Alcaraz y su mayor prueba de madurez: vence al resfriado para seguir con vida en las ATP Finals

Actualizado Miércoles, 13 noviembre 2024 - 15:53

Quizá quede en el olvido del público porque el viernes debe ganar a Alexander Zverev para clasificarse para las semifinales de las ATP Finals, pero en los días raros a Carlos Alcaraz le servirá el recuerdo de victoria este miércoles ante Andrey Rublev para venirse arriba. Si Michael Jordan tuvo su 'Flu Game', el español ya tiene el suyo. Con antibióticos aún en el cuerpo, Vicks VapoRub en el pecho, una cintilla sobre en la nariz y un pañuelo de papel en los descansos, Alcaraz consiguió contra todo pronóstico un triunfo por 6-3 y 7-6(8) que le mantiene con vida en el torneo.

Fue una prueba de madurez, quizá la definitiva. No había dudas de que el español pudiera dominar cualquier Grand Slam cuando está en estado de gracia, pero sí las había sobre su capacidad para sobreponerse a las malas sensaciones, al cansancio y, por supuesto, a un resfriado. Ahora ya no.

Antonio CalanniAP

Alcaraz encontró la manera de vencer pese a que se ahogaba, jadeaba, le costaba respirar después de cada intercambio largo. Si no podía ser el Alcaraz de siempre, no podía correr, no tenía el mejor físico de los dos contendientes, le tocaba ser otro jugador y lo fue. Un tenista con el saque como arma principal -hasta seis aces-, un tenista agresivo con la derecha -17 winners- y sobre todo un tenista infalible.

En el primer partido de las ATP Finals ante Casper Ruud, más allá de su constipado, le penalizaron sus muchísimos errores no forzados. Le faltaba el aire y por eso tenía prisa. Ante Rublev sabía que no podía ser. Aunque el ruso le intentara mover por la pista, él tenía que mantenerse firme, mandar en los puntos y definir sin fallos. Lo hizo hasta el punto de que terminó con sólo cinco errores no forzados. En todo el partido no cedió ni una bola de break, perfecto resumen.

El mal momento de Rublev

Además, Alcaraz también aprovechó la debilidad mental de su oponente. Rublev le había derrotado este mismo año en cuartos de final del Masters 1000 de Madrid, un torneo en el que acabó proclamándose campeón, pero en las últimas semanas arrastraba una desconfianza limitante. Con problemas físicos desde el US Open -explicó que tuvo un problema vascular en un testículo que casi le lleva a la amputación-, había perdido seis de sus últimos 10 partidos y se notaba sobre la pista.

Antonio CalanniAP

En el primer set tuvo la mala suerte de que tres bolas casi consecutivas le rozaron la red y eso le descentró durante muchos minutos. Cada vez que Alcaraz conectaba un buen saque o un golpe ganador, Rublev miraba a su entrenador, el español Fernando Vicente, en busca de una inexistente solución. De hecho, al final, lo único que hacía era lamentarse lo que provocó los ánimos del Inalpi Arena de Turín, que esperaba otra actitud.

En el segundo set Rublev aguantó a base de un servicio muy sólido y obligó al español a más. Ambos llegaron al tie-break donde pasó de todo. Alcaraz cedió un mini-break con una doble falta y luego sufrió dos bolas de set en contra, pero en un día así la victoria era suya. "Podría estar mejor, no mentiré. Llevo una semana sufriendo y hoy sólo quería estar en la pista y pensar en tenis, jugar al tenis. Creo que lo he conseguido", comentaba un Alcaraz muy serio, el Alcaraz más serio de siempre, después de cerrar un triunfo que quizá olvide el público, pero que él recordará siempre.

¿Por qué la Copa de Maestros “ha perdido peso” en el tenis? “Los jugadores llegan triturados, exhaustos”

Actualizado Sábado, 9 noviembre 2024 - 21:45

"Amigos periodistas. Quisiéramos recordaros que el torneo se llama Nitto ATP Finals desde 2017, no Masters ni World Tour Finals. Apreciaríamos el uso de la terminología correcta". El viernes, a pocas horas del partido inaugural entre Daniil Medvedev y Taylor Fritz (este domingo, a las 14.00 horas, Movistar), la ATP enviaba un mensaje a todos los medios acreditados para recordar el nombre del torneo. ¡El nombre del torneo! Un problema desde los cimientos.

Las Nitto ATP Finals, que antes fueron las World Tour Finals, la Tennis Masters Cup, las ATP Tour World Championship o el Masters Grand Prix y que en España siempre ha sido la Copa de Maestros es una competición que arrastra una paradoja. Sólo juegan los ocho mejores tenistas y los partidos 'grandes' están asegurados, pero año a año va perdiendo importancia respecto a los Grand Slam. Si hubo un tiempo en el que se le llamó "el quinto grande", eso ya es pasado. ¿Por qué?

"Hay demasiados torneos"

"Últimamente el tenis está perdiendo ciertas cosas porque el calendario está saturado. Hay demasiados torneos, demasiada exigencia, demasiadas lesiones. Antes en el tenis no teníamos tanta carga física y la mayoría llegábamos bien al Masters. Ahora la temporada es mucho más dura y en el Masters hay peores partidos", analiza a EL MUNDO Manuel Orantes, uno de los dos españoles que han ganado el torneo. Fue en la séptima edición, en 1976, después de ganar la final al polaco Wojciech Fibak en una remontada que predijo Anne Buydens, la mujer de Kirk Douglas.

"El torneo era en Houston y en la final el matrimonio estaba en las gradas, justo detrás de mi banquillo. En un descanso, cuando yo iba un set abajo, les entrevistaron y Douglas dijo que lo tenía difícil. Ella, en cambio, recordó que yo ya había remontado en la final del US Open y comentó que todavía podía ganar. Lo oí y le hice un gesto, me dio mucha moral. Unos meses después me invitaron a desayunar en su casa de Palm Springs", recuerda Orantes que no, no está acompañado por Rafa Nadal en el historial del torneo. El mejor tenista español de la historia disputó la Copa de Maestros en once ocasiones y nunca venció. De hecho, sólo llegó dos veces a la final, en 2010 y 2013, con derrotas ante Roger Federer y Novak Djokovic.

"Siempre en pista rápida"

"Quizá por eso en España no le damos tanta importancia al torneo, en Estados Unidos y otros países el Masters sigue siendo importante, pero es verdad que los Grand Slam han crecido mucho más. Para mí, un problema es que siempre se juega en pista rápida. Estos partidos tan marcados por el saque no generan afición. Entiendo que sea indoor, pero la superficie debería ir cambiando. ¿Cuántos Masters hubiera ganado Nadal en tierra batida?", añade Álex Corretja, el otro campeón español.

En su caso fue en 1998, en una final ante Carlos Moyà, y después de una victoria en semifinales ante el gran favorito, Pete Sampras. Entre 1991 y 1999, el estadounidense ganó cinco veces, un récord que sólo pudieron superar después Novak Djokovic (siete) y Roger Federer (seis). En los últimos años se han encadenado las sorpresas con campeones como Grigor Dimitrov, Alexander Zverev o Stefanos Tsitsipas y finalistas como David Goffin, Dominic Thiem o Casper Ruud. "Es un torneo al que casi todos llegan triturados físicamente, psicológicamente exhaustos. Cuando yo crecía el Masters tenía aura porque siempre se jugaba en el Madison Square Garden de Nueva York y ganaban McEnroe, Borg o Lendl. Ahora ha perdido peso", añade Corretja, que estos días ejercerá como comentarista del torneo para Movistar.

Las opciones de Alcaraz

En su opinión, "Sinner llega un poco por encima del resto y Zverev también será peligroso porque llega en buena racha, después de haber sido campeón del Masters 1000 de París-Bercy. Alcaraz dependerá de cómo se sienta en una superficie tan rápida, de cómo saque, de cómo se mueva".

MARCO BERTORELLOAFP

El formato de la Copa de Maestros, con fase de grupos, semifinales y final, suele permitir un desliz y por eso las posibilidades del español son elevadas. En su grupo ha caído un tenista, Ruud, hundido en una profunda mala racha -sólo ocho partidos ganados desde Roland Garros-, y otro, Rublev, que sufre problemas físicos, y el paso a semifinales no debería exigirle hasta el límite. Allí se podría encontrar con Sinner, aunque es más probable que aparezca Medvedev o incluso Fritz. En realidad, con debut mañana ante Ruud (14.00 horas, Movistar), la mayor exigencia podría ser aguantar cinco partidos en siete días contra los mejores del mundo. Si lo consigue sería el tercer español que gana la Copa de Maestros, o las Nitto ATP Finals, o como se llame.