Los ultras lanzan objetos a Courtois y detienen el derbi durante 15 minutos

Los ultras lanzan objetos a Courtois y detienen el derbi durante 15 minutos

El derbi madrileño entre el Atlético de Madrid y el Real Madrid se tuvo que detener temporalmente en el minuto 68 del encuentro tras el lanzamiento de numerosos objetos por parte del fondo del Frente Atlético sobre el área de Thibaut Courtois.

El partido trascurría con normalidad y sin polémicas hasta que Militao anotó el 0-1 para el conjunto blanco en el minuto 65. En ese momento, comenzaron a caer sobre la portería de Courtois diferentes objetos, entre ellos dos mecheros, desde la grada ultra del equipo rojiblanco.

El portero belga avisó al colegiado, Busquets Ferrer, y le llevó objetos en dos ocasiones, mientras Koke, capitán rojiblanco, les pedía calma. La megafonía advirtió de la situación y avisó que en caso de continuar con el lanzamiento, el partido se suspendería.

Tras el saque de centro, Courtois volvió a recibir varios objetos y avisó de nuevo al árbitro, que decretó la suspensión temporal del partido en el minuto 69.

Koke volvió a acudir a la zona para pedir calma a la grada e incluso el Cholo Simeone se acercó al fondo para charlar con sus miembros antes de irse a vestuarios.

Los derbis de Vinicius y la 'zona cero' del Metropolitano: "Si le atacan, va a responder"

Los derbis de Vinicius y la ‘zona cero’ del Metropolitano: “Si le atacan, va a responder”

«Si le atacan, responde». Los que mejor conocen a Vinicius Júnior llevan repitiendo desde 2018 la misma frase. No hay rendición en el brasileño, convencido de ganar la batalla contra los insultos racistas que ha sufrido en algunos estadios de España. «No va a parar», insisten, aunque varios le adviertan que no merece la pena responder a los ataques y aunque otros le echen la culpa de los cánticos que recibe. «Es que provoca», le critican. Esta noche vuelve al Metropolitano, zona cero de aquel Baila, Vini, baila que hace dos años lo inició todo. 24 meses después, la polémica no ha cesado.

En septiembre de 2022, Vinicius celebró con un baile un gol al Mallorca en el Bernabéu, como tantos otros futbolistas. El gesto generó muchos comentarios de cara al siguiente partido de los blancos, el derbi contra el Atlético en el Metropolitano. Un comentarista de El Chiringuito le dijo que dejara de hacer «el mono» y Koke le recomendó que no bailara, que «habría lío». Sus compañeros en la selección brasileña le apoyaron con el hashtag #BailaVinibaila, algunos ultras rojiblancos le cantaron «Vinicius eres un mono» antes del duelo y el Madrid marcó. Y Vini miró a la grada y bailó.

Y desde entonces, todo ha escalado hasta el derbi de esta noche, donde la Policía espera un recibimiento muy hostil al Madrid y especialmente al brasileño, y donde LaLiga ha intensificado sus controles sobre los cánticos racistas, utilizando cámaras y denunciando en los juzgados cualquier insulto contra los futbolistas.

«Un problema del fútbol español»

En el pasado, pero todavía en el recuerdo de Vinicius, está el muñeco colgado en la M-30 por miembros del Frente Atlético, los insultos racistas en Mestalla, los «Vinicius, eres un mono» de los aledaños del Metropolitano en ya varios derbis, los gritos de «Vinicius, chimpancé» previos al Atlético-Inter de Champions la temporada pasada... Demasiadas situaciones vergonzosas que el brasileño ha sido incapaz de obviar. No es su estilo. Y quizás eso sea lo que más molesta a sus críticos. No agacha la cabeza.

En el vestuario del Madrid el apoyo es total en el tema del racismo, sin excepciones. «No es un problema de Vinicius, es un problema del fútbol español», ha repetido Carlo Ancelotti. Sus mejores amigos en Valdebebas, especialmente Tchouaméni y Camavinga, han sido sus primeros defensores durante estos meses de polémica.

Eso sí, los más veteranos también le han recomendado que, en los casos en los que no haya insultos racistas y sí presión de los rivales o de la grada, trate de obviarlo. El vestuario, a pesar de todo, es el primero que sabe de la dificultad que eso tiene. Se entiende en las palabras de Ancelotti. «Lo que ha pasado Vini desde que he llegado yo es algo que no se puede soportar. Desde el calentamiento. No es normal, ¿quién lo puede aguantar? Menos fijarse en la figura de este joven y más en lo que pasa en el estadio. Hacen esto porque Vinicius es un peligro deportivo e intentan descolocarlo», admitió el técnico italiano en San Sebastián.

«no soy un santo»

Vinicius ha intentado varias veces reflexionar sobre sus errores y su carácter, como en aquella sorprendente rueda de prensa en Riad, durante la última Supercopa de España, en la que admitió que «no soy un santo». «Intento estar centrado, sé que hablo demasiado, todos quieren pelear conmigo porque saben que va a salir en la prensa, que he hecho esto o lo otro... El míster y mis compañeros me están enseñando lo que tengo que hacer», declaró.

Un par de meses después de aquello y tras el doblete de insultos racistas en el Metropolitano, el brasileño se rompió en otra rueda de prensa, en ese caso en Valdebebas, antes del amistoso entre España y Brasil organizado, entre otras cosas, para mostrar unión entre los países en mitad de la serie de insultos racistas hacia el delantero. «Me insultan porque lucho contra esto», declaró entre lágrimas.

En junio ganó su segunda Champions, marcando un gol que le pone como máximo candidato al Balón de Oro. Y todo en un torneo que confirma sus sospechas, las de su entorno y las del Madrid: «Es un problema del fútbol español, no de Vini». En Europa, el brasileño no ha tenido ningún problema ni ha sufrido insultos racistas. Juega, marca, gana y lo celebra sin guerras ni ataques.

Ahora llega otro derbi justo después de la tercera condena penal dictada en los últimos meses por insultos racistas hacia el futbolista.

El equipo ideal de Bellingham, el "habla en español" de Endrick, "Bobby, Bobby"... Lo mejor de la fiesta del nuevo EA SPORTS FC 25

El equipo ideal de Bellingham, el “habla en español” de Endrick, “Bobby, Bobby”… Lo mejor de la fiesta del nuevo EA SPORTS FC 25

Madrid acogió ayer la presentación del nuevo EA SPORTSFC 25, el videojuego de fútbol más famoso de todos los tiempos y antes conocido como 'FIFA'. EA Sports, compañía que tiene sus derechos, eligió a Jude Bellingham como portada de la edición de esta temporada y seleccionó la capital de España, hogar del inglés y del Real Madrid, para dar el pistoletazo de salida al curso.

Bellingham estuvo acompañado por Endrick, que es, según la compañía, "la imagen de la nueva generación". A su lado, Aitana Bonmatí, "la mejor futbolista del mundo", actual Balón de Oro y estrella del Barcelona. Y como padrinos de excepción, Zinedine Zidane y Eden Hazard, "icono" y "héroe" en este videojuego.

La noche tuvo de todo. Bellingham fue el primero en salir al escenario para analizar su momento actual y sus estadísticas en el videojuego: "Jugaba a este juego con mi hermano todo el tiempo mientras crecía, y siempre he pensado en lo increíble que sería aparecer algún día en la portada", admitió. Y eligió su equipo ideal si tuviera que jugar un cinco contra cinco: Zidane, Roberto Carlos, Beckham, el propio Jude y Casillas en la portería.

Después fue el turno de Endrick, que a sus 18 años es un "apasionado" del videojuego. "Estoy muy bien, marqué gol en el Bernabéu en mi partido de debut y también en Champions League. No me importa ser el jugador más joven en marcar. Solo espero ayudar al Madrid". "Y marqué en Wembley, eso Jude lo sabe bien", bromeó el brasileño, autor de un tanto en el Inglaterra-Brasil de hace unos meses. "Eso fue un regalo", le contestó el británico.

Endrick es conocido dentro del vestuario del Madrid con el apodo de 'Bobby', por Bobby Charlton, así que Bellingham no paró de repetirle al oído y de corear a su lado lo mismo que cantaba la gente: "Bobby, Bobby". El ex de Palmeiras le aconsejó "hablar en español, que estás en España", pero el inglés, que ya entiende el idioma, todavía no se desenvuelve con soltura en público como para atreverse.

Aitana reconoció que su carta del videojuego "podría tener un poco más de defensa", "pero es un honor ser la mejor jugadora del FC 25", añadió. Zidane, por su parte, admitió que Madrid es "su casa", mientras que Hazard elogió a la capital de España: "Siempre es especial estar aquí".

Llegó entonces el momento de probar el videojuego. Endrick y Bellingham hicieron un equipo junto a los youtubers DjMariio y Riverss contra Hazard, el cantante JBalvin y el influencer Luva de Pedreiro, con victoria para los madridistas y celebración 'a lo Bellingham' de todos.

El día finalizó con un espectacular concierto de JBalvin y la llamada a todo el mundo para ver el derbi madrileño de este domingo en el Metropolitano.

Los 783 minutos de Mbappé (300 más que Harry Kane) y el "disparate" del calendario: nadie ha jugado más partidos que el Madrid

Los 783 minutos de Mbappé (300 más que Harry Kane) y el “disparate” del calendario: nadie ha jugado más partidos que el Madrid

El fútbol español acumula goles, partidos y lesiones a partes iguales. Es la Liga que más jornadas lleva disputadas, siete, por las cinco de Italia, Francia e Inglaterra y las cuatro de Alemania. Una diferencia abismal que se nota en el físico de los futbolistas, con estrellas que ya han tenido que parar por problemas físicos. El Barça lamenta la baja para toda la temporada de Ter Stegen y el Madrid acumula preocupantes pasos por la enfermería. Primero Camavinga, luego Bellingham, Brahim y Ceballos y ahora Kylian Mbappé, que estará de baja casi un mes por una lesión en el bíceps femoral de la pierna izquierda.

El galo, gran fichaje del verano en el mercado hispano, se perderá el derbi madrileño, la segunda jornada de Champions y el duelo liguero contra el Villarreal. Volverá después del parón de selecciones de octubre, el día 19 ante el Celta. El Madrid, y la Liga, estarán varias semanas sin la gran estrella del fútbol europeo. Malo para el conjunto blanco y mano para la competición, que pierde al segundo clasificado en el Pichichi (5 goles), por detrás de Lewandowski. Más allá de la mala fortuna está la exigencia del calendario.

El Madrid vive una temporada infernal. A la acumulación de jornadas ligueras se le suma el extra de la Supercopa de Europa, que limitó las vacaciones de los futbolistas de Carlo Ancelotti y empujó sus minutos. Nadie ha jugado tanto como el vestuario del Madrid. Los blancos han disputado nueve encuentros, por los ocho del Manchester City y los siete del Atalanta. Valverde, Mbappé, Militao, Vinicius y Rüdiger han tenido minutos en todos, con el uruguayo como futbolista de campo más utilizado de Europa (789 minutos) por delante de Mbappé (783).

El delantero francés, que también participó en las dos citas de Francia en el último parón, no ha rotado ni un solo encuentro con el Madrid. Parecía que iba a ser suplente ante el Alavés, especialmente después del descanso de Vinicius en el encuentro del pasado sábado ante el Espanyol, pero Ancelotti decidió repetir con él en la punta del ataque y lo terminó pagando.

En el minuto 80 del duelo ante los vitorianos, el galo notó un pinchazo y pidió el cambio. Malas caras y preocupación en el banquillo y confirmación ayer tras las pruebas médicas. La comparación de minutos con otros grandes delanteros del continente explica la exigencia del Madrid y el escaso descanso que ha tenido el futbolista.

Los minutos de otras estrellas

Erling Haaland ha disputado 630 minutos, 150 menos que Mbappé. Guardiola le ha exprimido haciéndole jugar los 90 minutos de todos los encuentros salvo el último de la primera ronda de EFL Cup, y ni así llega a los números del galo. Lewandowski, por su parte, ha sido titular en los ocho duelos del Barcelona entre Liga y Champions, pero Flick le retiró en varios de ellos antes del minuto 75. Harry Kane, el otro gran goleador de Europa, suma solo 463 minutos tras cuatro jornadas de Bundesliga, una de Champions y otra de Copa. En todos los encuentros, salvo en Copa, ha sido titular.

Lo que dicen los números es que ningún entrenador rota a su gran delantero estrella. Es difícil hacerlo porque de sus goles dependen los puntos. Ni Guardiola con Haaland, ni Flick con Lewandowski, ni Kompany con Kane. Lo juegan todo. El problema de Mbappé y del Madrid es la exigencia de la Liga y de haber disputado la Supercopa de Europa.

Enfado madridista

El enfado en el cuadro de Chamartín es mayúsculo, aunque ya lo era antes. En el Bernabéu no entienden la acumulación de partidos en el calendario futbolístico actual y se sienten perjudicados por las organizaciones, tanto FIFA como UEFA. Este curso, los blancos disputarán, como añadido a la Liga, la Copa y la Champions, la Supercopa de Europa (ya jugada en agosto), la Copa Intercontinental (en diciembre) y el SuperMundial de Clubes, este último al finalizar la temporada, entre los meses de junio y julio.

Un «disparate», así lo definen por Valdebebas, que no sólo perjudica al Madrid, aunque sea uno de los clubes que más partidos va a disputar esta campaña. Rodri, vital para el Manchester City y uno de los futbolistas que más encuentros acumula en 2024, acaba de sufrir una rotura del cruzado que le dejará muchos meses fuera de los terrenos de juego. El mismo Rodri que hablaba hace unos días sobre la necesidad de una huelga para parar toda esta locura de calendario. El enfado es global, pero los grandes clubes son los que más sufren por ello.

Mbappé es la siguiente estrella en pasar por la enfermería, pero no será la última.

Kylian Mbappé dice 'adiós' al derbi: tres semanas de baja por una lesión muscular

Kylian Mbappé dice ‘adiós’ al derbi: tres semanas de baja por una lesión muscular

Kylian Mbappé no jugará el derbi madrileño contra el Atlético. El delantero francés sufre una lesión muscular y, según ha podido saber este periódico, estará de baja unas tres semanas. Se perderá, por tanto, el encuentro ante los rojiblancos, la segunda jornada de Champions contra el Lille, en Francia, y el partido del Bernabéu ante el Villarreal.

El galo sufrió ayer ante el Alavés una lesión en el bíceps femoral de su pierna izquierda, pidió el cambio y se retiró con un gesto contrariado. En la sala de prensa, Carlo Ancelotti advirtió que hoy pasaría pruebas para ver el alcance de las molestias, y las mismas no han podido ser más contundentes.

Mbappé volverá después del parón de selecciones de octubre, un parón que le hace perderse menos partidos con el Madrid. Regresará en Vigo, el 19 de octubre ante el Celta, y estará listo, salvo sorpresa, para el clásico contra el Barça, el próximo 26 de octubre.

La baja del francés obligará al técnico a cambiar el sistema contra el Atlético. Durante el inicio de curso, Ancelotti siempre había apostado por el 4-3-3, con Vinicius, Rodrygo y Mbappé en el ataque. En el Metropolitano, sin embargo, volverá al sistema de cuatro centrocampistas, con Tchouaméni, Valverde, Modric y Bellingham en la medular y los dos brasileños en la delantera. En la recámara, Arda Güler y Endrick.

La buena noticia para el entrenador transalpino es el regreso de Eduardo Camavinga, que estos días empezaba a tocar de nuevo balón y podría estar disponible para el derbi, aunque habrá que esperar al entrenamiento de este jueves para confirmarlo.

La polémica del Bernabéu y los enfados de Madrid y Alavés: de tres amarillas "exageradas" a "es roja a Endrick"

La polémica del Bernabéu y los enfados de Madrid y Alavés: de tres amarillas “exageradas” a “es roja a Endrick”

Pocos quedaron contentos anoche en el Santiago Bernabéu. El Real Madrid se llevó la alegría de la victoria, de tres puntos que le acercan a uno de un Barcelona que hoy recibe al Getafe, pero terminó sufriendo y mucho. Los blanco arrancaron el duelo de forma imparable y se fueron a vestuarios 2-0. Rodrygo, nada más salir de nuevo al césped, marcó el tercero. Parecía sentenciado. Pero empezaron los "despistes", así lo admitió Ancelotti. Y la bronca, mucha bronca, con el colegiado del encuentro, Alejandro Muñiz Ruiz, como protagonista.

Todo empezó como los goles, muy pronto. El Madrid, que venía de recibir ante el Espanyol tres tarjetas amarillas por protestas de sus estrellas (Vinicius, Bellingham y Mbappé), se encontró con la primera tarjeta en el minuto 4. Fede Valverde protestó una falta levantando su brazo en señal de enfado y Muñiz Ruiz no dudó en sancionarle. Primeros abucheos del estadio, que ya venía caliente del duelo del sábado.

El ambiente fue elevando el tono mientras el Alavés acumulaba faltas (6 en la primera parte, 3 el Madrid) y llevó a su punto más alto de los primeros 45 minutos con la amarilla a Vinicius. El brasileño sufrió una dura entrada de Mouriño que Muñiz Ruiz no señaló, a lo que el delantero respondió arengando a la grada y repitió "balón, sí, balón...", mientras caminaba hacia la portería rival. Otra tarjeta por protestar.

En el tramo final llegaría la gran polémica para un enfado general en ambos banquillos. Primero con una patada de Endrick a Mouriño que el colegiado no vio pero sí el VAR. El brasileño impactó con su rodilla en las partes íntimas del defensa, el VAR avisó al colegiado y éste y le sacó amarilla. "Lo de Endrick es roja, tendríamos que haber jugado los últimos 10 minutos con uno más. Es roja clara y nada más. No voy a hablar más del tema", admitió García Plaza ante los medios.

El técnico del Alavés también reconoció que el colegiado había sacado "alguna amarilla de más" al Madrid, "pero otra cosa es la acción de Endrick, eso es roja", insistió.

Después llegó el cambio de Vinicius por Fran García, justo cuando el Alavés más apretaba la meta de Courtois (3-2 en el marcador). El brasileño se fue del campo riéndose y recriminándole al cuarto árbitro los seis minutos de añadido.

En el tiempo extra, por si fuera poco, Muñiz Ruiz sacó una amarilla a Luka Modric, capitán del Madrid en ese momento, por dirigirse a él. Algo que en el conjunto blanco no entienden. "Habría que preguntarle a él", aseguró Ancelotti en la sala de prensa.

El italiano fue directo hacia el colegiado cuando pitó el final del duelo y conversó con él durante unos segundos. "Le he dicho que me parecían exageradas las amarillas que ha sacado por las protestas, nada más. Ahora yo tengo que hacer lo mío para evitarlo, y nada más", contó ante la prensa.

Ancelotti fue sutil a la hora de responder a las preguntas sobre el arbitraje. No quiso meterse en mayores problemas: "Tenemos que acostumbrarnos a la nueva norma (la de que solo habla el capitán) y nada más. Tenemos que dejar la protesta y punto. Justas o injustas hay que adaptarse a las nuevas reglas". Y añadió después: "Tenemos que evaluar el tema de las amarillas por las protestas y lo haremos entre nosotros. Pero le ha sacado una amarilla al capitán, Modric, que sí puede hablar", repitió.

Las tres amarillas por protestar ante el Alavés hacen que el acumulado total del Madrid este curso sea de 16, nueve de ellas por gestos o palabras en relación a los colegiados de los encuentros. Vinicius, por ejemplo, suma ya tres tarjetas, por lo que está a dos de la suspensión, teniendo el clásico contra el Barcelona en apenas un mes.

"Creo que están siendo muy severos. Creo que lo que hace Fede en el minuto tres que no justifica la tarjeta. El otro día lo de Kylian es muy suave. Nosotros entendemos que los árbitros quieren cortar un poco los aspavientos, pero creo que hay que tener un punto medio. Todos en el campo estamos con muchas revoluciones y hay que entender al jugador y bajar un poco eso", declaró Lucas Vázquez en la zona mixta, donde recordó que "ha penalizado más la protesta que la patada". "Teníamos dos tarjetas sin haber hecho ni una falta y ellos con 10 faltas no tenían ni una sola tarjeta. Creo que es para mirarlo", finalizó.

El Madrid sale airoso de una hora de festival y diez minutos de susto contra el Alavés

El Madrid sale airoso de una hora de festival y diez minutos de susto contra el Alavés

El Madrid va acercándose a la velocidad de crucero necesaria para competir un título tan largo como la Liga. Ante el Alavés arrancó con intensidad y efectividad y puso tierra de por medio demasiado pronto para los vitorianos. Lucas y Mbappé marcaron en la primera parte y Rodrygo pareció sentenciar tras el descanso, pero Benavidez y Kike recortaron en el tramo final y los visitantes pudieron empatar. Un susto con final feliz para Chamartín.

Ancelotti no entiende de rotaciones, al menos de momento. Ante el Alavés, en su partido 300 como entrenador del conjunto blanco, le dio igual el derbi del domingo en el Metropolitano, la acumulación de partidos en este inicio de curso e incluso la alineación del cuadro vitoriano, llena de habituales suplentes. Carletto quiere química entre sus estrellas y la quiere ya. Y el Bernabéu, que ya había visto brotes verdes el sábado contra el Espanyol, disfrutó con la mejor primera parte de la temporada.

Sin tiempo para sentarse en sus asientos, la grada coreó el 1-0 de Lucas Vázquez, única novedad del once en lugar del tocado Carvajal, a los 54 segundos. Sin parpadear. Un cambio de sentido de Fede Valverde encontró la carrera de Vinicius en el lado izquierdo y el brasileño se inventó el tanto. Superó a Mouriño, alcanzó la línea de fondo y entregó atrás para que el gallego batiera a Sivera.

Así de fácil logró el Madrid lo que en tantos otros partidos le había costado: abrir la lata. Fue el segundo gol anotado en la primera parte esta campaña después del marcado ante el Mallorca. Algo que ya había avisado Ancelotti en su última rueda de prensa. Lección aprendida.

El gol relajó los ánimos de Chamartín, que temía por otro partido espeso de los suyos hasta el tramo final. Los locales dominaron la posesión a su antojo y se limitaron a esperar los espacios que dejaba el Alavés cuando le costaba llegar a la marca. Militao, normalmente central derecho, se ubicó en la zona izquierda, con Rüdiger en la derecha y Valverde como interior diestro. Así encontró Ancelotti dos salidas en largo por ambos lados.

En el centro, Bellingham fue el timón del equipo. Fluyó entre líneas, cayendo a la base para construir o apretando los desmarques a la espalda de la defensa visitante, pero sus movimientos crearon mucho hueco para sus compañeros. Vinicius, por ejemplo, se movió por todo el frente del ataque, alejándose más de la banda y mezclando con Mbappé y Rodrygo. Todo tenía sentido en el Madrid. Por fin.

En el 21, la galaxia madridista avisó de nuevo al Alavés. Entre Bellingham, Vinicius y Mbappé combinaron diferentes paredes y desmarques para dejar solo al galo ante Sivera. Marcó, pero fue anulado por fuera de juego. Acertó el colegiado Muñiz Ruiz, que después fue abucheado por la grada tras sacar una amarilla a Vinicius. El brasileño sufrió una dura entrada al tobillo en la línea de fondo que el árbitro no castigó con falta, provocando las protestas del delantero madridista, que se dirigió a la grada y aireó los brazos pidiendo apoyo. El gesto no gustó al colegiado, que le castigó con amarilla, la segunda consecutiva para el brasileño, que ya vio una contra el Espanyol, también por protestar.

El ambiente se caldeó contra el árbitro, que ya había sacado una tarjeta por protestar a Valverde al inicio del duelo. Además, no castigó con amarilla una falta de Mouriño sobre Rodrygo en la siguiente jugada y el público se lo recriminó todavía más.

En el 40, la ira se convirtió en festejo con el gol de Mbappé, un golazo. El francés recibió entre líneas, dejó el balón a Bellingham de tacón, buscó el espacio por el centro de la zaga rival, recibió del inglés, recortó a su par y definió el 2-0.

El tanto de Rodrygo, en una buena arrancada nada más volver del descanso, pareció sentenciar el duelo, pero el Alavés se acercó en el tramo final con dos goles de Benavidez y Kike mientras el Madrid pensaba en el derbi. Los blancos, con el público y Ancelotti muy enfadados con el árbitro, terminaron sosteniendo la victoria después de varios ataques peligrosos de su rival. El domingo, derbi en el Metropolitano.

Joaquín: "La primera mañana después de la retirada fue muy dura"

Joaquín: “La primera mañana después de la retirada fue muy dura”

Cuesta creerlo después de más de 20 años y casi 1.000 partidos, pero la retirada de Joaquín Sánchez (El Puerto de Santa María, Cádiz, 1981) es oficial. Ha hecho falta una temporada entera para asumirlo, verle con traje y corbata en las negociaciones de mercado del Betis y grabando anuncios y programas de televisión. No ha parado y admite que «no puedo» porque sentarse en el sofá le hubiera «matado». Se sienta con EL MUNDO después de ser la imagen de la nueva campaña de Gillette.

¿Cómo fue esa primera mañana después de la retirada?
Dura, muy dura porque ha sido mi vida, día y noche. He vivido por y para el fútbol y lo echo de menos. Desde que tengo uso de razón tenía un balón en los pies, no me gustaba el colegio, me gustaba jugar y ha sido mi pasión. Así que después de tantos años, de la noche a la mañana, levantarte y no tener que ir a entrenar, no ver a los compañeros... Es complicado. Creo que todos, unos más que otros, necesitamos ese tiempo de adaptación para ubicarnos. Mi suerte es que he intentado no parar, seguir trabajando, sintiéndome útil, trabajando en el club... Tener la cabeza ocupada.
Hablando con futbolistas retirados, la primera pregunta es siempre la misma: «¿Y ahora qué?».
No es fácil. Ahora los futbolistas jóvenes llegan más preparados, pero antes teníamos la cabeza en el fútbol y nada más, era lo que hacíamos. Sé que a mucha gente no le ha sido fácil adaptarse a esta nueva etapa y ha intentado pedir ayuda psicológica, que creo que viene bien, porque el fútbol te abarca tanto, te abre tantas puertas y te sientes tan privilegiado que cuando eso termina es difícil de gestionar.
¿Lo ha hablado con compañeros?
Sí. Cuando sabes que te queda poco vas preguntando cómo lo han hecho otros. Cada uno lo lleva a su manera. Creo que yo he trabajado en ese aspecto para no llegar al final y decir «¿qué hago ahora?». He trabajado para sentirme importante, y eso que yo me he retirado tarde, con casi 42, pero he intentado no quedarme parado, no sentarme en el sofá porque eso me hubiera matado.
¿Cuánto ha cambiado la televisión su día a día en la calle?
Ha cambiado totalmente. Antes me conocía la gente del fútbol, pero ahora la abuela, el padre, la madre, el hijo... Hace poco, saliendo del AVE, un niño le decía a su madre: «Mira, mamá, Joaquín, el del Betis». Y la madre le contestaba: «Es Joaquín el de la tele». Eso me ha cambiado para bien, afortunadamente. El cariño y la admiración es lo más bonito.
¿Qué ha sido el humor para usted en su vida?
Mi felicidad, mi forma de entender la vida. Yo soy lo que ves y así me muestro. Tengo mis días, mis cosas... Pero lo que se ve es lo que soy. No voy por la vida pensando: «Cuidado». Y eso que a veces debería. Soy muy lanzado porque soy así, soy transparente. Ese humor, esa alegría, esa forma de ser me ha servido para evadirme de muchas cosas.
¿Cómo es un día en su vida?
Buf, con muchas cosas. Me afeito con Gillette, obviamente, y luego pues acompaño a las niñas al colegio y luego voy a la ciudad deportiva si hay reunión de la directiva, o estoy de viaje grabando... No me quejo, tío, de verdad. Pero me fascina.
¿Meterse en la dirección deportiva entraba en sus planes? ¿Era de los que se veía partidos y ojeaba futbolistas?
No, no, no he sido tan 'fatiga' con los partidos. Ni lo soy. Vivo el fútbol a mi manera. Yo soy 'fatiga' con el Betis (risas), eso sí. Y cuando se me dio la oportunidad de comprar acciones y de devolverle al club de mis amores todo lo que me había dado, no me lo pensé. Y a partir de ahí pues tengo la oportunidad de estar en la planificación deportiva, que creo que es donde me siento realizado y puedo aportar.
¿Cuál es su labor?
Tanto dirección deportiva del primer equipo como de cantera. No sólo en la parte deportiva, sino en el día a día. Me gusta estar enterado, ayudar...Y en el tema del primer equipo, pues estar también en el día a día de los compañeros, porque ya tengo una relación de años y es más fácil comentar lo que sea, ya sea al entrenador o al jugador. Y luego en el mercado intentar aportar en lo que pueda, convencer o mostrar lo que es el Betis, ahí me siento bien.
Se habrá dado cuenta de que ya no hay jugadores de banda, como usted en su época.
Se quedó ahí en el tiempo. Pero mira, ahora tenemos a Nico Williams, a Lamine Yamal... A pierna cambiada, pero son futbolistas que desbordan, que se atreven, que llegan... Es verdad que nos habíamos encasillado en este fútbol moderno, que es espectacular y que tantas alegrías nos ha dado en la selección, pero es bonito ver a ese futbolista de poca vergüenza, diferente... Eso en mi época te lo daba mucho la calle. Esa calle se ha perdido un poco. Ahora, afortunadamente, los chavales entrenan en campos de hierba artificial y lo tienen todo, nosotros jugábamos en la plaza, en los pinos, en la playa... Y yo creo que eso ayudaba.
Ahora es más académico.
Se ha mejorado muchísimo en la formación, eso que quede claro. Está todo mucho más profesionalizado, que está genial, pero yo siempre digo que si el chaval tiene el don a edad temprana, que no se lo quiten, al revés, que lo trabaje y lo disfrute. Es fundamental. Hoy en día llegan más jóvenes al fútbol profesional, pero con 10 a 14 años que disfrute, que invente, que sea capaz de aprender dentro de la formación. Nosotros tenemos una ciudad deportiva magnífica y eso también es necesario, pero que no se pierda esa picardía porque es lo diferente.
¿Le gustaría pasar al banquillo?
A día de hoy no. No me lo he planteado nunca ni me nace. Ni tengo tiempo (risas). Para eso te tiene que gustar, te tiene que nacer. Por mi forma de ser y de pensar mi sitio está en otro lado.
¿Qué tenía la selección de su época, ese vestuario, que muchos han terminado en los banquillos? Xabi Alonso, Xavi...
Eran muy buenos todos (risas). Es verdad, sí. Baraja, Raúl... Y otros en despachos. Tenemos la suerte de seguir trabajando en lo que nos gusta desde otra perspectiva. Han salido muchos de aquella época. Nunca te alejas, tú te vas a sentir futbolista toda tu vida...
Ahora ve un balón y...
Te llama. Lo malo es ir a por él (risas). Ahora te quitas ese mono con los amigos, una pachanguita, un fútbol-tenis... Pero ya sin la exigencia, porque cuando miras hacia atrás y ves la exigencia que has tenido durante tantos años es brutal, muy difícil. El fútbol no es un deporte sano, y antes mucho menos, había mucha más leña, y yo he tenido suerte.
La noche de "rock and roll" del Madrid y tres amarillas a las estrellas: "Te la estás jugando, Kylian"

La noche de “rock and roll” del Madrid y tres amarillas a las estrellas: “Te la estás jugando, Kylian”

Munuera Montero se llevó gran parte de los abucheos del Santiago Bernabéu en la noche del sábado, una noche que fue de "rock and roll", así lo admitió Carlo Ancelotti, para el conjunto blanco tras su victoria por 4-1 contra el Espanyol.

Después de un buen inicio de encuentro, el cuadro de Chamartín se vio por debajo en el marcador y necesitó de la salida al campo de Vinicius Júnior para remontar el duelo y sumar otros tres puntos a su clasificación. Pero la cita, más allá de los cinco goles, tuvo gotas de polémica.

El colegiado amonestó por protestar a las tres estrellas del Madrid, Mbappé, Bellingham y Vinicius. El galo en la primera parte, tras protestar un fuera de juego, y al británico y al brasileño en el segundo tiempo, justo después del 3-1 de Vinicius.

Fueron momentos de tensión entre los futbolistas más importantes del Madrid y el árbitro del duelo. "Te la estás jugando, Kylian", le llegó a decir Munuera Montero a Mbappé tras una conversación con él.

En el minuto 81 llegó la gran polémica. Bellingham cayó al suelo en un forcejeo con Aguado y el colegiado decidió no pitar falta, a lo que el inglés respondió levantando la mano y protestando. Su reacción fue castigada con amarilla, algo que molestó al Bernabéu y a Vinicius, que acudió a reclamarle la situación al árbitro. Munuera Montero tampoco dudó con el brasileño, que recibió otra amarilla. Chamartín enfureció.

Según captaron las cámaras de Movistar, Bellingham, enfadado, dijo en inglés: "Piece of shit (pedazo de mierda)".

Ninguno de los tres jugadores hablaron en la zona mixta, pero Ancelotti sí fue preguntado al respeto y reconoció que "el método de los árbitros ha cambiado un poco". "Esta temporada llevamos tres que han sido muy severas. El método de los árbitros ha cambiado un poco. Son más severos en este sentido y debemos acostumbrarnos", valoró el italiano.

Desde el inicio de esta temporada, hay una nueva norma en relación a las conversaciones con los colegiados: sólo se pueden dirigir a ellos los capitanes de los equipos. Nadie más.

En sala de prensa, Ancelotti elogió el encuentro de su equipo, capaz de remontar un marcador adverso y de sumar el partido número 38 seguido sin perder en Liga. Una temporada. Desde la derrota en el Metropolitano en septiembre de 2023. "Confirman que este equipo lo ha hecho bien, lo hace bien", declaró, y dio un dato que le sorprende: "Esta temporada hay un dato: sólo hemos marcado un gol en primeras partes. Llama la atención. Lo he hablado con los jugadores antes del partido, a ver si podía cambiar esta dinámica. No lo ha hecho, pero sí hemos jugado con más intensidad". "Ha sido un partido de rock and roll, sí", finalizó.

El entrenador explicó los problemas físicos de Carvajal y Bellingham, que terminaron el partido algo tocados. El lateral tuvo que pedir el cambio después de marcar el empate, pero Ancelotti aseguró que es "sólo un golpe, nada serio". El inglés, por su parte, se hizo daño en el hombro izquierdo al lanzarse al suelo a cortar un balón, y por momentos se temió por una lesión más grave.

Se quedó durante un minuto tumbado en el césped haciendo gestos de dolor en el mismo hombro que ya le dio problemas el curso pasado, pero finalmente pudo disputar casi todo el partido. "A ver cómo se encuentra mañana, aunque no parece nada particularmente preocupante. Hace un mes se quitó la protección del hombro porque estaba bien, pero ha vuelto a tener este problema. Creo que no será un problema, aunque debe cuidarse, obviamente", explicó Carletto.

Vinicius provoca una chispa a tiempo en el Madrid para remontar al Espanyol

Vinicius provoca una chispa a tiempo en el Madrid para remontar al Espanyol

El Madrid vive de impulsos, de momentos y de chispas. Contra el Espanyol recuperó ritmo de juego y mereció más en la primera parte, pero se vio por debajo en el marcador tras un rebote. Apareció ahí, por fin este año, Vinicius, chispa e impulso del conjunto blanco durante los últimos años. Entre él, Carvajal, Rodrygo y Mbappé remontaron el duelo. [Narración y estadísticas (4-1)]

Ante las exigencias del calendario y el físico del equipo, Ancelotti inició las rotaciones que había prometido hace unas semanas. Le dio la oportunidad en el once a Fran García y a Arda Güler, que entraron en el lugar de Mendy y Vinicius. Además, Carletto desplazó a Tchouaméni a la defensa para dar descanso a Rüdiger.

La entrada del joven turco dio más dinamismo al ataque madridista durante la primera media hora. Se entendió bien con Modric y provocó las mejores ocasiones del conjunto local, aunque Mbappé no estuvo fino. El galo, de nuevo en el centro del ataque con Rodrygo a la derecha, disparó tres veces entre los tres palos en los 30 minutos iniciales, pero Joan García evitó sus goles.

Sostenidos por Valverde

En el 10, Güler dejó un buen balón de cabeza a Mbappé, el francés controló con el pecho y remató ante la salida de Joan. Dos minutos más tarde, Güler probó al portero, y cinco después le tocó a Mbappé desde la frontal, pero su remate salió demasiado centrado. Eran buenos minutos de un Madrid sostenido por Valverde en el eje, con menos acumulación de gente en la creación y más en la frontal. Mereció ponerse por delante y Mbappé lo intentó de nuevo en el 27, pero no atinó y el equipo cayó en la calma.

A partir del 30, estuvo más impreciso en el último tercio, no terminó sus ataques y dejó al Espanyol correr en transiciones, para enfado de Ancelotti. Arda, que había sido el mejor, desapareció, y con él el equipo.

En la izquierda, Rodrygo no estuvo todo lo incisivo que le pedía el duelo y el Madrid sufrió para crear. Mbappé y el brasileño intercambiaron posiciones durante algunos instantes, buscando el francés más espacio en el costado zurdo, pero el ritmo del balón era demasiado lento.

Rodrygo intenta progresar ante Romero y Cabrera.

Rodrygo intenta progresar ante Romero y Cabrera.AFP

Fran García pidió penalti por un manotazo de El Hilali, pero Munuera Montero, que había sacado amarilla a Mbappé por protestar, dejó seguir sin castigo y la primera parte terminó con el público molesto con el colegiado.

Tras el descanso, Joan siguió acumulando paradas. Una a disparo de Mbappé y otra tras un gran zurdazo de Bellingham. Mejoraba el conjunto de Ancelotti, recuperando el ritmo de los primeros minutos del duelo, pero seguía sin acierto. Una constante durante estas primeras semanas de la temporada. A los blancos les cuesta abrir la lata de sus partidos, tanto en el Bernabéu como lejos de casa, y especialmente ante rivales que se encierran atrás y buscan la contra. Es el día de la marmota en Chamartín, una y otra vez.

El fútbol es caprichoso y no suele entender de sensaciones. Lo sabe el Madrid, que muchas veces ha encontrado premio en escasos intentos, y lo vivió el Espanyol, que logró el 0-1 en un pelotazo de Joan a Jofre y en un centro de éste hacia nadie que tocó en Güler y se coló entre las piernas de Courtois.

El error de Joan García

Era el minuto 54 y el Madrid necesitaba despertar, así que Ancelotti llamó a Vinicius y éste le regaló sus mejores minutos de la temporada. En 25 minutos había sentenciado el duelo con una asistencia, un gol y varias arrancadas que descosieron a la cansada defensa perica.

Carvajal empató en el 58 tras un pase de la muerte de Bellingham y un error, el primero, del portero, y Rodrygo puso por delante a los locales en el 75 tras un gran pase de Vinicius con el exterior.

Respiró el Bernabéu y aceleró el Madrid, que disfrutó de unos minutos de correcalles ante un Espanyol rendido en la batalla. Vinicius anotó el tercero tras un pase al hueco de Mbappé y el galo marcó su gol después de un penalti provocado por Endrick, que siempre produce cuando le dejan. Tres puntos más.