La nueva seleccionadora, Montse Tomé, debe anunciar este viernes a las 16.00 horas su primera convocatoria. La duda es si las llamará igualmente o intentará formar un equipo con jugadoras que no se hayan pronunciado
Las campeonas del mundo, en la celebración, con Hermoso levantando el título.AP
Las 23 campeonas del mundo que el pasado 25 de agosto renunciaron a la selección española no volverán al equipo pese a la dimisión de Luis Rubiales como presidente de la Federación Española de Fútbol (RFEF) y a la destitución de Jorge Vilda como entrenador, según confirmaron fuentes federativas a EL MUNDO.
La nueva seleccionadora, Montse Tomé, deberá ahora escoger entre no contar con ellas para la lista que debe anunciar este mismo viernes a las 16.00 horas o llamarlas igualmente y reclamar una posible sanción. El objetivo más próximo del equipo es la clasificación para los Juegos Olímpicos de París 2024.
“Todas las jugadoras que firman el presente escrito no volverán a una convocatoria si continúan los actuales dirigentes”, manifestaron en un comunicado conjunto tras la victoria en el Mundial de Australia y Nueva Zelanda y el beso no consentido de Rubiales a Jenni Hermoso y las campeonas se mantienen en su postura pese a los cambios vividos en los despachos en los últimos días.
Pese a ello, según también pudo saber este periódico, habrá una división en el grupo de 81 futbolistas afiliadas al sindicato FIFPro que firmó el primer comunicado. Este viernes las 23 campeones y otras 18 compañeras mantendrán su renuncia -entre ellas las 12 restantes del grupo de ‘Las 15’-, pero 40 cambiarán su postura y serán seleccionables.
Guo Jiaxuan, el futbolista juvenil chino que acabó en muerte cerebral tras un choqué fortuito ocurrido durante un partido amistoso en España el pasado 6 de febrero, no ha podido ganar la batalla. El deportista de 18 años ha muerto este miércoles en Pekín como consecuencia de la lesión cerebral, informa Efe .
Guo se encontraba en España preparándose con la selección de Pekín para un campeonato a nivel nacional en China, recogió este jueves la publicación local Jiemian. Durante un partido amistoso, el jugador quedó inconsciente tras un choque con un adversario del RC Alcobendas.
Según la Asociación de Fútbol de Pekín, citada por el medio, los servicios médicos de ambos equipos acudieron rápidamente a asistirlo en el campo.
Posteriormente, fue evacuado en helicóptero a un centro hospitalario, donde recibió atención de emergencia durante cuatro horas antes de ser declarado en estado de muerte cerebral a causa de una hemorragia intracraneal.
La familia del joven gestionó su regreso a China con apoyo de diversas organizaciones. El 13 de febrero, Guo fue trasladado en un vuelo sanitario y, al día siguiente, ingresó en el Hospital Tiantan de Pekín, según Jiemian.
Guo Jiaxuan con la camiseta del Bayern de Munich.EM
En el hospital pequinés, los médicos mantuvieron sus constantes vitales. Sin embargo, en la tarde local de este miércoles, la familia recibió un aviso del hospital sobre la inestabilidad del estado de Guo y, posteriormente, la confirmación de su fallecimiento tras más de un mes en muerte cerebral.
Guo nació el 20 de marzo de 2006 y comenzó su formación en la cantera del Beijing Guoan a los 13 años. Participó en campeonatos nacionales juveniles y en la Superliga china sub-19.
También fue convocado para las selecciones juveniles de China y, en 2023, formó parte de un equipo internacional de jóvenes talentos promovido por el Bayern de Múnich alemán.
Tras su fallecimiento, ocurrido en la víspera de su décimo noveno cumpleaños, familiares del jugador, citados por Jiemian, señalaron que habían enviado una notificación legal a la Asociación de Fútbol de Pekín y al club Beijing Guoan, al que pertenecía el jugador, sin facilitar más detalles sobre el contenido de la misiva.
"¿Sabes qué? Todos los días conduzco por esa misma carretera, paso por esa misma curva, y no siento nada especial. Si voy con alguien le digo: 'Mira, ahí me la pegué yo'. Conozco al chico que me atropelló e imagino que no será un buen recuerdo para él. Me gustaría que supiera que no le guardo ningún rencor".
La madrugada de la verbena de San Juan de 1987, Ivan Corretja cruzaba la Arrabassada, la carretera que conecta Barcelona y Sant Cugat con subida y bajada el Tibidabo. Iba en moto, de paquete. Estaba a punto de cumplir 15 años y, gracias a un viaje de sus padres, vivía una de aquellas primeras noches de libertad adolescente en las que todo parece posible. Era buen estudiante y mejor tenista, había sido subcampeón de España infantil de clubes formando pareja de dobles con su hermano pequeño, Alex. Bajo una luna clara era imposible pensar que en uno de los últimos giros, un coche asaltaría el carril contrario y se lo llevaría por delante a toda velocidad. "No perdí el conocimiento y en todo momento supe qué pasaba. Tenía 14 años y creía que me iba a morir. Pensaba: 'No me puede pasar esto a mí'. Por eso, unas horas después, cuando me dijeron que me tenían que amputar la pierna izquierda por debajo de la rodilla me pareció lo de menos. La única pena que sentí fue porque no podría jugar a tenis", explica en conversación con EL MUNDO.
Cuenta la leyenda que el bueno era usted, que sin el accidente hubiera llegado incluso más lejos que su hermano Alex.
(Risas) Entiendo el bulo, lo he escuchado varias veces. Como historia es cojonuda, pero no es verdad. El tenis no es sólo técnica o agilidad, también es táctica y cabeza. Álex de pequeño ya era mejor que yo. Yo quería llegar a ser profesional y Álex ya quería ser número uno del mundo. La diferencia es abismal. Él tenía muy claro lo que quería y, mira, se quedó a un partido de conseguirlo.
A sus 52 años, Ivan Corretja es ahora campeón del mundo de tenis adaptado de pie, pero hasta conseguirlo tuvo que pasar mucho tiempo alejado de su deporte favorito. "Después del accidente me fui a estudiar a Estados Unidos, a un high school en Fremont, en Nebraska, y allí ayudé al entrenador del equipo femenino de tenis y me hicieron una prótesis que estaba muy bien para la época, pero cuando volví me di contra un muro. Tenía 17 años, quería seguir haciendo deporte al más alto nivel, quería ir a unos Juegos Paralímpicos, pero todo lo que probé, como la natación y el ciclismo en pista, no se me daba nada bien. Lo mío era el tenis y como no había tenis para amputados, sólo tenis en silla de ruedas, me pasé al pádel, que justo estaba empezando en España. Pasaron muchos años hasta que no volví a jugar al tenis, la verdad. De hecho, llegué a pensar que ya no lo haría", relata y por esa experiencia ahora está en lucha.
Sólo hay tenis en silla de ruedas
Mientras la mayoría de deportes tienen múltiples categorías en los Juegos Paralímpicos, el tenis se ha quedado reducido a su modalidad en silla de ruedas. Hay todo en circuito para tenistas sentados, con Grand Slam y premios cuantiosos, pero nada más. Por ejemplo, los amputados de un brazo no tienen posibilidad de jugar oficialmente porque deberían elegir entre golpear con la raqueta o hacer avanzar la silla. Por eso se creó la Para-Standing Tennis, la asociación internacional de tenis adaptado de pie, con Corretja como presidente. Por eso, últimamente se han llevado a cabo iniciativas como partidos de exhibición en el US Open y el Abierto de Australia, que buscan presionar a la Federación Internacional de Tenis (ITF) para que mueva ficha. Ya hay torneos en varios países, incluso Mundiales y Europeos, con Corretja como dominador de la categoría PS2, para amputados de una pierna, pero falta oficialidad y apoyo económico.
Stefano GuidiMUNDO
¿Nunca pensó en jugar en silla de ruedas?
No, no, no le veía sentido. Si no necesitaba una silla para ir por la calle, tampoco para jugar. Me entristecía no poder jugar al tenis porque me encantaba, adoraba la competición, pero nunca caí en depresión, ni pensé que me habían hundido la vida. Sobrevivir me dio una energía de la hostia. En 1987, unas semanas después del accidente, fui al Campeonato de España infantil por equipos, el trofeo Joan Compta, del que yo había sido subcampeón el año anterior. A la gente le daba mucha pena verme allí, con la pierna amputada, con muletas, pero yo recuerdo mi alegría por ver otra vez jugar a mi hermano Álex, que entonces sí ganó el título. Si ahora peleo por el tenis adaptado de pie no es por mi, para estar 10 años jugando por el mundo, es por los chavales que sufren un accidente o una enfermedad y pueden seguir practicando su deporte favorito.
Ivan Corretja estudió Derecho y Publicidad en la Universitat Autònoma de Barcelona (UAB) y trabajaba como director de un club de tenis, el Bonasport, cuando su hermano Alex ganó el Masters de 1998 y le pidió ayuda. De repente se convirtió en su representante. Poco después, Joaquim Hernández, le encomendó la carrera de su hijo, Xavi, que acababa de debutar en el Barça de la mano de Louis Van Gaal y así el mediano de los Corretja empezó su carrera como agente. Luego llegarían otros tenistas como Albert Costa y otros deportistas como Gemma Mengual y Toni Elías hasta que hace unos años aceptó la oferta del Bayer Leverkusen para convertirse en su responsable de scouting en España. "En la vida me ha ido bien, nunca he sentido mucha pena por lo que me pasó", finaliza.
El perdón es una prerrogativa de reyes. La Champions tiene el suyo, que, como si se tratase de un acto de clemencia, jugueteó con Pep Guardiola, su peor enemigo en la peor situación posible. Al final, el rey dijo no, pero sin escarnio. La victoria del Madrid en el Etihad pudo ser un Waterloo para este club-estado, pero fue sólo una victoria, por la mínima. El cadalso para Guardiola se prepara en el Bernabéu, aunque el fútbol tiene destinos inescrutables cuando al enemigo se le deja con vida, y no es cualquier enemigo. [Narración y estadísticas, 2-3]
El Madrid es un equipo difícil de explicar. Siempre. Cuando marca desde la nada, como cuando no lo hace desde la abundancia. La diferencia es que lo segundo no es habitual, no encaja con su estado natural. Tampoco lo era este City, un carnero con piel de lobo. A De Bruyne o Bernardo Silva les queda el nombre, la solera, pero poco más. No es irrespetuoso, es el paso del tiempo.
El partido, entre dudas en defensa e imprecisiones en ataque, se correspondía con la Champions que ambos habían realizado, aunque el desplome del equipo de Guardiola, quinto en la Premier a 15 puntos de la cabeza, nada tiene que ver con el existir del Madrid, líder de la Liga. Nunca había tenido una oportunidad tan clara de dar un golpe de mano en el Etihad, donde logró su primera victoria. Un golpe de mano que pudo ser mucho mayor. Nunca, sin embargo, había acudido con una defensa tan parcheada, con un Tarzán de la cantera como pestillo de seguridad. A Asencio lo encontró superado la imagen del gol de Haaland, cierto, pero su pierna dura encontró el balón en la mayoría de balones de riesgo. Un gran escenario para una gran reválida.
Haaland celebra el primer tanto del partido.Darren StaplesAP
La presión alta con la que empezó el Madrid no está en su menú para todos los días, pero en lugares como el Etihad hay que jugar a la carta. Tenía sentido para hurgar en las dudas de una defensa en la que Guardiola alineó a cuatro centrales. Había un quinto, Stones, en el centro del campo. Si lo hiciera otro entrenador se agotarían los calificativos. Anatema.
Encontró su objetivo el equipo de Ancelotti en pérdidas que se traducían en ataques al espacio y en oportunidades. A Vinicius le faltaron centímetros para el gol y el penalti, Mbappé no cruzó lo suficiente para concluir una jugada digna de un manual de las transiciones, y Vinicius lanzó al larguero. El City estaba grogui, como un púgil que es incapaz de identificar por dónde llegará el siguiente golpe, pero no besó la lona en unos minutos frenéticos. Al Madrid le faltó el directo. Si lo hubiera tenido, la eliminatoria no necesitaría regresar al Bernabéu.
Sin Rodri, sin boya
Es sintomática la influencia que puede tener la baja de un futbolista en un equipo, pero es que la ausencia de Rodri no es una ausencia cualquiera. Es la baja del mediocentro, el mejor en su especialidad, en un equipo cuyo entrenador piensa como un mediocentro. Empezar a partir de un aseado Stones, que en la segunda parte regresó al puesto de central, no tiene nada que ver. Al City le faltaba la boya, con interiores lejos de su esplendor y, sobre todo, de la confianza. Si lo primero se puede jugar; sin lo segundo, jamás.
El equipo de Guardiola se encendía con el eléctrico Grealish o la interacción entre las líneas de Gvardiol. Haaland los necesitaba. Cuando el croata rompió la línea y se plantó en el área para asociarse con el noruego, llegó el gol, un gol de la nada, un gol que ponía el partido del revés. El marcador decía lo contrario que el césped, pero ofreció al City la confianza que no tiene para buscarse con la pelota, encontrar posesiones largas y amenazar, una vez que alcanzaba los tres cuartos. Era un espejismo. Al mínimo descuido, llegaba de nuevo el peligro frente a Ederson.
Mbappé, con la espinilla
El descanso no cambió el decorado, por insistente que fuera la charla de Guardiola. Ha dado muchas en los últimos meses. El técnico catalán tuvo que maniobrar por otra lesión y sustituyó a Akanji por Lewis, un lateral natural en la derecha. Contra un Vinicius on fire no habría podido ninguno. El brasileño cargó su banda para generar peligro constante y el City volvió a entrar en modo supervivencia. Valverde y Mbappé dispusieron de ocasiones antes de que el francés encontrara el fruto de la forma más cómica, en un remate con la espinilla al recibir en el espacio un balón de Ceballos.
Con el campo inclinado hacia el área de Ederson, Ceballos cometió un error al regresar a su área en el derribo a Foden. Haaland no falló en el penalti para volver a llevar el partido a la ilógica. Ancelotti, como siempre, dejó madurar el partido antes de los cambios, pero uno de los elegidos fue clave. Brahim saltó al campo y nada más aproximarse al área del City cazó el rechace de Ederson a disparo de Vini para volver a igualar el choque. Otro error de un equipo que no se reconoce y que entregó el último tanto tras una cadena de despropósitos, desde sus defensas hasta su portero. Bellingham marcó porque no había más perdón posible. El Bernabéu espera sentencia.