Fiel a su estilo, vence por 6-4 y 7-5 y se clasifica para semifinales. El ruso tuvo dos opciones para situarse con ventaja de 5-1 y saque en el segundo set
Hay dos pelotas cruciales para entender lo que acabó sucediendo en el partido, dos decisiones que explican porque Carlos Alcaraz no precisó ir siquiera a un tercer set ante la encomiable oposición de Karen Khachanov en los cuartos de final del Mutua Madrid Open. Ante dos puntos de rotura que le hubieran situado 1-5 abajo y al resto, el número dos del mundo reaccionó con una dejada de derecha y un revés paralelo milimétrico, ambas medidas de alto riesgo. Alcaraz siguió vivo, levantó el set y se impuso por 6-4 y 7-5, en una hora y 50 minutos. Fiel a sí mismo, con la valentía por bandera, el vigente campeón se encuentra a dos victorias de revalidar el título y mantener la secuencia triunfal en una temporada en la que sugiere éxitos superlativos.
Tal y como viene jugando en las últimas semanas Alcaraz, todo lo que no sea intimidar a sus oponentes desde el inicio se convierte en noticia. En el primer cambio de lado, ya suele sentarse con ventaja, con alguna rotura de su lado. Khachanov empezó bien y se mantuvo entero. Tampoco le pesó perder su saque en el séptimo juego y ver cómo el encuentro empezaba a inclinarse del lado del gran favorito.
Los precedentes hablaban de dos nítidos triunfos del español en los encuentros entre ambos, que tuvieron lugar en tierra batida. Intenta el ruso recuperar el terreno perdido desde que circulaba con los top 10. Presente en las dos últimas semifinales del Grand Slam, el US Open y el Abierto de Australia, derrotó en octavos a su compatriota Andrey Rublev, reciente campeón en Montecarlo y finalista en Banja Luka.
Cambio de piel
Obligado por momentos a mudar de piel, Alcaraz demostró que también sabe salir adelante cuando le toca apagar fuegos, como los que prendía Khachanov con la violencia de sus golpes, en particular con la derecha. Hay que agradecerle al moscovita residente en Barcelona la determinación con la que se empleó, el amor propio para intentar una tarea de extrema dificultad, como era poner fin a la racha de 18 victorias consecutivas de su oponente en terreno español.
Khachanov, número 12 del mundo, salvó una pelota de set al servicio con primer saque y gran derecha y a continuación ejecutó un impecable saque y volea. Tuvo que esperar Alcaraz al juego posterior, a la tercera opción, para colocar el 6-4. A diferencia de Alexander Zverev, claramente sometido y aún lejos de su mejor versión tras el largo período lejos de las pistas, el campeón en Paris-Bercy en 2018 se mantuvo firme en su hoja de ruta, proponiendo el partido más difícil para Alcaraz desde el delicado trance ante Emil Ruusuvuori en el debut en esta edición del torneo.
Alcaraz escapó en el sexto juego de esos dos trances definitivos para interpretar lo que sucedió. Demasiado ya el peso para Khachanov, a quien sólo le quedó soportar cómo el campeón este año en Indian Wells, Barcelona y Buenos Aires se fortalecía para tomar impulso y certificar un nuevo triunfo, el decimoséptimo este año en arcilla, el vigésimoséptimo en el global de la temporada.
