Alcaraz se estrena en Australia con victoria ante Shevchenko entre pruebas en su tenis

Alcaraz se estrena en Australia con victoria ante Shevchenko entre pruebas en su tenis

Carlos Alcaraz deja de sonreír, de repente todo le sale mal, y parece que el cielo caerá sobre su cabeza o, como mínimo, que será eliminado. Cuando eso pasa, el análisis siempre es el mismo: ha desconectado, se ha despistado. Tan joven, tan explosivo, tan genial, todavía le cuesta estar dos, tres o cuatro horas a su máximo nivel. Pero, en realidad, algunos de sus malos ratos guardan otras razones. Este lunes, en su debut en el Open de Australia ante el kazajo Aleksandr Shevchenko se pudo ver el mejor ejemplo. Venció por 6-1, 7-5 y 6-1 con suficiencia, en apenas una hora y 55 minutos, pero en el segundo set tuvo una crisis que casi le cuesta un sobreesfuerzo, incluso un problema más grave.

En un abrir y cerrar de ojos su tenis desapareció, sus piernas se frenaron, se multiplicaron los errores y Shevchenko le ganó cuatro juegos consecutivos. ¿Qué pasó? Una doble falta. Después de todo un invierno experimentando con su saque, su primer error le llevó a unos minutos de preocupación, de centrarse en su golpe, hasta de bloqueo y eso le afectó en el marcador.

Hasta ese instante había sido un ciclón sobre la pista Margaret Court, muy fresco, muy rápido, muy agresivo -especialmente en el resto-, muy contundente, pero ahí llegaron las dudas. Hasta sumó un par de dobles faltas más. Fue un cuarto de hora para el olvido. Y, para su suerte, ahí se quedó. Cuando Shevchenko sacaba para llevarse el periodo (3-5 arriba), el español recuperó la compostura y se abalanzó sobre el triunfo.

Una derecha más potente

Hasta el miércoles, cuando se enfrentará en segunda ronda al japonés Yoshihito Nishioka, Alcaraz tendrá tiempo para analizar lo ocurrido en ese bajón y, en general, para estudiar los virtudes y defectos de su nuevo servicio. Ante Shevchenko aún no se observaron grandes avances.

Si bien su gesto parecía menos forzado, más natural, y por eso quizá menos lesivo, la velocidad de su golpeo no aumentó y su acierto quedó lejos de lo esperado. En ese segundo set incluso estuvo por debajo del 50% de primeros saques, un dato a mejorar. Después de su primer partido del año, le sobra tiempo para hacerlo, aún inmerso en el laboratorio junto a su entrenador, Juan Carlos Ferrero.

Porque si su servicio dejó interrogantes, no lo hizo su derecha. Más allá de sus genialidades habituales con las voleas y con las dejadas, Alcaraz sumó más potencia a su drive como el resultado del trabajo físico realizado en pretemporada -su camiseta sin mangas probaba un mayor desarrollo muscular- y del aumento de peso en su raqueta Babolat. En el horizonte, este Grand Slam, esta temporada, toda su carrera, está Jannik Sinner y para vencerle necesita armarse de más. Lo está haciendo, aunque la adaptación a algunos cambios pueda costar un tiempo.

kpd