El fervor y Nikola Mirotic

El fervor y Nikola Mirotic

Actualizado Domingo, 15 diciembre 2024 - 18:15

Cuando acabó el Barcelona-Olimpia Milán el viernes, en el programa posterior en Movistar+, el vigente seleccionador nacional Sergio Scariolo definió a Nikola Mirotic: "Se puede ser un gran competidor si tener ese punto de HdP". Tales letras mayúsculas no se referían a los apellidos de este columnista, si no como bien barruntan, aludía a la condición de ferocidad extrema que parece que tiene que ir irrevocablemente asociada a los grandes deportist

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El Barça colapsa ante el Olimpia Milán y cae por tercer partido consecutivo en el Palau

El Barça colapsa ante el Olimpia Milán y cae por tercer partido consecutivo en el Palau

Actualizado Viernes, 13 diciembre 2024 - 23:10

El Olimpia Milán, liderado por Zach Leday (33 puntos, cuatro rebotes, ocho faltas recibidas), deshilachó al Barça con un parcial de 5-30 en el tercer cuarto, decisivo para un choque marcado por el regreso de Nikola Mirotic (19 puntos). El alero fue ovacionado por su antigua afición, que despidió con pitos a su equipo tras la tercera derrota consecutiva en Euroliga en el Palau. [Narración y estadísticas (81-94)]

El grupo de Joan Peñarroya, diezmado por las bajas de Nico Laprovittola, Chemezie Metu, Raul Neto y Alex Abrines, sumó así la quinta derrota en los últimos seis partidos de Euroliga ante un rival directo, que ya suma nueve triunfos, uno más que los azulgrana. Pero en el 'día Mirotic', que no pisaba el Palau desde el 18 de junio de 2023, el mejor fue Leday, que con su 4 de 4 en triples y su superioridad física en la pintura dejó en evidencia a la débil defensa local.

El Barça arrancó con bien pie, gracias a un juego coral -con siete asistencias en los primeros 10 minutos-, lo que le permitió situarse con de ocho puntos de ventaja al final del primer cuarto (24-16) gracias a un triple final de Darío Brizuela, de vuelta tras su lesión en el psoas. En el segundo cuarto se igualó la contienda. Mirotic regresó a pista y castigó a Joel Parra, ya fuera en el poste bajo o desde el perímetro, mientras que los triples empezaron a entrarle al Milán de la mano de Armoni Brooks y Leday.

Dinamita desde el triple

Pese a ello, el bloque de Ettore Messina nunca se puso por delante antes del descanso. Y cuando el Barça, acertado desde el perímetro, andaba desnortado en ataque, apareció el imprevisible Justin Anderson con cinco puntos para dar aire a su equipo, que llegó a la pausa con una ventaja de tres (43-40).

En la reanudación, ambos equipos endurecieron las defensas. A Mirotic le costaba encontrar el aro, lo dio aire al Barça, muy intenso atrás, que llegó a gozar de una renta de nueve puntos (55-46, min.25) gracias a la aportación de Tomas Satoransky y un triple de Juan Núñez.

Pero la tranquilidad le duró al equipo de Peñarroya lo que tardaron los lombardos en dinamitar el tercer cuarto desde la línea de 6,75 metros. Los triples de Fabien Causeur, Leday -en dos ocasiones-, Shavon Shields y Neno Dimitrijevic impulsaron al conjunto lombardo, que en cinco minutos y 25 segundos encadenó un escandaloso parcial de 5-30, que dejó al Barça periodo con una desventaja de 16 puntos (60-76). Un abismo ya imposible de recuperar, pese a los fogonazos de un irregular Kevin Punter (21 puntos).

Un Real Madrid desquiciado: expulsión de Chus Mateo y paseo del Zalgiris en el WiZink

Un Real Madrid desquiciado: expulsión de Chus Mateo y paseo del Zalgiris en el WiZink

Dzanan Musa y Mario Hezonja aguardaron en mitad de la pista el chaparrón de la enésima derrota, conversando como si supieran de qué se trata, qué es lo que no funciona en este Real Madrid que les debe pertenecer. La sensación es ahora de equipo quebrado, sin alma y sin solución. El Zalgiris, ese rival habitualmente propicio, fue también demonio, de pesadilla en pesadilla hasta el hundimiento: hay que mirar muy abajo para encontrar a los blancos en la tabla de clasificación. [83-92: Narración y estadísticas]

Fue una noche de pura frustración. De protestas y técnicas, de Chus Mateo expulsado en el tercer cuarto. Pero, sobre todo, fue una noche de completa inferioridad ante el rival. Los lituanos dominaron cada resquicio del duelo, baloncestístico y mental. Arrollaron en la primera mitad impulsados por el acierto y la calidad de Lonnie Walker y ni sufrieron en la segunda entregados a Sylvain Francisco. Lo peor, de largo, es la sensación de aceptación del fracaso: la pitada de las tribunas del WiZink fue mínima tras la tercera derrota seguida, la novena en lo que va de curso europeo. Lo nunca visto.

El algoritmo de Chus Mateo demanda energía, actitud y acierto para volver a resolver problemas y ganar partidos, para ser la receta del éxito de hace no tanto. En vez de eso, el equipo se envuelve en la capa de incertidumbre y depresión, se autoconvence de su pujanza perdida (tan evidente que esa plantilla perdió mucho más que ganó este verano...), y se refugia en la paciencia, en lo largo del camino. Pero verse a finales de diciembre tan abajo, lejísimos de la cabeza de la Euroliga, no ayuda ni al colectivo ni a los señalados.

Y este Madrid que sólo ha ganado un partido a domicilio (en Barcelona tras dos prórrogas), se comprueba ahora sufriendo con cualquiera, perdiendo en la cancha del Asvel, o 19 (35-54) abajo en un ratito con el Zalgiris. Rivales que eran 'victoria' segura. Como para pensar en la Final Four.

Chus Mateo, camino del vestuario tras su expulsión.

Chus Mateo, camino del vestuario tras su expulsión.Kiko HuescaEFE

A Mateo se le ha agotado hasta el comodín de las lesiones. Con toda la plantilla al completo (Hugo González se quedó fuera de la convocatoria), afrontó al Zalgiris de Andrea Trinchieri -una de las revelaciones, la mejor defensa del torneo- tras dos derrotas seguidas en Europa interrumpidas el domingo por el alarde liguero ante Unicaja. Un espejismo. Ni atisbo de reacción, de algo que cambie el rumbo de la mediocridad, que propicie un despegue del que cada vez hay más dudas de que vaya a llegar antes de que sea demasiado tarde.

La puesta en escena fue aterradora. Si Walker IV acaparaba los focos, en el descanso ya acumulaba 21 puntos. No sólo era el talento del ex NBA que fue pretendido por el Madrid, era la actitud que tenía enfrente, una desidia defensiva que el Zalgiris aprovechaba para pasearse en el WiZink: el peor equipo ofensivo se marchó al descanso con 54 (una lluvia de triples) en su casillero ante un Madrid desencajado. Errores flagrantes, protestas, técnicas y sólo Llull asomando a base de orgullo.

Sin reacción

Ya el Efes hace unos días se zampó al Madrid en el Palacio en otra primera mitad para olvidar que ni la reacción posterior pudo tapar. Para remontar hay que creer, principalmente en uno mismo. Y a la vuelta, pese al 8-1 de salida, otra vez la desesperación, que se tradujo en la enésima técnica, en la expulsión de Chus Mateo y en un marcador que no menguaba pese a que Musa intentará ponerse la capa de súper héroe. En cuanto se sentaron Campazzo y Tavares, todo era fango.

Y ahí el Madrid se enredó como un elefante, lento, sin ideas, sin esa chispa que transformaba el Palacio en un lugar donde todo podía ocurrir. Ya no hay magia. Los blancos son un grupo en el diván que ni reacciona a las banderillas: dos triples más de los lituanos y la clase de Francisco hicieron arrojar la toalla. Otra noche para olvidar.

El pesar de Chus y los gestos de Txus

El pesar de Chus y los gestos de Txus

Actualizado Domingo, 8 diciembre 2024 - 22:09

Un entrenador de Euroliga y Liga Endesa comparece 172 veces a rueda de prensa y es preguntado 258 veces de modo flash. Antes, descanso y final de los partidos. Eso da aproximadamente 430 ocasiones por curso respondiendo sin dar muchas pistas de nada pero educación y talante, todo. Preferiblemente largo en la explicación. Y que no parezca contrariado. El que pierde el equilibrio emocional más veces es el que termina cayendo. O no. El desgaste expo

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Siempre nos quedaba París

Siempre nos quedaba París

Actualizado Domingo, 8 diciembre 2024 - 17:43

Anhelo del baloncesto europeo y referencia cinematográfica alterada. Paris Basketball es líder de Euroliga: Tiago Splitter mejor entrenador de otoño, muchos directivos no intuyeron que podía serlo. TJ Shorts es el base, líder y proyecto de MVP, con sólo 1,75 metros juega tan rápido que cuando tira no le da tiempo a los rivales a saltar. Sólo sacan de fondo. Cerca de Trocadero hay otras torres haciendo baloncesto muy serio. Los parisinos han descu

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Un Madrid sin rumbo naufraga ante el Fenerbahçe

Un Madrid sin rumbo naufraga ante el Fenerbahçe

Actualizado Jueves, 5 diciembre 2024 - 23:04

El sexto y último triple de Nigel Hayes-Davis, con el reloj casi a cero, soliviantó a la afición del WiZink, que despidió al Real Madrid con algunos pitos tras su octava derrota en 14 jornadas de la Euroliga. Dos días después de su derrota en el último segundo en Villeurbanne, los blancos naufragaron sin remedio ante el equipo de Sarunas Jasikevicius, liderado por el ex alero del Barça, autor de 33 puntos. [Narración y estadísticas (70-82)]

Por segundo año consecutivo, el equipo de Estambul se llevó el triunfo del WiZink, ahondando en la crisis del Madrid. Tras un arranque esperanzador, los locales volvieron a ofrecer un nivel muy pobre. No sólo a la hora de mostrar una mínima competitividad defensiva, sino a nivel anímico. Al triunfo en el Palau, después de dos prórrogas, le siguen estos tres tropiezos consecutivos (Joventut, Asvel y Fenerbahçe).

Del 20-12 con el que se cerró el primer cuarto, gracias a algunos destellos de Sergio Llull y Facundo Campazzo, se pasó a un parcial de 4-20, cerrado con un triple de Nicolo Melli. Las dudas volvían a acechar al vigente subcampeón del torneo, con el rumbo cada día más perdido.

Tortura y desesperación

De los vestuarios asomó el Madrid con cierto empaque, apretando para fortificar su aro auxiliado por Walter Tavares. El pívot no solo cerró la puerta de los suyos, sino que además encadenó seis puntos seguidos. Aun así, acabó recuperando la compostura el Fenerbahçe hasta tal punto que, de manera silenciosa y desprovisto de arabescos innecesarios, acumuló un 0-9 para lograr una renta de 13, la mayor del enfrentamiento, a la media hora (47-60, m.30).

No frenó ahí la tortura ya que el cuarto decisivo se inició con un triple de Hayes-Davis, quien durante toda la tarde dio la sensación de encontrarse en el patio de su casa, haciendo diana con una fluidez pasmosa. Las circunstancias adversas no hicieron que el Madrid bajara los brazos. De hecho, por momentos amagó con acercarse y dejó un par de mates de bella factura, especialmente uno de Mario Hezonja de espaldas.

Pero así como el curso pasado daba la sensación de que el equipo era capaz de remontar en cualquier situación, por muy mal que pintase, en este el panorama es completamente opuesto, dejando incluso imágenes de desesperación como la del propio Hezonja, expulsado tras dos técnicas consecutivas. El Fenerbahce, con oficio, cerró un triunfo merecido y aumentó las dudas de un rival que cada vez preocupa más.

Luis Casimiro, un cuento de Navidad en el colista Breogán

Luis Casimiro, un cuento de Navidad en el colista Breogán

Surge en la noche como azorado, con un nervio de prisa, o quién sabe, y las dos manos cargando bolsas de basura y una caja de cartón, escurridiza, que aun le desacompasa más. No hay un alma en la calle y, como en otras ciudades desindustrializadas, en Puertollano (Ciudad Real), donde hubo luminosos de comercio y bullicio de bar, hay penumbra muda. Cerró la armería de enfrente, el frío garaje de hoy fue el bar más popular del barrio para ver los primeros partidos del Plus... Ya no abre por las tardes ni El Bomba, en la esquina, un 7/24 antaño, desde el amanecer de los cazadores a los últimos que salían-entraban de la fábrica.

Luis Casimiro Palomo lleva poco abrigo y frena en seco su paso desmadejado cuando descubre el saludo desde la otra acera. Suelta la carga, cruza el asfalto, saluda a su prima Alberta y al marido de ésta, Alberto, que celebra sus 79 años este 3 de diciembre, el mismo día que se cumplen 35 sin Fernando Martín. También hay dos besos para el periodista, que sopesa y descarta, pues parece de mal gusto, preguntar por la profesión al entrenador que tiene un pabellón a su nombre en esta ciudad, que fue campeón de Liga hace ya 26 años con el TDK Manresa, en el título más extraordinario de la historia; que ha entrenado a 10 equipos en la ACB desde entonces -y a uno en Grecia-... Pero lleva temporada y media en barbecho, una rareza en su trayectoria. Y a sus 64. Una edad feliz, tan cerca de la jubilación, pero no para él.

"Vine el jueves pasado e iba a ir ahora para abajo...", dice el técnico, que en el sur tiene un retiro desde hace mucho. A la primera, deja unos puntos suspensivos, en una conversación que en la despedida permite insistir: "Entonces ahora vas para abajo, ¿no?". Y responde, se descorcha: "Sí, pero...". El "pero" es precioso, con perdón a Veljko Mrsic. "... Pero han cortado al entrenador del Breogán y parece que hay alguna opción". Ahora se entienden esas bolsas de basura incontrolables, ese andar descompuesto. Y basta una frase contenida para coronar una carrera, el magisterio de una pasión sin caducidad, envidiable: "Por suerte, no me hace falta [trabajar], pero si todavía tengo algo que aportar...".

Las buenas esperanzas sirven el definitivo adiós y Luis Casimiro Palomo remata ya de vuelta al otro lado de la calle: "Si os enteráis, será que es bueno". Un día exacto después, a las 21.32 horas del 4 de diciembre, acb.com da la alerta: "Benvido Luis Casimiro". Y, pues enterados quedamos, se trata de contarlo, porque es bueno para el entrenador pero, sobre todo, es bonito para cualquiera con memoria en el baloncesto.

El técnico de los 757 partidos, el tercero en el ránking histórico de la ACB tras Aíto García Reneses y Pedro Martínez, dirigirá al equipo de Lugo, que aporta a esta historia lo que tiene de cuento de Navidad. Ahí empezó para la élite Luis Casimiro hace 32 años, como segundo de Ricardo Hevia, el mítico entrenador del Breogán, fallecido en enero de 2022. Estaba Ricardo en sus horas finales de lucha, el Betis ganó al Burgos y ante los medios compareció Luis Casimiro. "No quiero despedir esta rueda de prensa sin antes dedicar esta victoria. No soy mucho de dedicatorias, pero quiero dedicarla a Ricardo Hevia. Ricardo Hevia, para mí, es un amigo, ha sido siempre un amigo, fue un maestro, me enseñó muchísimo, me dijo la verdad de este negocio cuando yo no era nadie... Y ahora está luchando entre la vida y la muerte...". Rompió a llorar. Apenas añadió un "se lo decido a él", y se marchó a la carrera Luis Casimiro, su nombre artístico. Aunque tiene apellido, no crean, el más grande de los entrenadores sin estirpe. Ni ex jugador de, ni formado en la cantera de, ni hijo ni hermano, ni Palomovic... Al contrario: Colegio Ramón y Cajal de Puertollano, el propio Puertollano; Almodóvar (con los que se fueron de Puertollano), Don Benito...

Si esos pueblos quedan lejos de la élite del baloncesto, qué decir de Villamayor de Calatrava, 600 paisanos en La Mancha, donde nació en 1960, donde hay unos jardines a su nombre y donde, desde el pasado domingo, también hay unas pistas en honor al hijo de Pelayo y Matilde. Luis nunca se ha ido del todo de allí, ni de Puertollano, ni de ningún sitio. Estuvo en el Etosa Alicante en Segunda, y volvió en ACB; dos etapas cubrió también en Valladolid, en Fuenlabrada, en el Betis. No todo fue supervivencia. También gozó. Del Unicaja (por duplicado), del Gran Canaria o del Pamesa; vistió del Estudiantes -ya en colapso, pero firme en ACB- y de un Zaragoza sin la grandeza de otro siglo. Salvó a muchos cogidos como este Breogán, de un brinco, y otros muchos se empinaron a sus órdenes. No solía hacerlo peor que sus sucesores. Sólo le faltó... Tal vez el apellido.

Nunca se hizo carne en la agenda del Real Madrid, del Barcelona, del Baskonia o de la selección. Pasó noches, como la de este 3 de diciembre de 2024, aguardando una llamada que parecía posible. Pero no llegó. Tenía que ser el Breogán, para volver a empezar.

Zach Risacher, el malagueño número uno del 'draft' que pide paso en la NBA: "Las estrellas son su techo"

Zach Risacher, el malagueño número uno del ‘draft’ que pide paso en la NBA: “Las estrellas son su techo”

Aquel 8 de abril de 2005, en la Clínica Gálvez de Málaga, Sandrine dio a luz a Zaccharie, un bebé enorme, 54 centímetros y 4,1 kilos de peso. Un bebé predestinado también. El apellido Risacher se pasea ahora con expectativas disparadas por la NBA de la mano del hijo de Stéphane, aquel alero francés, zurdo y aguerrido, que formó parte de una de las versiones más potentes de la historia del Unicaja.

Hoy Zach, a sus 19 años, es una de las mayores perlas del baloncesto mundial. Despliega su talento en los Hawks, titular a las órdenes de Quin Snyder, confirmando con sus prestaciones la apuesta de la franquicia de Atlanta, que le eligió en el número uno del pasado draft. Un malagueño, el segundo francés de forma consecutiva en lo más alto de la elección (tras Victor Wembanyama en 2023), cabeza de una hornada histórica para el baloncesto galo: tres de los seis primeros defienden la camiseta bleu.

«Zach es un jugador de una proyección brutal, porque realmente no hay nada que pienses que en baloncesto que no puede hacer. Por su físico (2,03 centímetros), por su dimensión, por su tamaño, por el talento que tiene, por ser un jugador increíblemente ágil», aplaude Sergio Scariolo las evoluciones del alero, que promedia 11,6 puntos y 3,6 rebotes para mantenerse pujante en la pelea por ser el rookie del año (junto a Jared McCain, Jaylen Wells, Dalton Knecht...).

Zach Risacher, en brazos de su padre, junto a Pepe Sánchez, en Málaga 2005.

Zach Risacher, en brazos de su padre, junto a Pepe Sánchez, en Málaga 2005.

El seleccionador nacional recuerda perfectamente a aquel bebé, ahora un proyecto de estrella, al que hace unas semanas saludó en persona en su viaje a Estados Unidos. «Me acuerdo perfectamente cuando lo tuve en mis brazos recién nacido. Steph lo llevó con un par de semanitas al entreno. Es una muy buena familia. Sandrine, su madre, también era deportista. Con una educación y un saber estar fantásticos, exquisitos todos», alaba Scariolo.

Risacher, tan inolvidable como su Unicaja, que había conquistado en Zaragoza la Copa del Rey 40 días después del nacimiento de Zach. Un equipo al que el actual líder de la Liga Endesa se pretender asemejar, comandado en la cancha por Jorge Garbajosa, Carlos Cabezas, Pepe Sánchez... «Recuerdo que Steph, cada mañana que venía, iba saludando uno por uno a todos, dándonos la mano. Y era un jugador con una excelente versatilidad. Podía hacer muchas cosas, hasta jugar al poste bajo. Tenía buena mano, sin ser un especialista podía perfectamente meter triples. Buen jugador defensivo, también con envergadura, con manejo de balón. En aquel Unicaja compartía el puesto de tres con Walter Herrmann», rememora el técnico italiano de un jugador (plata olímpica con Francia en Sidney 2000) que también fue parte del título de Liga que los malagueños lograron la temporada siguiente, de nuevo con Scariolo en el banquillo (y Chus Mateo como asistente).

Zach ahora no guarda en su memoria muchos recuerdos de Málaga, pero sí alguno de Murcia. Porque esa fue la ciudad en la que pasó otra parte de su infancia, con su padre, ya veterano y sin rastas, jugando de 2006 a 2008 allí, a las órdenes de Manolo Hussein. Su hermana Aïnhoa, que ha sido internacional con Francia en categorías inferiores (MVP del Europeo sub 16), nació en Murcia.

Zaccharie Risacher.

Zaccharie Risacher.KEVIN C. COXGetty Images via AFP

A diferencia de su padre, Zach es diestro, pero posee un talento y un físico incomparables, labrado a fuego lento en las categorías inferiores del Asvel, con el que debutó en Euroliga con 16 años (el francés más joven de la historia en la máxima competición continental). La temporada previa a su salto a la NBA, la pasada, la pasó en el Bourg en Bresse, subcampeón de la Eurocup y siendo elegido como mejor joven de la liga francesa. Sólo el tiro exterior parece su punto débil, aunque en su noveno partido en la NBA ya fue capaz de anotar 33 puntos (y seis triples).

«No sé por qué hay una concepción, sobre todo aquí en España, de que él no es un buen tirador. Quizá por su físico no tenga desarrollada una capacidad de especialista, pero tiene muy buena mano y seguramente adquirirá continuidad en el transcurso del tiempo», defiende Scariolo, que también destaca su «gran visión en juego». «Y ya tiene cierta capacidad de 'estar en campo', ya lleva un par de temporadas de experiencia en Europa. Me consta, porque lo hablé con Quin Snyder, que están encantados con él. Realmente, las estrellas son su techo», zanja el seleccionador español.

Campazzo y Tavares reinan en la agonía del Palau y el Real Madrid se impone al Barça tras dos prórrogas

Campazzo y Tavares reinan en la agonía del Palau y el Real Madrid se impone al Barça tras dos prórrogas

La primera victoria a domicilio de lo que va de Euroliga tuvo que ser en el Palau, lugar de resurgir para el Real Madrid, de encontrarse consigo mismo en esta temporada de vaivenes, dudas y derrotas. En una batalla agónica, insoportablemente igualada, que se resolvió en la segunda prórroga, Campazzo y Tavares lideraron la resistencia blanca para un triunfo que pretender ser resorte. [90-97: Narración y estadísticas]

Pudo el Madrid con toda la pujanza del Barça, con Jan Vesely y Kevin Punter, con el agotamiento y con su propias incógnitas. Sobrevivió a un encuentro que le parecía esquivo, con un triple de Campazzo (18 puntos, 10 asistencias) que forzó el primer tiempo extra. Y en el trance, tirando de orgullo y de esos dos jugadores sobre los que construir un imperio, acabaron traspasando la crisis a lo de Joan Peñarroya, que ahora enlazan tres tropiezos seguidos en Europa.

Hubieran sido siete derrotas ya para el Madrid, las mismas que durante toda la temporada pasada en Euroliga. Pero supo pelear sin brillantez y sin alegría, avanzar en el fango que propuso con su energía defensiva y su querencia por el rebote ofensivo el Barça y, al cabo, tomar un poco de aire. Hace 20 años que la Final Four no se queda sin al menos un equipo español y la sensación, hoy por hoy, es que eso puede volver a suceder este curso. Porque, pese a lo intenso del segundo clásico del curso, ninguno anda para fiestas. Lo demostraron en el Palau, una noche de miedos, de equipos que buscaban el resorte del que escapar de su grisura.

Desde bien pronto parecieron dos equipos maniatados, las defensas por encima de las osadías. El Madrid amaneció centrado, con Rathan-Mayes con las pilas puestas ante Punter y dos triples para una primera ventaja que fue un espejismo (8-17). Porque la segunda unidad del Barça abusó de un Andrés Feliz que no está para nada y la noche se dio la vuelta enseguida (31-25), justo en el momento en que Raulzinho Neto debutó de azulgrana: el primer balón que tocó fue un triple desde la esquina.

Justin Anderson

Cuando el panorama lo definen los recelos y la igualdad, nadie como Vesely, con su sabiduría y agresividad infinita, dueño de la escena. Es capaz de mirar a los ojos a Tavares y eso pocos lo consiguen. Firmó una primera parte estupenda.

Barça y Madrid siguieron cabalgando de la mano, con pequeños arreones que no iban a ningún sitio. Hezonja anotó los 12 primeros puntos blancos tras el descanso (15 en total en el cuarto), pero la segunda unidad de Peñarroya, eminentemente española (Núñez, Brizuela, Parra...), funcionaba con solvencia.

Tavares lucha por un rebote en el Palau, ante el Barça.

Tavares lucha por un rebote en el Palau, ante el Barça.Enric FontcubertaEFE

Cuando ambos se plantaron en la recta de meta, como dos ciclistas que se tantean, al Madrid de repente se le aparecieron todos sus fantasmas. Y Punter, agazapado y bien defendido hasta esa hora de la verdad. Ocho puntos en tres minutos del ex de Partizan encarrilaron lo que parecía el triunfo, aunque Campazzo, en sus tejemanejes mutuos con Justin Anderson, empujón incluido, le silenció con un triple para llevar el partido a la prórroga (Jabari falló después). Ahí siguió la simetría, insoportable, ahora un Punter contra Campazzo-Tavares, muchos nervios y situaciones inverosímiles, incluso arbitrales, que desembocaron en el segundo tiempo extra.

Y ahí, como dos púgiles en el round 15, valió la conexión Campazzo-Tavares, partido monstruoso -el pívot acabó con 24 puntos y 18 rebotes- de ambos para una victoria que quizá valga más de lo que parece.

El Eurobasket 2029 apunta a Madrid

El Eurobasket 2029 apunta a Madrid

Habrán pasado 22 años de aquel lanzamiento de Pau Gasol sobre la bocina que el aro del WiZink Center escupió para dejar a España con la miel en los labios del oro continental. Más de dos décadas de ese último Eurobasket perdido contra Rusia y 15 años de la final del Mundial a la que la selección de baloncesto ni siquiera alcanzó. Dos de los pocos (pero dolorosos) recuerdos de la generación dorada tienen que ver con Madrid. 2029, con otros nombres, pretende ser tiempo de revancha. Este jueves, la Federación Española (FEB) y la Comunidad presentaron la candidatura para albergar el torneo dentro de cinco años.

Para saber más

El Wizink será favorito para acoger, durante 22 días, tanto una de las cuatro fases iniciales del torneo (el grupo en el que estuviera la selección) como la fase final (a partir de octavos de final) donde se decidirán las medallas. Ayer era el último día para presentar la candidatura. El fallo lo comunicará FIBA Europa, la entidad que preside el madrileño Jorge Garbajosa, en el Board previsto para finales de mayo. De momento no se han hecho públicos los demás países opositores.

De triunfar la candidatura madrileña -las estimaciones hablan de un impacto económico en la región que podría ascender hasta los 270 millones de euros-, sería la cuarta vez en la historia que España es sede de un Europeo de baloncesto (1973, 1997 y 2007).El próximo verano la selección defenderá el oro logrado en Berlín en 2022 tras certificar su clasificación el pasado lunes en Ourense ganando a Eslovaquia.

No es novedad que la entidad que preside Elisa Aguilar (también madrileña, estudió en el Colegio Amorós y se formó en el Canoe) se lance a la organización de grandes torneos. Sin incluir los de categorías inferiores, en los últimos tiempos España ha acogido el Mundial 2014, la Copa del Mundo Femenina 2018, el EuroBasket Femenino del 2021 y el Preolímpico de Valencia del último verano.