Baloncesto
La selección cae en un amistoso ante una de las favoritas en el Mundial (80-85)
Un Shai Giljeous-Alexander especialmente brillante en la primera parte del duelo y un RJ Barrett que, tras prácticamente esfumarse después de firmar un buen arranque, supo volver a tiempo en la prórroga fueron los grandes argumentos de Canadá para imponerse a una España que, otra vez, volvió a plantar cara ante una de las selecciones favoritas para llevarse el próximo Mundial, pero que, de nuevo, volvió a verse superada en el marcador (80-85). Un gran segundo cuarto, tanto en ataque como en defensa, y el mantenimiento de la buenas prestaciones defensivas en el tercero, en este caso, no fueron suficientes para hacerse con un triunfo que habría sido todo un golpe de moral para el equipo que dirige Sergio Scariolo.
Canadá, por medio de un entonadísimo RJ Barrett, se marchó muy pronto por seis puntos en el marcador en el arranque del duelo. España se vio en gran parte desarbolada por el talento exhibido tanto por el escolta de los Knicks como por un Shai Giljeous-Alexander que ya reclamó la atención de los focos en el primer cuarto para que los suyos llegaran a atesorar una máxima ventaja de 9 puntos (10-19). El conjunto de Scariolo, de nuevo encomendado especialmente a las aportaciones de los hermanos Hernangómez, supo encontrar a pesar de todo la manera para recortar distancias, ponerse tres puntos por debajo con un gran mate de Garuba (21-27) y rozar el empate con un triple de Rudy que, pese al suspense, se perdió en el limbo. La poca fortuna, además, la castigaría con contundencia Nickeil Alexander-Walker desde más allá de la línea de 6,75 para cerrar el primer periodo con un doloroso 21-27.
El varapalo, de nuevo, lejos de carcomer la moral de los españoles, se convirtió en todo un estímulo. El equipo de Scariolo dio un paso adelante a nivel defensivo, cediendo sólo un punto para los canadienses y poniéndose también las pilas en ataque para adelantarse por primera vez en el marcador y abrir una tímida brecha de tres puntos (31-28) con un parcial de 10-1. Con un poco más de acierto, los locales podrían haber ampliado un poco las distancias, pero acabaron viendo cómo Canadá, de la mano sobre todo de Shai Giljeous-Alexander y Dwight Powell, lograba llevar el partido a un intercambio de golpes en el que, a la postre, los españoles sabrían salir vencedores. Gracias, en gran parte, a la intensidad de Juancho Hernangómez y la buena mano en los triples de Víctor Claver. España supo contestar perfectamente al intento de rebelión canadiense y acabó por irse al descanso con un triunfo parcial por 23-13 y cuatro puntos por arriba en el luminoso (44-40).
España bajó su rendimiento ofensivo hasta límites insospechados en la reanudación. La intensidad defensiva de Canadá provocaba que llegara una y otra vez al límite de sus posesiones y no acababa de encontrar el camino a canasta. A nivel defensivo, sus prestaciones siguieron más o menos el camino marcado en el segundo cuarto. Así, se explica que, pese al bajón en ataque, se las arreglara para llegar al final del cuarto un punto por encima en el marcador (56-55). De la mano, en este caso, de un Santi Aldama muy intenso bajo ambas canastas, algún destello de Abalde y un oportunísimo triple de Rudy Fernández, y por mucho que Canadá, más por fogonazos que por buen juego colectivo, llegara a ponerse por un momento tímidamente por delante en el marcador.
El cuarto periodo fue, en gran parte, un calco del tercero. Canadá mantuvo su intensidad defensiva para incomodar lo indecible a una España que, a pesar de todo, se las arregló para anotar 17 puntos más a su casillero gracias, sobre todo, a dos oportunos triples de Joel Parra, otro lanzamiento desde más allá de la línea de 6,75 de Darío Brizuela y la lucha de Aldama y Garuba. Los canadienses, con Olynyk y Bell-Haynes como los más destacados, se las arreglaron para forzar la prórroga e, incluso, tuvieron una última posesión para ganar el partido, en manos de un Shai Giljeous-Alexander cuyo rendimiento fue decayendo con el paso de los minutos, que el base de los Thunder no pudo transformar en el tiro del triunfo.
En la prórroga, con el regreso a sus mejores galas de un RJ Barrett en gran parte desaparecido en la segunda parte del duelo, Canadá acabaría por llevarse definitivamente el partido, por mucho que España tratara de resistirse con uñas y dientes por medio de buenas acciones de Garuba y Juan Núñez y un gran triple de Claver. Los de Scariolo, como ante Estados Unidos, volvieron a caer con honor. En este caso, por 80-85, frente a un conjunto que, como el estadounidense, aspira también a hacerse con el próximo Mundial.