Tour de Francia
Moûtiers – Bourg en Bresse
El maillot verde obstaculizó el intento de Eenkhoorn en los primeros kilómetros, pero el pelotón no fue capaz de atrapar a un cuarteto en el que venció al límite el danés del Soudal, escapado desde el comienzo
El Tour abandonó los Alpes decisivos con la sensación de que todo se acabó, aún con el shock de las exhibiciones para la historia de Jonas Vingegaard, del hundimiento de Tadel Pogacar. En la primera de las etapas de transición camino de los Vosgos, del final el sábado en Le Markstein, estaba pregonado un desenlace al sprint. Pero no iba a ser así. Como un castigo del destino al deshonroso gesto de Jasper Philipsen, ocurrió lo que nunca pasa: triunfó la fuga. Kasper Asgreen venció en Bourg en Bresse, apenas unos metros por delante de los lobos del pelotón. [Narración y clasificaciones]
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Es el tercer triunfo de etapa del danés en el Tour, experto en clásicas, triunfador en Flandes hace dos años. Y el primero de la presente edición de un Soudal Quick Step de capa caída. Encabezó un cuarteto de héroes en el que destacó el trabajo siempre infatigable de Victor Campenaerts. El pelotón, despistado y mal organizado -ahí la labor de estorbo de Alaphilippe y LeClerq, compañeros de Asgreeen, fue clave- se quedó con la miel en los labios, encabezado por Philipsen.
Suyo había sido el horrible movimiento que marcó la jornada y que merece sanción. Ocurrió pasado el ecuador de la carrera, con ya dos escapados por delante. Al dúo que formaban Kasper Asgreen y Jonas Abrahamsen trataban de unirse otros valientes, pero eso no parecía convencer a los equipos de los sprinters, que pretendían un día controlado. El neerlandés Pascal Eenkhoorn buscaba junto a su compañero Campenaerts, de un Lotto que no ha ganado aún en este Tour, enlazar con los de delante y entonces, lo vergonzoso, el propio Jasper Philipsen de verde, saltó a por su rival con maneras de matón.
Se puso a su par y llegó a intimidarle, intentando que abortara la misión, bloqueándole. La imagen, triste, del día. No lo iba a lograr (ni tampoco después su quinta etapa de este Tour), pues poco después, junto con el noruego Abrahamsen, se unieron a la pareja de carrera y llevaron un bonito pulso con el pelotón. Siempre moviéndose con ventajas cortas, entraron en los últimos cinco kilómetros con 14 segundos, 11 a cuatro de meta, ocho a tres… No hubo forma. Esta vez vencieron lo valientes, con Asgreen en cabeza, seguido por Eenkhoorn y Abrahamsen.