Zurdo, de 20 años, capaz de servir a 240 km/h, es el semifinalisa estadounidense más joven desde Michael Chang en 1992.
Hay un discurso confluyente entre BenShelton y Carlos Alcaraz. El jugador de Atlanta, el semifinalista estadounidense más joven del US Open desde Michael Chang en 1992, también difunde el mensaje de jovialidad y disfrute sobre la cancha que distingue al español. A los 20 años, el hombre que logró en cuartos ante su compatriota Frances Tiafoe su primera victoria ante un top 10 y se medirá este viernes con Novak Djokovic reitera su capacidad para divertirse en la pista sean cuales sean las circunstancias, y las de su último encuentro fueron particularmente duras, no sólo por la calidad del adversario, sino por el calor y la humedad que ambos hubieron de soportar en la ArthurAshe.
«He mejorado mucho físicamente, pero más que esa faceta destacaría el lado mental. Muchas veces podía haberme dirigido a mi box y decirles: “estoy cocido, estoy cansado, no sé si puedo ir más allá”, pero en lugar de eso me decía: “estoy bien”. Ser capaz de controlar así tu mente supone el 50% del trabajo», comentó después de superar a uno de los semifinalistas del pasado año.
Su padre y también entrenador, Bryan, ganó dos veces el torneo de Newport a principios de los 90, fue octavo finalista de Wimbledon y llegó hasta el puesto número 55º del ránking. Ben destacó como quarterback en la Universidad de Florida antes de acabar decantándose por el tenis y tomar la decisión de interrumpir sus estudios después de ganar a Casper Ruud en el Masters 1000 de Cincinnati de 2022. Fue campeón de la NCAA con los Gators. Zurdo, desarrolló en esa época una fuerza extraordinaria en su brazo izquierdo que le ha permitido sacar en varias ocasiones a 240 kilómetros por hora en esta edición del US Open. Ante Tiafoe conectó 16 aces y un total de 50 golpes ganadores, pero cometió 11 dobles faltas.
Veloz progresión
En Nueva York, hace un año cayó en cinco sets en primera ronda contra Nuno Borges, en el que fue su debut en el torneo. De entonces acá ha saltado del puesto 161º al 19º que ya tiene asegurado al margen de lo que suceda frente a Djokovic en semifinales. Cuartofinalista del Abierto de Australia, no había conseguido corroborar su buen inicio de temporada y se presentó en el último grande del calendario con un balance de 12 victorias y 20 derrotas.
Tiene ante sí una misión colosal. Djokovic, que el lunes volverá al número 1 del mundo y busca su vigesimocuarto título del Grand Slam, disputará su cuadragésimo séptima semifinal de una competición de esta categoría, con lo que supera el récord de Roger Federer. Puede presumir también de una racha de 30 victorias consecutivas frente a estadounidenses. Hay que viajar hasta la tercera ronda de Wimbledon en 2016, cuando cayó ante Sam Querrey, para encontrar su último tropiezo ante un tenista de esta nacionalidad.
Shelton no pierde la sonrisa a la hora de abordar el que será el partido más importante de su aún corta vida. «Con mi estilo, es una ventaja enfrentarte a alguien con quien nunca has jugado. Creo que puedo poner sobre la mesa algunas cosas que no se ven normalmente en el circuito. Así lo haré, ofreciendo algo diferente, disruptivo», comenta.
