Valencia 1 Mallorca 2
Se adelanta en la segunda parte con otro gol de penalti de Cavani que igualó también desde los 11 metros Muriqi. Los cambios de Aguirre le dan aire para remontar con el segundo tanto de Kang In
Dos latigazos, dos goles y tres golpes de maestro. El Mallorca no necesito más para ser el primer equipo que asalta Mestalla. No es fácil jugarle a un Valencia enloquecido y efervescente, capaz de inclinar los partidos a su favor en los primeros minutos, como con prisa por cerrarlos aunque nunca lo consiga. Lo esperó Javier Aguirre, con una muralla primero y a fuerza de contras letales después, moviendo las piezas en su tablero de manera que Gattuso cayera en su trampa. [Narración y estadísticas]
El italiano quiere a su equipo instalado en los tres cuartos de campo, viviendo en campo contrario, desde donde la portería queda más cerca. Su manual es tan evidente que el vasco se lo sabía y ni media parte de soltura le concedió. No quiso vendavales, apretó a sus hombres y les preparó para los puñales por banda que se iban a encontrar. No falló en su lectura aunque eso supusiera que Muriqi apenas probara a Mamardashvili, que a punto estuvo de verse sorprendido por una mala salida a un centro de Antonio Sánchez que trató de empujar al segundo palo Kang In. Poco más apareció el Mallorca.
El Valencia, con Nico González al mando y Almeida buscando huecos, no encontró cómo hacer daño. Kluivert y Lino caían en las casi perfectas ayudas de los cinco de la defensa balear, Cavani no se despegaba y, para colmo, a Gattuso le tocó rehacer la defensa casi con el pitido inicial por la lesión muscular de Diakhaby. Hizo debutar al turco Cenk Özkacar y la escasa voluntad del Mallorca en ataque le dio respiro. No hubo necesidad de desordenarse.
Hizo falta que apareciera un arquero para saltar líneas. Del primer córner arrancado por el Mallorca al inicio de la segunda parte nació el gol valencianista. Cavani, luchador, vio a Lino a la carrera hacia al área, y allí lo cazó Antonio Sánchez en penalti. No dudó Sánchez Martínez como tampoco el uruguayo, que batió a Rajkovic y sumó su cuarto gol. Justo en ese momento cayeron en la trampa.
Desorden y remontada
Apenas se adaptó el Valencia a tener el marcador a favor. Aguirre reforzó su centro de mando con Baba y creó dos quebraderos de cabeza con Amath y Dani Rodríguez. El senegalés quebró a Lino y se colaba en el área cuando lo trabó Nico y Muriqi no perdió la oportunidad atrapar el primer punto y desquiciar al rival.
Ahora sí el Valencia tenía que desordenarse y el banquillo balear se frotaba las manos. Ni mantener los cinco atrás le hizo falta cuando Gattuso echó el resto y cambió su sistema. Metió en el campo más ataque y, sin pelota, el equipo se le partió. Cada robo del Mallorca era una carrera ante la que sufrían Paulista y Cenk y a la que ya nunca llegaban Thierry y Gayà. El destino del reparto de puntos estaba en las botas visitantes.
Otro pasillo se encontró Dani Rodríguez para dejar a Kang In al borde del área pequeña, con recortes y un disparo que les permitió volver a ganar cuatro jornadas después pero que heló Mestalla, ahora que espera al Barça.