Gennaro, ‘Rino’, Gattuso estrecha la mano fuerte, seguro de sí mismo, vestido de negro y con una sonrisa tímida. Charla desde la sinceridad sobre el fútbol y la vida que, a sus 45 años recién cumplidos, para él son lo mismo. Reconoce estar preocupado por la mala racha del Valencia y reclama refuerzos antes de medirse al Real Madrid (este miércoles, 20.00 h.) de su admirado Carlo Ancelotti por primera vez.
que pasar rápidamente, aunque no se note en la cara. Fue una gran decepción, un partido sin ganas y sin ritmo, asi que estaría loco si no estuviera enfadado.
¿Esperaba así la Liga?
Sí, muy difícil. Todo el mundo piensa que se juega al tiki-taka y no es así. Yo tenía bien claro que no era así.
¿Y el Valencia?
El año pasado, cuando me propusieron ser entrenador, el equipo trabajaba muy diferente y tenía claro que intentaría otro tipo de fútbol. El equipo es valiente, pero hemos perdido puntos en los últimos diez minutos de partidos que teníamos controlados.
¿En algún momento le han dado ganas saltar al campo, de ponerse el brazalete de capitán?
Ya sabía que era un equipo joven, y eso no es una excusa. Se puede mejorar la calidad de juego y también la mentalidad. Ya no soy el capitán, pero ahora mi papel es de entrenador y mi responsabilidad es mejorar .
En su carrera se ha encontrado con
Berlusconi, Galiani, Di Laurentis y ahora Lim
¿hay similitudes?
La diferencia es que Galiani y Di Laurentis estaban más presentes en la ciudad. Con Peter [Lim] yo he tenido suerte porque me he reunido con él varias veces y he ido a Singapur. Es diferente cuando el dueño está presente y se puede hablar con más facilidad. Así es un poco más difícil, pero estoy contento de la relación que tengo. Ayer hablé con él por Zoom porque no puede venir.
En el fútbol de hoy, ¿Gattuso sería tan importante como fue?
No lo sé. Depende de cómo quiera jugar el entrenador. Yo era un jugador que lo daba todo por mi equipo, en el campo sabía lo que tenía que hacer y en el vestuario sabía de mi importancia. Todo lo hacía con gusto. Nunca supe que era un líder, yo solo cumplía con mi rol, que era robar el mayor número de balones posibles para el equipo. Lo tenía clarísimo.
Ha reconocido muchas veces que ese empeño le hizo importante. ¿Eso es hoy suficiente?
Es sinónimo de inteligencia. No solo en el deporte, en la vida es fundamental que un hombre sepa cuál es su papel y cómo puede mejorar a las personas que les rodean. Yo lo llamo humildad. Las personas humildes saben lo que tiene hacer. Es clave.
¿Eso le dice a su hijo
Francesco
[juega en el juvenil del Valencia]?
Mi hijo tiene un problema. Este año estoy contento porque ha cambiado de mentalidad. Está entendiendo que tiene que hacer sacrificios: perder kilos, entrar al campo con ganas… y no mirar siempre los vídeos de cuando jugaba. Yo era yo y él es él. No está escrito que tenga que ser profesional. Tiene que divertirse y estar bien con él mismo, no mirar siempre a su padre porque todo el mundo le habla de él. En estos cinco o seis meses ha cambiado. Me está escuchando cuando le digo que tiene que hacer su trabajo con seriedad. Antes no tenía hambre y en la vida hay que tener hambre, no solo en el deporte. Si no hay hambre, las cosas se pueden hacer, pero si quieres ser diferente, tienes que pensar en trabajar muchas horas.
Si no hubiera salido tan joven de su pueblo, Schiavonea, a Peruggia primero y luego a Glasgow, ¿Gennaro Gattuso no sería la persona que es hoy?
No lo sé. Pero el día que me fui de mi pueblo tenía bien claro que no iba a volver a mi casa. Si me salía mal, me iba a Alemania a trabajar porque sabía que en el pueblo todos me estaban esperando. Mi fuerza ha sido trabajar, trabajar y trabajar. Tuve momentos difíciles, pero tenía muy claro que con el trabajo se puede llegar.
Llegó al Glasgow Rangers y se encontró con
Paul Gascoigne
…
Otra cosa muy importante. Lo miraba y sabía que tenía que hacerlo todo diferente. Él era increíble, pero vivía a full. Yo era un chaval de 18 años con un poquito de cabeza y tenía bien claro que debía vivir de manera diferente a Paul. Él tenía talento y yo tenía que entrenar siete u ocho horas al día para mejorar. Él lo tenía todo, pero no trabajaba.
Cuenta que a su padre le gustaban con jugadores con buen toque, ¿le gustan sus equipos?
Sí le gustan. A mi padre toda la vida le han gustado los jugadores técnicos como
Gianni Rivera
y yo el primer poster que me puse un posen mi habitación de
Salvatore Bagni
, que era un centrocampista agresivo. Ahora creo que mis equipos le gustan.
¿Tenemos una imagen distorsionada de Gattuso?
Mi mujer es la persona que mejor me conoce. Me pasaba también de jugador que parecía que siempre estaba enfadado. Cada partido para mí era una guerra, era la vida. Ahora es lo mismo. Quiero siempre ganar, lo vivo mal cuando pierdo y tengo una cara de mierda. Pero fuera del campo soy una persona diferente. Muy tímido, que me gusta relacionarme con la gente… Tengo una imagen diferente porque no me gustaba hablar mucho con la prensa, no tengo Tiktok, ni Facebook… Mi hijo y mi hija sí, pero no me gusta que pongan mi cara. Yo soy una persona tranquila aunque cuando trabajo me sale la pasión.
Al 2023 le pidió que bajaran los precios y que acabara la guerra, ¿lo vive de cerca?
Sinceramente nosotros lo tenemos todo, pero tengo amigos, negocios de restaurantes con 35 personas que trabajan conmigo desde hace muchos años… A mis hijos les explico que la vida no es esta que ellos viven, es otra.
Es un italiano del sur, de Calabria, instalado en Milán. ¿Hay diferencias o es un estereotipo?
Ya he vivido más tiempo en Milán, que en mi pueblo. La mentalidad es diferente, también se habla de manera diferente. Pienso que en Lombardía la prioridad es trabajar, y en el sur es todo más tranquilo.
Usted habla calabrés, ¿sus hijos también?
Yo pienso en calabrés siempre. Con mi padre y mi madre hablo en calabrés, con mi hija, no, pero con mi hijo sí desde hace cuatro o cinco años, porque a él le gusta pasar dos o tres meses en verano a Calabria a estar con mi padre y mi madre.
Fue un guerrero de Ancelotti, ¿qué aprendió para entrenar?
Nadie puede hacer las cosas como Carlo. Tiene un don. Es la tercera o cuarta generación que está entrenando y tiene siempre la llave para entrar en la cabeza del jugador. Es una suerte, un don, por eso pienso que es el mejor entrenador del mundo. Nunca he escuchado a un jugador hablar mal de él. Él también tiene tranquilidad cuando las cosas no van bien y tienen claro lo que tiene que hacer. Ahora, cuando se enfada…
¿Son amigos? Él dice que no…
Con Carlo he tenido una relación muy estrecha, pero hubo un problema cuando cogí el Nápoles. Él me dio mucho, y yo también a él.
Usted tenía mucho temperamento como jugador, ¿como entrenador lo ha tenido que domar?
Sí, aunque a veces cuando me veo no me gusto. A veces cuando estoy en el banquillo parezco un perro, siempre en movimiento. Pienso que tengo que controlarme y me lo digo a mí mismo, pero tengo sangre no horchata. En los últimos años estoy intentando trabajar esto.
Si pudiera traer a un jugador con el que haya convivido a este Valencia, ¿quién sería?
He jugador con grandes futbolistas, con siete u ocho balones de oro, con
Paolo Maldini
, que no pudo ganarlo… No lo sé…En este estado,
Jaap Stam
[defensa neerlandés del Milan].
¿Qué espera del mercado de enero?
No espero nada. El club sabe que hemos perdido
Nico y a Castillejo
espero que para dos semanas… El club sabe lo que tenemos que hacer, el problema es que se habla de números, del fair play financiero… No espero nada, solo que el club entienda que tenemos que hacer un mediocampista.
¿Y si no se puede?
Si no se puede sabemos que tenemos dificultades y que la temporada es muy larga, con muchos partidos, y tengo que buscar otra cosa, valorar cómo poner al equipo, si tengo que hacer algo diferente…
¿Sigue sin tener miedo a nada?
¿A qué conduce el miedo? No te lleva a nada. Tenemos que solucionarlo, poner el equipo mejor en el campo y que yo y mi cuerpo técnico fallemos lo menos posible para dar confianza al equipo. He tenido dudas porque si un entrenador no tiene dudas después de un partido como el de Cádiz es que está loco. Miramos mejoras tácticas y posicionar al equipo para sufrir menos.deportes deportes
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