El Valencia despierta ante un Girona lento que olvidó su fútbol

Actualizado Sábado, 21 septiembre 2024 - 21:00

Las pesadillas se acaban con un despertar, no son eternas. Basta con un detalle para que salir de un doloroso letargo. En Mestalla, ente el Girona, fueron dos los que permitieron al Valencia ver reconocido su esfuerzo, resoplar y soltar la piedra que siempre lastra los pies del colista. Seguirá abajo, siendo un equipo que se hace pequeño, pero de él ya pueden tirar sin temblar las casi 41.000 personas que le rescatan siempre desde la grada. [Narración y estadísticas (2-0)]

No quería vestir Baraja el partido de decisivo y lo hicieron sus jugadores. Lo encararon responsabilizados, ordenados, batalladores, algunos incluso incombustibles en los duelos ante un Girona espeso, lento, con tantos recursos como dudas y sin la pátina que le hizo brillar hace pocos meses.

Su derrota tuvo tanto de merecimiento como de desgracia. En dos minutos, entre el 56 y el 58, Pepelu recuperó dos balones que abrió sus extremos. Fue primero Rioja quien, cansado de intentar centros en balde, probó un disparo que desvió Juanpe para desgracia de Gazzaniga. En la banda contraria se reprodujo el ataque y, esta vez, el capitán gironí lo que no pudo es desviar lo suficiente el tiro de Dani Gómez. En dos zarpazos el Valencia había despertado.

Antídoto contra el veneno

No fue un duelo de ida y vuelta desde el arranque y apenas se pisaron las áreas. Ambos equipos parecían incapaces de recordar lo que fueron hace pocos meses. El Girona se olvidó del fútbol con el tuteó a las elites del campeonato y el Valencia de la capacidad de asestar golpes definitivos a sus rivales con una velocidad endiablada. Se alternaron el control pero, como si hubieran pactado una tregua, no lograban amenazarse.

El plan valencianista era sostenerse en busca de un triunfo que ejerciera de antídoto al veneno que le condena en la clasificación. Ganar pasaba por no equivocarse ante un rival que no suele perdonar. Eso lo logró, con Tárrega y Mosquera desesperando dejando sin balón a Abel Ruiz y haciendo desaparecer a Miovski, con Barrenechea siempre vigilante en las ayudas y Thierry frenando en seco el poder destructor de Danjuma. Hasta Javi Guerra parecía tener un partido a su medida que no se lanzó a aprovechar hasta el paso por el vestuario.

Donde el Valencia encalló fue arriba. Sin Hugo Duro, es un equipo romo. Nadie apareció para cazar un centro de Guerra que se paseó por el área en la primera parte, como tampoco el de Diego López que acabó en las manos de Gazzaniga, a quien Dani Gómez estuvo a punto de sacarle los colores. Fueron sustos, pero más que los del Girona, que ni siquiera probó a Mamamardashvili.

Seis meses después

El paso al frente lo dieron en la segunda parte, lanzando más a sus extremos y encontrando en ellos la vía del gol. Cuando llegaron y la ventaja fue cómoda en un pispás, el equipo fluyó.

El pueblo de Mestalla, que no celebraba desde marzo, empujó. No llegaron más goles, ni siquiera ocasiones claras, pero no hubo sufrimiento pese a la revolución de un contrariado Míchel. Eso sí, Mamardashvili salvó con su vistosidad habitual un testarazo de Misehouy para confirmar que la victoria tenía dueño.

Los números que explican el abismo del Valencia: sin inversión, con 163 millones en ventas y una plantilla jibarizada por los ingresos por televisión

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Colista con un punto. El Valencia vive de nuevo al borde del abismo demostrando que la holgura con la que logró la salvación la temporada pasada, e incluso el sueño de volver a Europa, fueron un espejismo en el desierto. No es la primera vez que el equipo es último, pero sólo en siete temporadas de las 92 que encadena en Primera División ha llegado a la sexta jornada al fondo de la tabla. La mirada lejana hacia Mestalla advierte que aún es pronto, que la temporada acaba de arrancar y hay margen de mejora -«es un poco dramático hablar ya de finales», advertía Baraja de cara al duelo ante Girona-, pero el valencianismo sabe quién le ha puesto el tobogán al equipo para que resbale y que el riesgo de descenso vuelve a estar muy presente.

El Valencia no gana desde el 15 de abril, 12 partidos en el tránsito de dos temporadas y una racha que no encadenaba desde aquella que le llevó a Segunda en 1986. Son los síntomas de una enfermedad que desde 2020 hace que el 40,8% de sus partidos sean derrotas. La razón es el abandono de Peter Lim.

El máximo accionista no quiere seguir sosteniendo al club. En diciembre de 2022 hizo su última aportación: otro crédito de 35 millones que se suman un total de 190 desque que compró la mayoría accionarial en 2014, y que ha ido capitalizando. Sin asistencia, con un 60% de la cifra de negocio destinada a pagar deuda y un déficit de 24 millones para arrancar cada año, la inversión deportiva casi ha desaparecido y eso se refleja en el campo. Estranguladas las cuentas, el equipo se ha jibarizado.

El Valencia es el club de LaLiga con mayor balance entre ventas y compras en los últimos cinco años: 162,90 millones de beneficio. Le sigue a mucha distancia el Betis con 99,95. Si bien el valor de su plantilla es el sexto por la irrupción de canteranos como Javi Guerra, Diego López o Mosquera y el crecimiento de apuestas como Mamardashvili, es cada año más barata en costes y se ajusta escrupulosamente a los ingresos por televisión: de los 84,6 de la temporada 20/21, ya sin Europa, se ha pasado a los 60 actuales. Aún así, es insostenible.

Mientras históricos rivales como el Atlético de Madrid se catapultan gracias a encadenar participaciones en Champions y a ampliaciones de capitales que suscriben sus máximos accionistas, el Valencia sólo ha jugado tres veces la máxima competición desde que llegó Peter Lim: en la 2015/16 con Nuno y las dos a las que le llevó Marcelino García Toral, la 17/18 y la 18/19. Ambas fueron las de presupuestos más altos y plantillas más caras.

Ahora el club no puede ni acercarse a aquellas cifras, ni siquiera soñar con firmar futbolistas como aquellos. Su realidad le debería llevar a moverse entre el noveno y el undécimo, pero si resbala el precipicio se acerca.

La pregunta que el pueblo de Mestalla se hace es ¿cuánto durará este "plan de contingencia"? Lo que Peter Lim tarde en encontrar un comprador a su paquete mayoritario o, en el caso de continuar al frente, sus ejecutivos en Valencia calculan que sólo se podrá incrementar la inversión dos años después de inaugurado el nuevo estadio.

Si el Valencia pone en marcha las obras del campo el próximo 12 de enero, como tiene comprometido con el Ayuntamiento para no perder las licencias y los beneficios urbanísticos, serán 30 meses de construcción y podría estar operativo para la temporada 27/28.

Antes el club debe conseguir 120 millones de financiación para reestructurar su deuda y hacer frente a los costes de la obras. Para ello se ha puesto en manos, como el Barça, el Betis o el Sevilla, de Goldman Sachs.

El grifo de Singapur está cerrado y se sobrevive a base de ventas que el mercado no pone fáciles. Eso se traduce en que no hay fichajes. Esta temporada se ha cerrado la venta en diferido de Mamardashvili al Liverpool, pero se ha vendido como un logro retener a Mosquera o a Javi Guerra, pese a que tuvo un pie en el Atlético de Madrid.

Por eso sólo se ha invertido en Luis Rioja (alrededor de dos millones) y en las cesiones del extremo Germán Valera (Atlético), el medio argentino Barrenechea (Aston Villa) y el desconocido central belga Maximiliano Caufriez (Clermont Foot).

La incorporación estrella, por perseguida y deseada por Rubén Baraja, fue la de Rafa Mir, cuya detención por presuntos abusos sexuales ha sacudido al vestuario en el peor momento posible.

Respaldo a Baraja

Los pobres números y el riesgo se que avecina no merma la confianza en Baraja. Por convicción y por pura necesidad. El técnico renovó por dos temporadas el pasado mes de junio y en las cuentas del club no cabe un despido. Además, como leyenda valencianista, Mestalla cree en el técnico y eso sirve de escudo. Baraja es la principal voz que se escucha y, aunque es realista, no se alza nunca contra la propiedad.

El reto que afronta es el más complicado desde que se sienta en un banquillo. Necesita conseguir que sus futbolistas, una plantilla muy joven y poco vareada, recuperen la confianza para empezar a sumar puntos. Hace dos años obró el milagro, ahora tiene dos oportunidades en una semana ante Girona y Osasuna para empezar a enderezar el camino ante de la que la grada tiemble más.

Lamine Yamal no es suficiente para salvar al Barça de perder las alas en Champions

Actualizado Jueves, 19 septiembre 2024 - 23:20

Lamine Yamal es genio, descaro y gol, todo lo que el Barça necesita para emocionar pero como rescatador necesita ayuda. Solo no puede sumar todos los puntos. Vuela el equipo en la Liga y soñó con que la temporada fuera así, un continuo ascenso hacia el sol sin que apareciera una sola nube... hasta que pisó la aristocracia Champions. [Narración y estadísticas (2-1)]

Hansi Flick había tocado la tecla para soltar el talento de jugadores atenazados por el dilema del peso del estilo. Les quitó las riendas, les dejó ser salvajes y brillaron incluso más de lo que nadie hubiera imaginado. Sin embargo, con un arranque de calendario cómodo en Liga, en la exigente Europa entró con el pie izquierdo. El Mónaco le cortó las alas en seco. Le bastaron diez minutos para bajar a los azulgranas a la tierra y descoserles casi por completo espoleados por la superioridad numérica. La expulsión por roja directa de Éric García casi sin romper a sudar fue la primera prueba de madurez del Barça alemán.

Flick dibujó un partido enfajando su once en la medular con el central reconvertido en centrocampista de contención junto a Casadó y empujando a Pedri asomarse al área ahora que Dani Olmo mira desde los palcos. Era la oportunidad del canario, que no aprovechó, y lo único que cambiaba en un Barça que sigue apretando a sus rivales en su campo, pero que sabía del gusto de su rival por emplearse de la misma manera. A la carrera.

Como ante el PSG en Montjuïc

Así encontró el Mónaco la primera ocasión del partido en el minuto 7 cuando Ben Seghir se escapó por la orilla y probó a Ter Stegen. La siguiente decisión del guardameta alemán la pagó cara el Barça. Sus dudas en la salida de balón por la presión monegasca obligaron a Éric a reaccionar en el borde del área para frenar a Minamino y provocaron que el colegiado Lindhout no tuviera ninguna duda de que el japonés encaraba portería. Otra inferioridad que ponía cuesta arriba el camino en Champions, como hace unos meses ante el PSG en Montjuïc. Otra vez la competición se amargaba.

Pudo paliar ese regusto Raphinha pero se durmió para rematar una asistencia de Lewandowski tras una contra dirigida por Pedri. El Mónaco olió la sangre y se lanzó al área de Ter Stegen. No pudo Embolo batirle, pero encontró el joven Akliouche un pasillo en la orilla izquierda de su área que aprovechó para recortar a Balde y a Pedri, que le siguieron con la mirada, hacerse hueco y ajustar su zurdazo al palo.

Fueron momentos de apretar los dientes para que no se desatara un vendaval. El gigantón suizo Embolo retaba a Iñigo Martínez, suerte que casi siempre en fuera de juego, pero alguna enganchó entre los tres palos. Parecía cuestión de tiempo que el Mónaco hurgara para hacer más grande el descosido. No ocurrió porque así lo quiso Lamine Yamal.

Akliouche festeja el 1-0 en el Louis II.

Akliouche festeja el 1-0 en el Louis II.AFP

El Barça tiene un futbolista que espanta los nubarrones y que, como buen adolescente, no piensa piensa en las consecuencias, sólo vive y juega. Por eso no dudó en retar a Akliouche y sacar de su pierna izquierda otro cañonazo ajustado al palo ante el que no pudo reaccionar Köhn. Lo había lanzado Casadó a la espalda de Singo para retar a Salisu, batirle y convertirse en el segundo jugador del Barça más joven en marcar en Champions. No hay temor a encomendarse a él.

Crecieron los blaugranas con el oxígeno que le proporcionó el empate, al que el Mónaco quiso responder a balón parado, pero fue Balde quien erró la ocasión de darle la vuelta al marcador antes de enfilar el túnel de vestuarios.

A la espalda de Iñigo

Reestructuró Flick en en el descanso el plan de partido y el Barça volvió despojado de presión, tanto que complicó a un Mónaco valiente en ataque pero con sus propios demonios en defensa. Eso sí, Ter Stegen, que no estaba en su mejor noche, tuvo la orden de no arriesgar y sus golpeos se convirtieron en un arma de ataque. Raphinha empezó a aparecer sin llegar a aprovecharse de las asistencias en carrera de Lamine o de un centro de Koundé que no pudo rebañar.

Proponía el Barça sin dejar de mirar de reojo a su espalda porque Adi Hütter ya buscaba poner en el campo pulmón y velocidad. El disparo de Vanderson hizo volar a Ter Stegen y Minamino mandó la pelota a acariciar el larguero.

Como el Barça no hincaba la rodilla y Lamine se convertía en una amenaza constante, el técnico monegasco optó por doblar el lateral para desesperarlo. Antes de que se pudiera evaluar su apuesta ya había conseguido el premio en una pelota larguísima de Vanderson a la espalda de Iñigo Martínez que se acomodó a la carrera Ilenikhena para encarar y batir la meta azulgrana. De ese golpe ya no se alzó a pesar de que el VAR le libró de un penalti.

Un 'multazo' y la decisión deportiva, en manos de Baraja: lo que el Valencia pudo y no pudo hacer con Rafa Mir

Un ‘multazo’ y la decisión deportiva, en manos de Baraja: lo que el Valencia pudo y no pudo hacer con Rafa Mir

Rafa Mir no va a dejar de ser jugador del Valencia. El club le va a imponer una sanción económica "histórica" y dejará que sea el técnico Rubén Baraja quien maneje la sanción deportiva que, por el momento, se resume en apartarle de los entrenamiento con el grupo y mandarle a la grada, al menos, los próximos dos partidos. El club, tras una semana de consultas jurídicas y laborales, entiende que tiene las manos atadas y no puede ir más allá.

Todas las opciones, incluidas la del despido o la de rescindir la cesión firmada con el Sevilla, estuvieron sobre la mesa en las primeras horas tras las detención, con el jugador en el calabozo y la incertidumbre de lo que que había ocurrido. Sin embargo, cuando la juez decretó su libertad, con cargos y medidas cautelares, lo que el Valencia podía o no podía hacer con el futbolista se fueron aclarando.

Se sucedieron las consultas, se valoró la situación y se concluyó que, tras la decisión de la juez con el visto bueno del Ministerio Fiscal, el club no podía imponer al jugador un castigo mayor al judicial despidiéndole. No existen razones legales que lo justifiquen, en este momento, como procedente y, aunque se asumiera como improcedente -lo que abriría la puerta a una demanda del deportista-, los consejos legales advertían de que podía ser una vulneración de la presunción de inocencia. Despedir a Rafa Mir se entendería como declararlo culpable, y eso el club no iba a hacerlo.

Con lo que ocurrió en la casa del jugador en Bétera como objeto de investigación en el juzgado y las revelaciones que van apareciendo, el único ámbito de actuación que quedaba a la entidad era en el ámbito laboral y deportivo. La dirección del Valencia propuso entonces al consejo de administración aplicar el convenio colectivo firmado entre la Liga y la AFE, el sindicato de futbolistas, para castigar lo que está en su ámbito: la salida nocturna del futbolista hasta altas horas de la madrugada y el daño reputacional que su conducta ha generado al Valencia. De hecho, el club llamó personalmente a los principales patrocinadores para explicarles su postura y en todos encontró comprensión.

La propuesta de sanción, que tendrá que aceptar el jugador o presentar alegaciones, es imponerle una multa de entre el 6,67% y el 10% de todo lo que supere los 100.000 euros del salario mensual del futbolista, según el punto 7.3.2.6 del Anexo 5 del convenio. De los primeros 100.000 euros, la cuantía se puede ir hasta el 25% del salario. Se trata de una sanción histórica en el Valencia por la cuantía que va a alcanzar y que, por la actitud de arrepentimiento por estos hechos mostrada por el futbolista, podría aceptar.

Lim no, el consejo sí

Esta decisión se transmitió a Singapur para que fuera validada por el consejo de administración, del que forma parte el hijo de Peter Lim, Kiat Lim. El máximo accionista no tuvo intervención ni la presidenta, Laychoon Chan, le informó a pesar de que la decisión podía tener una trascendencia económica. Es la versión que sostiene el club: Lim no se ha pronunciado sobre la situación de Rafa Mir.

En este escenario, esta multa la pretende convertir el club en un "toque de atención" al resto de jugadores que, de momento, no le tendrá como compañero en el césped. Esa decisión la tomará Rubén Baraja. El club ha dejado en manos del entrenador la rehabilitación deportiva de Mir, si la considera oportuna.

El entrenador le manifestó al jugador su "profunda decepción" por lo ocurrido y fue muy duro en la reunión que mantuvieron el lunes. Aún así, la idea de dejarlo en la grada más allá de los dos primeros partidos tiene una vertiente jurídica. Después de haber sido titular en los tres primeros partidos de Liga y haber jugado el segundo, descartarlo de manera indefinida podría provocar que el futbolista alegue "falta de ocupación efectiva", aunque en este caso, si es decisión de Baraja que no vuelva a jugar, el club la respaldará. De momento, los abogados de Rafa Mir, con quienes el Valencia está en permanente contacto, no han presentado ninguna queja ante el hecho de haber sido apartado de manera temporal.

¿Qué ocurrirá si Mir vuelve al campo? Se someterá a un juicio público que el club ni puede ni quiere valorar. Confía en que demuestre fortaleza mental basada en la convicción que viene manifestando desde el inicio del caso en que es inocente. Si afecta o no a su rendimiento deportivo es algo que también debe valorar el cuerpo técnico.

De momento, el Valencia, con estas decisiones, pretende castigar hasta donde le compete al futbolista y respetar un proceso judicial del que le mantiene al día pero del que no piensa en ningún caso formar parte a la espera de que la investigación avance.

La acción de la justicia, de las demandantes y de la defensa del jugador, puede alargarse en el tiempo y, si alcanza al mes de junio, el problema ya será del Sevilla porque la cesión habrá acabado y la opción de compra será difícilmente ejecutable.

De Fabián a Ferran: cómo De la Fuente reactiva a secundarios

Actualizado Lunes, 9 septiembre 2024 - 23:09

"Este partido da visibilidad a un grupo que jugadores que son una selección, son un equipo". Las palabras de Luis de la Fuente tras la victoria ante Suiza en un contexto rudo encierran parte del secreto de por qué España carbura con un rendimiento mayúsculo desde que el riojano se puso al frente. En Ginebra se vivió el partido más complicado desde que agarró la riendas en enero de 2023, en inferioridad numérica 70 minutos, algo que no ocurría desde finales de la década de los 90, bajo una intensa lluvia y con la necesidad de proteger a los futbolistas en un intenso inicio de temporada en el que ya han aflorado lesiones.

Si la era De la Fuente arrancó un partido de rotaciones masivas que acabó con una dolorosa derrota ante Escocia, en Suiza España mostró su capacidad de resiliencia con diez jugadores sobre de los cuales sólo dos fueron titulares en la final de la Eurocopa: Carvajal y Laporte. El resto, han aprendido a batallar para serlo, porque saben que desde el banquillo se les dará la oportunidad, porque se sienten equipo y respaldo, en ocasiones incluso más de lo que viven a diario en sus clubes. "Es la unión que tenemos y por eso no es casualidad ser campeones de Europa. Somos una familia más que un equipo, nos llevamos muy bien y eso en el campo se nota", aseguró después del partido.

En esta ventana internacional, hubo jugadores que refuerzan el mensaje que siempre lanza el técnico y lo hicieron amarrando un partido en un contexto complicado. Raya demostró que la portería está segura; Grimaldo que es un arma en ataque tan potente como Cucurella y Vivian que es un central tan bregador como solvente. Zubimendi cogió el mando, Fabián desplegó un talento arrollador y Joselu y Ferran que tiene un idilio con el gol cuando se visten con la camiseta nacional. Junto a ellos, Ayoze y Jeremy Pino, para demostrar que España puede sobrevivir a Lamine Yamal, Olmo, Nico Williams, Rodri o Morata por mérito de Luis de la Fuente, que reparte visibilidad y atención.

El estallido de Fabián

Con esa receta está haciendo brillar a futbolistas sin tanto foco en sus equipos. Es el caso de Fabián Ruiz, transformado cuando se viste la camiseta roja. Desde la llegada de Luis Enrique al banquillo del PSG, el sevillano aparece de manera asidua en el once y eso permitió a De la Fuente ir convirtiéndole en el escudero de Rodrigo en su centro del campo. De ninguno de los dos prescinde, acompañándoles una veces de Pedri y otras de Dani Olmo.

La respuesta ha llegado en forma de rendimiento, asistencias y goles. En la Euro, ante Croacia y Georgia, marcó y dio el último pase a Morata y Nico Williams. En Belgrado trató de buscar la grieta de la defensa balcánica y tuvo, y erró, la mejor oportunidad del partido en los minutos finales. Ese resquemor lo arrastró hasta Ginebra, donde se desquitó marcando el segundo gol y el tercer gol de España. "Es el mejor jugador del mundo en su posición. A mí no me sorprende", reconocía De la Fuente.

Tampoco lo hace Ferran, un futbolista al que el seleccionador ha recuperado. Fuera de sus primeras listas, y pese a la volcánica irrupción de Lamine Yamal, se ha convertido en un fijo en sus convocatorias. El valenciano vive a la sombra de la joven estrella tanto en el Barça como con España, pero en la selección asume su rol con naturalidad y, además, lo trufa de goles. Con el marcado ante Suiza suma 21, supera a Zarra y se convierte en el tercer máximo goleador de todos los seleccionados. En la era de la De la Fuente, sólo Joselu, que suma seis con el del pasado domingo, ha marcado más que el extremo, que iguala con cinco a Morata y Dani Olmo. Y eso que el seleccionador admite abiertamente que le gusta que parta desde la banda derecha. Sabe el riojano manejar el carácter ambicioso del Tiburón, domesticarlo para beneficio del grupo. Y es que Ferran, pese a su juventud, ya tiene ascendencia en el vestuario y en esta ventana, junto a Rodri y Carvajal, ha sido uno de los capitanes.

LA BANDA DERECHA

Con las posiciones dobladas y bien cubiertas por el rendimiento garantizado de todos los jugadores -incluidos los delanteros, con sus goles y los de los medios-, el quebradero de cabeza del seleccionador llega ahora en la banda derecha. Carvajal ha jugado estos dos últimos encuentros, pero con una amarilla en cada uno de ellos será baja para el duelo ante Dinamarca en Murcia el próximo 12 de octubre. Mingueza ha sido elegido en esta convocatoria, sin llegar a disputar ni un minuto, pero cabe la posibilidad de que el técnico tenga que echar mano de Nacho, a quien no ha citado tras su marcha a Arabia.

El ex capitán del Real Madrid le permitiría cubrir no sólo la ausencia de Carvajal, sino tener una alternativa más como central puesto que Le Normand, expulsado por roja directa, también tendrá que cumplir un partido de sanción.

Hora y media de reunión, consultas a Singapur y decepción: así tomó el Valencia la decisión de apartar a Rafa Mir

Actualizado Lunes, 9 septiembre 2024 - 23:09

Una semana en el ojo del huracán, un sinfín de consultas legales y la llamada definitiva a Singapur. La detención el pasado lunes de Rafa Mir por un presunto delito de agresión sexual a dos jóvenes puso al Valencia en un brete deportivo que, siete días después y tras una hora y media de reunión con el jugador en la Ciudad Deportiva de Paterna, ha concluido con una sanción al delantero y la imposibilidad de entrenarse con el resto del equipo.

Mir estará apartado del grupo y fuera de, al menos, las dos próximas convocatorias para los partidos del Valencia ante el Atlético de Madrid en el Metropolitano el domingo y el Girona en Mestalla la próxima semana. RubénBaraja le quiere en la grada.

El club, por consejo legal, no ha entrado a valorar en ningún momento las acusaciones al futbolista, por respeto a su presunción de inocencia y porque la investigación está en curso y va virando. Por eso, se ciñe a los hechos que ocurrieron sin ningún género de dudas: Mir estuvo de fiesta a horas impropias para un deportista profesional, consumió alcohol y tuvo un comportamiento que ha causado un daño reputacional al club. Por eso no se le ha permitido reintegrarse al grupo, por saltarse el Reglamento de Régimen Interno y dentro de la horquilla de sanciones que recoge el convenio firmado con la Asociación de Futbolistas Españoles (AFE).

La decisión de apartarlo del grupo se la ha transmitido el técnico, Rubén Baraja, en la reunión a la que el jugador acudió a primera hora de la mañana junto a su padre. Allí estaban también la presidenta, Layhoon Chan, y el director corporativo, Javier Solís. Minutos antes de aparecer por la Ciudad Deportiva, el futbolista lanzó un comunicado en redes sociales en el que insistía en su inocencia y su confianza en la justicia, al tiempo que pedía "sinceras y profundas disculpas" por lo ocurrido a sus compañeros, al club y al cuerpo técnico y a la afición del Valencia.

Pero sólo admitía haber "incumplido", al salir por la noche aunque fuera "en su día libre", "con el rigor de los horarios que se esperan de un profesional", dado que el inicio de la temporada, con el Valencia colista y sólo un punto, está "alejado de las expectativas".

Durante la reunión, según ha podido saber EL MUNDO, no se ha valorado la versión del jugador, que recordaba en ese comunicado que el caso "ha dado un giro importante que evidencia lo infundada que ha sido la denuncia", sino el problema que, aun respetando su presunción de inocencia en todo momento, ha generado para el club, que después del cónclave se ha expresado en otro comunicado: "El Valencia ha analizado la situación desde el punto de vista del régimen sancionador aplicable al ámbito del fútbol profesional y ha decidido acometer medidas disciplinarias. En concreto, el Club procederá a abrir un expediente a Rafa Mir al entender que su modo de proceder, en su tiempo de descanso, afecta indiscutiblemente al rendimiento profesional que se espera de él como jugador de este Club; dañando, además, la confianza que nuestra afición tiene en todos sus jugadores".

Rafa Mir la ha perdido no sólo para la grada, sino también en los despachos de un club que, pese al desgobierno que lo preside desde la llegada de Peter Lim, mantuvo durante varias temporadas un acuerdo con UN Women, la organización de las Naciones Unidas dedicada a promover la igualdad y el empoderamiento de las mujeres. Y, sobre todo, ha perdido la del entrenador.

Decepción en el vestuario

Baraja le ha hecho saber a Mir en la reunión la "decepción" que siente por el comportamiento, en el ámbito profesional, de un futbolista que ha querido fichar durante los últimos dos mercados con insistencia. Tampoco a sus compañeros les ha gustado que aumente la tensión en torno al equipo, en una delicada situación deportiva. Las llamadas entre los capitanes Gayá, Jaume y Pepelu, pese a estar con la selección, se han sucedido y el vestuario respalda la decisión del entrenador.

No tenía muchas más alternativas el Valencia. En el club son muy conscientes de que, salvo que el caso dé un giro vertiginoso en las próximas semanas, será difícil que Rafa Mir vuelva a vestir la camiseta del Valencia por las consecuencias reputacionales que tendría para la entidad. Quieren mantener la prudencia, pero la opción de compra para quedarse con la propiedad del jugador en junio se antoja complicada.

Rafa Mir entrenará en solitario sin fecha de retorno al equipo y será multado por el Valencia

Actualizado Lunes, 9 septiembre 2024 - 13:34

La presidenta del Valencia CF, Lay Hoon Chan, el director ejecutivo, Javier Solís y el entrenador del equipo, Rubén Baraja, se reunieron este lunes con el futbolista Rafa Mir para comunicarle su decisión después de que éste fuera acusado de agresión sexual por parte de mujeres. Según ha podido saber EL MUNDO, Mir pasará a entrenarse en solitario en la ciudad deportiva de Paterna sin día de retorno a la dinámica grupal y recibirá una sanción económica y deportiva por saltarse el reglamento interno de la entidad.

El Valencia CF emitirá un comunicado este lunes en el que detallará lo acordado, aunque será escueto. En los últimos días, de hecho, sólo había emitido una nota en la que se limitaba a nombrar la situación del futbolista. "El club es conocedor de dicha detención y, a falta de detalles sobre la misma, por el momento únicamente puede manifestar que colaborará en todo aquello que la justicia pudiera requerir", aseguraba.

El presunto delito de agresión sexual está siendo investigado por el Juzgado de Instrucción número 8 de Llíria (Valencia), donde Mir declaró el pasado el pasado miércoles después de pasar dos días en el calabazo. El jugador, cedido por el Sevilla al Valencia CF este verano, está en libertad con cargos mientras se esclarecen los hechos.

La denuncia de las dos mujeres

Según la denuncia de las dos jóvenes que pesa sobre él, la doble agresión se habría cometido en una fiesta privada que tuvo lugar a finales de agosto en la vivienda en la que el delantero reside, en la urbanización Torre en Conill de Bétera (Valencia). Las denunciantes explicaron que, tras conocer a Mir y a su amigo en una discoteca después del partido entre el Valencia y el Villarreal, los cuatro se trasladaron a la casa del jugador. Según su relato, los cuatro consumieron bastante alcohol esa noche.

Hasta la vivienda tuvo que desplazarse incluso la Policía Local de Bétera, que fue alertada por un vecino que oyó gritos. Tras ser atendidas en un hospital de Valencia, las dos mujeres presentaron sendas denuncias ante la Guardia Civil. Mientras la chica de 21 años acusa al delantero de una doble agresión cometida en la piscina y en un baño de la casa, la joven de 25 ha denunciado al amigo de Mir por propinarle un puñetazo.

España, sobresaliente en supervivencia: aprieta los dientes con diez y golea a la respondona Suiza

Actualizado Domingo, 8 septiembre 2024 - 23:10

España vivía inmersa en el hábito de gobernar el juego, de ganar con una lucidez asombrosa que ensombreció Serbia y que puso a prueba Suiza. Pocos contratiempos habían lastrado las botas de la selección de Luis De la Fuente pero, cuando aparecieron, se volvió camaleónica... y ganadora. Lo hizo tímidamente en Alemania y, sobre todo, ante una Suiza respondona a que acabó sujetando con diez jugadores durante 70 minutos y goleando.

A España le tocó aprender a ser varios equipos en un mismo partido, un examen que acabó con sobresaliente. Necesitaron buscar un plan diferente al dibujado de inicio para sobrevivir durante demasiados minutos en un duelo que comenzó descosieron Lamine Yamal en dos tijeretazos. Ni la lluvia ni el enfermo césped frenaron el ímpetu del adolescente del Barça jaleado por todo el estadio, suizos incluidos, como si fuera una estrella del rock. No les defraudó, aunque sólo fuera durante 45 minutos.

La selección cortó la respiración de Suiza desde el arranque cuando Pedri le tiró una pared a Nico para, de tacón, dejársela a Joselu y que probara a Kobel. Esa la paró el meta del Dortmund, pero la siguiente la sacó de dentro de su portería. Lamine agitó su varita, quebró a los defensas y apuró para colarse pegado a la línea de fondo y regalarle el gol al '9'. Enseñaban el colmillo los muchachos de De la Fuente y olían la sangre, pero Suiza no perdió su neutralidad. Encajó y respondió.

De forma inmediata, Aebischer lanzó una contra, se asoció con Embolo, que empezaba a carburar, para que apareciera Omeragic a batir a Raya. La revisión hizo que apareciera una mano al inicio de la jugada que invalidó el empate. No se inquietó Murat Yakin en el banquillo, como si supiera que la ocasión iba a llegar. Antes se vería con otro gol en contra. Primero probó Grimaldo con zurdazo desde la frontal pero fue otra vez Lamine Yamal quien lanzó a Nico. Quebró el navarro a su par pero se topó con el despeje de Kobel que rebañó Fabián para engordar el marcador. La visión de un partido cómodo fue un espejismo.

Cuando parecía que España tomaba el gobierno del juego para inclinar el duelo, Le Normand agarró a Embolo cuando encaraba el área y tuvo que enfilar el vestuario. Era el minuto 20 y la superioridad numérica inflamó a Suiza. Esa falta la estrelló Amdouni en el larguero y sirvió de aviso. España tenía que recomponerse y De la Fuente sacrificó a Pedri por Vivian. Había que cementar al equipo por encima de todo por los problemas que empezaba a crear Rubén Vargas. La confianza seguía estando en el miedo que Lamine Yamal creaba en los rivales. Con la pelota cosida al pie, dejaba sin respiración a la afición helvética y a Gregor Kobel también, porque su rechazo a otro zurdazo cruzado a punto estuvo de cazarlo Joselu.

Lejos de arrugarse Suiza, se creció a base de arreones de autoestima mientras que a España se le cerraron los espacios y se esfumó la capacidad de dormir la pelota. Embolo se convirtió en un quebradero de cabeza, incluso con Vivian como sombra, y Vargas en un puñal. La selección se tenía que conformar con contras como la que Nico Williams comandó junto a Lamine, aunque se entretuviera demasiado y apareciera Ricardo Rodríguez para evitarse otro problema con la joven estrella. Más que atacar se volvió imprescindible aguantar un resultado que, sin ser brillante, servía.

Empeñado en evitarlo estuvo Vargas que, en el minuto 40, forzó a Raya a conceder un córner de que nació su gol. Embolo peinó en el primer palo y apareció Amdouni para empujar a placer. España pedía el descanso a gritos, aunque Lamine, en su último servicio, forzara a Akanji a exhibir su punta de velocidad.

Reseteó De la Fuente el equipo en el vestuario y echó mano del pulmón de Zubimendi para no agotar a Rodrigo y de las piernas de Ferran y Yeremy Pino ante el esfuerzo que ya pesaba en Nico y Lamine. España mutó su piel y se volvió muy práctica. Había que sujetar a Suiza, que se volcó en el área, y buscar transiciones rápidas que les penalizaran el ímpetu.

Así fue como Raya lanzó a Ferran para que le ganara el duelo al lateral helvético y sirviera a Fabián su segundo gol. Después fue el valenciano quien encontraría su premio, su vigesimoprimer gol como internacional. Fue Joselu quien le entregó la pelota para, en una carrera infinita, encarar a Kobel y cruzarle el balón donde era imposible que alcanzara. España, con otra piel, volvió a demostrar su capacidad de deslumbrar.

El año sobrenatural del Lamine Yamal: “Está tocado por la varita de Dios”

Actualizado Domingo, 8 septiembre 2024 - 01:43

Hay dos indicadores que reflejan cuándo un futbolista transita la senda que conduce a convertirse en mito. El primero es salir aplaudido de los estadios rivales; el segundo, ver los aledaños de esos campos repletos de camisetas con su dorsal y su nombre, reconocible incluso para quien ni siquiera cumple la condición de aficionado. Ambas se cumplen en el caso de Lamine Yamal (Esplugas de Llobregat, 2007), que lo ha logrado con una velocidad pasmosa y con una singularidad: arrastrado por España antes que por su club.

Hoy, cuando pise el estadio de Ginebra para enfrentarse a Suiza, recordará lo que ocurrió hace sólo un año. El 8 de septiembre de 2023, ante Georgia en Tiflis, Luis de la Fuente mandaba al campo al adolescente de 16 años y 57 días que había convocado para sorpresa de muchos cuando su hábitat natural era la Sub-17 que preparaba el Mundial de Indonesia. Sin embargo, la RFEF sabía que era un diamante que se podía escapar. Pese a haber jugado con España desde los 14 años, Marruecos, país de su familia paterna, ya le había tentado. Por eso Francis Pérez, entonces coordinador de las categorías inferiores, y Tito Blanco viajaron a Barcelona a convencer a la familia. De él ya se hablaban maravillas entre los técnicos de La Masía porque incluso aguantaba las comparaciones con el crecimiento que le vieron a Leo Messi.

Sin embargo, en el primer equipo no apareció hasta unas semanas antes de la llamada de España. En la temporada 22/23, con el Barça camino de ser campeón de Liga, Xavi Hernández sólo le llamó para cuatro partidos ante Atlético, Rayo, Betis y Osasuna y lo hizo debutar ante el conjunto andaluz para jugar siete minutos. Lamine tenía 15 años, 9 meses y 16 días y rompió su primer récord al convertirse en el jugador del Barça más joven de la Liga. Pero desapareció de nuevo hasta el Trofeo Gamper de la pretemporada siguiente, la 23/24 destinada a impulsar su historia. Brilló ante el Tottenham apareciendo en las jugadas de tres de los cuatro goles (4-2) que le endosaron a los ingleses y haciendo olvidar a Dembélé. Xavi ya no prescindió de él en Liga y, antes de la llamada de España, jugó cuatro partidos en los que siguió fulminaba registros: el futbolista más joven del siglo XXI en ser titular en Liga y en dar una asistencia.

En medio de la vorágine del 'caso Rubiales' y, pese a estar en el foco, el seleccionador no se movió de su objetivo. «Es un futbolista con un potencial excepcional. En los partidos que ha participado se le ha visto que tiene ese toque de estar tocado con esa varita de Dios. No hay máximos ni mínimos de edad. Yo mido la capacidad, la categoría y el nivel. Está preparado para competir al máximo en la selección», justificó De la Fuente, que no tardó en ver cómo el niño le dejaba en buen lugar.

En el estadio Boris Paichadze, en el minuto 44, justo antes del descanso, el seleccionador miró al banquillo por la lesión de Dani Olmo y mandó al campo al debutante más joven de la historia de la selección, que además, redondearía una victoria 1-7 para convertirse también con 16 años y 57 días en el goleador más precoz.

Una "pieza clave"

Su elección de vestir la Roja ya no tenía vuelta atrás. «Lo he tenido claro siempre, que quería jugar con España, ganar una Eurocopa, un Mundial y todo lo que se pueda», confesaba Lamine justo cuando comenzó a fraguarse el fenómeno que ha pulverizado todo tipo de datos -más joven en debutar y marcar en la Euro, en estar nominado al Balón de Oro o en jugar un Clásico- y que le ha convertido en el jugador de España de mayor incidencia en el ataque, con tres goles, siete asistencias y un penalti provocado. Es «una pieza clave», admiten en el vestuario.

Suiza le temen. «Me alegro de no ser yo quien se enfrente a él», bromeaba el seleccionador suizo Murat Yakin, antiguo central. «Hace cosas increíbles con la pelota. Hay que tener mucho cuidado con sus jugadores de banda, no dejar que el balón le llegue y pararlo», advirtió.

La Eurocopa ha sido un escaparate mayúsculo, con el gol ante Francia y otras cuatro asistencias, donde ha mostrado una «madurez» que destaca continuamente De la Fuente. Es líder sobre el césped, pero su impacto va mucho más allá.

El jugador es imagen de Adidas desde febrero, comparte modelo de botas con Messi y su cotización entre las marcas se multiplica. Durante la Eurocopa, su naturalidad y su complicidad con Nico incrementaron la audiencia entre la Generación Z, que ahora espera su visita a El Hormiguero en próximo jueves. Esta popularidad no parece ser una carga que afecte a su fútbol, ni siquiera en momentos complicados como la agresión a su padre. La maneja con naturalidad y eso también genera impacto. Sus redes sociales tuvieron en junio un incremento del 52%, según Result Sport, y alcanzaron los 25 millones de seguidores. España ha creado un mito.

Kobel, el portero que sale de la sombra: de las pifias al mejor once de la Champions

Actualizado Sábado, 7 septiembre 2024 - 22:40

Cuando Yann Sommer anunció el pasado mes de agosto que dejaba de defender la portería de Suiza después de 12 años y 94 partidos, Gregor Kobel (Zúrich, 1997) no pudo evitar que se le dibujara una sonrisa. A sus 26 años iba a convertirse en el portero titular de su selección tras cuatro a la sombra del guardameta del Inter.

Murat Yakin lo hizo debutar en septiembre de 2021, cuando ya destacaba en el Stuttgart con su 1,96 de estatura, pero desde entonces únicamente ha defendido la portería en seis ocasiones y sólo en una dejando a Sommer en el banquillo. Fue en un duelo de clasificación para la Eurocopa, en junio de 2023. Para entonces, Kobel ya se había asentado bajo los palos del Borussia Dortmund.

Hijo de un jugador de hockey, Gregor coqueteó con varios deportes hasta decidirse por el fútbol, pero salió rápido de la cantera del Zurich. Con 16 años se marchó a la Bundesliga, primero al Hoffenheim y al Augsburgo que, tras dos cesiones al Stuttgart, se lo acaba traspasando por 7,2 millones de euros. Un año después, con 23 años y el salto a la selección absoluta a la vista, el Borussia Dortmund pagó el doble para llevárselo al Signal Iduña Park. Desde entonces, el suizo ha sido nombrado cuatro veces mejor guardameta de la Bundesliga y ha aparecido otras tantas en el once ideal del torneo. En 2023, cuando al Dortmund se le escapa el título en el último partido y por la diferencia de goles con el Bayern, el técnico Edin Terzic reconoce que haber llegado a disputar el título se lo debe al momento de Jude Bellingham y de Gregor Kobel, un agradecimiento que encerraba la superación del meta helvético.

Su capacidad de sumar porterías a cero contrastaba en ese momento con dos pifias que habían dado la vuelta al mundo. En octubre de 2022, en el minuto 8 del partido ante el Unión Berlín recibió un pase atrás y, cuando quiso volver a jugar el balón, se resbaló. Apareció entonces el delantero Janik Haberer para marcar. Seis meses después, todo volvió a ocurrir. Esta vez ante quien estaba siendo su rival por el campeonato, el Bayern Munich. En el Allianz debutaba Thomas Tuchel y Upamecano le alegró la tarde y le dio el liderato. El central francés sirvió un balón larguísimo que parecía sin peligro, pero Kobel calculó mal el bote y, casi de manera cómica, el balón se coló en la portería.

De aquel mazazo se repuso trabajando su fortaleza mental y con charlas con deportistas que también están bajo presión como los golfistas, deporte que también practica, o los especialistas en artes marciales. La superación la mostró con cinco porterías a cero en la pasada Liga de Campeones, impulsando al Dortmund a la final y ganándose ser incluido en el once ideal de la competición.

Bajo la lupa de la Premier, Kobel es indiscutible en su equipo -con quien aún no ha encajado un gol en los dos primeros partidos de la temporada-, pero su brillo no le había hecho desbancar a Sommer. De hecho, su rendimiento la pasada temporada no cambió el criterio de Murat Yakin, que anunció la titularidad del interista seis meses antes del inicio de la Eurocopa.

Esta decisión fue costosa de asimilar por el entorno de Kobel, que lamentó la «cercanía» que había entre el preparador de porteros, Patrick Foletti, y Sommer, dando a entender preferencias personales en la elección del guardameta de la Nati. Sin embargo, ese criterio cambió tras la cita de Alemania, donde Suiza cayó en semifinales ante Inglaterra en la tanda de penaltis. La decisión de Yakin de dar la alternativa a Kobel fue una de las razones del adiós a la selección del veterano guardameta.

La batalla deportiva mantenida durante tres años ha estimulado a ambos, junto con una forma de trabajo peculiar, que va desde el uso de gafas negras que modulan el paso de la luz en fracciones de segundo a los lanzamientos de pequeñas pelotas de tenis incluso en los calentamientos. «Ahora es el momento adecuado para Kobel», admitió hace unas semanas Foletti, justificando por qué tardó tanto.

No hay dudas en el preparador ni tampoco en Yakin, que antes del duelo ante España aseguró que no habrá ninguna alternancia en la portería. Todo el foco para Kobel.