El prodigioso Ponti vuelve a pulir su récord en los 50 mariposa

Actualizado Miércoles, 11 diciembre 2024 - 20:25

No hubo atracón de récords en la segunda jornada del Campeonato del Mundo de Natación en Piscina Corta, como ocurrió en la primera. Pero las plusmarcas universales no faltaron a la cita, unidas a una legión de topes de área, nacionales y del Campeonato. El prodigio suizo Nöe Ponti dejó establecido el de 50 mariposa en 21.32. Es la cuarta vez que el suizo bate este año el récord del mundo. Las dos primeras en las escalas de la Copa del Mundo de Shanghai y Singapur. Las otras dos en el mismo Budapest.

Se quedó al mismísimo borde del récord Tang Qianting en las semifinales de los 100 braza. Sus 1:02.37 rozaron los 1:02.36 de Alia Atkinson. El récord está maduro para la china. También en unas semifinales, las de 100 libre, Gretchen Walsh realizó la segunda mejor marca de la historia: 50.49, no muy lejos de los 50.25 de Cate Campbell. Unos minutos después, ganaba los 50 mariposa con 24.01. Se acercó a su propio tope (23.94), establecido en la primera jornada.

Regan Smith abrió la sesión imponiéndose en los 100 espalda con 54.55, sin amenazar su primado mundial (54.27). Carmen Weiler, esta vez sin récord de España, fue séptima (56.39). Sí lo batió Carles Coll (56.67) en las semifinales de los 100 braza (y el de los 50, en su paso hacia los 100). Ya lo había roto (57.07) en las series matinales. Pero esos 56.67 no le dieron para entrar en la final. Está, sin embargo, en gran forma y aún le quedan balas en la recámara.

También por la mañana había contribuido, en unión de Weiler, María Daza y Mario Mollá a plasmar un nuevo récord español (1:39.11) en los relevos mixtos 4x50 estilos, que se llevaría Rusia en la final de la tarde.

Sin uniforme, bandera e himno

Fue un buen día, sí, para Rusia, que, sancionada, no es tal, sino el equipo de Atletas Neutrales B (el A son los bielorrusos). Deportistas autorizados a competir porque han probado no estar a favor de la guerra en Ucrania y no pertenecen a ninguno de los numerosos clubes dependientes del Ejército. Al triunfo en los relevos se unió el de Miron Lifintsev, el fenómeno que viene, 18 años de pura clase. Se impuso en los 100 espalda con 48.76, la cuarta mejor marca de todos los tiempos y récord mundial júnior, arrebatado a su compatriota Kliment Kolesnikov.

Los rusos indultados no tienen derecho a uniforme, bandera e himno propios. Tampoco pueden ser entrevistados ni hacer declaraciones. Discurren por la piscina poco menos que como sombras. Sus medallas son tangibles e imperecederas, pero parecen de humo.

Temporal en el Mundial de Piscina corta: siete récords universales en una jornada

Actualizado Martes, 10 diciembre 2024 - 20:46

Temporal en agua dulce en el Campeonato del Mundo de Natación en Piscina Corta que se disputa en Budapest. La natación sigue causando admiración y extrañeza por la misma razón: la frecuencia rutinaria con la que se baten los récords del mundo. Todos los análisis se revelan insuficientes. El cronista y el aficionado ya no saben qué decir ni qué pensar.

Siete récords del mundo. Uno por la mañana y seis por la tarde. Madrugó Gretchen Walsh (USA) con el de 50 mariposa (24.02). Por la tarde, en las semifinales, lo rebajó hasta 23.94. Summer McIntosh, los canadienses 18 años más impactantes de la natación abrió esa sesión vespertina con 3:50.25 en los 400 libre.

Cada récord era el aperitivo de otro. En las semifinales de los 50 mariposa masculinos, el suizo Noël Ponti, con 21.43, se merendó sus propios 21.50 de este mismo año. Y, a continuación, Kate Douglass, otra de las estrellas USA, nadó los 200 estilos en 2:01.63. Adiós al tope de Katinka Hosszú de hace 10 años (2:01.86). Emma Carrasco fue séptima con 2:07.62.

Los récords y el propio Campeonato se tomaron un respiro en los 200 estilos masculinos. Pero las marcas fueron imponentes. Si no existiera Léon Marchand con su primado de 1:48.88 de este mismo año, Shaine Casas, mulato estadounidense de inequívocos ascendientes hispanos, sería el plusmarquista con 1:49.51. Pero hizo el segundo mejor registro de la historia y se convirtió, con Marchand y Ryan Lochte en el tercer hombre en bajar de 1:50.00.

Tras el paréntesis de los 200 estilos masculinos, el cuarteto femenino estadounidense de los relevos 4x100 libre volvió a meter al Campeonato en la senda del récord. Con Kate Douglass en el primer tramo y Gretchen Walsh en el último, así cualquiera, realizó 3:25.01. Sus compatriotas masculinos no se quedaron atrás y redondearon la jornada con 3:01.66.

España tuvo también su cuota de récords en la apoteosis general. Carmen Weiler batió dos veces el de 100 espalda. En las series hizo 56.48. Y en las semifinales, 56.09. Entró en la final con el séptimo mejor tiempo. El equipo masculino de relevos 4x100 nadó las semifinales en 3:07.09. Y la final, en la que fue sexto, en 3:05.57. De paso, Sergio de Celís, en el primer tramo, dejó el récord individual en 46.48.

Lucas Pinheiro, el 'hippie' noruego que se enfrentó a su Federación y ha puesto a Brasil en la élite de la nieve

Lucas Pinheiro, el ‘hippie’ noruego que se enfrentó a su Federación y ha puesto a Brasil en la élite de la nieve

Un observador casual o un aficionado interesado, pero no puesto del todo al día, se habrá sorprendido de descubrir que existe un brasileño llamado Lucas Pinheiro disputando la Copa del Mundo de Esquí Alpino. Una anomalía. Una "imposibilidad" geográfica y cultural. Y no sólo eso. Se habrá extrañado más aún de verlo, al comienzo mismo de la temporada, en las alturas de las clasificaciones, con dos cuartas posiciones, una en el gigante de Sölden y otra en el eslalon de Levi. Ayer fue segundo en el gigante de Breaver Creek (EEUU) y proporcionó a Brasil su primer podio. La prueba fue ganada por el suizo Thomas Tumler.

Cabe recordar que otro brasileño, Nikolai Hentsch, había hollado las nevadas pistas en los primeros años del siglo. Logró algunos puestos entre los 10 primeros, aunque ningún podio, en descensos y supergigante, sus mejores pruebas. También participó, sin resultados relevantes, en los Juegos Olímpicos de Salt Lake City2002 y Turín2006. En estos últimos fue el abanderado de su país, así como en los Mundiales de Are2007.

Era brasileño, sí, pero con ese nombre estaba claro que venía de familia centroeuropea y se desenvolvía en el Viejo Continente. De hecho, había nacido en Ginebra. Habían existido bajo la bandera de Brasil, a finales del siglo XX, otros esquiadores alpinos de escaso fuste que mostraban nombres de similar origen: Robert Scott Detlof, Hans Egger, Fabio Igel y Lothar Christian Munder, participantes todos ellos en los Juegos de Albertville92, la primera vez que Brasil pisaba unos Juegos de Invierno, en los que nunca ha conseguido medalla alguna en cualquiera de las disciplinas.

Egger fue el abanderado de una delegación anecdótica de siete miembros, probablemente más interesados en hacer turismo que en competir. Munder también estuvo, y asimismo como abanderado, en los de Lillehammer94. Eran brasileños, sí, pero sus apellidos los delataban.

Pinheiro, en cambio, suena a inequívocamente... "amazónico". Podría perfectamente designar a un centrocampista futbolero. Sin embargo, hace unos meses, Lucas Pinheiro, nacido en Oslo hace 24 años, era noruego y se llamaba Lucas Braathen. Cambió de apellido al colocar el materno por delante del paterno y dar un salto de país, de continente y de climas. De todos modos, aunque relegado a un segundo término, el patronímico Braathen no ha sido eliminado, y el esquiador lo mantiene oficialmente para figurar ahora en la nomenclatura del esquí como Lucas Pinheiro Braathen.

Y es una figura descollante. Ganador de cinco pruebas de la Copa del Mundo, coleccionista de 13 de podios y, sobre todo, adjudicatario en la temporada 2022-23 del Globo de Cristal de Eslalon, ha convertido a Brasil en una potencia alpina. De un único hombre, sí. Pero potencia, al fin y al cabo. Sin ir más lejos, ya le gustaría a España, que dispone de tres representantes en la Copa del Mundo, tener sólo uno, pero como Pinheiro. Y también muchos otros países.

El tránsito de la gélida noruega al tropical Brasil lo realizó Pinheiro, un rebelde, más bien un revoltoso, desde el enfado disciplinario con la Federación noruega. La ruptura lo llevó a la retirada con 22 años. Una desgracia para el esquí, que perdía a un tipo carismático, una especie de estrella del rock en la nieve.

Ahora lo ha recuperado después de que Lucas se tomara un año sabático de carácter más aventurero que relajado: exploración a pie de las principales capitales europeas; trayectos en bicicleta por los viñedos de la zona de Burdeos, no sabemos si por vocación enológica; estancia seudohippie en Ibiza; "estilo de vida brasileño" (es de confiar que en su versión más morigerada)... "He estudiado quién soy, con mis intereses y curiosidades fuera del esquí. He regresado a este hermoso deporte, pero en mis términos y con mis condiciones".

Equipo

Esos términos y condiciones son un equipo de siete personas dirigido por su padre Björn, patrocinado por la Oficina de Turismo del Valle de Ötzal (Austria) y con sede en Sölden, también Austria. Por lo demás, mantiene Lucas, al menos hasta los Juegos Olímpicos de Milán-Cortina2026, su contrato con el material de Atomic y bajo el paraguas del Team Red Bull de Copa del Mundo.

Los equipos privados son frecuentes entre las grandes estrellas del esquí (Mikaela Shiffrin, sin ir más lejos, dispone de uno). Pero siempre con el respaldo y bajo la autoridad de la Federación del país respectivo. En el caso de Pinheiro, la Confederação Brasileira de Desportos da Neve ni pincha ni corta. Se limita a estar encantada con la situación, con el premio que le ha caído y esperar que la enseña "verdeamarela" con la divisa "Ordem e progresso" ondee en muchos mástiles bajo cero.

Ingebrigtsen y el oro de España por equipos en el Europeo de cross

Actualizado Domingo, 8 diciembre 2024 - 16:55

En el 44º aniversario del asesinato de John Lennon, los atletas británicos, conscientes o no, homenajearon a su ilustre compatriota con un montón de medallas en el Campeonato de Europa de Cross (especialmente tres oros individuales). Ninguna, sin embargo, en la categoría reina, la absoluta masculina, en la que Jakob Ingebrigtsen llegó, vio, controló, aceleró y venció por delante del italiano, nacido etíope, Yemaneberhan Crippa y del español, nacido burundés, Thierry Ndikumwenayo, ganador este año en Itálica.

España, con él y con los puestos de Nassim Hassaous (séptimo), Abdessamad Oukhelfen (octavo) y Adel Mechaal (décimo), se llevó el oro por equipos. Gran resultado para confirmar que, con nacionalizados o no (el mundo se ha hecho más compatible, compartible, permisible y permeable), el país mantiene una honrosa tradición en el Campo a Través.

La actuación española la redondeó una onubense de 21 años, con planta y estilo: María Forero. Ya campeona sub'20 en 2022, amarró la plata entre las chicas sub'23. Progresa adecuadamente y se confirma como una de las grandes esperanzas del atletismo nacional.

Victoria a medio gas

De Ingebrigtsen no hay mucho más que decir. Ganó de modo rutinario, a medio gas. Domina todas las suertes en el tartán y la tierra. Revalidó sus títulos de 2021 y 2022. En 2023, lesionado en el tendón de Aquiles, cedió el trono al francés Yann Schrub. Ambos, junto a Filip Ingebrigtsen hermano de Jakob y campeón en 2018, devolvieron el título a una Europa «secuestrada» por kenianos nacionalizados turcos por el procedimiento de urgencia y sin los escrúpulos legales que otros países, entre ellos España, observan. Polat Kembi Arikan (2014), Ali Kaya (2015), Aras Kaya (2016) y Kaan Kigen Özbilen (2017) hasta cambiaron de nombre.

Algo parecido sucede con la italiana Nadia Battocletti, a la que vimos por aquí venciendo en Alcobendas. Campeona europea de 5.000 y 10.000 metros, y, sobre todo, subcampeona olímpica de 10.000, es, como el fenómeno noruego, una excitante alternativa al poder africano. No se impuso con la misma insultante facilidad de Jakob, pero sí con la suficiente como para no experimentar problema alguno ante la alemana Konstanze Klosterhalfen y la turca Yasemin Can, nacida en Kenia como Vivian Jemutai, campeona en 2017, 2018 y 2019. En 2020 la pandemia lo suspendió todo. Carolina Robles, decimosexta, fue la primera española.

Al rescate de Europa, también la Noruega femenina frenó a la Turquía keniana por medio de Karoline Grovdal, oro en los tres últimos años. Ausente en este 2024, hubiera sido muy interesante su duelo con Battocletti. La Europa del Norte contra la del Sur.

A Lennon -volvemos a él-, hijo de un país que inventó el deporte moderno, incluido el atletismo y su modalidad de Cross Country, le gustaban el fútbol y el boxeo. Inglaterra ya empezó a reglamentar el fútbol en 1834. Y el boxeo, por medio del marqués de Queensberry, en 1857. Lennon no inventó la música. Pero, junto a Paul McCartney, formando un dúo fecundo, contribuyó más que nadie a revolucionarla hasta hacer de ella un motor de cambio mundial. Desde el 8 de diciembre de 1980, en todo el planeta suena o palpita "Imagine"

Maratón balsámico en Valencia

Actualizado Domingo, 1 diciembre 2024 - 17:19

Sin dejar de llorar a sus muertos, ni cejar en las ímprobas tareas de limpieza y reconstrucción, ni aplazar las peticiones de indemnización urgente, Valencia se ha puesto en pie y en marcha por medio del deporte, una de las mayores manifestaciones de normalidad ciudadana. Nada es normal todavía, y tardará bastante en serlo en esta hojarasca burocrática, enmarañada aún más por el envilecimiento político. Pero al menos, y pese a todo, la anormalida

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Shiffrin, a un paso de las 100 victorias en la Copa del Mundo

Actualizado Sábado, 23 noviembre 2024 - 16:26

Intratable, insaciable, implacable, Mikaela Shiffrin alcanzó en el eslalon de Gurgl (Austria) su victoria número 99 en la Copa del Mundo de Esquí Alpino. Todos los elogios anteriores se repiten, acumulativos, reiterativos, para incorporarse con los mismos epítetos a la suma de triunfos de la maravilla de Veil (Colorado).

Al mismísimo borde de la centena de máximos podios, la estadounidense añadió un grado más a la escala de Shiffrin, una tabla a la que sólo accede ella. Nadie en la actualidad se le aproxima ni remotamente. Todos, ellos y ellas, se encuentran mucho más allá del horizonte visible. Incluso del intuido. Si alguien pica alguna vez tan alto, será dentro de muchísimos años. Puede que ni siquiera los nietos de Mikaela, que todavía no tiene hijos, puedan verlo.

Ya vencedora de la primera manga, Shiffrin apuntaló en la segunda su victoria. Esquió, como siempre, segura, elegante, fluida, no dando pie a las dudas o los sobresaltos. El próximo día 30, en el eslalon gigante de Killington, en el estado de Vermont (USA), tiene la posibilidad de convertirse, a los 29 años, en centenaria.

La prueba conoció un bonito resultado con la albanesa Lara Colturi, segunda, y la suiza Camille Rast, tercera, ambas en sus primeros podios en la Copa del Mundo. Colturi, una estrella juvenil, campeona mundial júnior, que cumplió 18 años el día 15, es turinesa de nacimiento y se siente, según sus palabras, "totalmente italiana". Pero su madre, Daniella Ceccarelli, oro olímpico en supergigante en Salt Lake City2002, es la directora técnica de la Federación albanesa.

El difícil momento del adiós: Nadal, Serena, Maradona, Bolt...

El difícil momento del adiós: Nadal, Serena, Maradona, Bolt…

Hubiéramos deseado una última, real y simbólica, victoria de Nadal en su apoteósica y merecida despedida sentimental. Pero ya era imposible, incluso frente a jugadores sepultados en las profundidades del ránking. Su adiós, postergado en exceso entre la tristeza, la comprensión y la gratitud de un país entero, suscita de nuevo una reflexión acerca de los deportistas que no se retiran «a tiempo».

El deportista muere dos veces. Y la primera ocurre cuando se retira (o le retiran). Se trata de una muerte biológicamente provisional, pero profesionalmente definitiva. Y el afectado no la acepta porque abre un abismo bajo sus pies. Así que, con frecuencia, y aunque, como en el caso de Nadal, haya proyectado un futuro confortable, experimenta una especie de horror vacui. No es raro. Después de todo, el deporte es la única actividad en la que la jubilación se produce en la juventud. El deportista tiene todavía por delante, en un territorio desconocido, amenazante por ignoto o incierto, incluso por extenso, la mayor parte de su existencia física. Le entra miedo, vértigo, inseguridad y trata de demorar el momento del adiós.

Autoengañándose acerca de sus, todavía, capacidades, o estirándolas con más o menos dignidad, permanece en activo, con frecuencia en un ámbito individual o, sobre todo, colectivo distinto e inferior del de sus mejores días. No lo hace por dinero, o sólo por eso, sino por mantener una ficción de permanencia.

Un tiempo innecesario

El caso de los futbolistas es paradigmático: Pelé, Cruyff, Beckenbauer, Maradona, Michel, Hugo Sánchez, Guardiola, Iniesta y un interminable etcétera alargaron impropia e innecesariamente sus carreras. Hoy siguen en activo Cristiano, Messi, Luis Suárez, Busquets, Alba y otro largo etcétera. Pero el fútbol sabe que este tiempo les sobra. No son Zidane, Kroos o como Rijkaard, que, en la celebración en el vestuario, después de ganar con el Ajax la Champions de 1995, anunció que ese había sido su último partido. O, cambiando de deporte, como Alberto Contador, que dio sus últimas y crepusculares pedaladas ganando en el Angliru.

No se retiraron a tiempo, entre nosotros, Alfredo Di Stéfano, Severiano Ballesteros e incluso un Alejandro Valverde en su longevidad digna... Ni, volviendo al tenis y al exterior, el mismo Federer. Y quizás Djokovic debe pensar en parar, ahora que está «a tiempo» de mantener su mejor recuerdo. Tampoco Serena Williams se fue cuando debía. Ni Usain Bolt. Existen «retirados en activo», valga la paradoja. Oficialmente aún en la brecha, pero en la práctica fuera de foco, Sergio Ramos o Mireia Belmonte siguen erróneamente la senda de Nadal.

Bolt, en los Juegos de Río 2016.

Bolt, en los Juegos de Río 2016.AP

Si un bel morir tutta una vita onora, un mal morir, metafóricamente hablando, no estropea un pasado merecedor de elogio y agradecimiento. Tampoco hace añicos una imagen que se reconoce irrompible. Pero sin borrarla en absoluto, la empañe un tanto por ser la última. Saber retirarse oportunamente, es, no sólo en el deporte, una virtud casi teologal, incompatible a menudo con la ciega y sorda naturaleza humana.

En el lado opuesto de quienes se resisten en vano a los odiosos imperativos de Cronos figuran quienes se retiran «a tiempo» por el procedimiento de hacerlo «antes de tiempo». A «destiempo», en suma. Son sobre todo nadadores, debido a la precocidad de su deporte con relación a otros. La australiana Shane Gould (Gold), que este 23 de noviembre cumplirá 68 años, tuvo en 1972 todos los récords en todas las distancias del estilo libre. Insólito. Apabullante. En los Juegos de Múnich se llevó tres oros, una plata y un bronce. Y le «faltó tiempo» para retirarse. Tenía 16 años. En los mismos Juegos, Mark Spitz conquistó siete oros estableciendo siete récords del mundo. Y se despidió de las piscinas a los 22 años. Le quitó «tiempo al tiempo».

Selección de coalición

Actualizado Domingo, 17 noviembre 2024 - 15:49

Hay partidos de fútbol y partidos políticos. Los disputados partidos de fútbol son metáforas deportivas de un enconado bipartidismo político. Una situación muy polarizada, que se dice ahora. Toda relación discrepante en forma, suave o áspera, de DDDD (diálogo, discusión, debate o disputa) implica una representación que, en el fútbol y en la política, persigue tener razón por medio de la victoria. El ganador, en las urnas y en el césped, siempre l

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Aroma de despedida

Actualizado Domingo, 10 noviembre 2024 - 15:59

Arrancaron en Turín las Nitto ATP Finals, que se prolongarán hasta el día 17. Entre los candidatos al título de maestro no figuran, por descontado, Roger Federer y Rafa Nadal. Pero tampoco Novak Djokovic, el defensor del cetro, a causa de una de esas lesioncitas pertinaces que pasan de molestia pasajera a achaque permanente. Cosas de la edad y los esfuerzos acumulados.

Sometidos a la crueldad del tiempo, por vez primera en los últimos 23 años, nin

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La italiana Federica Brignone brilla en el estreno de la Copa del Mundo de esquí

Actualizado Sábado, 26 octubre 2024 - 16:34

Temporada 2024-25. Con el eslalon gigante femenino arrancó el esquí en el tradicional feudo tirolés austriaco de Sölden. El triunfo de Mikaela Shiffrin en la primera manga pareció anunciar el 98º de la estadounidense, una cifra casi impensable. El segundo asalto, sin embargo, contempló una actuación extrañamente floja de la reina rubia del circo blanco. Mikaela, sin punch ni el necesario pulso, acabó quinta en la general final, por detrás incluso de su compatriota Katie Hensien.

El triunfo, el segundo en Sölden y el 28º de su carrera, sonrió a la expresiva y enérgica italiana Federica Brignone. La acompañaron en el podio la fiable neozelandesa Alice Robinson y la austriaca Julia Scheib, en su primer podio en la Copa del Mundo y de regreso de distintas lesiones. Fue baja de última hora Lara Gut, la mejor en gigante la temporada pasada, a causa de molestias en una rodilla, que le vienen de la pretemporada en Sudamérica. Prefirió no arriesgar.

Esperar la victoria número 100 de Shiffrin (29 años), que sin duda llegará más temprano que tarde redondeando un historial todavía creciente, es el principal atractivo de una campaña que tiene al suizo Marc Odermatt en la cima masculina, y a su país en lo más alto del escalafón de naciones, por delante de Austria, el otro gigante alpino. Ese viejo duelo entre naciones, con otras entrometiéndose de modo estimulante en el duopolio, pertenece al mejor catálogo del esquí histórico.

Mikaela, casada este verano con una de las grandes estrellas del circuito, el noruego Alekxander Aamodt Kilde, está cerca también, en eslalon, de su noveno Globo de Cristal. Un récord que superaría el compartido con ocho de Ingemar Stenmark en eslalon y en gigante, y Lindsey Vonn en descenso. La temporada está presidida, en la primera quincena de febrero, por los Mundiales de Saalbach (Austria). Las finales de la Copa del Mundo las acogerá, ya en marzo, la estación estadounidense de Sun Valley (Idaho).

El calendario masculino comienza asimismo en Sölden. Y, como el femenino, en una excesiva pausa, se trasladará, ya muy entrado noviembre, a Levi (Finlandia).