El ex receptor, que jugó en los Bills y los Buccaneers, falleció tras no poder superar las heridas producidas en un accidente en una obra de construcción
Mike Williams con los Buccaneers en 2010.GETTY
Triste noticia para los aficionados al fútbol americano. Mike Williams, ex receptor que jugó en la NFL de 2010 a 2014, ha fallecido a los 36 años tras sufrir un accidente cuando trabajaba en una obra. Según ha confirmado su propio padre, Williams falleció el pasado 1 de septiembre por las heridas que derivadas del suceso.
Una viga de acero cayó sobre su cabeza causando una lesión grave en la cabeza del ex jugador de los Tampa Bay Buccaneers y los Buffalo Bills.
Su padre ha colgado un mensaje en una página de GoFundMe. “Soy el padre de Mike Williams, ex jugador de la NFL. Mi hijo jugó en la NFL de 2010 a 2014 para los Tampa Bay Buccaneers. y el equipo de su ciudad natal, los Buffalo Bills. Mike Williams recientemente tuvo un accidente grave en el trabajo. Una viga de acero cayó sobre su cabeza causándole una lesión grave en la cabeza. Como resultado de este accidente, tuvo hinchazón en el cerebro y en la columna vertebral. cordón que se rompió. Estas lesiones resultaron en una parálisis completa en su brazo derecho, así como en la parte inferior de su cuerpo de cintura para abajo”, explica en el mensaje.
“El viernes 1 de septiembre de 2023, alrededor de las 9:00 p. m., Mike Williams se desmayó. Según los médicos, sufría graves problemas respiratorios y tuvo que ser trasladado de urgencia a la UCI. Esta vez, los médicos descubrieron que su diafragma estaba presionando sus pulmones y posteriormente le causó complicaciones con su respiración. Informaron que sus pulmones estaban llenos de agua. Los médicos pudieron liberar el diafragma de la presión de sus pulmones, retirando el agua y permitiéndole respirar un poco mejor. Lamentablemente, mi hijo Mike Williams nunca recuperó el conocimiento. Nunca despertó de la noche del 1 de septiembre de 2023”, cuenta Wendell Muhammad.
La carrera de Williams empezó de una manera espectacular, tras ser elegido en la cuarta ronda del draft por los Buccaneers y brillar durante su primera temporada en Tampa. Allí logró con un récord de la franquicia con 11 recepciones de touchdown como novato en 2010.
Tras cuatro temporadas fue traspasado a los Bills donde una lesión en el tendón de la corva terminó con su carrera en la NFL, donde no volvería a jugar.
Han sido tiempos de lágrimas. Muchas. Ni siquiera el mítico Arsenio Iglesias pudo despedirse de su Depor en el fútbol profesional. Él, el zorro con el que empezó todo, que vio desde un precioso tifo, abrazado a Bebeto, como el Deportivo de la Coruña volvía a Segunda División tras vencer al Barça Atlètic.
Horas antes, miles de aficionados enfilaban la calle San Juan de A Coruña tras un cartel que rezaba: "Os tempos son chegados", el mismo que se leía en la pancarta de Riazor. Esa preciosa frase del himno gallego en la que se anuncian muchas cosas, pero en lo concerniente el Depor, se advierte de que, como dice Nacho Carretero, "la factura ya se ha pagado".
El periodista y aficionado del conjunto gallego recuerda que en A Coruña fueron "más felices de lo que correspondía". Años a crédito en el que cayeron una liga, varias copas y supercopas y se rozó una final de Champions. "He vivido los grandes momentos de la historia del Depor, y es increíble la cantidad de niños y niñas que se pelean hoy por ir", cuenta el ex presidente blanquiazul, Augusto César Lendoiro.
Lendoiro fue el mandatario que trajo a los Bebeto, Mauro Silva, Rivaldo, Djalminha, Scaloni y muchos otros que esta tarde estaban pegados al televisor para ver otra historia. Una de sufrimiento, con momentos de thriller y, sobre todo, larga, con demasiado metraje. "Es la primera vez en la historia centenaria del Depor que después de dos descensos hemos tardado tanto en volver. Es el peor momento desde el punto de vista deportivo", apunta el dirigente.
Pero no hay mal que cien años dure o, como dice el propio Lendoiro, "a longa noite de pedra", como aquella obra poética de Celso Emilio Guerreiro que denuncia el orden social imperante, ese que tiene al Depor en Primera RFEF desde hace cuatro años. "La afición del Depor estuvo en un proceso de aprendizaje. Vienes de un período espectacular y te ves en Primera RFEF así que necesitas de un tiempo para aceptar tu nueva realidad. Tienes que comprenderlo hasta aceptarlo", describe Carretero.
Riazor
No se explica de otra manera, ante el Barça Atlètic hubo 31.833 personas en Riazor. El Depor sitúa en más de 20.000 aficionados la asistencia media de esta temporada, la mejor desde que abandonó la Primera División hace ya seis años. Una categoría, por cierto, en la que 11 de los 20 equipos tienen una presencia media inferior al conjunto coruñés según Transfermarkt. "Cuando el Depor inició su crisis deportiva, comenzó su idilio social", explica Carretero.
Hacía 14 días que no había papel en Riazor. Desde las 11 de la mañana, no se podía tomar ningún vermú en San Juan. A las 16.00 una marea tiñó de azul el paseo marítimo bajo la atenta mirada de los Héroes de Orzán, una historia trágica, como la del propio Depor. Y ya a las 19.00 Riazor era una caldera, desde la que incluso se tuvo que apagar el autobús del equipo por una bengala inoportuna. Lume (fuego).
"El Depor representa ese sentimiento de un club de los amigos, de la calle, del colegio... compitiendo con otras ciudades para hacer felices a toda coruña", define Lendoiro. Y hoy, tras muchos años reclamándolo desde la grada, también de cantera. "Soy el niño más feliz del mundo", decía David Mella.
Un momento del partido del Depor.CabalarEFE
Han sido los Mella y Yeremay, junto con la personalidad de Lucas Pérez, los responsables del giro deportivista. Un giro realizado por Imanol Idiákez en su "última bala", según revela Lendoiro, que le llegó al entrenador precisamente en la ida ante el Barça Athletic. Se ganó y desde entonces 16 victorias, cuatro empates y sólo una derrota. La última victoria, la del ascenso, precisamente con un gol del capitán gallego. Un saque de falta magistral. Riazor en llamas. "Bendita locura haber bajado de Primera División para volver a Riazor", decía Lucas Pérez al acabar el encuentro.
"Cuando el Depor ha hecho las cosas justo al revés de lo que venía haciendo, es cuando ha salido bien y eso debe quedar", cuenta Nacho Carretero. Hablamos de paciencia con el banquillo desde la dirección deportiva de Fernando Soriano, un visionario de esta plantilla, y de dar protagonismo a la cantera junto a Idiákez. "Sois lo más flipante que he visto en mi vida", lanzaba el vasco al público tras la victoria.
En A Coruña había alegría y confianza, pero al estilo gallego. De hecho, la alcaldesa Inés Rey, no quiso participar en este reportaje "por no gafar" el ascenso. "La Coruña va a ser muy feliz pase lo que pase. La hinchada del Depor es feliz. Estamos felices de disfrutar cada partido", apuntaba Carretero.
Lendoiro, en cambio, que ha vivido, más que vivido, construido, el gran Depor habla de que el ascenso es "una gran alegría, pero con los pies en el suelo". "Salimos del infierno o de algo ya sin nombre, que nos sirva de ejemplo para no volver nunca", concluía Lendoiro. Ahora el infierno ya es 'outra historia'.
Pese a su final de temporada y a los rumores que le han situado lejos del Metropolitano, Antoine Griezmann, seguirá vistiendo la camiseta del Atlético de Madrid hasta el 30 de junio de 2027, según ha hecho público el club en sus redes sociales.
Así, uno de los buques insignia del club colchonero estará en Estados Unidos vestido de rojiblanco el próximo 15 de junio para enfrentarse al PSG en el primer partido para el Atlético de Madrid en el próximo Mundial de Clubes.
"Atléticos, muy feliz de vestir por muchos años esta maravillosa camiseta y espero daros muchas alegrías. Un abrazo muy fuerte. Os quiero", ha expresado el francés en un vídeo hecho público por el club también en redes sociales en el que salía el futbolista con el cartel anunciando su renovación justo detrás.
El Principito comenzó como titular indiscutible esta temporada en una dupla atacante junto a Julián Álvarez, pero un bajón de rendimiento le terminó por sentar en el banquillo en favor de Alexander Sorloth. El galo, que terminó el curso con 16 tantos y nueve asistencias no marcó desde principios de febrero de este año ante al Mallorca.
Ese bajón comenzó a desatar los rumores que le situaban lejos del Metropolitano la próxima campaña. Fueron especialmente insistentes los que le mandaban a un equipo de la MLS, especialmente por la gran afición del galo por el deporte americano, principalmente la NFL.
Pero la historia y su proyecto familiar le han llevado al francés a aceptar la oferta de renovación del club de un contrato que expiraba en junio de 2026, justo antes de la cita internacional que disputan los rojiblancos. Se habla de que con esta operación, el club aligera su masa salarial ya que mantiene sus 8 millones de euros brutos al francés, pero los reparte en dos cursos.
El francés, máximo goleador histórico del club con 197 tantos a los que suma un total de 86 asistencias, ha sido uno de los emblemas del Atlético desde su llegada de la Real Sociedad en 2014. Griezmann ha vestido de rojiblanco durante nueve temporadas en dos etapas (jugó tres con el FC Barcelona en medio de ambas)
Griezmann fue el primer jugador en anotar en el Metropolitano en un encuentro ante el Málaga en septiembre de 2017. Vistiendo la camiseta del Atlético ha conseguido una Europa League, en la que marcó dos goles en la final ante el Olimpique de Marsella, y dos Supercopas, una de Europa y otra de España.
Además, y aunque no sea el galo de títulos individuales, ha conseguido el Balón de Bronce en dos ocasiones en 2016 y 2018 y elegido como mejor jugador de Francia, con la que ha conquistado un Mundial y una Liga de Naciones, en 2016.