De dormir en la calle a ganar millones con los cromos: "Encontré una colección que costaba 200 dólares y era justo lo que me quedaba para vivir"

De dormir en la calle a ganar millones con los cromos: “Encontré una colección que costaba 200 dólares y era justo lo que me quedaba para vivir”

«Hace 12 años emigré a Estados Unidos y mis inicios fueron difíciles. No fue el sueño americano. Básicamente terminé en la calle, viviendo y durmiendo en un coche. Un día estaba en un centro de donaciones, un lugar donde la gente sin recursos compra ropa de segunda mano, y vi una colección cerrada muy grande de cromos de fútbol. Costaba 200 dólares y me quedaban 200 dólares. Sabía que el fútbol estaba creciendo en Estados Unidos, que el coleccionismo de béisbol o de baloncesto movía mucho dinero en el país y pensé que quizá valía la pena, que podía sacar algo. Realmente tampoco imaginé que llegaría a dedicarme exclusivamente a los cromos», relata el argentino Damian Olivera-Bergallo, uno de los coleccionistas de cromos más importantes del mundo, con una vida que exige un relato.

De la nada al lujo. De trabajar como lavaplatos o como conductor de Uber en Miami a viajar por el mundo en busca de rarezas de memorabilia. De la ausencia de contactos a quien llamar a ser invitado por Leo Messi en su casa de Barcelona. En conversación con EL MUNDO desde su casa en Bloomfield Hills, en Michigan, donde vive ahora y dirige su propia empresa, recuerda su ascenso.

«Durante años seguí durmiendo en el coche con la colección de cromos en el maletero. Fui aprendiendo sobre graduación y sobre autentificación hasta que me pude dedicar exclusivamente al coleccionismo. La primera venta importante de aquella caja inicial fue por 2.500 dólares, pero en ese paquete había un cromo por el que llegué a sacar 175.000 dólares», recuerda Olivera-Bergallo que hasta hace un par de años no tenía competencia en lo suyo: los cromos de Leo Messi. Vendiendo estampas de otros futbolistas y comprando todo lo que encontraba del 10 argentino llegó a copar el 95% del mercado.

La camiseta más icónica de Messi

«Pero en los últimos tiempos se ha multiplicado la competencia, especialmente en China, y ya no sigo el ritmo de antes. Ahora me estoy frenando un poco, compro objetos de coleccionismo de calidad, no sólo cromos, y trato de disfrutar de la vida. He automatizado ventas a través de la web y delegado en algunas funciones», comenta Olivera-Bergallo, que durante cinco años fue dueño de uno de los objetos más importantes de la historia del Barça. La camiseta que Messi mostró al público del Santiago Bernabéu en aquel 2-3 de 2017 fue suya gracias a un intercambio con un jugador del Real Madrid y luego, en 2022, la vendió por 450.000 dólares.

¿Por qué un cromo tiene más valor que otro?
Por su calidad, por su antigüedad y por su rareza. Un cromo impecable, que no ha sido tocado, vale más que uno manchado. También un cromo muy antiguo o uno de una edición muy pequeñita. Aunque los más importantes son los primeros de cada edición, los llamados rookies. Un rookie de Leo de gran calidad puede rondar los 300.000 dólares, más si es de una edición antigua o una única. Yo tengo uno así que además está firmado, así que no puedo decir el coste que tiene.
¿Y cómo consiguió una firma tan preciada como la de Messi?
Es una buena historia. Yo estaba en Barcelona en ese momento y él ya jugaba en París. Me llamaron desde su equipo y me preguntaron si podía estar al día siguiente a las cinco de la tarde en su casa. Y, obvio, cogí un vuelo y llegué puntual. Abrió la puerta él mismo y me dijo: «Hola, Damián, ¿Cómo estás?». Había leído un artículo sobre mí en un diario argentino y estaba muy interesado en lo que hacía. Le mostré los cromos, le expliqué las diferencias, me hizo muchas preguntas.

El boom del coleccionismo en la pandemia

En los últimos años, Olivera-Bergallo ha llegado a acuerdos con futbolistas y ex futbolistas, como Alexia Putellas o Ronaldinho, para distribuir su memorabilia en exclusiva, aunque acepta que es difícil controlar la piratería. Después del boom vivido durante la pandemia, cuando muchos aficionados gozaron de tiempo de sobra y se multiplicaron las ventas, ahora el coleccionismo de fútbol mantiene un crecimiento sostenido que asegura el futuro del argentino. Gracias a sus más de 120.000 cromos y sus cerca de 1.000 camisetas, todo protegido por una empresa especializada, Olivera-Bergallo vive, ahora sí, el sueño americano.

¿Por qué Alcaraz tardará meses en asaltar el número uno de Sinner?

¿Por qué Alcaraz tardará meses en asaltar el número uno de Sinner?

Queda lejos el récord de puntos ATP que marcó Novak Djokovic en 2016 (16.785), pero Jannik Sinner ya puede presumir de una marca histórica. Este lunes, tras su victoria en el Masters 1000 de Shanghai, se despertará con 11.920 puntos en su ranking, una cifra que sólo habían superado cuatro hombres, el propio Djokovic, Roger Federer (16.010 en 2006), Rafa Nadal (15.390 en 2009) y Andy Murray (12.685 en 2016).

Después de un periodo movido desde 2019, con 15 cambios en lo más alto de la lista -Nadal, Djokovic, Medvedev, Alcaraz...-, el italiano ha establecido un dominio que durará. Es líder desde el 10 de junio de este año, matemáticamente acabará así la temporada y si no se lesiona llegará en esa posición al próximo verano. Pese a haber triunfado en Roland Garros y Wimbledon, Carlos Alcaraz, segundo en el ranking, tiene 4.800 puntos menos, una cifra enorme. ¿Por qué?

Sinner y su éxito en los Masters 1000

En primer lugar, por la regularidad del italiano en los Masters 1000. Como Alcaraz, Sinner ha ganado dos 'grandes' esta temporada, Open de Australia y US Open, pero durante el resto de la temporada ha sido más constante en los torneos que están justo por debajo en el orden de importancia. En marzo ya se llevó el Masters 1000 de Miami, el pasado agosto repitió título en el Masters 1000 de Cincinnati y ahora ha triunfado en China: en total, 3.000 puntos en su haber.

Mientras Alcaraz renunció hasta a tres de esos torneos por lesión o cansancio -Montecarlo, Roma y Canadá- y cayó a las primeras de cambio en otro, Cincinnati, el italiano sólo se perdió Roma y en el resto llegó siempre como mínimo a cuartos de final. Construido su margen de puntos en varios momentos del curso, no sólo en un periodo específico, durante una racha prodigiosa, será difícil bajarle del número uno porque además tiene otro sustento: los ATP 500. Pese a su reducida importancia para el conteo, los dos títulos menores y la final que arrastra Sinner en esa categoría -campeón en Halle y Rotterdam y finalista en Shanghai- le hacen todavía más dominador.

La ausencia de motivación de Alcaraz

Pero hay otro motivo por el que Alcaraz está lejos del italiano en la lista: su propia motivación. Aunque alguna vez ha nombrado el número uno del ranking ATP como su objetivo, el español todavía no ha encontrado el fuego en esa lucha. Como reconoce su equipo, se crece en los Grand Slam, allí donde encuentra grandes batallas, pero resbala en el resto de plazas. Pese a su victoria en el Masters 1000 de Indian Wells en marzo, este año en ningún otro torneo de segunda categoría ha llegado siquiera a semifinales ni ha vivido éxitos en competiciones aún más pequeñas. Hasta levantar el título hace unas semanas en el ATP 500 de Pekín, este año sumaba las semifinales en el ATP 250 de Buenos Aires y la primera ronda en el ATP 500 de Queen's, ya está.

Su falta de foco en el ranking se demuestra en su entrega a los individuales y el dobles de los Juegos Olímpicos de París -Sinner ni estuvo- así como su presencia en la fase de grupo de la Copa Davis, donde no había ningún otro jugador del Top 15. Para asaltar el reinado de Sinner, que se prevé largo, Alcaraz primero debe querer hacerlo y luego ponerse a ello.

Un paso más para descifrar el mayor enigma del alpinismo: encuentran en el Everest la bota que llevaba Irvine en 1924

Un paso más para descifrar el mayor enigma del alpinismo: encuentran en el Everest la bota que llevaba Irvine en 1924

En 2021, Sebastián Álvaro, director del programa de TVE 'Al filo de lo imposible' y autor de libro 'Everest, 1924' advertía en una conversación con EL MUNDO de lo que iba a ocurrir: "En los próximos tres años, antes del centenario, habrá una avalancha de material, incluidos varios documentales". Y en efecto así ha sido, es y será. El mayor enigma de la historia del alpinismo está cerca de resolverse.

El 8 de junio de 1924, dos alpinistas ingleses, George Mallory y Andrew Irvine, fueron vistos por uno de sus compañeros de expedición, Noel Odell, a unos 8.650 metros de altitud "avanzando resueltamente" hacia la cima del Everest. El cielo estaba despejado y ya superaban el segundo escalón: la historia les esperaba. Pero nada más se supo de ellos. Quizá alcanzaron el techo del planeta 29 años antes que los pioneros Edmund Hillary y Terzig Norgay o quizá no. Es el interrogante que durante décadas ha movido a investigadores de todo el mundo y que ahora busca solución. ¿Lo consiguieron?

En busca del cuerpo de Irvine

La opinión mayoritaria del alpinismo decía que no hasta que en 1999 se encontró el cadáver de Mallory sin la foto de su mujer, Ruth, que el montañero juró que dejaría allí arriba. Y ahora simplemente se busca la prueba que demuestre que sí alcanzaron la cima. El objetivo es hallar el cuerpo de Irvine para descifrar lo ocurrido a través de las imágenes de la Kodak Vest Pocket que portaba y ahora ya queda poco para lograrlo. Según reveló este viernes 'National Geographic', un equipo de la revista formado por el fotógrafo Jimmy Chin y los escaladores Erich Roepke y Mark Fisher descubrieron recientemente una bota y un calcetín de Irvine en plena montaña.

"Levanté el calcetín", explica Chin, describiendo el momento, "y había una etiqueta roja que tenía cosida la palabra AC IRVINE". "Todos estábamos literalmente corriendo en círculos soltando palabrotas", comenta reconociendo la importancia del momento. Gracias a la bota y el calcetín, la búsqueda del cadáver de Irvine puede reducirse sobremanera y pronto descifrar el misterio sobre la expedición de Mallory e Irvine.

Alrededor del glaciar Rongbuk

Chin y el equipo del 'National Geographic' no han querido ubicar su hallazgo para evitar la aparición de cazadores de tesoros, pero sí han ofrecido ciertos detalles. Según su relato, en septiembre, descendían el glaciar Rongbuk Central, a unos 7.000 metros de altitud, cuando se encontraron con una botella de oxígeno fechada en 1933. Era propiedad de una expedición británica -la cuarta que intentó escalar el Everest- que seguía los pasos de Mallory e Irvine y eso les hizo pensar que los restos del segundo podrían estar cerca.

Crearon una ruta entre los pliegues y las grietas del glaciar y... "En realidad, fue Erich quien vio algo y dijo: 'Oye, ¿qué es eso?'", apunta Chin. Era la bota y el calcetín, que emergían del hielo. "Creo que literalmente se derritió una semana antes de que la encontráramos". Después del hallazgo, el equipo de 'National Geographic' tuvo que entregar los objetos a la Asociación de Montañismo de China-Tibet (CTMA), la autoridad que supervisa la cara norte del Everest, y continuó su búsqueda del cadáver de Irvine. La tarea sigue siendo complicada, pero el terreno ya no es inabarcable. El mayor enigma del alpinismo puede resolverse en las próximas semanas.

¿Por qué Nadal se retira en la Copa Davis? De aquel partido ante Roddick a una oportunidad única 20 años después

¿Por qué Nadal se retira en la Copa Davis? De aquel partido ante Roddick a una oportunidad única 20 años después

Y de repente ese país de tenistas con las zapatillas siempre manchadas de tierra, de éxitos color marrón, de mucha alegría y ciertos complejos, se convirtió en la mayor potencia mundial, en el dominador absoluto del ranking ATP y de la Copa Davis. Hay una España antes de Rafa Nadal y otra España después de Rafa Nadal. Del milagro de Manolo Santana ganando en Wimbledon en 1966 a la naturalidad sobre la hierba de Carlos Alcaraz en los últimos dos años. Los éxitos de Nadal transformaron a todo el país, lo llevaron a otra dimensión y por eso tiene sentido el lugar de su adiós.

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Podía haberse retirado en Roland Garros, evidentemente, pero también es significativo que lo haga en la Copa Davis, una competición que ganó cinco veces cuando España, antes de su aparición, sólo lo había hecho una, aquella de 2000 en el Palau Sant Jordi de Barcelona.

"Con Nadal nos convertimos en otra cosa"

«Nadal llevó el tenis español a otro nivel, indudablemente. Antes habíamos tenido jugadores muy buenos que habían ganado uno, dos o tres Grand Slam, habíamos tenido a Arantxa Sánchez Vicario, que también fue muy importante, pero con Nadal nos convertimos en otra cosa», apunta Albert Costa, precisamente uno de los artífices de aquella Copa Davis primigenia, sin Nadal. O con él, de alguna forma, porque nadie olvida que con sólo 14 añitos ya fue el encargado de llevar la bandera del equipo en una suerte de presagio.

Juanjo MartínEFE

«Antes de él teníamos claro que lo nuestro era la tierra batida, porque era donde nos habíamos criado y donde teníamos más posibilidades de éxito. Esa concepción empezó a cambiar con Ferrero y Moyà, pero Nadal le dio un vuelco a lo bestia. En 2000 nosotros demostramos que España podía ganar la Davis, que era un país con un buen nivel tenístico, pero era en casa, evidentemente sobre tierra... Con Nadal vimos que podíamos mandar en cualquier superficie», añade Costa, que recuerda la aparición de Nadal como un torbellino justamente con la camiseta roja.

Aquella petición a Feliciano López

Porque antes incluso de su primer título en Roland Garros, en 2004, con sólo 18 años, se dio a conocer en La Cartuja de Sevilla para dar al equipo su segunda Ensaladera con una victoria crucial ante Andy Roddick, que entonces era el número dos del mundo.

«Aún recuerdo la primera eliminatoria de Davis a la que vino, ante República Checa, contra Novak, Berdych, Stepanek. Tenía 17 años y le dijo a Feliciano López: 'Tú gana tu punto que yo ganaré el mío'. Y lo hicieron. Feli ganó a Berdych y él, a Stepanek para remontar un 2-1 en contra. Eso te dice mucho de la bestia competitiva que era y que aún es», recuerda Jordi Arrese, capitán español en aquella época, que desvela la clave de la relación entre Nadal y la Davis: «Cuánta más presión había, mejor jugaba. Y en la Davis había y hay mucha presión. A la mayoría de tenistas les cuesta jugar una competición así, por países, con el público entregado, pero él siempre lo vivió como pez en el agua. Tiene mucho sentido que lo deje en la Davis, vistiendo la camiseta de España, y que nadie espere un homenaje. Será el animal competitivo de siempre».

Y es que con Nadal en el conjunto ahora capitaneado por David Ferrer y con Alcaraz como sucesor, España debe aspirar a su séptimo título. La despedida perfecta: el hombre que elevó al país, elevando un último trofeo. Será el mes que viene, del 19 al 24 de noviembre en el pabellón Martín Carpena de Málaga con una gran ventaja y un gran inconveniente. La ventaja, la ausencia de rivales de entidad más allá de Jannik Sinner con Italia o Taylor Fritz con Estados Unidos, por el otro lado del cuadro. Y el inconveniente, la superficie, la pista dura y sus exigencias.

¿Cómo ven a Nadal fuera de España? "Su legado es aún más importante como persona que como tenista"

¿Cómo ven a Nadal fuera de España? “Su legado es aún más importante como persona que como tenista”

22 Grand Slam, 92 títulos en la ATP, cinco Copa Davis, dos oros olímpicos, más de 1.000 victorias... Rafa Nadal se retira con la mochila llena, conquistadas todas las posibles conquistas, pero, ¿Qué deja para el futuro? En cada adiós de una leyenda del deporte mundial se observan miles de niños y de niñas imitando sus gestos y también ocurre con el español, aunque su sombra es extraña. A Nadal se le puede imitar en muchos sitios, se le debe imitar en muchos sitios, excepto sobre la pista.

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«Nadie va a volver a jugar como él porque no se debe jugar como él. En la primera parte de su carrera, la que construye a Nadal como mito, jugaba a cuatro o cinco metros de la línea de fondo. Lo podía hacer por su fuerza física, por su mentalidad y por la aceleración que imprimía a la bola, pero era extrañísimo, día que un caso único en la historia», analiza el periodista argentino Sebastián Fest, fundadora de la revista Clay y autor del libro Gracias: El legado de Rafael Nadal.

En sus palabras, la imposibilidad de encontrar un imitador. Mientras Roger Federer ya tiene discípulos-como Grigor Dimitrov- y Novak Djokovic triunfó con un estilo más reconocible, nadie en el circuito se parece a Nadal y posiblemente nadie lo haga. Por ser español y compartir ciertos rasgos con él, Alcaraz ha sido muchas veces comparado con él, pero su estilo de juego no tiene nada que ver.

"Su tenis no es el mejor ejemplo"

«En realidad el tenis de Nadal no es el mejor ejemplo para los jóvenes y por eso es muy difícil que aparezca alguien que juegue como él. Los entrenadores no quieren que sus pupilos le imiten porque para ello necesitarían su físico y su top spin. Pero en las academias de todo el mundo Nadal aparece como referente en cuanto a actitud. Esa capacidad de concentración, ese desempeño en cada punto sí es un ejemplo, el mejor ejemplo. De hecho Nadal nos enseñó que no tienes que ser un robot, que puedes estar nervioso y ser emocional, pero que igualmente en cada punto debes estar concentrado», apunta Simon Cambers, periodista británico que trabaja para The Guardian o Reuters y autor del libro The Roger Federer Effect, que añade: «Por raro que parezca por sus números, es más importante el legado del Nadal persona que el legado del Nadal tenista».

Kin CheungAP

Pese a la aura de sofisticación y cortesía que envuelve al tenis, la amabilidad que mantuvo Nadal en su reinado junto a Roger Federer y Novak Djokovic no ha sido siempre la norma, ni mucho menos. Nadal deja una manera de jugar única, pero también una manera de ser perfectamente imitable: sólo hay que ser educado. Si en la época de Jimmy Connors, John McEnroe, Bjorn Borg o Ivan Lendl se llevaban a matar y en la era posterior dominada por André Agassi y Pete Sampras la rivalidad también se desparramó, Nadal y sus coetáneos demostraron que las leyendas no deben alimentarse de odio.

Su relación cordial con Djokovic y, sobre todo, su amistad con Federer quedan como un paradigma sobre el que construir el futuro del tenis. Hoy, quizá por un cierto efecto rebote, se exageran las tensiones entre los tenistas, pero crece una cercanía entre Carlos Alcaraz y Jannik Sinner al abrigo de lo que construyeron los anteriores. Los dos mejores del mundo en la actualidad, capaces de compartir un viaje en avión privado, se miran sin ninguna duda en la unión entre Nadal y Federer.

La foto en la Laver Cup

«Si hablas con los tenistas más jóvenes sobre Nadal la mayoría te dicen que era buenísimo, pero no te dicen que quieren jugar como él, te dicen que quieren ser como él. Su humildad, su grandeza, su respeto al oponente... Ese es su mayor legado y en ese apartado entra, claro está, su relación con Federer. Demostraron que podías competir por los títulos más importante manteniendo el respeto en la pista, en la victoria y en la victoria», observa Howard Fendrich, especialista de tenis de la agencia estadounidense Associated Press y actual copresidente junto a Cambers de la Asociación Internacional de Periodistas de Tenis (ITWA).

«Con su palmarés puede parecer extraño y de hecho es extraño, pero para mí una de las fotos más importantes de su carrera es la que le hicieron en la Laver Cup, llorando en la retirada de Roger Federer, dándole su apoyo, por todo lo que significa», añade Fendrich que como el resto de consultados asume que no habrá otro Nadal en la pista, pero que desea que fuera de ella tenga muchos discípulos.

Machac corta las alas a Alcaraz y le elimina del Masters 1000 de Shanghai

Machac corta las alas a Alcaraz y le elimina del Masters 1000 de Shanghai

"I love smash! [¡Me encanta rematar!]", firmaba Tomas Machac en la cámara después de su victoria y no hacía falta subrayarlo, ya había quedado claro. En los cuartos de final del Masters 1000 de Shanghai el checo remató, remató, remató y después remató para desesperar a Carlos Alcaraz y dejarle fuera del torneo. La buena racha del español, por los aires.

Ante la potencia de Machac, a Alcaraz le faltaron respuestas y su derrota en dos sets, por 7-6(4) y 7-5, fue justa. Aunque no fue el peor de sus tropiezos. Quedarán los Masters 1000 como una asignatura pendiente del español -este año sólo ha jugado unas semifinales, en Indian Wells- y se perderá la oportunidad de volverle a ver ante Jannik Sinner, pero cualquier análisis será indulgente con su actuación ante Machac.

Al contrario de lo que ocurrió unas semanas atrás en su enfrentamiento en la Copa Davis, este vez Alcaraz puso más tenis, más calma e incluso más coraje, pero el juego de Machac siempre le perjudica. El checo de 23 años, tenista irregular, número 33 del mundo, se entrega siempre a los golpes, a reventar la bola con la mayor violencia posible, y ante él no hay ritmo posible. Si está acertado, exige defensa y a veces ni con esas.

Este jueves en China, Alcaraz jugó mejor, fue mejor, pero nunca llegó a desvestir a su adversario. Si acaso puede hacerse un reproche: su debilidad en los momentos decisivos. Los datos a veces son tramposos, pero otras veces no. El actual número tres del mundo necesitó hasta ocho bolas de break para convertir una mientras a su rival le bastaron cuatro para conseguir dos roturas.

Esa desigualdad fue crucial, como lo fue el tie-break del primer set. Alcaraz había dominado todo el periodo y había obligado a Machac a resistir, pero en la muerte súbita concedió varios errores. El checo, en cambio, entregado al saque y volea (o mejor dicho saque y remate), disfrutó de ese desenlace y se plantó en el segundo set con la confianza de quien se ve ganador. Alcaraz necesitaba de sus fallos para encarar la remontada y esos finalmente no llegaron.

La vida de jubilado de Iñaki Perurena, el levantador de piedras más famoso: "Nunca se me pasó por la cabeza hacer otra cosa"

La vida de jubilado de Iñaki Perurena, el levantador de piedras más famoso: “Nunca se me pasó por la cabeza hacer otra cosa”

A Iñaki Perurena no le convence ser entrevistado. "Vamos a ver, vamos a ver", arranca con su marcadísimo acento vasco, "acabo de cumplir 68 años y a estas alturas de la vida no tengo mucho que explicar ya. Cuando competía, me hacían preguntas y yo contestaba, pero ahora estoy aquí recogido, en mi casa, con mis cosas. No le veo mucha lógica, la verdad". Al final, por amabilidad o por quitarse de encima al periodista, accede. Y da gusto escucharle.

Porque Perurena todavía tiene cosas interesantes que contar, más de las que él cree. "Mi vida siempre ha sido el levantamiento de piedra, quise ser levantador, fui levantador y nunca se me pasó por la cabeza hacer otra cosa", se define y con esa definición cómo no preguntarle más. Como él cuenta, Iñaki Perurena fue levantador de piedra, seguramente el mejor levantador de piedra de la historia, una leyenda en el mundillo de los herri kirolak, los deportes tradicionales vascos.

Nacido en 1956 en Leitza, un pueblecito de Navarra, de niño su abuelo le hablaba de forzudos capaces de elevar cualquier cosa y así a los 14 años levantó su primera piedra de 100 kilos y así a los 17 ganó su primera competición, en Tolosa. De ahí al cielo: fue el primero en levantar una piedra de 320 kilos, el primero en levantar 267 kilos con una mano o el primero en levantar 1.700 veces seguidas una piedra de 100 kilos -estuvo nueve horas-. En lo suyo, una leyenda. Tanto que cuentan que él cambió el deporte para siempre porque agarraba las piedras desde más arriba y así forzaba menos: ahora es lo que hacen todos.

"Al principio me miraban raro"

"En su época fue como cuando Dick Fosbury empezó a saltar de espaldas. Al principio me miraban raro, pero como funcionaba todo el mundo empezó a hacer lo mismo. Era una innovación", cuenta Perurena que se convirtió en un protagonista más o menos habitual de la televisión de los años 90.

Iñaki Perurena, ex levantador de piedras

Iñaki Perurena, ex levantador de piedrasAraba

En 1988, Javier Gurruchaga le entrevistó en su Viaje con nosotros y ya no pararon de llamarle de programas, aunque se alejó de la competición y otros, como su vecino Mikel Saralegi, le arrebataron la mayoría de sus récords. En 2000, además, ETB le dio un papel en su longeva telenovela Goenkale y eso multiplicó aún más su popularidad.

¿Entonces vivió del levantamiento?
No, no, siempre fue un deporte muy minoritario. Sí tenía pequeños patrocinios y muchísimas actuaciones por los pueblos, pero mi profesión siempre fue la de ganadero y carnicero. Cuando competía o me llamaban de la tele, incluso alguna vez que fui a Madrid, yo no dejaba de hacer lo mío.

"Ahora entreno para vivir. Sería absurdo que hiciera levantamiento a mi edad, pero me ejercito. Por las noches hago un pequeño entrenamiento de fuerza y aerobic para sudar un poco", explica Perurena, que aunque de entrada no lo confiesa sufre una lesión en la espalda que le fastidia. "La piedra me ha pasado factura, pero más factura me ha pasado el tiempo. He estado 41 años levantando la piedra, haciendo miles de actuaciones, y ahora el cuerpo se resiente, claro", reconoce al final en una nueva vida. Mientras su hijo Inaxio todavía realiza exhibiciones en el levantamiento de piedra -hace unos años levantó 308 kilos-, él trabaja como comentarista de herri kirolak en ETB, se mantiene al tanto del negocio ganadero familiar y sobre todo cuida de su museo, el Peru-Harri.

Un museo en medio del monte

A dos kilómetros del centro de su pueblo, en medio del monte, hace una década abrió una suerte de exposición de fotografías, ropa de competición, trofeos, recuerdos y sobre todo esculturas enormes hechas en piedra en honor al levantamiento. De una mano grandiosa a un gigante con una piedra al hombro.

Iñaki Perurena, ex levantador de piedras

Iñaki Perurena, ex levantador de piedrasARABA PRESS

"Para mí esto no es un museo, son vivencias, recuerdos, obras. En estos últimos años de mi vida me dedico a esto. Viene gente de la zona, algunos turistas españoles e incluso algún ruso o algún estadounidense. Yo hago lo que buenamente puedo. No puedo hacerles el gusto. Si se presentan aquí el sábado o el domingo por la mañana les hago una visita y ya", comenta y, aunque también lo esconde, se antoja feliz porque su deporte, un deporte tan tradicional, el levantamiento de piedra, siga vivo hoy en día: "Ahora hay escuela, les enseñan a los niños, y ha irrumpido la mujer. Es interesante. Creo que el levantamiento está en un buen momento".

El fallo más grotesco de un juez de silla castiga un poco más al veteranísimo Stan Wawrinka: "Deberían haberlo despedido"

El fallo más grotesco de un juez de silla castiga un poco más al veteranísimo Stan Wawrinka: “Deberían haberlo despedido”

A sus 39 años y después de 934 partidos en la ATP, Stan Wawrinka alucinó este lunes como nunca había alucinado: el juez de silla le había ganado. En la segunda ronda del Masters 1000 de Shanghai, ante el italiano Flavio Cobolli, un error del árbitro Carlos Bernardes, que cantó 0-30 cuando era 15-15, provocó el único break del encuentro y finalmente la derrota del suizo por 6-7(6), 7-6(4) y 6-3. Ninguno de los dos tenistas, ni sus equipos, ni la organización, ni tan siquiera nadie del público avisó del descuido y Wawrinka fue eliminado sin más.

Horas después, ya advertido, el perjudicado compartió imágenes del punto crítico en su cuenta de Twitter y los polemistas habituales, como Nick Kyrgios, criticaron a Bernardes -"Debería haber sido despedido hace años. ¿Cómo es posible que pase esto?", dijo el australiano-, pero ya no había nada más que hacer. Wawrinka, hoy en el puesto número 236 del ranking mundial, mantenía su mala racha una semana más.

Andy WongAP

Porque el fallo de Bernardes podría quedarse en anécdota, pero no deja de ser un clavo más en el ataúd del suizo, eternamente a un paso de la retirada. Hoy es el más veterano del circuito ATP y va acumulando tanto récords de longevidad como derrotas. Más de dos décadas después de su debut como profesional, últimamente pelea por volver a disfrutar con éxitos tan puntuales como su final en el ATP 250 de Umag del año pasado.

"Sé la edad que tengo"

"Sé la edad que tengo y sé la posición que ocupo en el ranking. Por eso sé que me van a preguntar en cada entrevista y no tengo ningún problema con ello. De hecho me gusta responderla. No me retiro porque soy yo quien decide. No hay más. Si disfruto del tenis, si mantengo la pasión, si me siento competitivo, si sigo disputando buenos partidos, ¿Por qué no puedo seguir jugando?", contestaba este verano en una entrevista concedida a Express después de convertirse en el tenista más veterano en disputar el cuadro individual de unos Juegos Olímpicos, una plusmarca inesperada en su carrera.

Porque aunque los deportistas cada vez alargan más sus carreras y alguna vez habrá un campeón a los 40 años -de momento el récord lo tiene Roger Federer con 38-, Wawrinka nunca fue candidato a una trayectoria tan extensa. Campeón del Roland Garros junior de 2003 ante rivales como Andy Murray, Gael Monfils, Jo-Wilfred Tsonga, Nico Almagro o Marcos Baghdatis, el suizo fue junto a Murray la mayor amenaza al Big Three durante años, especialmente entre 2014 y 2017 cuando ganó el Open de Australia a Rafa Nadal y Roland Garros y el US Open a Novak Djokovic.

Con su revés a una mano como emblema, fue tercero del mundo y ambicionaba más cuando se sumergió en el infierno de las lesiones. En 2017 empezó el calvario con una rotura en la rodilla izquierda que siguió en 2021 con otra dolencia en el pie izquierdo y continuó a finales del año pasado con una recaída en el mismo pie. Pese a que confesó que le costaba entrenar, Wawrinka continúa batallando para vivir grandes noches. Es complicado. Este año sólo ha sumado seis victorias, la última ante el francés Giovanni Mpetshi Perricard en primera ronda del Masters 1000 de Shanghai. Ante Cobolli, en segunda ronda, tenía la opción de pasar a octavos y medirse a Djokovic, pero el error de Bernardes le negó el disfrute.

Dayle Ojeda o cómo desertar de Cuba el día de la inauguración de unos Juegos Olímpicos: "Estaba nerviosa, miraba atrás por si me seguían"

Dayle Ojeda o cómo desertar de Cuba el día de la inauguración de unos Juegos Olímpicos: “Estaba nerviosa, miraba atrás por si me seguían”

"Había pensado en ello varias veces. En Cuba no tenía opciones de competir, tenía muchas dificultades para entrenar y sabía que ése era el momento. Del 6 de mayo al 26 de julio de este año estuve en París ayudando a las judocas de mi país clasificadas para los Juegos Olímpicos y el día de la inauguración, cuando llegué al aeropuerto para regresar a La Habana, me separé del grupo".

A los 31 años, a la judoca Dayle Ojeda se le escapaba la carrera, la vida. Nacida en La Habana en 1993, entre 2019 y 2020 ganó un Campeonato Nacional, compitió en los Grand Slam de París y Dusseldorf e imaginó un futuro mejor, distinto, próspero. Pero después todo se desvaneció. En su categoría, de más de 78 kilos, Cuba contaba con una leyenda algo mayor que ella, Idalys Ortiz, cuatro veces medallista olímpica, campeona en Londres 2012, y no había dinero para ambas. En cuanto las autoridades escogieron a Ortiz, acabaron los viajes para Ojeda y hasta se limitaron los entrenamientos.

"A los Juegos Olímpicos viajan más, pero al resto de competiciones sólo van las primeras figuras de Cuba, apenas tres o cuatro judocas. No había recursos para nada, no había manera de desarrollar una carrera deportiva y no tenía medios para vivir. Recibía un salario mínimo que no alcanzaba para las cosas fundamentales y me tenían que ayudar mis padres. Sólo había dos caminos: o salir de Cuba o dejar el deporte", comenta Ojeda a EL MUNDO desde Valencia, donde llegó después de todo un periplo. Porque viajar de La Habana a Valencia con escala en París es relativamente fácil, pero desertar de un país es otra cosa.

"No sabía qué pasaría, unas amistades me recogieron"

"Estaba nerviosa, miraba atrás por si me seguían, no sabía qué pasaría. Por suerte unas amistades me recogieron en el aeropuerto. Después cogí un autobús hasta Barcelona, me quedé allí unos días con una amiga y luego llegué a Valencia, donde me esperaba Ayumi".

Subcampeona en los dos últimos Abiertos Panamericanos de Varadero, Ojeda podía haberse marchado a Estados Unidos, a Miami, donde tiene familiares, o podía haberse quedado en Francia, una potencia mundial en judo, pero escogió España porque "nos parecemos en muchas cosas" y por Ayumi Leiva, compatriota suya nacionalizada el año pasado y aspirante a medalla en los Juegos Olímpicos de Los Angeles 2028. Ella le explicó las bondades del sistema español y le introdujo en el Centro Especializado de Alto Rendimiento (CEAR) de Benimaclet, donde entrenan los recientemente olímpicos Salva Cases y Tristani Mosakhlishvili 'Tato'.

"El judo es judo en todo el mundo, pero la preparación en España no tiene ni punto de comparación con la de Cuba por muchos motivos. En primer lugar porque aquí la preparación física es más profesional, está más estudiada, hay más recursos. Y en segundo porque aquí hay muchísima gente de nivel. Hay muy buenas judocas en España y, además, cada semana viene gente de nivel de otros países. Sólo llevo aquí dos meses, pero noto que he mejorado más que nunca en mi vida", reconoce Ojeda, a quien aún le queda un camino largo.

Dayle Ojeda.

Dayle Ojeda.David GonzálezAraba

"En mi mente sé que es lo mejor, pero en mi corazón me cuesta porque voy a pasar tiempo sin ver a mi familia. En Cuba tengo a mi mamá y se me hace duro. Hablo todos los días con ella, también hablo con mi hermana, con mis sobrinos, pero no es lo mismo que verlos en persona. Eso es lo más difícil".

Con la añoranza a cuestas, Ojeda ahora intentará destacar en el Campeonato de España que se celebrará en diciembre -en su peso la selección no tiene representantes olímpicos o mundialistas- y poner en orden su situación. La Federación Valenciana de Judo le ha ofrecido una plaza en su residencia y le ayuda con la manutención y el material, pero necesita competir cuánto antes. El proceso de nacionalización es complicado y, más allá del apoyo institucional, los resultados ayudan.

Como demostraron los casos de compatriotas suyos como el saltador Jordan Díaz o el boxeador Enmanuel Reyes Pla, si Ojeda se confirma como una opción de medalla para los Juegos Olímpicos de Los Angeles 2028 el Consejo de Ministros no tardará en actuar. "Ahora mismo mi motivación es trabajar al máximo para estar preparada cuando llegue mi momento. Me encantaría poder ir a los próximos Juegos Olímpicos y devolver a España toda la ayuda que me está dando", finaliza Ojeda.

Alejandro Carbonell, el referente del hockey hielo en España pese a aquel maldito pastillazo: "Perdí cuatro dientes, me operaron de urgencia..."

Alejandro Carbonell, el referente del hockey hielo en España pese a aquel maldito pastillazo: “Perdí cuatro dientes, me operaron de urgencia…”

Muchos años después, Alejandro Carbonell no recuerda aquella tarde remota en que su padre lo llevó a conocer el hielo. «No te sabría decir. Tendría tres años o incluso menos cuando empecé a patinar», reconoce y de aquella infancia, esta vida. Carbonell nació en el hielo, creció en el hielo, sigue en el hielo: es el capitán de la selección española y referente del Jaca de hockey hielo y, aunque en la mayoría del país su deporte es desconocido, en el Pirineo aragonés es casi una estrella. «Fuera de aquí se sorprenden, pero en Jaca la gente me para, los niños me piden fotos. Nos pasa a todos los jugadores. El hockey es algo nuestro. Yo de crío hacía lo mismo», explica antes del inicio de una Liga española con particularidades.

En primer lugar, porque compiten siete equipos, un número impar que viene de «un desastre» que requiere explicación. En segundo lugar porque uno de ellos es portugués, el Porto, por eso se llama Liga Ibérica. Y en tercero porque el clásico se disputa entre dos pueblos pirenaicos, el Jaca, vigente campeón, y el Puigcerdà. «Somos dos pueblos muy parecidos que vivimos de lo mismo, del turismo de segunda residencia, del deporte de montaña... es un duelo bonito», comenta el jugador. En esos partidos, la enorme Pista de Hielo de Jaca se suele llenar, es decir, se juntan 2.200 de los 12.000 vecinos del lugar. Normal que paren a Carbonell por la calle.

El sueño de competir en Francia

«Mi primo, Juan José Palacín, era uno de los mejores jugadores de España y crecí viéndole. Antes incluso que hubiera equipo para nosotros, mi hermano y yo ya practicábamos en el garaje. Lo único que recuerdo fue el primer partido que jugué, a los siete años, en un torneo internacional en Vitoria. Nos llevaremos allí por ser el Jaca y un equipo francés, el Anglet, nos ganó por 33-00. Éramos tan pequeños que las medias no nos llegaban a cubrir las espinilleras», rememora quien luego precisamente acabó en la liga francesa, la League Magnus, la competición profesional más cercana. Si en España no cobra casi nadie y los jugadores se tienen que comprar su propio material -unos patines profesionales cuestan más de 1.000 euros-, al otro lado de los Pirineos hay sueldos de hasta 100.000 euros, es decir, el sueño de la plena dedicación al hockey hielo.

RFEDH

«En 2016 tuve la suerte que el seleccionador español, Luciano Basile, también entrenaba allí y me llevó al GAP para jugar con el filial. Llegué a debut en el primer equipo, me hice un hueco, pero por problemas económicos del club no me renovaron y al año siguiente lo intenté en el Annecy, en la segunda división francesa. Allí me dieron un pastillazo y se acabó la experiencia», repasa Carbonell y... espera, ¡¿Un pastillazo?! «Sí, sí, pasa poco porque hay que tener muy mala suerte, que la pastilla se cuele justo en el sitio del casco, pero me dieron de pleno en la boca. Perdí cuatro dientes, me operaron de urgencia y estuve seis semanas comiendo con una jeringuilla, todo líquido. Pesaba 76 kilos y bajé a 69. Me costó mucho volver a entrenar y decidí regresar a España», comenta quien ahora compagina el hockey hielo con su empresa de gestión deportiva, ArokSport, con un mal recuerdo por partida doble.

La desaparición del Barcelona

Por el pastillazo y porque el equipo al que regresó en España ya no existe: el Fútbol Club Barcelona. Por las obras alrededor del Camp Nou, la Pista de Gel se fue a tierra y, con ella el conjunto. Es «el desastre» por el que ahora la Liga Ibérica es impar. «Es una verdadera pena que se haya dejado morir el proyecto. El Barça era un ejemplo de club polideportivo en España. Cuando estaba allí sufrí una pequeña lesión y me trataba junto a Rafinha, de igual a igual. Ha hecho mucho daño al hockey hielo en España», explica Carbonell, cuyo Jaca, ya sin el Barça, vuelve a ser favorito a todo. Con la competencia del Puigcerdà, el Porto, el Txuri Urdin de San Sebastián, el Milenio Panthers de Logroño, el Majadahonda y el Huarte, el conjunto aragonés buscará otro título a la espera que la competición crezca.

En muchas poblaciones, de Vitoria a Boadilla, de Granada a Vielha, hay pistas de hielo, pero faltan practicantes del hockey, incluso falta que se sepa que existe el deporte. «Fuera del Pirineo, cuando digo que juego a hockey hielo, aún hay quien me habla de las peleas de la NHL estadounidense. Aquí en Europa están prohibidísimas», señala Carbonell, al que siempre le quedará Jaca, donde es casi una estrella.