Vuelta a España
El alemán consiguió en la novena etapa ingresar en el club de quienes han alcanzado triunfos parciales en las tres grandes rondas
Una efímera, residual escaramuza de última hora permitió a Roglic adquirir tres segunditos sobre sus rivales y está ahora sexto en la general a cinco segundos de Evenepoel, cuarto. Aventaja a Vingegaard y Mas en seis y a Ayuso en 16. Poca cosa. Había barrillo peligroso en la cumbre de la Cruz de Caravaca, y la Organización decidió tomar los tiempos a dos kilómetros del final. Y ahí entró el esloveno.
Se menciona en el ciclismo al “hombre del mazo” para definir las “pájaras” individuales. Y se debería habla del “dios del viento” para expresar comportamientos y resultados colectivos. Una etapa, la novena, que se caracterizó por la presencia de un fuerte viento lateral en rectas interminables de paisajes desnudos o escasamente abrigados.
El viento creó los abanicos iniciales que condujeron a la configuración de un grupo con los Jumbo y Evenepoel que obligó a Movistar y Emirates a cerrar el hueco en el puerto de 1ª de la Marina la Perdiz. Y luego, casi simultáneamente, el viento propició una escapada de ocho hombres que se encontraron en ella por inconformismo o casualidad. Eran Hamilton (DSM), Caicedo (EF Education), Kämna (Bora), Barrenetxea (Caja Rural), Sobrero (Jayco Alula), Fernández (Cofidis), Gehbreigzabhier (Trek) y Navarro (Burgos BH).
Rápidamente fueron cogiendo tiempo y llegaron a tener 8:40. Y ese mismo viento rompió el pelotón en varios bloques. En el primero entraron los “Cinco Magníficos”. Y ya no cesó el zafarrancho, con los ciclistas alborotados por Eolo, que formaba parte, como intruso indeseable, de todos los pelotones, y a falta de 80 kms. para el final, propició varios cortes. Pero en el primero figuraban los favoritos y, cuando el segundo se le unió, ya no quedó más que perseguir multitudinariamente, unos 70 efectivos, a los ocho de delante.
Al principio pusieron interés y acortaron rápidamente la diferencia. Pero luego, pensándolo mejor, decidieron que les daba igual, que el asunto no afectaba ni a los hombres ni a los equipos importantes, y se relajaron.
Suprimir las bonificaciones
Atravesando los abiertos y verdes mares arroceros de Calasparra, el octeto se presentó con cinco minutos de adelanto, al pie de un puerto engañoso. De 2ª, sí, porque ofrece tramos llanos. Pero con los otros, los empinados, con porcentajes del 20%, el 17%, el 16% y el 15% en sus 8,2 kms. de longitud con un asfalto terroso, valga la contradicción, tosco, amarronado. Mucho más porque había llovido mucho por allí y las condiciones de la carretera aconsejaron a la Organización cambiar sus planes y suprimir las bonificaciones.
Los ocho fueron ya sufrientes islotes trepando penosamente hacia la neblina de la cumbre. Y Lennard Kämna, un alemán cazaetapas ingresó en el club de quienes han logrado triunfos parciales en las tres grandes rondas.
La Organización, con tantos dimes y diretes, tardó lo suyo en proporcionar las clasificaciones. La Vuelta, entre los errores de sus responsables y las condiciones climatológicas, esta vez no atribuibles ni a imprevisión ni a ningún otro factor interno, está siendo azarosa. Pero también, sin duda alguna, muy interesante.
Así las cosas de atractivas e igualadas, la contrarreloj de Valladolid, el martes, tras la jornada de descanso del lunes, se presenta como la primera gran ocasión, cada hombre enfrentado a un cronómetro imparcial, para establecer unas diferencias ya muy orientativas.