El murciano está a dos pasos del número uno del mundo y de su primera corona en el Masters 1000 californiano
Carlos Alcaraz y Félix Auger-Aliassime prometen darle muchos momentos de gloria al tenis. Son dos portentos de 19 y 22 años, con un nivel de maestría poco común a estas alturas de su carrera. Tienen además esa rara virtud de llegar a cada bola y correr durante horas, lo que los convierte en un espectáculo digno de contemplar. El del jueves por la noche en la pista central de Indian Wells fue exactamente eso, con la sensación de que este duelo particular no ha hecho más que comenzar. El cuarto episodio entre ambos cayó del lado del español, que por segundo año consecutivo se mete en las semifinales de Indian Wells, a dos pasos de recuperar el número uno del ranking ATP.
Tras tres derrotas frente al canadiense entrenado por Toni Nadal, Alcaraz logró por fin sumar una victoria. Lo hizo en dos sets, 6-4 y 6-4, en exactamente dos horas. Fue otra demostración del nivel extraordinario que atraviesa el tenis del murciano. La precisión de sus voleas y dejadas rayaron la perfección, con un ritmo altísimo de golpes desde el fondo de la pista.
Quedó claro desde un principio que sería un despliegue de virtuosismo desde ambos lados de la pista, dos atletas descomunales en plenas condiciones físicas y con un hambre voraz de títulos. Los nervios visibles de Alcaraz en los dos primeros juegos se fueron disipando a medida que empezaba a conectar ganadores, tanto de derecha como con su revés a dos manos.
Ya en el tercer juego había forzado una bola de ruptura en busca de poner distancia de inicio en la primera manga. El canadiense se resistió, lo mismo que en el quinto juego, de nuevo sobre su servicio, en el que tuvo que levantar hasta cuatro bolas de break, respaldado por la potencia de su saque. No tardó nada el partido en apretar los dientes, en convertirse en una batalla sensacional.
La guinda momentánea la puso el murciano en la quinta pelota de ruptura de la que dispuso en ese juego para devolver un passing de revés con una derecha cruzada estratosférica. El punto de inflexión lo aprovechó Alcaraz para consolidar la ruptura y encarrilar el primer set (4-2).
El número dos del mundo le hizo sudar cada servicio al canadiense, instalado en el Top 10. Fue un set perfecto salvo por el titubeo final, cuando los nervios le hicieron ceder la única bola de ruptura del parcial que se acabó cerrando por 6-4 en una hora y dos minutos. La mitad del camino recorrido.
Auger-Aliassime se resintió del golpe. Dos dobles faltas y dos errores no forzados propiciaron la ruptura del español sin demasiado esfuerzo, aunque el de El Palmar no aprovechó el momento de debilidad de su rival. Cedió su saque por primera vez y dejó escapar la bola de break en el siguiente servicio. Había partido.
Tras el bajón volvió el intercambio de puntos magistrales y el choque volvió a equilibrarse, con el canadiense repleto de nuevo de confianza. Olía a un largo desenlace, pero con el 4-4, Alcaraz aprovechó el resquicio para hacerse con bolas de break y aprovechar la tercera para dejar el partido visto para sentencia.
El sábado se verá las caras en semifinales con el italiano Janik Sinner, el hombre al que derrotó en un partido épico de cuartos de final en el US Open del año pasado. Será un escollo difícil de salvar para superar su mejor resultado en Indian Wells tras la derrota frente a Rafa Nadal en 2022. Por el otro lado del cuadro discurren Medveded y Tiafoe, lo que garantiza que habrá un campeón inédito.