Sus experiencias traumáticas lucen ahora como condecoraciones en el pecho de Alex Palou, que se siente sobradamente preparado para su gran gesta pendiente, la que cerraría la Triple Corona del automovilismo español. El piloto barcelonés, de 28 años, parte hoy desde la sexta posición de la parrilla en busca de la primera victoria en las 500 Millas de Indianápolis. Al volante del coche 10 de Chip Ganassi, propulsado por un motor Honda, el barcelonés llega como favorito, en compañía de Scott McLaughlin (Team Penske), Marcus Ericsson (Andretti Global), Pato O’Ward (McLaren) y el veterano Scott Dixon, su compañero en Ganassi.
“Las 500 Millas son un animal diferente, algo que se siente como si estuviera fuera del campeonato”, advierte Palou, líder destacado de la Indycar tras cuatro victorias en las primeras cinco citas. En esa peculiaridad reside precisamente la magia de una carrera que, según los entendidos, elige siempre a su ganador. Una prueba de eliminación, con 200 giros al óvalo, con una duración de algo más de tres horas y que suele decidirse en el tramo final.
El español deberá luchar contra su maldición en los óvalos, donde aún no ha sumado una sola victoria después de 27 intentos. Sin embargo, hoy se siente al fin preparado para olvidar sus traumas recientes. En 2021 lideró durante 35 vueltas, pero le faltó experiencia en el momento decisivo ante Helio Castroneves. En 2022, desde la segunda posición de la parrilla, fue castigado con un drive trough que acabó con sus opciones tras marchar en cabeza durante 47 vueltas. En 2023 partió desde la pole, pero poco antes de que se cumpliera el ecuador Rinus VeeKay le llevó contra el muro durante uno de sus pasos por el pit lane. Y el año pasado, tras ganar 10 posiciones desde la salida, acabó cuarto.
El escándalo de Penske
Después de estos sinsabores, sólo un triunfo colmaría la ambición de Palou en el Indianapolis Motor Speedway, donde se espera un lleno hasta la bandera, con 350.000 espectadores. El legendario brickyard puede coronar al español como uno de los mejores pilotos en la historia de la IndyCar. Tras sus tres títulos en la categoría (2021, 2023, 2024), su dominio se acentúa cada semana y este año podría ceñirse la cuarta corona antes de cumplir 100 carreras. Un triunfo en las 500 Millas le acercaría a leyendas como Mario Andretti, A.J. Foyt, Al Unser o Rick Mears.
El excepcional talento de Palou se ve además potenciado dentro de la estructura de Ganassi, un equipo tan habituado a la gloria en Indianápolis que hasta en un mal año como 2024 logró meter sus dos monoplazas entre los cinco primeros. A su favor también juega el reciente escándalo del Team Penske. Hace unos días, en plena sesión de clasificación, los dos pilotos del equipo más laureado fueron descalificados por una irregularidad en la caja de cambios. Josef Newgarden, ganador de las dos ultimas ediciones, y Will Power, fueron relegados a los dos últimos puestos de la parrilla. Desde 1987, ningún coche que partiera más atrás de la 19º plaza saborea en el podio la tan ansiada botella de leche fría.
La amenaza de los veteranos
Palou no deberá perder la pista de Ericsson, un piloto que dejó muy mal recuerdo en la F1, pero que ha mostrado una asombrosa regularidad en este óvalo. A su victoria de 2022, el sueco sumó un segundo puesto en 2023 y sólo un accidente en la primera vuelta frustró sus opciones el año pasado. Tampoco podrá descuidarse ante dos ilustres como Takuma Sato (RLL Racing) y Castroneves (Meyer Shank Racing). El japonés, de 48 años, pugnará por su tercera victoria, mientras el brasileño persigue a los 50 años el récord absoluto de cinco triunfos, con el que superaría los registros de Foyt, Unser y Mears.
Por último, el éxito de Palou abrocharía la Triple Corona para nuestro país y colocaría su nombre junto a los de Fernando Alonso, Marc Gené y Miguel Molina. El ovetense se impuso dos veces en el GP de Mónaco de F1 (2005, 2006) y las 24 Horas de Le Mans (2018, 2019), mientras los Gené y Molina también conquistaron en La Sarthe la mitíca prueba de la resistencia en 2009 y 2024, respectivamente.