Entrevista
Tras un verano de incertidumbre, el pívot afronta su tercera temporada en la NBA, la oportunidad de su vida en uno de los mejores equipos de la liga. “Los Warriors saben que yo destaco en su estilo de juego”, admite.
En el vestuario del majestuoso Chase Center, Usman Garuba se sienta justo al lado de Steph Curry, no muy lejos de Klay Thompson, ni de Chris Paul o Draymond Green. En los Warriors, un chico de Azuqueca de Henares sueña a lo grande y escucha cómo tras los entrenamientos Steve Kerr le dice que siga así, que lo está haciendo bien, que el futuro es suyo. El pívot internacional, al que le gusta caminar por las calles de San Francisco, habla con EL MUNDO un par de días antes del arranque de la NBA, dispuesto a exprimir una oportunidad única.
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Garuba, la obsesión de una fiera sin equipo
- ¿Cómo es compartir equipo y cancha con Steph Curry?
- Increíble. Lo que no se ve en televisión es que es un currante, una persona que siempre está entrenando, al máximo. Pasa mucho tiempo en el gimnasio. Yo diría una cosa, hace que el juego sea más sencillo. Si sabes jugar al baloncesto, si sabes usar bien los espacios, las ventajas que genera un jugador como él, puedes aprovecharte. Los jugadores que han pasado por aquí han aprovechado eso para hacerse mejores. Lo mismo pasa con Klay Thompson, son grandes tiradores, amenazas. Dos tipos a los que no les puedes dejar ni un milímetro, porque, a la mínima, ¡pam!, te la van a enchufar en la cara. Puedes sacar mucha ventaja de todo eso, sólo tienes que ser listo.
- ¿Es difícil adaptarse al estilo de juego de los Warriors?
- No me cuesta trabajo, al revés, estoy muy cómodo en los entrenamientos, me siento bien. La traslación del juego para mí ha sido súper sencillo. Una de las decisiones por las que he venido a este equipo es que tanto ellos como yo sabemos que destaco en su estilo de juego.
- Le comparan con Draymond Green.
- Viéndolo de cerca, más que en defender o cómo entendemos el juego, nos parecemos en el motor jugando. Ambos tenemos muchísima intensidad. Estoy trabajando para parecerme tanto a él como a Kevon Looney, para en el futuro aportar lo máximo.
- ¿Qué le pide Steve Kerr?
- Me ha dicho, muchas veces, cuando acaban los entrenos, que lo estoy haciendo muy bien, que le recordaba a Draymond y a Looney y que tenía un juego muy parecido a ellos. Me dice que siga así, que siga trabajando, que les voy a venir bien. No me pide que sea un anotador ni que haga locuras, me pide que haga lo básico. Y, haciendo lo básico, en este equipo, sobre todo en este equipo, puedo sacar muchas ventajas.
- Le traspasaron los Rockets, le despidieron los Thunder… No ha sido un verano fácil. ¿Le afectó?
- Si soy sincero, no me afectó. Me cortaron tres días antes del Mundial y ya entonces podría haber decidido mi futuro. Pero quise esperar porque estaba en conversaciones con muchos equipos a la vez. Se oficializó bastante tarde, a finales de septiembre, pero ya tenía un acuerdo con los Warriors desde hacía tiempo. La incertidumbre y todo eso es duro, pero este es el negocio de la NBA. Ni las estrellas son intocables. Si han traspasado a Kevin Durant, a mí me pueden traspasar en cualquier momento.
- Esos días, protestó en un tuit: «Demostraré que todos se equivocan».
- Siempre digo una cosa, en esta liga todos los jugadores son buenos, muy buenos. Lo que no están siempre es en las situaciones correctas. Y a mí me ha tocado esto. Con todo el respeto a los Rockets, que es una organización que me ha hecho estar en la liga, con todo el agradecimiento al General Manager y a los entrenadores, creo que no fueron lo suficiente justos conmigo. Pero esta liga es así.
- Cuando las cosas no van bien, ¿en quién se apoya Usman?
- Yo me animo. La suerte está ahí, pero uno tiene más suerte cuando trabaja. Confío mucho en mi trabajo, pongo muchas horas en esto y sé que tarde o temprano todo saldrá bien. Confío mucho en mí, la verdad.
- ¿Valoró volver a Europa, al Madrid?
- Lo tuve claro, Europa siempre puede esperar. Para mí, con todos los respetos, el peor escenario es volver a Europa. No sería un mal escenario, pero es algo que no me interesa ahora mismo. Llevo mucho tiempo en la elite, pero tengo todavía 21 años, no he conseguido lo que quiero en esta liga, que es ser yo y poder dar mi mejor versión. Y queda mucho para eso.
- ¿Le desanima haber jugado tan poco en pretemporada?
- Qué va. Porque ya sé cómo funciona esta liga, ya llevo tres años. El año pasado tampoco jugué mucho en pretemporada y los dos o tres primeros meses acabé disputando muchos minutos. Nunca se sabe lo que puede pasar, hay lesiones, traspasos, hay días en que a alguien le están saliendo mal las cosas y tienes tu oportunidad. Tienes que estar listo para todo y no puedes estar asustado. Nuestro sueldo no es por jugar bien o jugar mal, es por ser profesionales en todo momento. Eso es lo que intento.
- Disputó el Mundial sin contrato, con el riesgo de que una lesión hubiera condicionado su futuro.
- Siempre, desde que era niño, he estado comprometido con la selección. Se olvida mucho que mi año de draft podría haber no ido a la selección y haberme centrado en hacer entrenamientos en EEUU. Y quien sabe, me podría haber ido mejor en el draft. Pero era una llamada de España, disputar unos Juegos. Eso demuestra el interés y el respeto que yo tengo por la selección. Representar a mi país es muy importante. Siempre he sido fiel a la selección y, si no pasa nada raro, siempre lo seguiré siendo.
- ¿Dolió mucho no disputar ni siquiera los cuartos del Mundial?
- No nos fue c omo queríamos, para nada. Nos jodió mucho la eliminación. Pero esto es deporte, sólo quedar luchar por el siguiente. Hay ganas de disputar elPreolímpico.