Real Madrid 85 Morabanc Andorra 76
El base, que se rompió el ligamento cruzado de la rodilla en febrero de 2022, regresó a las canchas durante el partido contra el Andorra
Hubo “altibajos”, “momentos complicados”, “un camino más largo de lo que se esperaba”. Hubo complicaciones y poca luz al final del túnel. Pero, casi 22 meses después de aquel fatídico 13 de febrero de 2022 en el Martín Carpena, Carlos Alocén, “un tío duro”, ha vuelto a sentirse jugador de baloncesto. Ocurrió este domingo, con el WiZink Center puesto en pie y los ojos azules del maño a punto de romperse de emoción y una gran sonrisa. Contra el Morabanc Andorra (85-76), el base enterró una lesión que parecía maldita, el fin de un calvario, el principio del despegue.
Ese mañana en Málaga, el minuto 28 de un partido más, una penetración por la izquierda ante la defensa de Alberto Díaz, su rodilla se quebró de la peor manera. Alocén cayó al suelo y su gritó de dolor heló el Carpena. Tenía 21 años entonces y ahora le queda un mes para cumplir los 23. Un parón enorme en una carrera en pleno despertar -mejor joven de la ACB dos temporadas consecutivas-, la de un director en el que descansaban los pilares del porvenir del Real Madrid, que le fichó pagando su cláusula al CAI Zaragoza, e incluso de la selección española, con la que ya ha disputado seis partidos.
Carlos, que se rompió por completo el ligamento cruzado anterior de la rodilla izquierda, fue operado el 3 de marzo de 2022 en el Hospital Universitario Sanitas La Moraleja. Pero su periodo de recuperación fue lento, con alguna recaída, problemas musculares, poca información y, hasta ahora, la falta de sensaciones para incluso entrenar como uno más con el resto de sus compañeros. Desde el banquillo, siempre presente, Alocén fue testigo de la consecución de la Euroliga en Kaunas y de todo el trayecto hasta ahora.
El Real Madrid, que siempre le ha aguardado, hasta el punto de alargar su contrato el pasado verano hasta 2025, recupera una pieza que puede resultar importante en la rotación de bases de Chus Mateo junto a Facundo Campazzo y Sergio Rodríguez. El entrenador blanco fue las últimas semanas actualizando su estado físico y dando esperanzas para su retorno. El sábado, el Madrid le activó la ficha en Liga Endesa y el domingo, como el final de una pesadilla, Carlos Alocén volvió a jugar al baloncesto.
