El Unicaja aparta al Barça en la prórroga y se cita en semifinales con el Real Madrid

El Unicaja aparta al Barça en la prórroga y se cita en semifinales con el Real Madrid

Actualizado Lunes, 9 junio 2025 - 00:19

Unicaja le devolvió al Barça el golpe del primer partido de la serie de cuartos de los playoffs de la ACB. Los de Joan Peñarroya, que contaron con un Jabari Parker implacable (37 puntos, 37 de valoración), dilapidaron una máxima ventaja de 10 puntos en el cuarto periodo para que los locales, de la mano de un Tyson Pérez todo corazón, forzaran una prórroga en la que, pese a algún coletazo azulgrana, de nuevo con Parker como gran protagonista, el conjunto malagueño acabó por imponerse por 97-95 y selló así su clasificación para unas semifinales en las que se medirá al Real Madrid y que arrancan a partir del próximo miércoles con dos partidos consecutivos en el Movistar Arena.

El equipo de Ibon Navarro se las arregló para castigar de inicio un aparente exceso de permisividad en el tiro exterior que mostró el Barça en el primer cuarto para anotarse una primera victoria parcial por 24-18 con Kameron Taylor y Melvin Ejim como jugadores locales destacados, cada uno con seis puntos en su casillero después de haber llegado a atesorar una máxima ventaja de 8 puntos en el primer periodo del duelo. Los azulgrana, mientras con Parker algo más entonado que el resto de sus compañeros, pero lejos también de su versión más implacable y con Kevin Punter siguiéndole tímidamente de cerca solo un punto por debajo.

Punter, precisamente, sí se mostraría voraz en un segundo cuarto en el que, pese a que los locales lograron marcharse pronto por diez puntos en el luminoso (30-20) con sendos triples de Olek Balcerowski y Alberto Díaz de por medio, el Barça se las arregló para igualar el marcador, primero, y ponerse por delante, por mucho que esa alegría acabara por durarle bien poco. Algo en lo que también ayudarían, y mucho, un par de triples anotados por un Álex Abrines que supo buscarse la vida para explotar uno de sus puntos más fuertes. Unicaja, pese al arreón, se las arregló para reaccionar y marcharse al descanso un punto por encima (43-42).

Dos 3+1 de Punter

Las buenas sensaciones azulgranas se confirmaron en un tercer cuarto donde Punter asumió el mando anotador y en el que el propio Parker, Fall y Brizuela aportarían para atesorar una máxima ventaja de 11 puntos, ante un rival al que le costaba horrores anotar. La férrea defensa de los barcelonistas les permitiría anotarse un nuevo triunfo parcial, en este caso por 12-22, que les permitía plantarse en el último y definitivo periodo con todo en sus manos para meterse en las semifinales.

Una apariencia que se demostraría del todo falaz en el cuarto periodo. Tras un intercambio de golpes inicial, y el arrojo de Tyson Pérez, sumado a una canasta de Kendrick Perry, acabó por forzar un empate (84-84) tras un triunfo parcial por 29-20 y permitió así que los locales llevaran la resolución a una prórroga en el que la inercia jugó a favor del empuje de Unicaja, por mucho que Punter, con sendas acciones de 3+1, amenazara desde el perímetro. A la postre, los locales se impusieron por 97-95 para citarse con el Real Madrid en semifinales y condenaron a los barcelonistas a cerrar la presente temporada en blanco.

Vuelan los sueños de Unicaja, bravísimo campeón de Copa tras triturar al Real Madrid

Actualizado Domingo, 16 febrero 2025 - 22:09

Vuelan los sueños de Unicaja, la confirmación en el Gran Canaria Arena de un equipo que es una revolución, campeón de Copa tras pasar por encima del Real Madrid. La tercera de su historia, la segunda en tres años, el quinto título de la era Ibon Navarro. Vuelan los sueños como canta su himno, la emoción de una ciudad transferida a una cancha de baloncesto. [Narración y estadísticas (93-79)]

El Carpena estaba en Las Palmas, una fiesta en las tribunas de los que se frotan los ojos ante lo impensable, ante lo que nunca ocurría, que lo grandes no ganen la Copa. Pero este Unicaja es tan grande que es capaz de doblegar al Madrid hasta hacer gris y pequeñito, derrotándolo de principio a fin, una lección táctica y una lección emocional hasta casi humillarle. Fueron esta vez Kendrick Perry y Cameron Taylor sus puntales, como en la semifinal Alberto Díaz y Yankuba Sima. Igual da, este Unicaja es un colectivo con 14 estrellas y así lo labra el mago Ibon.

En el parqué del Gran Canaria Arena estaban los dos equipos más pujantes, con bastante diferencia, de los últimos tiempos del baloncesto español. Lo del Unicaja no es un espejismo. Ahí están sus hazañas, su porcentaje de victorias en ACB y, sobre todo, su estilo. "Nos reconocerían aunque jugáramos de rojo", presume Navarro, el tipo que lo cambió todo hace ahora tres años, cuando venía de un despido en Andorra.

Fieles a eso, fiereza, frenesí, continuidad y sello español en la plantilla y reparto de egos y responsabilidades, los malagueños avanzan y conquistan, hasta tal punto que habría que preguntarse dónde estarían si disputaran la Euroliga (renunciaron para estar en la Champions League de la FIBA, de la que son campeones, jugosa económicamente y menos exigente). Esa donde el Real Madrid pena este año, asunto que tendrá que resolver en breve.

El Madrid, pues, no era tan favorito como podría parecer. Ya fue derrotado por los verdes en la final de la Supercopa y en las semifinales de 2023 en Badalona donde Unicaja inauguró su tiempo. Era partido de tú a tú, una final de altísimo nivel desde el despertar, con triples como puñales de Osetkowski y Perry que eran un síntoma: Ibon Navarro iba a resolver sus problemas defensivos con descaro total en ataque. Así, Sima, decisivo en semifinales contra Tenerife, cometió dos faltas en 50 segundos ante Tavares. Y al poco culminó un contragolpe con un brutal mate.

Unicaja hacía que el Madrid no se sintiera cómodo y gozaba de pequeñas ventajas, apoyado en su perímetro (6 de 11 al descanso) y sobreviviendo al dominio total blanco del rebote. Hugo González, 19 recién cumplidos, irrumpió en su primera final con el descaro y la seguridad en sí mismo de las estrellas. Chus Mateo lograba mantener una defensa dura, pero no dar caza al rival. Cuando Ibaka puso por delante al Madrid, respondió Unicaja con un 8-0. Y, pese a la antideportiva a Osetkowski por golpear a Musa, los andaluces se fueron mandando al descanso (39-36).

Esa inercia se confirmó a la vuelta. Una de las razones de la falta de fluidez del Madrid era Campazzo, que lleva unas semanas sin ser él. Su primera canasta llegó entonces, cuando ya parecía una labor personal sacar a su equipo del apuro. Porque Unicaja, bravísimo, martilleaba con triples y más triples, para una ventaja que fue una alerta roja (56-44).

El triple sobre la bocina de Llull, tras recorrer la pista, fue un pequeño alivio. Como el de poco después. Pero pronto se comprobó que esta Copa no se le escapaba al Unicaja. Perry, MVP, el mejor de la noche, agarró por la pechera la responsabilidad. Kravish completó una soberbia actuación con su enésimo triple mientras Hezonja perdía los nervios y sólo Llull intentaba la heroica. Pero una técnica precisamente al balear acabó con lo que se daba. Vuelan los sueños de Unicaja, del merecidísimo campeón.