Resulta imposible entender la histórica época dorada del Real Madrid sin la figura de Anthony Randolph (Wuzburg, Alemania, 1989). Un tipo con tanto talento como extraño carácter. Pero esa aparente frialdad se transformó durante las siete temporadas que vistió de blanco en carisma. ‘Toñejo’ se hizo querer desde su fundamental aportación en la cancha hasta su calvario con las lesiones, dos gravísimas y seguidas, de las que volvió para conquistar otra Euroliga, “la más increíble de todas”, el pasado mayo en Kaunas. “Realmente, cuando llegué, sólo pensaba en cuando volvería a la NBA”, confiesa en conversación con EL MUNDO. En junio cerró su etapa en el Madrid pero no está, ni mucho menos, retirado.
Randolph sólo se tomó un tiempo. “Lo necesitaba. Mentalmente fue duro pasar por esas lesiones. Nunca llegué a sentirme yo mismo después. También quería estar cerca de mis hijos, dedicarles un tiempo que durante muchos años no he podido. Llevarles al colegio, acompañarles en sus actividades”, admite el atildado ala-pívot zurdo, que fijó su residencia en Madrid, donde nació su hijo pequeño, Julian. “Obviamente, ellos se sienten de aquí. Hemos llegado a amar a la gente de Madrid”.
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Será dentro de unas semanas cuando Randolph tome una decisión sobre las ofertas que maneja. Fue el tiempo que se dio para volver “a ser el de antes”. “Sí, estoy entrenando. Lo llevo haciendo desde que terminó la temporada. Y estoy en forma para jugar. No estoy retirado, eso seguro. Y voy a volver a jugar al baloncesto otra vez. Estoy abierto a todo. En realidad, no me importa si es aquí en la ACB, en China o donde sea. Pero volveré”, explica, antes de repasar su insospechada historia de amor con el Madrid.
- ¿Qué sintió al dejar el Madrid?
- Fue un poco triste. Pasé siete años con el equipo y se convirtió en mi hogar, así lo sentía. Siento que formé parte de algo muy especial, estaba muy integrado en el club, muy cercano a mis compañeros. Fue difícil salir. Pero, ya sabes, las cosas cambian. Nada es para siempre. Estoy preparado para la siguiente fase de mi vida, sea cual sea.
- ¿Hubiera imaginado algo así cuando fichó en 2016?
- Jamás. Yo era joven cuando llegué, estaba en ese momento en el que aún tenía esperanzas de regresar a la NBA [disputó seis temporadas tras ser número 14 del draft, entre Warriors, Knicks, Wolves y Nuggets]. Nunca hubiera imaginado pasar aquí siete años y conseguir tantos títulos (12 de blanco, entre ellos dos Euroliga, tres Ligas y dos Copas).
- En diciembre de 2020 se rompe el Aquiles y al poco de volver, en junio de 2022, el cruzado anterior. ¿Fueron más duras física o mentalmente esas lesiones?
- Fue muy complicado, pero le doy gracias a Dios porque pude seguir avanzando en mi carrera a pesar de esas lesiones tan graves. Aún así, esa parte mental en los últimos meses fue difícil y es la razón por la que me he tomado este tiempo. Porque cuando vuelva a meterme de lleno en el baloncesto, cuando regresé a las canchas, quiero ser el Anthony de antes, estar mentalmente al 100% y dar mi mejor versión, sea donde sea que juegue.
- La primera de ellas le ocurrió en su mejor momento, siendo líder total de aquel Madrid junto a Campazzo.
- Sí, estaba jugando a un altísimo nivel y me decía que el Real Madrid iba a ser el club donde pasara el resto de mi carrera. Justo acababa de firmar un nuevo contrato, pero ya sabes, las lesiones son parte del deporte. Es algo que todos asumimos que puede pasar cuando salimos a una cancha de baloncesto. Simplemente, sucede. Y algunos tenemos más o menos suerte que otros.
- ¿Siente que fue parte fundamental de un equipo histórico?
- Así es y no sólo fue cosa de los jugadores. Desde la directiva hasta el último miembro del staff, todos hicieron un gran trabajo. Una de las claves fue que los nuevos que íbamos llegando rápidamente encajábamos con el espíritu de los jugadores españoles que estaban en el equipo. Esa identificación con los valores del club llevó a los éxitos.
- Jugó poco, pero resultó importante en la Final Four de Kaunas. La defensa ante el Barça, el triple en la final…
- Fue una locura. Probablemente nunca más se vuelva a repetir algo tan increíble. El tiro de Llull… fue el único que intentó en todo el partido. Para ganar, ante un pívot de siete pies que es un enorme defensor. Podría haber ocurrido de cualquier manera, pero fue de la más increíble, para ganar un Euroliga. Es la magia de las Final Four. Nunca sabes lo que va a pasar. Creo que jugué muy bien, especialmente después de volver de dos lesiones tan graves. Haber estado fuera por un periodo tan largo y tener que entrar en dinámica de un equipo tan bueno, no es sencillo. Mis compañeros se estaban preparando para esos playoffs y yo tuve que incorporarme durante unos partidos complicadísimos. Pero fui capaz de aportar algunas cosas buenas gracias a mi experiencia. Realmente fue increíble poder ganar la Euroliga así.
- El carácter ganador de Llull, Rudy, Chacho, Felipe…
- Por supuesto, todos los atletas profesionales son competitivos. Pero en la mentalidad competitiva del Real Madrid sólo importa ganar títulos. No sólo tienes que estar en la Final Four o los playoffs, tienes que ganar el título siempre para que la temporada signifique algo. Creo que eso es lo que ellos tienen dentro y lo enseñan al resto. Yo aprendí. Son jugadores que han tenido unas carreras increíbles, son leyendas.
- Pablo Laso y Chus Mateo.
- Ambos tienen sus talentos especiales. Pablo, obviamente, es una leyenddea. Un gran técnico que ganó muchísimos títulos, pero sobre todo él es un gran entrenador de jugadores, tiene algo especial para mantener al equipo unido, concentrado, preparado y listo para jugar, da igual que ese día tenga que ser todo el partido o sólo unos minutos. Y Chus, bueno, me quito el sombrero ante él. Se tuvo que hacer cargo de repente de un equipo con las expectativas tan altas, con toda la presión y fue capaz, en su primer año, de seguir la estela de Pablo, de no estropear todo lo anterior. Eso habla increíble de la grandeza de ambos, porque no podemos obviar que ellos trabajaron juntos durante muchos años.
- ¿Quién ganará la Copa en Málaga?
- Es complicado no elegir al Real Madrid como favorito para ganar el título este año. Están jugador increíble y da la impresión de que han logrado una gran química, de que se conocen perfectamente los unos a los otros. En realidad, no ha cambiado demasiado con respecto al año pasado. Son los mismos, un equipo muy complicada de batir.