruedas, frente a al 4,3% que lo hace en coche. El 30% utiliza el transporte público y el 53,5% se mueve a pie.

A su paso por la embajada española, en las inmediaciones del emblemático Pont d'Alma, el navarro de oro rememoró las cinco ocasiones -entre 1991 y 1995- en que salió al balcón (también lo hizo en 1996, aunque quedó undécimo) para agradecer el apoyo de sus paisanos: "Era un momento grato, después de la tensión de la carretera".

"El Tour no es solo una carrera de ciclismo, es una historia de superación", declaró por su parte la ciclista vasca Joanne Somarriba, ex campeona del mundo contrarreloj, ganadora del Tour en el 2000, 2001 y 2003 y doble vencedora del Giro. al igual que Induráin.

Somarriba rompió una lanza por el auge del ciclismo femenino y reconoció que su sueño desde niña era coronar etapas en los Pirineos. "Algo que sigo haciendo como aficionada, aunque ahora me permito el detalle de tomar un refresco tras superar un puerto", comentó.

Juan Ayuso vence en el Trofeo Laigueglia y asombra con un demoledor inicio de temporada

Juan Ayuso vence en el Trofeo Laigueglia y asombra con un demoledor inicio de temporada

Actualizado Miércoles, 5 marzo 2025 - 17:59

El mejor arranque de la joya española. Juan Ayuso (UAE) se anotó este miércoles el triunfo en el Trofeo Laigueglia, prueba que abre la temporada de las clásicas italianas, con salida y llegada en la localidad costera de Liguria, con un recorrido de 197 km.

Una exhibición que llegó sólo tres jornadas después de imponerse en la Faun Drome Classic. Dos victorias consecutivas en tres carreras y en cuatro días de competición. La anterior fue la Clásica Faun-Ardéche, disputada el sábado, en la que concluyó décimo.

A sus 22 años, el corredor criado en Jávea sorprende con un espléndido inicio de curso. En la prueba italiana venció gracias a su notable velocidad en rampa, que le sirvió para batir al italiano Christian Scaroni (Astana), al australiano Michael Storer (Tudor) y al estadounidense Neilson Powless (EF Education).

La clásica que abría la temporada en Italiana se animó con una escapada de nueve corredores que no produjeron demasiada inquietud entre los favoritos, de ahí que tuvieran licencia para rodar durante casi toda la jornada pensando en un éxito ilusorio. La carrera se rompió en La Colla Micheri (dos km al 8% de desnivel y tramos del 14%), a 20 kilómetros de la meta. El ED Education lanzó la primera acometida con Pawless, imponiendo un ritmo que seleccionó el grupo cabecero. Enseguida, Ayuso movió sus piezas, con el portugués Antonio Morgado en las posiciones cabeceras. Poco después, Ayuso atacó en la subida y sólo pudo seguirle Scaroni. En la bajada se unieron Powless y el Storer. Un cuarteto, perseguido por un grupo en el que se encontraban, entre otros, Kwiatkowski y Bettiol.

Ayuso, que viajaba con mucha decisión, volvió a atacar a falta de 10 kilómetros. Su arrancada sólo fue respondida por Scaroni. En el tramo final fueron cazados por Powless y Storer. El desgaste físico realizado por esta pareja para enlazar mermó sus opciones de victoria y no pudo evitar el último y decisivo acelerón de Ayuso, informa Efe.

El español, en su mejor inicio de temporada, encandila a los aficionados y a los directores del UAE, el grupo de Tadej Pogacar. Su próxima cita será Tirreno-Adriático, que comienza el lunes. El gran reto de su campaña es la conquista del Giro de Italia.

Aitor Antxustegi, el ciclista español que se ha enamorado de los desafíos Everesting: "Me preguntan cuántas subidas llevo y no lo sé"

Aitor Antxustegi, el ciclista español que se ha enamorado de los desafíos Everesting: “Me preguntan cuántas subidas llevo y no lo sé”

En lo alto de un puerto del País Vasco cualquiera puede observar el espectáculo. Un hombre con su bicicleta sube una vez y otra y otra y cuando ya ha hecho unas cuantas subidas se para a comerse un bocadillo de jamón y vuelve a empezar. Así se puede pasar todo el fin de semana. Si el curioso está en el alto de Lekoitz, verá al ciclista llegar hasta 137 veces; en Urkiola, ascensión mítica vasca, 52 veces; y en Sollube, San Pedro o Karakate, nadie sabe, «es fácil perder la cuenta». El corredor en cuestión se llama Aitor Antxustegi 'Berritxu', tiene 53 años y es la mayor leyenda española de los desafíos Everesting.

En los últimos años, ex ciclistas e influencers como Alberto Contador o Valentí Sanjuan han probado el reto que consiste en completar los 8.848 metros que mide el Everest subiendo una y otra vez la misma montaña, pero nadie ha acabado en España tantísimos como Antxustegi. Hasta 54 acumula, con varios dobles Everesting, un triple Everesting y hasta un cuádruple Everesting, es decir, más de 35.392 metros de desnivel en una misma salida. Fueron 68 horas y 50 minutos dando pedales en Lekoitz. En total, 980 kilómetros.

¿Pero por qué?
Ando en bici de toda la vida y siempre me han gustado los retos personales. He hecho rutas muy largas y muy duras. Me pongo objetivos difíciles para ponerle emoción al asunto. Pero no soy competitivo, no valgo para eso.

"Llegué a competir en aficionados"

«De pequeño jugaba a todo, como se hace en los pueblos pequeños. A frontón, a fútbol, hacía carrera a pie, subía al monte... A los 16 años tuve un accidente, me hice daño en la rodilla y empecé a ir más en bicicleta de carretera. Me gustó y llegué a competir en aficionados, lo que ahora es sub'23. Pero aquí, en el País Vasco, había un nivel increíble. Salíamos 200 tíos y era muy difícil no llegar fuera de control. Yo soy de 1971 y en esa generación estaban Olano, Laiseka, Zarrabeitia, Cuesta, Sagasti... Muchos de los que formaron el primer equipo Euskadi. A mi me costaba mucho», recuerda Antxustegi en conversación con EL MUNDO entre retos.

El año pasado hizo un Everesting cada mes, es decir, 12 Everesting en todo el año. Este 2025 se lo plantea de otra manera. «Tengo ideas, pero no me gusta explicarlas porque yo hago deporte lo más relajado posible. Casi ni lo cuento a la familia. Un día cojo el coche, lo cargo de comida, tortilla de patatas, bocadillos de jamón y subo con él arriba de un puerto para tener avituallamiento. Y a partir de ahí, abajo y arriba, abajo y arriba», cuenta el ciclista aficionado que trabaja como policía local en Durango. Después de dejar la competición, mientras sacaba su plaza como agente, descubrió las Brevet, marchas ciclistas no competitivas de gran fondo y completó muchas de ellas, como la París-Brest-París, la más famosa, de 1.200 kilómetros. Pero necesitaba más. «Nunca he soltado la bici, ahora hago entre 22.000 y 25.000 kilómetros al año. Antes ya hacía retos, pero en 2018 encontré la web de Everesting, vi que se homologaban y empecé con esto. Muchos los he hecho en el País Vasco, pero también en Cantabria, en Navarra...»

Alguna vez, en mitad de un reto Everesting, ha dicho: 'Paro aquí, estoy hasta las narices'.
No, eso no. Sí que alguna vez es desagradable porque se pone a llover, pero intento elegir días de buen tiempo. Hubo una moda de hacer Everesting, con Contador y otros, que no paraban ni a mear y acabaron reventados. Pero yo lo hago sin estrés. Una vez bajé de las 10 horas, pero normalmente tardo entre 12 y 14 horas. Yo voy haciendo, voy haciendo, siempre en modo ahorro. Si me encuentro a alguien y me pregunta cuántas subidas llevo ni lo sé. Me suelo marcar una hora para acabar y ya está.

Desde hace unos años, los desafíos Everesting tienen una empresa detrás que los estandariza e incluso clasifica -hay un ranking mundial- y a partir de este curso habrá competición. Entre el 29 de mayo y el 1 de junio, en Andorra, en la estación de Ordino-Arcalís, varios corredores de trail running buscarán ser los más rápidos en completar esos 8.848 metros. Si en el futuro lo hacen sobre una bici, a Antxustegi, que renuncia a los geles y otras imposiciones de la competición, que no le esperen. «También hay que saber hacer deporte para uno mismo, sin tanta tensión», finaliza.

Vingegaard responde al desafío de Pogacar con una exhibición en el estreno de la temporada

Vingegaard responde al desafío de Pogacar con una exhibición en el estreno de la temporada

La victoria como rutina entre los grandes, que se desafían desde la distancia. Tadej Pogacar contra Jonas Vingegaard en un domingo de extraordinarias clausuras. A mediodía, el esloveno se adjudicó la última etapa del Tour de Emiratos Árabes Unidos, con final en la cima de de Jebel Hafeet, y la clasificación general de la ronda del desierto. Por la tarde, el danés volvió a reencontrarse con las mejores sensaciones y se impuso en la contrarreloj que cerraba la Vuelta al Algarve, victoria y general de la prueba lusa para el líder del Visma. Imposible mejorar el estreno de curso de dos adversarios que volverán a retarse en el Tour de Francia.

Pogacar (26 años), que ya se impuso en la prueba organizada por el país que patrocina a su equipo UAE en las ediciones de 2021 y 2022, firmó otra exhibición con un ataque desde lejos y sumó su triunfo 91, antes del final de la temporada espera alcanzar la centena. Él no se cansa y avisa a sus adversarios que hasta las vísperas del Tour de Francia se centrará en las clásicas de un día. «No disputaré ninguna carrera por etapas hasta el Dauphiné (del 8 al 15 de junio). Hasta entonces, estaré en modo clásicas. Participaré en la mayor parte de ellas», declaró a los micrófonos de la organización, dejando en el aire su posible salida en la París-Roubaix (13 de abril).

El campeón del mundo en ruta atacó a ochos kilómetros de la meta sin la oposición de sus rivales. El italiano Giulio Ciccone fue segundo y el vasco Pello Bilbao, tercero.

Vingegaard, que todavía recuerda la maldita caída del pasado año en el País Vasco, conquistó la Vuelta al Algarve tras vencer en una crono de 20 kilómetros, cuyos últimos 4.000 metros fueron en subida, con meta en el Alto de Malhão. En la etapa, el danés invirtió un tiempo de 28 minutos y 25 segundos, 11 segundos menos que su compañero Wout Van Aert y 15 menos que el italiano Antonio Tiberi. Primoz Roglic estuvo flojo y terminó decimosegundo, a 50 segundos de Vingegaard. En la general, el jefe de filas del Visma aventajó al portugués Joao Almeida y al belga Laurens De Plus.

"Ha sido un día muy bueno para mí y para el equipo. Estoy muy feliz y orgulloso de mi rendimiento. Mi hija me dijo esta mañana que tenía que ganar y esto me ha dado fuerza", apuntó Vingegaard tras el triunfo.

Por otra parte, el francés Pavel Sivakov, compañero de Pogacar en el UAE, ganó la Vuelta a Andalucía, cuya última etapa se anotó el vizcaíno Jon Barrenetxea (Movistar).