Alcaraz sufre un sofoco para ganar a Fognini en su debut en Wimbledon

Alcaraz sufre un sofoco para ganar a Fognini en su debut en Wimbledon

En las horas previas, Fabio Fognini reconocía que le había tocado la lotería. A sus 38 años, en su última temporada como profesional, se despediría de Wimbledon en su pista central y ante el vigente campeón, Carlos Alcaraz. Una suerte para el tenista veterano, siempre tan artista y tan polémico. Un regalo para su hijo, Federico, de ocho años. "No iba a venir a verme aquí a Londres, pero al final ha viajado conmigo porque me tocó debutar contra Carlos. Es su ídolo, pero le he dicho que no se lo diga", admitía un Fognini ya de vuelta de todo.

Noveno del ranking mundial en 2019, campeón en Montecarlo aquel año después de derrotar a Rafa Nadal, el huracán de Jannik Sinner había hecho que su adiós pasase desapercibido incluso en la prensa italiana, pero el azar le dio el gusto. Este lunes lo iba a disfrutar, vaya si lo iba a disfrutar. En uno de sus últimos bailes, le amargó el debut a Alcaraz, que tuvo que sudar para derrotarle en cuatro horas y 37 minutos de juego (7-5, 6-7 [5], 7-5, 2-6, 6-1).

Bajo un calor agobiante, con más de 30 grados en Londres, Fognini sorprendió con su arma de siempre, una muñeca prodigiosa, y la tranquilidad de quien ya ha ganado todo lo que tenía que ganar. Desde el primer punto Alcaraz estuvo incómodo, inexacto con su saque e incluso agobiado, pero finalmente sacó el triunfo. En el quinto y último set, después de un paso por los vestuarios, templó sus ánimos para dominar por fin a su rival.

Un serio aviso

En lo que queda de torneo, que es mucho, el actual número dos del mundo ya no pecará de confianza. De hecho en el próximo escalón, en segunda ronda, se medirá a otro rival extraño, el local Oliver Tarvet, el 733 del mundo, en su debut como profesional, y ya está avisado. Pese a su reciente éxito en Roland Garros, pese a su genial adaptación a la hierba en Queen's, tenga a quien tenga delante esto es un Grand Slam y no hay victoria sencilla.

"Con este nivel que no se retire, que juegue hasta los 50 años", se quejaba Alcaraz a su equipo en pleno partido. Los geniales golpes de Fognini le desesperaron porque no los esperaba. A ratos se entretenía con los intercambios, incluso divirtiéndose. Pero la mayor parte del tiempo lamentaba tener que emplearse al máximo y más allá en una fase tan temprana del Grand Slam. Hasta que en el último set se encontró, se motivó y se concentró, hubo fases extrañas del partido.

TOLGA AKMENEFE

Y eso que hasta la segunda hora, el encuentro transcurría por los raíles habituales Después de resolver el primer set con apuros, en el segundo Alcaraz ya contaba con un break de ventaja y el camino se despejaba. Por físico e incluso motivación, Fognini podría haber desconectado entonces. Ya había ofrecido espectáculo al público y recuerdos de sobras para su hijo. Pero no lo hizo, más bien todo lo contrario.

"no sé por qué se retira"

En lugar de ceder el encuentro, siguió insistiendo con su juego pausado, sacando con maestría, dominando intercambios, luciéndose en la red y remontó. Una y otra vez, Alcaraz recurría a la dejada para agotarle, pero no le dominaba de ninguna otra manera. En el tie-break de ese segundo set, raro en él, el español apareció nervioso y cometió una serie de errores que le costaron el periodo. Iba a ser un triunfo sencillo y ya no lo era. Entonces llegó el agobio.

En el tercer set, Alcaraz portaba otra gestualidad y en el cuarto set, asfixiado por la situación y por la temperatura, se sumergió en un mar de errores. También era mérito de Fognini, que seguía siempre a lo suyo, jugón y fresco. De alguna forma, con las cuatro horas marcadas en las pantallas, se abrió el abismo de la eliminación ante el número dos del mundo. Pero en el quinto set ya no hubo color. Pese a una interminable interrupción porque un aficionado sufrió un golpe de calor, Alcaraz sumó su primera victoria en Wimbledon, un triunfo mucho más sudado de lo esperado. En su gira de despedida, Fognini y su show lo llevaron hasta el límite.

Al acabar, el italiano pidió a Alcaraz la camiseta para su hijo, Federico, y se marchó lanzando besos al público de la pista central. "Para ser sincero, no sé por qué se retira. Podría seguir jugando durante tres o cuatro años. Le tengo que dar todo el mérito de este gran partido. Fabio es un jugador maravilloso, tiene un talento enorme. Estoy triste porque es su último Wimbledon", comentó el español, agotado, de camino a los vestuarios.

Alcaraz, un campeón sobre hierba de un país sin pistas de hierba: "Me reuní con el encargado de Wimbledon y me dijo que aquí era imposible que aguantase nada"

Alcaraz, un campeón sobre hierba de un país sin pistas de hierba: “Me reuní con el encargado de Wimbledon y me dijo que aquí era imposible que aguantase nada”

En el verano de 2023, justo antes de ganar su primer Wimbledon, Carlos Alcaraz se entrenó en las pistas de atletismo Monte Romero, en el campus de la Universidad de Murcia. ¿Quería mejorar sus sprints sobre el tartán? ¿Quería fortalecer sus golpes lanzando jabalinas? Nada de eso. Alcaraz sólo buscaba pisar hierba natural, correr sobre hierba natural, saltar sobre hierba natural y el campo central del recinto era el lugar más cercano a su casa para hacerlo. Su éxito en Roland Garros en los dos últimos años ha reducido su calendario y su preparación sobre el verde se ha centrado en el ATP 500 de Queen’s, pero aquellas sesiones en Murcia subrayan la rareza: en Wimbledon domina un tenista de un país donde apenas hay pistas de hierba natural.

Si avanza a partir de su debut hoy ante Fabio Fognini (14.30 horas, Movistar) y el próximo 13 de julio Alcaraz logra su tercer título consecutivo, se convertirá en el español más laureado en el Grand Slam inglés y creará una tradición prácticamente de la nada. "La hierba es para las vacas", proclamaba Manolo Santana, campeón en 1966. Y empieza a no ser así. Aunque tampoco parece que se vaya a convertir en la superficie favorita para los españoles.

El milagro de Mallorca

"En España el mantenimiento de las pistas de hierba es especialmente difícil. Se necesita más agua, más cuidados, es un proceso costoso. Para nuestras pistas viene un experto de Wimbledon, que lo supervisa todo", cuenta Benito Pérez Barbadillo, responsable de comunicación del ATP 250 de Mallorca finalizado este sábado -con Tallon Griekspoor campeón-, un oasis de hierba en el desierto de tierra batida y cemento que es España. Gracias al torneo, en el Mallorca Country Club sobreviven las únicas seis pistas de hierba natural que hay en todo el país.

Hace una década el circuito ATP decidió separar una semana más Roland Garros de Wimbledon y eso abrió la opción de crear nuevos torneos. El grupo alemán E|motion, que ya había alquilado el antes llamado Tennis Country Club Santa Ponça para una competición WTA, creyó que era una buena oportunidad y de ahí el milagro de que actualmente haya algo de tenis sobre hierba en España. "Muchos jugadores prefieren quedarse entrenando en Wimbledon, pero los que necesitan ritmo de partidos aprecian mucho poder venir a Mallorca. En Inglaterra la lluvia es impredecible y puede afectar a tu preparación; aquí eso no pasa. El problema es que nos cuesta atraer a empresas españolas. Es nuestro reto. Casi todos los patrocinadores son alemanes o del circuito ATP", expresa Pérez Barbadillo, que ha visto en las distintas ediciones del torneo mallorquín a Novak Djokovic -en dobles-, Daniil Medvedev o Stefanos Tsitsipas.

Dos experimentos fallidos

Antes de que se creara el Mallorca Championships, España había estado muchos años sin una sola pista de hierba natural y varios experimentos habían fracasado. En 1994, por ejemplo, el Real Club de Tenis López-Maeso de Madrid inauguró sus pistas verdes con un evento de veteranos donde estuvieron Björn Borg, Ilie Nastase, Guillermo Vilas, José Luis Clerc o el propio Santana. La idea era atractiva: había una pista de DecoTurf, la superficie dura del US Open, y otra de hierba Wimbledon. Pero el coste superó al beneficio. La construcción costó 10 millones de pesetas, se necesitaron tres intentos para que la hierba se asentase y un par de años más tarde se abandonó la apuesta.

Las pistas del Villanueva Golf.

Las pistas del Villanueva Golf.E.M.

En 2014, otro caso, el Villanueva Golf de El Puerto de Santa María inauguró tres pistas de hierba natural y la propuesta duró todavía menos. El ambiente de Wimbledon que se creó alrededor -sólo se podía jugar de blanco, se vendían fresas...- no logró atraer a los clientes necesarios para asumir el mantenimiento.

Antes que Alcaraz

"Fui a Wimbledon, me reuní con Neil Stubley, el head groundskeeper del Grand Slam, el encargado de la hierba del torneo, y me dijo que en Cádiz no aguantaría el césped, que era muy árido, que era imposible. Hicimos una mezcla distinta del raigrás, el césped inglés, y lo teníamos impecable. Necesitaba su agua, su cóctel, su mantenimiento, pero atraía a mucha gente, especialmente turistas. Por desgracia, la dirección de las instalaciones decidió cerrar las pistas", rememora Oliver Günther, impulsor del proyecto gaditano que incluso planeaba la creación de un torneo Challenger en el lugar. Tanto el Real Club de Tenis López-Maeso de Madrid como el Villanueva Golf se ofrecieron a los tenistas españoles para sus entrenamientos, pero pocos se interesaron.

Antes de Alcaraz, sólo Santana, Conchita Martínez (1994), Nadal (2008 y 2010) y Garbiñe Muguruza (2017) habían vencido en Wimbledon y, de hecho, apenas cinco más habían levantado otros trofeos. En Eastbourne vencieron Andrés Gimeno y Feliciano López -también doble campeón en Queen's-, en Newport celebró Arantxa Sánchez Vicario y en Hertogenbosch, David Ferrer y Roberto Bautista. Nada más. En Wimbledon domina un tenista de un país donde apenas hay pistas de hierba natural. Menuda rareza.

"El Rey, Pau y Nadal, los tres tíos más importantes de España": Pau Gasol revoluciona San Roque con su torneo benéfico

“El Rey, Pau y Nadal, los tres tíos más importantes de España”: Pau Gasol revoluciona San Roque con su torneo benéfico

Ángel Hidalgo, el jugador que hace un año sorprendió al mundo en el Club de Campo Villa de Madrid, derrotando en un desempate al mismísimo Jon Rahm, ha vuelto a ser protagonista. Esta vez en uno de los salones de Hacienda Golf Links, donde el domingo se coronó junto a su equipo como el gran vencedor de la primera edición del Gasol Foundation Golf Invitational. "El Rey, Pau Gasol y Rafa Nadal, los tres tíos más importantes de España", gritó Hidalgo mientras el salón, con cerca de 300 participantes, estallaba en una ovación atronadora, la más ruidosa de todo el fin de semana.

Probablemente la reacción de la gente es el reflejo de una sociedad hastiada del día a día de la política, que ha encontrado en los deportistas a sus verdaderos referentes. Porque Gasol y Nadal no sólo son embajadores de nuestro país. Son también personas normales que han compartido una fin de semana con amigos y patrocinadores por una buena causa. EL MUNDO estuvo allí como testigo privilegiado de la histórica primera edición de un evento que es ya referencia y que ha recaudado una suma importante para pelear contra la obesidad infantil. "Queremos seguir creciendo en el impacto de los hábitos saludables de los niños", asegura Gasol.

Sólo 250 privilegiados disfrutaron durante tres días del renovado resort Hacienda Golf Links y el casi recién inaugurado hotel Fairmont La Hacienda, entre la Línea de la Concepción y San Roque. En el grupo, deportistas, celebridades y empresarios más importantes, todos reunidos en torno a la figura de Pau Gasol, cansado pero feliz, que hace balance de una primera edición que ha superado todas las expectativas. Tanto él como su mujer Catherine han sido los anfitriones perfectos, pendientes de cada uno de los participantes. Da igual que tuvieras 22 majors como Nadal o una mediana empresa del mundo de los helados.

De Augusta a The Players

Nadal quiso dejar toro el protagonismo a su gran amigo Pau, en una esquina del salón, junto a su mujer Xisca, su amigo de toda la vida Tomeu, o su jefe de prensa. Seguía discretamente la presentación del evento en el cóctel del jueves por la noche. Entre foto y foto, el tema estrella de conversación era el golf. Rafa confesaba no echar nada de menos el tenis. "Comencé a jugar al golf porque era el único deporte que podía practicar sin riesgo de lesión", y ahora lo disfruta siempre que puede. En un corrillo con algunos de los golfistas profesionales comentó su reciente viaje a Augusta National con Ana Patricia Botín o al TPC de Sawgrass, sede del The Players invitado por el PGA Tour. Rafa está encantado en Hacienda Golf Links, de hecho fue el lugar escogido hace solo unos meses para preparar su retirada en la Copa Davis y de paso organizar una "Ryder Cup" con sus mejores amigos.

El salón era un devenir de leyendas e hitos; te movías a la derecha y cruzabas con el internacional Álvaro Morata, un poco más adelante, Luis Milla, el futbolista del Getafe, o Marcos Alonso, del Celta de Vigo, o el ex-delantero del Athletic Aritz Aduriz. Rudy Fernández disfrutaba de uno de sus primeros eventos como golfista, junto a su mujer Helen Lindes, también haciendo sus pinitos en el golf. El chef José Andrés se paseó durante todo el fin de semana repartiendo puros. Los golfistas más veteranos Manuel Piñero o Marta Figueras-Dotti, leyendas de nuestro golf, junto a Álvaro Quirós o Gonzalo Fernández-Castaño tampoco quisieron perderse el torneo y poner su granito de arena en la lucha contra la obesidad infantil. Los más jóvenes, Adri Arnaus, Ángel Ayora o Hidalgo, alucinaban con la sencillez y naturalidad de Gasol y Nadal. "Me preguntó ayer qué tal había ido la ronda", sorprendido nos contaba Hidalgo sobre su encuentro con Nadal. En otro rincón, tampoco quiso perderse el torneo el torero Manuel Escribano, junto a su pareja la modelo Laura Sánchez, horas antes de su encerrona ante seis victorinos en Alicante.

"Nos conocimos hace 22 años", Gasol tira de memoria para recordar su primer encuentro con Rafa. "Tenía 15 años y yo 23 y coincidimos en un evento de Nike en Barcelona, me dijeron que era una futura promesa del tenis, era tímido, callado", continúa con el relato. "Luego nos fuimos conociendo más a medida que fui a Roland Garros, he estado en 11 de sus 14 finales, y él en muchos de mis momentos especiales. Somos muy buenos amigos y su presencia aquí es refrendo de esta amistad".

Rudy Fernández, en uno de los 'greens'.

Rudy Fernández, en uno de los 'greens'.Gasol Foundation

"Lo hablamos hace unos meses", comenta Nadal, "conseguimos cuadrarlo en la agenda y estoy apoyando a Pau y su Fundación. Las personas que hemos tenido la suerte de tener una vida privilegiada y de vivir mejor de lo que hubiéramos soñado, no sólo tenemos que contribuir, sino inspirar a que otros lo hagan", sentencia Rafa en su primer día como marqués de Llevant de Mallorca.

-"Buenos días señor marqués", bromeaba Pau. "Mi primer día como marqués ha sido igual que el anterior", respondía Rafa, aunque ya en tono serio evaluaba positivamente la distinción. "Me hace mucha ilusión y estoy muy agradecido al Rey".

Nerviosas, Paula Martín, flamante reciente ganadora del Women's Amateur, y Andrea Revuelta, otra de las perlas de la cantera, han sido las agraciadas y jugarán los primeros 18 hoyos formando equipo con la dupla histórica Gasol-Nadal. "Ha sido una experiencia increíble, y he aprendido mucho, en mi vida hubiera soñado estar aquí", resumía Paula. "No dudamos ni un segundo, estamos rodeadas de gente que nos inspira", destacaba Revuelta. Ambas estudian en Stanford, la prestigiosa universidad americana muy cerca de donde vive Pau. Fue precisamente Gasol quien contactó con ellas para compartir esta experiencia.

"Algo que sea muy especial"

Morata jugó 18 hoyos con Aduriz. "Los dos somos delanteros y se nota, nos hemos tirado a por todas las banderas", bromeaba. "Estoy bien y si me necesitan para la selección ahí estoy, puedo fallar como lo hice el otro día, pero soy español y de los más españoles que hay", no eludía el delantero del Galatasaray ninguna cuestión. Al lado guardaba sus palos Juanma Morales, conocido empresario que se postuló para presidente de la Real Federación Española de Fútbol. Muy cerca del ex-futbolista Miguel Ángel Ferrer Mista.

Sin duda es esta la época de los eventos golf, recientemente Nadal fue protagonista en Mallorca de la Batalla de las estrellas, Bernd Schuster también organizó el suyo en Salamanca y Pep Guardiola reunió a un selecto grupo de amigos en el PGA de Cataluña. Gasol mira ya a los grandes eventos que se celebran en Estados Unidos como los proams de celebridades donde la estrella de los Lakers ha tomado parte. "Me gustaría que el evento fuera como un major, algo que sea muy especial y de lo que todo el mundo quiera formar parte", explica.

Los comentarios de todos fueron unánimes, la organización es perfecta; de la mano de la agencia ASG liderada por Pablo Neira. Un despliegue de flota de coches de cortesía están pendientes de los participantes, en el lujoso Fairmont cuidan todos los detalles y miman a cada uno de los participantes y la calidad del campo de Hacienda Golf Links rivaliza con unas espectaculares vistas sobre el peñón y el mar, son postales únicas que no se pueden ver en ningún otro lugar del mundo. "Hemos puesto el listón muy alto", reconoce Gasol, satisfecho.

José Andrés, en un carrito, camino de un hoyo.

José Andrés, en un carrito, camino de un hoyo.Gasol Foundation

A última hora aparece Ron Artest, su nombre de nacimiento o Metta World Peace (Mega Paz Mundial, como decidió rebautizarse durante un tiempo). Sus dos metros y corpulencia no pasan desapercibidos: jugó 19 temporadas en la NBA, donde coincidió en los Lakers con Gasol. Artest es tristemente conocido por protagonizar la pelea más salvaje en la historia, cuando defendía la camiseta de Indiana y se enzarzó en una reyerta, subiendo a la grada y repartiendo maporrazos con quien se cruzaba en su camino. Le sancionaron durante 86 partidos. Metta vestido con ropa deportiva se paseaba entre los diferentes grupos de participantes en el cóctel de entrega de premios con una copa de champán en la mano. "Hola qué tal, soy Metta, de Estados Unidos", se presentaba tendiendo la mano". Todo un personaje.

Durante el fin de semana, una subasta contribuyó a recaudar más dinero para la causa, desde unas entradas para ver a los Lakers en primera fila, hasta una raqueta de Carlos Alcaraz o Nadal o una camiseta de Pau Gasol con la posibilidad de jugar 18 hoyos con la estrella española, fueron los artículos más demandados.

Los resultados deportivos fue en este caso lo de menos. Pau reconocía que lo más importante es haber cerrado una primera edición con un éxito rotundo. "La gente ha disfrutado, han hecho conexiones y han vivido una experiencia única". El torneo tendrá continuidad y se postula como uno de los grandes eventos sociales y deportivos que será una referencia cada año. Mientras llega la segunda edición y gracias al empuje de la primera, la Fundación Gasol podrá seguir contribuyendo a hacer que la vida de nuestros niños sea un poco más saludabl

Tres títulos y 18 victorias consecutivas: ¿Alguien puede detener a Carlos Alcaraz?

Tres títulos y 18 victorias consecutivas: ¿Alguien puede detener a Carlos Alcaraz?

Si los números son arrolladores, la impresión que transmite en pista, es, si cabe, aún más intimidatoria. Da la impresión de que Carlos Alcaraz en ocasiones gana incluso sin proponérselo. «No venía aquí con demasiadas expectativas», dijo a pie de pista, en el Andy Murray Arena, tras imponerse al checo Jiri Lehecka por 7-5, 6-7 (5) y 6-2, para vencer nuevamente en Queen's, como ya hizo en 2023, y hacerse con su tercer título consecutivo, quinto del año, vigésimoprimero en su carrera.

Lejos de quedarse en una plataforma de lanzamiento de cara a Wimbledon, donde a partir del 30 de junio buscará su tercera corona consecutiva, el coqueto ATP 500 de la capital británica sirvió para constatar la suficiencia con la que el número dos del mundo (las jerarquías, de momento, mienten, o al menos engañan) se maneja sea cual sea el escenario y el oponente.

Desde que perdiera ante Holger Rune el 20 de abril en la final del Conde de Godó, limitado por los problemas físicos sufridos en el último set, por los que decidió después no jugar el Masters de Madrid, Alcaraz ha encadenado 18 victorias consecutivas. Fue campeón en Roma y en Roland Garros, en ambos casos con Jannik Sinner como víctima, y ha vuelto a demostrar en Queen's una asombrosa naturalidad en la adaptación al cambio de superficie. No se trata sólo de la destreza con la que se mueve y de la eficacia con uno de los golpes con los que presenta mayor margen de mejora, como es el servicio, sino también de una mentalidad prestamente ajustada a las nuevas demandas.

Sin lagunas mentales

Si en París, antes de hacer cumbre en una final que agotó los mejores calificativos, pasó por algún trance incómodo por no refrendar las roturas de servicio, como le sucedió ante Lorenzo Musetti en semifinales y frente al propio Sinner, en Londres ha sido muy consciente a la hora de poner en valor el peso de hurtar el saque a sus adversarios y la delgada línea en la que pueden decidirse los partidos en un terreno tan resbaladizo.

Si algo se le puede aún discutir a este tenista de 22 años que ya cuenta con cinco títulos del Grand Slam es, ocasionalmente, la falta de constancia en su juego, ocasionada en gran medida por un legítimo sentimiento de superioridad sobre sus adversarios. Aunque pudiera sorprender, todavía se encuentra en un proceso de aprendizaje, y la hierba le ayuda a ser mejor tenista, a limar esas pequeñas lagunas mentales.

Alcaraz festeja su título en Queen's con los recogepelotas del torneo.

Alcaraz festeja su título en Queen's con los recogepelotas del torneo.AFP

Ante Lehecka, en una final que tal vez hubiera resuelto en dos sets de no mediar la doble falta que acabó por costarle el desempate del segundo, exhibió más aces que nunca en su carrera, 18, y ganó 21 de los 29 puntos jugados con su segundo saque, el 72%. Nunca perdió el hilo de un partido en el que eligió con mimo y acierto entre su inmenso repertorio, sacrificando la brillantez mostrada en semifinales ante Roberto Bautista.

Frente a la relativa insignificancia de los triunfos de Taylor Fritz en Stuttgart, Gabriel Diallo en Hertogenbosch y Alexander Bublik en Halle, y a la espera de lo que suceda esta semana en Mallorca y Eastbourne, la autoridad mostrada por Alcaraz en Queen's le pone algunos cuerpos por encima del resto para Wimbledon. Doble cuartofinalista, Fritz es entre los citados quien más lejos llegó con anterioridad en el All England Club. A la espera de un improbable renacer de Djokovic, que descansa desde las semifinales de París, y con Sinner, superado por Bublik en octavos de Halle y aún convaleciente de los tres match points que se le escaparon en la final de Roland Garros, resulta difícil vislumbrar quién pueda detenerle.

Alcaraz replica la crecida de Lehecka, gana en Queen's su quinto título del año y fortalece su candidatura para Wimbledon

Alcaraz replica la crecida de Lehecka, gana en Queen’s su quinto título del año y fortalece su candidatura para Wimbledon

Llegará un día, seguramente aún lejano, en el que torneos como Queen's serán solo un pequeño trampolín para Carlos Alcaraz, un lugar donde ponerse a punto, con la posibilidad de dejarse ir y guardar fuerzas para aquello que realmente importa. Con 22 años recién cumplidos y una energía rebosante, el español lo quiere todo. Y lo quiere ahora. Este año ha ganado cinco de los 10 torneos disputados, perdió la final del Conde de Godó ante Holger Rune, hizo semifinales de Indian Wells ante Jack Draper, cuartos frente a Novak Djokovic en Australia y Jiri Lehecka en Doha y derrota en el estreno frente a David Goffin en Miami.

Su victoria por 7-5, 6-7 (5) y 6-2, en dos horas y 18 minutos, frente a Lehecka (uno de los cinco jugadores que había osado derrotarle en 2025) este domingo en Queen's, le da el vigésimoprimer título de su carrera, además de fortalecer su candidatura para ganar Wimbledon por tercer año consecutivo. También campeón en Queen's en 2023, cuenta sus finales en hierba por victorias: cuatro de cuatro. En un duelo de considerable exigencia, se mostró de nuevo solvente a la hora de manejar el vocabulario de la superficie. Incluso ganó un juego en blanco, el cuarto del segundo parcial, con cuatro saques directos. Completó 18, su récord personal tras los 15 establecidos en la semifinal frente a Roberto Bautista.

Lehecka es un buen tenista que, condicionado por las lesiones, demora su ingreso en el lugar jerárquico que le correspondería. Es también un jugador algo robótico, al que le falta alma. Saca bien, golpea duro y plano de ambos lados, tiene un swing corto y suele mirar hacia delante, características que le favorecen en superficies rápidas, donde ha ganado sus dos únicos títulos, ambos ATP 250, en Adelaida, en 2024, y en Brisbane, en el inicio del curso.

Paciente

Tras contar con una pelota de break en el quinto juego, solventada por el checo con un saque directo, Alcaraz supo esperar su momento. Gritó "¡Vamos!" cuando apareció la segunda, con el primer parcial igualado a cinco. Ésta sí, jugada y convertida, merced a una derecha a la red de Lehecka. Refrendó con el servicio y puso el 7-5. Su amplia gama de recursos convierte al español en un tenista imprevisible. Siempre parece contar con un arma escondida, de la que hará uso cuando sea necesario.

A diferencia de la tierra batida, la hierba no consiente distracciones. Lo sabe Alcaraz, cuyo grado de implicación es constante. Pese a ello no pudo evitar una doble falta con 5-5 en el desempate del segundo, que le costó el set, en plena crecida del checo. No se lo acabó de creer Lehecka, quien concedió pronto su saque, en el cuarto juego del tercer parcial y ya no encontraría billete de vuelta.

También campeón en Roland Garros, Roma, Montecarlo y Rotterdam, Alcaraz se presentará en Wimbledon con 18 victorias consecutivas y una readaptación inmediata a una superficie donde se mueve como los ángeles. ¿Habrá alguien capaz de detenerle?

Un 'herbívoro' Alcaraz se exhibe ante Bautista y jugará contra Lehecka en Queen's su quinta final consecutiva

Un ‘herbívoro’ Alcaraz se exhibe ante Bautista y jugará contra Lehecka en Queen’s su quinta final consecutiva

Carlos Alcaraz perdió su último partido ante Holger Rune el pasado 20 de abril, en la final del Conde de Godó. Desde entonces, suma 17 victorias consecutivas, las que corresponden a su primer título en el Masters 1000 de Roma, donde venció en la final a Jannik Sinner, a la revalidación de su corona en Roland Garros, donde volvió a derrotar al italiano en la final de las finales, y a sus cuatro triunfos hasta plantarse también en la final del ATP 500 de Queen's, donde este domingo (15.00 h., Movistar) buscará ante Jiri Lehecka su segundo título, tras imponerse en semifinales a Roberto Bautista por 6-4 y 6-4, en una hora y 29 minutos.

En 2023, en su debut en el torneo londinense, estuvo a punto de irse a la calle de entrada ante Arthur Rinderknech, el mismo a quien derrotó cómodamente en cuartos en esta edición. Entonces, algún consumado especialista televisivo comentó que le costaría años aprender a desenvolverse con éxito sobre hierba. Pocos días después de llevarse el trofeo en Queen's, derribó el imperio de Novak Djokovic y ganó el primero de sus dos títulos de Wimbledon. El 30 de junio abrirá el torneo en la Central del All England Club en busca del tercero. Nadie es más favorito que él para alzar la copa.

Una rotura en el tercer juego fue suficiente renta para que el murciano se llevara el primer set ante Bautista en un partido que gobernó desde el inicio, apoyado en la eficacia de su servicio (15 saques directos), en el resto y en su destreza en la red (12 de 15 en sus aproximaciones). El lenguaje de Alcaraz es universal. Una de sus recetas clásicas, ya exhibida de nuevo en Roland Garros, va aún más cargada de pimienta en la hierba. Se trata del servicio angulado que le permite abrir pista después con su derecha o, si fuera preciso, como lo fue en la última pelota del parcial, sellar con una volea baja cruzada de revés sin nada que envidiar al mejor de los especialistas.

Un adversario ejemplar

A sus 37 años, Bautista ha perdido jerarquía, pero no pasión. Pocos jugadores en los últimos tiempos han demostrado semejante cariño y dedicación por lo que hacen. En primera ronda salvó un punto de partido ante Nuno Borges y ha transitado por el torneo superando complicaciones. Siempre fue un tenista contracultural en el modelo español, alguien más capaz en superficies veloces que sobre arcilla. Semifinalista de Wimbledon en 2019, ganó en la hierba de Hertogenbosch en 2014 y disputó la final en Mallorca en 2022, también sobre pasto. Cuenta con 12 títulos ATP, el más reciente en Amberes, bajo techo, dos años atrás.

Los tres lustros de diferencia entre ambos y el mayor castigo con el que llegó Bautista, tras un duro partido frente a Rune, influyeron en el desarrollo de su tercer duelo, que tuvo el mismo vencedor que los dos precedentes. Alcaraz caminó con más holgura que la que dictaba el marcador. El break en el quinto juego del segundo set, tras encadenar una secuencia diabólica de derechas, le proyectó definitivamente hacia el partido definitivo, aunque hubo de salvar una bola de rotura en el octavo juego.

Campeón también en Rotterdam y Montecarlo, buscará su quinto título de 2025, vigésimoprimero de su carrera, ante Lehecka, 30º, que sorprendió a Jack Draper, segundo favorito, por 6-4, 4-6 y 7-5, para desconsuelo de la afición británica. Están 1-1 en el cara a cara, con triunfo del checo en el cruce más reciente, este año, en cuartos de Doha.

Carlos Alcaraz iguala la mejor racha de su vida para entrar en semifinales de Queen's

Carlos Alcaraz iguala la mejor racha de su vida para entrar en semifinales de Queen’s

Actualizado Viernes, 20 junio 2025 - 19:18

Carlos Alcaraz ofreció un convincente ejercicio de eficiencia para batir al francés Arthur Rinderknech y meterse en las semifinales de Queen's, donde el sábado se medirá a Roberto Bautista o Holger Rune. El flamante campeón de Roland Garros se impuso en 80 minutos sobre la hierba londinense y ahora se perfila otra vez como máximo candidato para reeditar el título conquistado en 2023. Cada día, cada ronda, su tenis gana enteros sobre las particulares condiciones de esta superficie. [Narración y estadísticas (7-5, 6-4)]

Fue la cuadragésima victoria de Alcaraz en 2025, la decimosexta consecutiva, su mejor racha como profesional. "No me siento invencible. Obviamente, las victorias me dan confianza. Ahora mismo, mi confianza está muy alta y es algo que siento en la pista. Me estoy moviendo bien, estoy golpeando muy limpio a la pelota", afirmó tras el triunfo, el décimo consecutivo sobre hierba.

Una actuación sin apenas resquicios para la duda ante el número 80 del mundo, un rival incómodo, gracias a su potente y preciso juego al servicio, que sólo cedió dos veces en el partido. Sin embargo, Alcaraz siempre encontró el modo de evidenciar su jerarquía. Cada día parece más convencido de emular el hito de Feliciano López, el único español capaz de sumar dos títulos en Queen's (2017, 2019).

Un 'winner' para cerrar el primer set

"Arthur tiene un gran servicio y es un jugador complicado en esta superficie. Sabía que hoy no habría intercambios tan largos", analizó sobre su plan de juego y el cansancio acumulado en la víspera, cuando debió emplear más de tres horas ante Jaume Munar.

El momento más crítico para el flamante campeón de Roland Garros llegó en el décimo juego del primer set, cuando Rinderknech se colocó con 5-4 y 0-30. Justo ahí afloró el mejor tenis de Alcaraz, que no sólo salió del atolladero, sino que consiguió el break en el undécimo juego. Tras un winner con su derecha, para abrochar el set point, obsequió a la concurrencia con un atronador "Vamos".

En el segundo set, le bastó un break en el quinto juego para constatar su superioridad. "Ojalá pueda extender la racha. Estoy feliz con ello y concentrado en intentar hacer mi mejor tenis", subrayó tras la victoria, tras la que disputará la 39ª semifinal de su asombrosa carrera.

Alcaraz se atrinchera para ganar a Munar y llegar a cuartos de final de Queen's

Alcaraz se atrinchera para ganar a Munar y llegar a cuartos de final de Queen’s

La emboscada pilló desprevenido a Carlos Alcaraz, demasiado temprano, ante un rival inesperado: todo fue una sorpresa. En uno de los mejores momentos de su carrera, Jaume Munar le planteó una complicada batalla y casi le cuesta la eliminación del ATP 500 de Queen’s. Al final, Alcaraz venció por 6-4, 6-7 (7) y 7-5 en tres horas y 23 minutos y este viernes se enfrentará en cuartos de final al vencedor del duelo entre Reilly Opelka y Arthur Rinderknech. Después quién sabe, ya cayeron eliminados favoritos como Taylor Fritz, Alex de Miñaur, Ben Shelton, Francis Tiafoe o Jakub Mensik, y parece que lo peor ha pasado.

Fue un partido extraño, de eso no hay duda. Hubo intercambios geniales entre ambos, desde el fondo, como en tierra batida, y hubo errores raros en momentos decisivos. Con las piernas cansadas de su gesta en la final de Roland Garros ante Jannik Sinner, por la noche Alcaraz recordará las bolas de partido que desaprovechó en el tie-break del segundo set, una de ellas por una doble falta.

Cuando lo haga, eso sí, podrá consolarse con los fallos de su adversario. De hecho, el primer set se decantó por un juego en el que Munar encadenó tres dobles faltas consecutivas y ya no pudo remontar. El partido entero parecía desigualado por ese mal rato, pero el que fuera ahijado de Rafa Nadal supo arreglarlo. Con lucha y su derecha, Munar fue envolviendo a Alcaraz en un nube densa y al actual número dos del mundo le faltaron ideas.

Durante muchos minutos intentó dominar los intercambios, pero se le notaba el cansancio de París. Sus errores en el tie-break, precisamente allí donde nunca erra, fueron el mejor ejemplo. Después, en el tercer set, supo imponer su experiencia, más templado, con más variantes en su juego, para levantarle a Munar un 'break' en contra y presionarle en el momento justo para resolver la pelea sin necesitar otra muerte súbita.

Alcaraz vence en su debut en Queen's y confirma que llega más fresco que nunca a la hierba

Alcaraz vence en su debut en Queen’s y confirma que llega más fresco que nunca a la hierba

El pasado sábado, a su llegada a Londres, Carlos Alcaraz valoraba su ya tradicional escapada a Ibiza entre Roland Garros y Wimbledon. "Este año me lo he tomado con más tranquilidad. Han sido tres días de descanso, más que suficiente, pero solo salí por la noche uno de ellos. Los otros dos, a medianoche estaba en la cama, me hago mayor, el cuerpo ya no me da", comentaba y pocos le creían. A sus 22 años, después de la remontada de todas las remontadas ante Jannik Sinner en París, en uno de sus escasos momentos de diversión... ¿Pronto a la cama? Sonaba inverosímil. Pero visto lo visto en pista seguramente fue cierto.

Si el año pasado la fiesta le llevó a una eliminación temprana en el ATP 500 de Queen’s, el torneo previo al Grand Slam londinense, esta vez parece fresco, concentrado, preparado. Este martes, en su debut, completó un ejercicio de madurez para vencer al australiano Adam Walton por 6-4 y 7-6(4) en una hora y 42 minutos de juego. Quizá no fue tan brillante, pero fue serio.

Hasta la hipotética final de Wimbledon del próximo 13 de julio queda casi un mes, muchos entrenamientos y hasta 12 partidos, pero las sensaciones son notables. Entre sus deberes, los habituales en estas fechas: adaptarse a la velocidad de la bola sobre la hierba y mejorar su confianza en los movimientos. Sus fortalezas son muchas más. Ante Walton, Alcaraz exhibió solidez en el saque, su derecha funcionó como en Roland Garros y, sobre todo, no hubo ni rastro de cansancio. En los dos sets sólo concedió un par de opciones de rotura, al final, y las salvó para llevarse el periodo en el tie-break.

Pese a ser un ‘lucky loser’, un tenista que venía de perder en el torneo clasificatorio, Walton jugó como debía en hierba y no fue un adversario sencillo. Saque y volea, estilo clásico. El rival de Alcaraz debía ser : vence en su debut en Queen's, el segundo español en el ranking ATP, pero una indisposición de última hora le obligó a ceder su plaza. En la próxima ronda el español se enfrentará al vencedor del duelo entre Jordan Thompson y Jaume Munar.

¿Y ahora qué, Alcaraz? Tres días en Ibiza y vuelta al trabajo en Londres: "Que se divierta, pero que recuerde que es tenista"

¿Y ahora qué, Alcaraz? Tres días en Ibiza y vuelta al trabajo en Londres: “Que se divierta, pero que recuerde que es tenista”

Una gesta como la remontada ante Jannik Sinner en la reciente final de Roland Garros debería suponer para Carlos Alcaraz unas semanas de vacaciones, quizá un mes, incluso dos meses, pero nada más lejos de la realidad. Ahora goza de cierto tiempo libre, sí, está disfrutando de la noche de Ibiza, sí, pero el viernes, sólo cinco días después de levantar su quinto Grand Slam, ya volverá a trabajar. Fiesta escasa; el calendario no da para más.

Antes del fin de semana se instalará en Londres y a principios de la semana próxima, el martes o el miércoles, debutará en el ATP 500 de Queen's, donde será difícil exigirle. Dos años atrás se proclamó campeón y continuó su racha exitosa hasta su primer Wimbledon. El año pasado cayó en segunda ronda ante Jack Draper e igualmente triunfó con su segundo Wimbledon. ¿Qué pasará esta vez? Seguramente es el torneo más incierto de Alcaraz, siempre lo es, pues será el tercer año de esa transición: del reservado del club Ushuaia a las pistas de hierba del oeste de Londres.

La fiesta en Ibiza

«Ahora ya está desconectando. Le dije que se divirtiera, porque se lo merecía, pero que recordara que es tenista. Lo conocemos, estos días estará bien y volverá fresco y dispuesto. Lo importante no es tanto hacer fiesta como desconectar, dejar de pensar en tenis y pasar tiempo con sus amigos como cualquier joven de 22 años. Volverá a trabajar con entusiasmo», proclamaba Juan Carlos Ferrero, que otras veces discutió la ya típica escapada ibicenca de su pupilo.

Como se puede ver en el documental de Netflix A mi manera, el primer año, en 2023, cuando Alcaraz se marchó a la isla justo al perder en semifinales de Roland Garros ante Novak Djokovic hubo diversidad de opiniones en su equipo. Ahora, después de su histórica victoria ante Sinner y con los recientes precedentes en Wimbledon, es imposible negar a Alcaraz la conveniencia de esas minivacaciones. «Para mí Ibiza, no te voy a engañar, es fiesta y salir. Voy allí básicamente a reventarme, no sé si está bien decirlo de esa manera, pero sí, a salir. Cuando tengo algo así lo aprovecho al máximo», reconocía Alcaraz en ese documental de tres capítulos. Que lo aproveche.

La vida en Londres

Después en Londres ya volverá a su rutina de entrenamientos y entretenimiento en el Royal Wimbledon Golf Club. En Londres, en realidad, sus días suelen ser más relajados que en París. En la capital francesa duerme en un hotel del centro, el Villa Marquis que está pegado al puente del Alma, y cena en restaurantes selectos como el Siena, donde celebró su título con comida italiana, champán Laurent-Perrier y bengalas. En la capital británica, en cambio, reserva durante un mes una casa en los alrededores del All England Club y, sin ocio alrededor -el centro queda a una hora en coche-, se dedica a mejorar su hándicap.

En esos días su residencia suele servir tanto para su equipo como para su familia y por eso esta edición hará un pequeño cambio. En 2023 y 2024 alquiló una casa no muy grande de dos plantas con un pequeño jardín y una canasta de baloncesto y este 2025 cambiará por una casa de mayor tamaño. Los precios en la zona las semanas de Wimbledon son altos -entre 1.800 euros y 17.500 euros por semana, según 'Tennis London-, pero el dos veces campeón merece más espacio.

El final de temporada

Su objetivo será levantar su tercer Wimbledon consecutivo, un hito que multiplicaría su leyenda. Sólo dos jugadores ganaron más de una vez el llamado Channel Slam, la combinación de Roland Garros y Wimbledon, y sólo uno lo hizo dos años seguidos. Rafa Nadal lo logró en 2008 y 2010, pero Bjorn Borg lo consiguió en 1978, 1979 y 1980. Eso sí, poco después se retiró con sólo 26 años, un desenlace del que Alcaraz debe huir. Por eso la importancia de sus salidas y posiblemente de una mejor programación de su agenda.

Después del verano siempre llegan sus peores meses y su equipo ya trabaja para que esta vez eso no ocurre. Su angustia en la última gira estadounidense de cemento, con una raqueta rota en el Masters 1000 de Cincinnati y un tropiezo temprano en el US Open, fue una señal. Pase lo que pase en Wimbledon, a Alcaraz le esperan esta vez más días de descanso y desconexión -ayuda que no haya Juegos Olímpicos-. Con esa estrategia quizá pueda plantearse uno de los retos más difíciles que le quedan: recuperar el número uno del ranking antes de que termine la temporada.