El Real Madrid, gracias a una buena actuación de Guerschon Yabusele y a la inspiración en el último cuarto de Facundo Campazzo y Vincent Poirier, selló con un triunfo a domicilio ante el Virtus Segafredo Bolonia (74-89) su pase a los ‘playoffs’ de la Euroliga, alcanzando de esta manera un objetivo que tenía casi en la mano desde hace varias semanas pero que no terminaba de concretar.
Se enfrentaba el conjunto blanco a un rival contra el que tenía récord negativo en la Euroliga antes del choque, en un feudo difícil donde solo habían ganado dos visitantes este curso en la máxima competición europea y en un momento delicado después de encadenar tres derrotas seguidas en el torneo.
La intensidad blanca
Sin embargo, fue capaz de dejar a un lado esos factores negativos en lo psicológico para salir con confianza gracias al poderío de Guerschon Yabusele. El galo, en uno de sus arranques de furia, hizo siete de los primeros once puntos de los suyos para allanar el camino hacia la decena de renta favorable. Una tímida reacción local redujo a la mitad esa distancia pero Gabriel Deck, con un triple postrero, terminó por mantenerles a raya en el ocaso del primer cuarto (15-23, min.10).
Lejos de relajarse, siguió pegando fuerte el plantel de Chus Mateo. Intenso a la hora de rebotear en los dos aros, generoso en el reparto del balón y menos dado a la pérdida que en choques recientes; desgastó a un anfitrión negado en el triple (1 de 11 al descanso) que se fue al intermedio con la obligación de reflexionar (31-44, min.20).
Las conclusiones que sacase no le sirvieron de mucho ante un visitante con pocas fisuras y que además dinamitaba los posibles cambios de tendencia con triples decisivos. Dos transformó el imparable Yabusele sobre la bocina de posesión y otro más Dzanan Musa. Aún así no pudieron evitar que con una gran canasta de Isaia Cordinier, los de casa consiguieran situarse a menos de diez para terminar el tercer acto (52-61, min.30).
El momento Campazzo
En ese contexto de amenaza, fue capaz el Real Madrid de conservar la calma mientras persistía el desequilibro en los aciertos desde lejos. Sin embargo eso cambió con dos triples seguidos de Jordan Mickey y de Ognjen Dobric. El primero, exmadridista, comenzó además a desmelenarse. Y un parcial de 8-0 puso al Virtus a solo cinco puntos a falta de cinco minutos.
Entonces apareció Facundo Campazzo. El base argentino, poco brillante en los últimos enfrentamientos tras los largos viajes para jugar con su selección ante Chile, se puso al frente para anotar seis puntos consecutivos y regalarle otros seis a Vincent Poirier. Ahí puso el broche el Real Madrid, que con su clasificación para las eliminatorias cierra otro capítulo en su búsqueda de la excelencia este curso.