El secretario general de la RFEF envió el pasado viernes a la UEFA una denuncia por intervencionismo del Gobierno
El secretario general de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF), Andreu Camps i Povill (Tortosa, 9-2-1961), envió el pasado viernes a la UEFA una denuncia por intervencionismo del Gobierno en el caso de Luis Rubiales. El hombre de confianza del presidente de la Federación remitió un escrito al organismo europeo antes de que la FIFA decidiera suspender cautelarmente al mandatario español. Una acción que demuestra la fidelidad y defensa a ultranza que Camps ha hecho de su superior en los momentos más complicados.
El secretario general siempre ha respaldado al presidente de la Federación en los numerosos escándalos que ha protagonizado, desde que fuera elegido en el cargo, el 17 de mayo de 2018. Sin embargo, no ha sido hasta estos días cuando el nombre de Camps ha cobrado más protagonismo, dado el ciclón mediático originado.
Austero y reservado en su modo de vida, Camps nunca ha buscado la notoriedad. Siempre se ha mantenido en un segundo plano y ha estado alejado del foco mediático, salvo por sus apariciones en las Asambleas, en Las Rozas. En el ámbito laboral, no obstante, Camps goza de un reconocido prestigio. Antes de ocupar su actual cargo en la RFEF, el catalán se distinguió como uno de los mejores especialistas en derecho deportivo a nivel internacional.
Extensa trayectoria profesional
Es licenciado en Derecho y Ciencias de la Actividad Física y el Deporte. El jurista formó parte del Tribunal Administrativo del Deporte (TAD), organismo al que se incorporó en abril de 2017, coincidiendo con la salida de Tomás González Cueto, una persona muy ligada también a Rubiales, y que actualmente es el asesor jurídico externo de la RFEF y al que sitúan como verdadero cerebro en la sombra del dirigente suspendido.
Camps dejó su puesto en el TAD unos meses después de su llegada, presentó su renuncia al secretario de Estado y justificó su marcha aduciendo motivos personales. Dentro de su larga trayectoria profesional también destaca su colaboración como asesor del Comité Olímpico Español (COE) y del Comité Olímpico Internacional (COI) en asuntos jurídicos. También ha colaborado con varios países latinoamericanos para la creación de leyes relacionadas con el deporte.
Es miembro del Comité Académico del Master MESGO y también lo es del Tribunal de Apelación de la Federación Internacional de Bádminton. En este puesto se tuvo que enfrentar a una acusación relacionada con un presunto delito de plagio. Camps aparecía como codirector de una tesis doctoral que fue defendida en la Universidad de Barcelona en abril de 2011 y por la que se imputó por plagio a David Cabello, ex presidente de la Federación Española de Bádminton. Sin embargo, Camps terminó siendo absuelto.
En 2018 entró a formar parte de la Federación como secretario general. Para poder dedicarse a este cargo en exclusiva pidió una excedencia como profesor Catedrático del INEFC de Cataluña. Ha sido dentro de la institución deportiva donde su nombre ha ganado una mayor notoriedad, llegando incluso a ocupar algunos titulares por diversas polémicas. En 2020, junto a Rubiales, fue imputado por un presunto delito de falsificación de documento público en el proceso de reforma de los estatutos de la RFEF, que pretendía ampliar el número de miembros natos de la Asamblea, que incluyen a los presidentes territoriales y el propio presidente de la Federación.
El año pasado también estuvo envuelto en otra polémica, cuando tuvo que declarar junto con Rubiales y González Cueto como imputados por amenazas. La acusación se produjo después de que cinco clubes (UD San Sebastián de los Reyes, DUX Internacional de Madrid, CF Rayo Majadahonda, RB Linense y Club Linares Deportivo) presentaran una denuncia en la que los acusaban por haberles amenazado para que disolvieran la Asociación de Clubes de Fútbol de Tercera Categoría Nacional. En el escrito que presentaron sostenían que los tres cargos de la RFEF los “amenazaron con la expulsión de la competición en la que militan” y “con la imposición de sanciones pecuniarias y denegarles el acceso a las ayudas financieras a las que tienen derecho y que gestiona la RFEF”.
A pesar de que estos dos hechos relacionados con denuncias comprometieron su figura, Camps se ha mantenido en su puesto, como el resto del staff de la Federación. En función de las condiciones en las que el organismo continúe, algunos de los cargos de máxima de confianza de Rubiales pueden ver comprometida su continuidad. Camps está entre ellos.