ATP 250 de Brisbane
El español se muestra optimista y preocupado a la vez tras resentirse de su lesión en el partido de cuartos que perdió ante Thompson
Ver a Rafael Nadal recibiendo atenciones con gesto severo de dolor siempre es inquietante, más aún cuando el percance se produce en el tercer partido tras su reaparición y en la zona del psoas, donde fue operado el pasado 3 de junio. «Espero que se trate de una gran sobrecarga y poder jugar en Melbourne», dijo el ganador de 22 títulos del Grand Slam tras perder ante Jordan Thompson, 55º, en cuartos del ATP 250 de Brisbane. El australiano se impuso por 5-7, 7-6 (6) y 6-3, salvando tres pelotas de partido, una de ellas en el duodécimo juego del segundo parcial y dos en el desempate.
Era el tercer encuentro del número 1 del mundo en su vuelta tras casi un año lejos de las pistas. Había ganado de forma convincente a Dominic Thiem, 98º, y a Jason Kubler, 102º, pero su adversario del viernes elevó la exigencia y planteó una batalla de tres horas y 16 minutos, tal vez demasiado dura para Nadal a estas alturas. «Muchas cosas pueden estar sucediendo en un cuerpo como el mío después de un año sin jugar al tenis. Así que espero que sólo se trate de eso, de un músculo sobrecargado», agregó.
Recibió atención en la pista, por primera vez, en el descanso posterior al undécimo juego del segundo set y se fue al vestuario a ser tratado, con el preceptivo tiempo que establece el reglamento, ya 4-1 abajo en el tercer parcial. Volvió bien y ganó su servicio en blanco, pero no conseguiría recuperar el saque perdido en el cuarto juego de ese set. «Es un lugar parecido al del año pasado, pero siento algo más muscular. Entonces fue en el tendón. Seguro que no es lo mismo, porque aquello fue algo más drástico. El único problema es que como el lugar es el mismo, estás un poco más asustado de lo habitual», precisó, en relación con la lesión sufrida en la segunda ronda del Abierto de Australia, donde perdió ante Mackenzie McDonald en el que fue su último partido individual antes del disputado el pasado martes contra Thiem.
Bicampeón
La próxima edición del primer grande de la temporada se inicia el día 14. Nadal, campeón del torneo en 2009 y en en 2022, se realizará pruebas y espera poder entrenar la semana que viene. Tanto el jugador como su equipo técnico asumieron desde antes de su regreso que necesitará un tiempo para sentirse de nuevo competitivo y cifraron la gira de tierra batida, que comienza el 6 de abril, en Montecarlo, como el momento en el que podría encontrarse afinado para afrontar su gran objetivo de la temporada, conseguir su decimoquinto Roland Garros.
«Necesito aceptar todo como viene. Si tengo un problema allí o en otra parte del cuerpo tengo que aceptarlo. Es un comienzo», explicó, valorando positivamente su paso por Brisbane, donde su rendimiento ha estado por encima de lo esperado, ponderando eldilatado período sin competir. El accidente, en cualquier caso, reabre las dudas sobre su respuesta física. Nadal cumplirá 38 años el 3 de junio y le va a tocar pelear no sólo con Novak Djokovic, nueve meses más joven y ganador en 2023 de tres títulos del Grand Slam, sino con la nueva generación liderada por Carlos Alcaraz, 20 años, y Jannik Sinner, 22.
«La cantidad de dolor no era relevante, en absoluto. He tenido la oportunidad de jugar tres partidos. El rival jugó bien y todo el mérito es de él. Estoy contento de cómo ha ido la semana», añadió, en un mensaje de corte tranquilizador.
