Brad Pitt revoluciona la Fórmula 1 en Silverstone al convertirse en un piloto más

Brad Pitt revoluciona la Fórmula 1 en Silverstone al convertirse en un piloto más

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El oscarizado actor está rodando una película en Silverstone con la total colaboración del Mundial: rueda en el circuito con un monoplaza, tiene garaje propio y hasta dará la vuelta de formación el domingo

Una imagen de Brad Pitt en el circuito de Silverstone.CHRISTIAN BRUNAEFE

Brad Pitt tiene una habilidad fascinante. Muchas, se supone, pero una que puede observar cualquiera. En Silverstone sólo hay 40 metros entre su motorhome y su garaje y él los recorre a la carrera, apenas se muestra unos segundos, pero igualmente concede a sus fans una docena de selfies. El público, entusiasmado. Qué majo, qué amable. Es realmente un talento. Sus piernas no paran, pero su cara sí; congela la sonrisa esperando el ‘click’ de la cámara y, después, a por otra. Sin dejar de correr. Sin perder un instante. Cuando desaparece, parece que haya estado horas atendiendo a sus seguidores porque detrás quedan móviles colmados y unas cuantas anécdotas para exagerar.

La Fórmula 1 está acostumbradísima a recibir a famosos de todo tipo, pero el protocolo es casi siempre el mismo: aparecen el domingo una hora de la carrera, pasean por la parrilla, se dejan ver, comen algo, beben algo y se marchan antes incluso de que se sepa quién es el vencedor. El caso de Brad Pitt es muy distinto. Brad Pitt está aquí en Silverstone como un piloto más. Hasta un límite nunca visto: entrena en la pista con un Fórmula 2 adaptado por Mercedes para que aparezca un Fórmula 1 -con patrocinadores como IWC o Tommy Hilfiger-, tiene un garaje entre los de Ferrari y Mercedes, cuenta con un box en el muro y neumáticos Pirelli oficiales y, entre otras cosas, el domingo dará la vuelta de formación junto al resto de la parrilla. No es un capricho de multimillonario. Está trabajando.

La presencia de Brad Pitt y todo un equipo de Hollywood en el circuito de Silverstone responde a la grabación de una película de Apple Studios que aún no tiene título ni fecha de estreno, pero que ya acumula expectación. Bajo la dirección de Joseph Kosinski, el responsable de Top Gun: Maverick, el argumento sonará a quien haya visto la última película de Tom Cruise. Brad Pitt es Sonny Hayes, un piloto veterano que tuvo que dejar la Fórmula 1 por dramáticos motivos y años después regresa para instruir a un joven prometedor, Joshua Pierce, que interpreta Damson Idris. Ambos comparten equipo, el Apex, y una relación tormentosa.

El film cuenta con la total colaboración del Mundial que ve en el proyecto una manera de captar nuevos seguidores, de multiplicar el éxito del ‘Drive to Survive’. De hecho, la película dramatizará las tensiones entre compañeros de equipo, precisamente la parte en la que el documental de Netflix muestra más delicadeza. “Se utilizarán imágenes reales, pero los actores no interactuarán con los pilotos del Mundial. Nadie aparecerá como rival o enemigo de los protagonistas”, comentan desde la productora e insisten que será un trabajo blanco que no perjudicará la imagen de nadie.

Por lo visto estos días en Silverstone la intención está clara: no molestar. Más allá del frenesí que provoca Pitt, el resto del equipo se retira cuando hay actividad en pista, si acaso los actores que hacen de mecánicos se permiten hacer unas fotos.

Hay un motorhome completamente negro reservado para Pitt y compañía, un espacio vallado para el set y algunos ratos -entre 10 y 15 minutos- en los que los actores aparecen sobre el asfalto. “Rodaje de alta velocidad”, pone en el horario. No hay dobles de acción, no hay especialistas, es Pitt el que conduce el Fórmula 2 adaptado y lo hace con destreza. Con Lewis Hamilton como maestro -y productor ejecutivo de la película- el oscarizado actor lleva cuatro meses aprendiendo a manejar un monoplaza entre Silverstone y el trazado francés de Paul Ricard. Su coche está lleno de cámaras, pero corre, vaya si corre. Su reto es no retrasar a los demás en la vuelta de formación que dará el domingo. Y seguir mejorando porque el film continuará rodándose en el próximo Gran Premio de Hungría y en otras carreras futuras.

A los verdaderos protagonistas de la parrilla no se les ha pedido nada, algunos pilotos ni sabían de la película este jueves, aunque habrá un cambio en sus coches. Una o dos de las cámaras ‘on board’ menos utilizadas por la retransmisión del Mundial serán sustuidas por cámaras 6K para la película. Esto es todo.

En realidad, los referentes de la Fórmula 1 pueden estar agradecidos. Por primera vez hay alguien en el paddock que recibe más peticiones de selfies que ellos. Y Brad Pitt las resuelve con su fascinante habilidad.

kpd