Superada la euforia por la victoria en los penaltis contra el Manchester City, Carlo Ancelotti apareció en la sala de prensa de la ciudad deportiva de Valdebebas un día antes de enfrentarse al Barcelona en un duelo vital por la Liga. Así, sin tiempo para mayores preocupaciones. “Estamos muy cerca… Será el clásico de siempre”, admitió, sobre un rival al que ahora tiene a 8 puntos y podría enviar a 11 si consigue ganar.
“El pastel está preparado, falta poner la guinda este mes”, reflexionó. Sobre el conjunto azulgrana, elogió la mezcla de juventud y experiencia tras la explosión de Yamal y Cubarsí. “Es importante, como hemos hecho nosotros, mezclar bien juventud y veteranía”.
Recordando los penaltis y las sensaciones vividas en el Etihad Stadium, Ancelotti quiso salir al paso de las críticas por ser demasiado defensivo ante el City: “No me sorprende. Cada uno es libre de opinar. Hay que manejar bien tener la pelota y no tenerla y lo hicimos muy bien. No he encontrado ningún madridista triste todavía. Hay un dicho en España que me gusta mucho y voy a decir: ‘háblame del mar, marinero…'”, bromeó, y más tarde añadió sobre el sistema defensivo: “¿Cinco defensas? Lo descartamos de inicio, pero no durante el partido. Si hacen falta seis, siete, o jugar con dos porteros pues se hace. No descartamos nada”.
Sobre la tanda, destacó a su cuerpo técnico, que siempre le hace “dudar” en su toma de decisiones, algo que es “positivo” y fruto de la “juventud“. “Aportan mucho todos en el cuerpo técnico. Mucho entusiasmo, lo que es importante para mi edad”.
De cara al clásico, Ancelotti confirmó que Militao “puede ser titular” y está pendiente de la situación de Ferland Mendy, que no se entrenó con el resto de sus compañeros por una sobrecarga. Viendo la cercanía del duelo ante el Bayern, en apenas 10 días, el italiano podría no forzar al francés. “Le falta algún día más”, explicó.
Otro de los protagonistas del día fue Nacho, foco de varias noticias en las últimas horas por su futuro. Cuenta Marca que el defensa habría decidido dejar el conjunto blanco a final de esta temporada. “Su futuro lo decide él. Hizo un partido espectacular, del defensa de primer nivel que es. Hay que respetar sus decisiones, ya sabe lo que pensamos”, respondió Ancelotti.
En una sala de la ciudad deportiva del Paris Saint-Germain, Luis Enrique, de pie, recibe a Kylian Mbappé, que se sienta en la primera de siete filas. Están los dos solos. A los cinco minutos, el entrenador pregunta «¿Te queda claro?», el francés dice «sí» y su míster responde «gracias». No se dan la mano y la gran estrella del equipo se va por la puerta. Esos cinco minutos resumen la relación entre Luis Enrique y Mbappé: la pasión y la intensidad del español y la falta de feeling entre ambos. Hoy se reencuentran, PSG y Real Madrid mediante, en las semifinales del Mundial de clubes.
Aquella reunión entre ambos ha sido una de las más comentadas porque se emitió en el documental Luis Enrique: No tenéis ni puta idea. Una charla de varios minutos en la que el técnico intentaba convencer a Mbappé de la necesidad de involucrarse en la presión y en la parcela defensiva. Una escena elegida a propósito. Se produjo durante los cuartos de final de la Champions 23-24 contra el Barcelona, el PSG ganaría aquella eliminatoria pero unos días más tarde perdería en las semifinales contra el Borussia Dortmund, que sería el rival del Madrid en la final de Wembley.
El discurso de Luis Enrique a Mbappé lo dice todo sobre el tipo de futbolista que el técnico quería en el ataque y explica muy bien porqué Ousmane Dembélé puede alzar su primer Balón de Oro el próximo mes de octubre. «He leído que te gusta Michael Jordan, Jordan cogía de los huevos a todos sus compañeros y se ponía a defender como un hijo de puta. Tú tienes que dar ese ejemplo, primero como persona y luego como jugador», le dice Luis Enrique, de pie y gesticulando, a Mbappé, sentado, impasible, sin hablar.
«eso no me vale»
«Tú piensas que sólo tienes que marcar goles, eres un fenómeno, un top mundial, pero eso no me vale. Un líder de verdad es el que cuando no nos puede ayudar con los goles nos ayuda en todo lo defensivo», insiste. «Si coges a Ousmane, a Barcola, a Ramos o a quien sea y te pones tú como ejemplo a presionar, ¿sabes lo que tenemos? Una puta máquina de equipo», sigue Luis Enrique, picando a Mbappé con el posible final que tendrá en París.
«Quiero que te vayas de aquí por la puerta grande, Kyky, ninguna duda. Pero te lo tienes que ganar. El día que no ataques tienes que ser el mejor jugador de la historia defendiendo. Eso es un líder, ese es Michael Jordan. ¿Te queda claro?», terminó el técnico.
Unas semanas después, Mbappé anunciaría su fichaje por el Madrid y Luis Enrique lo celebraría a su manera con esta frase: «Vamos a mejorar los resultados, sin ninguna duda. El tener a un jugador (Mbappé) que se movía por donde él quería implica que hay situaciones de juego que yo no controlo. El año que viene las voy a controlar todas. Todas».
Mbappé anota el 3-1 al Dortmund ante Yan Couto.AFP
Una premonición de lo que sería la temporada en París, con la conquista de la Champions League, ganando 5-0 al Inter de Milán en la final, como guinda del pastel. Mientras, Mbappé terminó el curso como máximo goleador del continente pero eliminado, junto al Madrid, en cuartos de final de la Copa de Europa por el Arsenal. El francés cuajó algunas buenas eliminatorias, como ante el Manchester City, pero contra el cuadro londinense no estuvo a la altura. Un síntoma general.
Entre medias, Mbappé ha vivido un enfrentamiento en los juzgados con el PSG y con Nasser Al Khelaifi, que siempre que ha podido le ha dejado algún recado en los medios de comunicación. «Ahora la estrella es el equipo», aseguró el qatarí durante el curso, en un mensaje directo al futbolista. En su momento, el presidente del PSG quiso apartar a Mbappé por no renovar su contrato con el equipo y Luis Enrique medió para solucionar el conflicto, pero la pelea ha llegado hasta los tribunales por el pago de la última parte del salario del futbolista.
Una guerra por 55 millones
Mbappé le reclama al PSG 55 millones en sueldos y primas y ha llegado a acusar a Al Khelaifi de «acoso moral» y «extorsión» por las presiones recibidas durante las negociaciones por su renovación en 2023, una demanda que finalmente ha retirado esta semana, justo antes de verse en el MetLife Stadium de Nueva Jersey, «por una voluntad de calmar la situación sobre el terreno jurídico y el deseo de concentrarse exclusivamente en el terreno deportivo», según L'Equipe.
La intensidad y la presión, eso en lo que insistía Luis Enrique a Mbappé, están siendo dos de las palabras más repetidas por Xabi Alonso en el mes que lleva al mando del Real Madrid. El delantero, que sufrió una fuerte gastroenteritis en los primeros días del Mundial, todavía no ha sido titular en el torneo y espera que ese momento le llegue esta tarde contra el que fuera su equipo.
Luis Enrique, durante una rueda de prensa en Atlanta.FCWC
Sobre la mesa, el gran papel de Gonzalo, tanto en ataque (cuatro goles) como en la parcela defensiva, donde no deja de presionar la salida del rival. Mbappé es indiscutible para Alonso, pero éste le pedirá aquello que le pedía Luis Enrique: ser Michael Jordan en todas sus facetas.
Xabi Alonso será el entrenador del Real Madrid en el Mundial de Clubes. Después de varias semanas de dudas en el conjunto blanco, pendientes de la salida definitiva de Carlo Ancelotti y de cómo podían encajar el contrato del tolosarra en el nuevo torneo intercontinental, que se celebra entre el 14 de junio y el 14 de julio, el técnico español se hará cargo del equipo en cuanto acabe la competición española y no esperará a que finalice la temporada internacional con el Mundial.
Tal y como adelantó El Chiringuito y puede confirmar este periódico, el Madrid y el vasco se han puesto de acuerdo en los términos del contrato para el nuevo Mundial, una situación especial porque se celebra entre dos temporadas teóricamente diferentes a nivel contractual, y finalmente asumirá el mando desde la primera semana de junio.
Después de la final de la Copa del Rey, las dudas del Real Madrid se fueron despejando. La derrota dejó muy tocado a Ancelotti, más todavía después del fracaso continental contra el Arsenal, y sólo una remontada en Liga podía mantenerle en el puesto hasta después del Mundial de Clubes. Peor el futuro en Valdebebas estaba claro: Xabi Alonso.
Y el italiano, mientras, abrió su mente hacia la selección de Brasil y con el paso de los días todas las piezas comenzaron a encajar. La 'canarinha' disputa dos encuentros en el parón internacional de junio y la Federación del país quiere que Ancelotti asuma esa lista de convocados. Y en el otro lado, el Madrid, con la Liga ya perdida, prefería que Xabi Alonso se tomara el Mundial como una pretemporada de cara a conocer al vestuario y comenzar a aplicar su estilo.
Sólo faltaba la parte contractual con el tolosarra, algo que se ha solucionado en los últimos días. Esta temporada es atípica porque el Mundial cuadra entre el final de una y el inicio de la siguiente, así que no era tan sencillo fiscalmente ni para el entrenador ni para el club, por lo que se barajó la posibilidad de que Solari dirigiera al equipo en Estados Unidos. Pero finalmente, Alonso y el Madrid acordaron sus partes y reinó la lógica: el Mundial, donde hay 120 millones en premios, será la primera piedra del nuevo Madrid de Xabi.
Alonso finaliza el curso con el Bayer Leverkusen este fin de semana, por lo que a principios de la que viene viajará a Madrid para gestionar su llegada a Valdebebas. Mientras, Ancelotti se sentará en el banquillo de los blancos en los tres últimos encuentros ligueros, con la ya Liga virtualmente perdida, a siete puntos del Barça con nueve por disputarse. El Madrid trabaja en los tiempos del comunicado oficial del adiós de Ancelotti. Quieren hacerle un homenaje en el Bernabéu, en la última jornada ante la Real Sociedad, pero el anuncio como tal podría llegar antes.
En el corrillo previo al inicio de la tanda de penaltis, Davide Ancelotti charlaba con su padre Carlo. En su mano, un papel con varios nombres: Lucas, Modric, Bellingham, Nacho, Valverde... El segundo entrenador del Real Madrid, e hijo de Carletto, había ido escribiendo los lanzadores de las penas máximas durante los últimos cinco minutos del partido. De repente, Fede admitió estar "muerto" físicamente y fue Rüdiger el elegido para tirar el quinto y definitivo. El que puso al conjunto blanco en otras semifinales de Champions League, las 12º en las últimas 14 temporadas. Un sinsentido.
"Cuando quedaban cuatro o cinco minutos empecé a pensar. Jude es lanzador. Luka es lanzador. Lucas es muy buen lanzador... Nacho tenía experiencia y personalidad y en los entrenamientos habíamos visto que iba decidido a un lado... Y Antonio es un jugador con huevos", describía Davide a EL MUNDO en la zona mixta del Etihad Stadium. "Federico iba a ser el quinto, pero ha dicho que estaba muy cansado, y estaba muerto la verdad, así que hemos decidido que lanzara Rüdiger. La decisión de los lanzadores es del cuerpo técnico".
En ese corrillo, Carlo Ancelotti iba uno por uno hablando con los lanzadores. "A mí me ha venido el míster, me ha dicho que tiraba y yo le he dicho 'claro'. Supongo que a los demás les ha dicho lo mismo", explicaba, riéndose, Lucas Vázquez, autor de uno de los goles, como en la tanda de penaltis de la Champions ganada al Atlético.
Los partidos que se deciden en penaltis siempre se definen como una lotería en la que el portero que más lanzamientos detiene termina siendo un héroe, pero Andriy Lunin no quiso saber nada de los dos términos. "No soy un héroe", se apresuró a decir al salir de los vestuarios, donde resumió el trabajo previo que había realizado para prepararse para la tanda. Siempre con Llopis, entrenador de porteros, como gran consejero.
"No soy un héroe. El héroe y el hombre del partido es el equipo", respondió el ucraniano, que comenzó la temporada como suplente de Kepa tras la lesión de Courtois y ha terminado siendo titular y estrella del cuadro madridista. "Preparamos los penaltis con el entrenador de porteros y teníamos tres jugadores con los que teníamos dudas de si me podía quedar en el medio o no. Al final elegimos a uno para quedarme en el medio, nos arriesgamos, y menos mal que ha salido bien", reflexionó.
Más allá del fútbol, han sido meses complicados para Lunin, cuya familia sigue en Ucrania, pendientes cada día de la guerra: "No es fácil, porque es una situación muy difícil para mi país, para mi familia... No es fácil entrenar día a día porque vas al entrenamiento y te llegan noticias, las peores noticias... Y tú tienes que estar concentrado en el fútbol mientras intentas ayudar a la gente. No es fácil, pero agradezco a todos los que me ayudan a mí e intentan ayudar a la gente".
Cuando Rüdiger marcó el gol, la imagen de Lunin lo dijo todo. El ucraniano apenas levantó los brazos mientras el alemán, fuera de sí, corría hacia sus compañeros. "Soy un hombre tranquilo, pero os puedo asegurar que soy el hombre más feliz del mundo ahora mismo". Modric fue el primero en llegar hasta él y a raíz del croata todos se fueron acercaron para abrazarle.
Mientras, Rüdiger dejaba a sus compañeros y se hacía una carrera de 80 metros en solitario hacia el sector de la grada donde estaba la afición del Madrid. El éxtasis. "Los jugadores me decían que iban a ganar, Lunin decía que iba a parar... Al final ha salido bien. Hemos tirado muy bien los penaltis y me ha sorprendido mucho Rüdiger. Esta temporada no habíamos tirado bien los penaltis, pero lo hemos hecho bien", comentó Ancelotti en zona mixta.
"La única manera de ganar"
Sobre el planteamiento, el italiano admitió que "era la única manera que teníamos de ganar aquí". "Hemos empezado bien, nos hemos adelantado en el marcador y después hemos empezado a sufrir, a luchar, a sacrificarnos... Hemos bajado demasiado el bloque, el City ha tenido más control, aunque siempre tiene más control. Yo pienso que hemos defendido muy muy bien. Todo el mundo nos daba por muertos, pero nadie puede hacerlo, el Madrid nunca muere", declaró.
"Físicamente la cabeza te mata, no estamos acostumbrados. Pero somos un equipo que trabaja, que puede sacar ese orgullo. Mira Jude, peleó en cada jugada y tuvo el coraje de lanzar el penalti", resumió Valverde.