Tribunales
El jugador explica que no recurrirá el procesamiento para “agilizar” el señalamiento del juicio
A un paso del juicio. El Juzgado de Instrucción número 15 de Barcelona ha comunicado al jugador Dani Alves su procesamiento por un delito de agresión sexual con acceso carnal cometido sobre una mujer de 23 años en los lavabos de la discoteca Sutton de Barcelona el 30 de diciembre pasado. En el trámite de conclusión de la investigación, celebrado en el juzgado, la magistrada informó al jugador de que será procesado en la Audiencia de Barcelona siempre y cuando la Fiscalía y la acusación particular, que representa a la víctima, pidan pena de cárcel, como es previsible.
Ante la juez, Alves, que está en prisión provisional por esta causa, explicó que “no está de acuerdo con el relato” que sale en el auto de procesamiento, y por el que se le acusa de la violación tras ir con la víctima al lavabo además de agredirla para vencer sus resistencia. Sin embargo, explicó que “no recurrirá” la decisión judicial de sentarlo en el banquillo para “agilizar el procedimiento”.
Ahora, la tramitación seguirá en la Audiencia de Barcelona y todo apunta a que en septiembre se conocerá la petición de cárcel de la Fiscalía, que podría ir de los 8 a los 10 años, así como la fecha de juicio que sería a finales de año o principios del próximo.
En un comunicado, los abogados de Daniel Alves explicaron que “de acuerdo a la oportunidad procesal que le otorga la ley” el jugador expresó su “desacuerdo” además de decir que “no está conforme” con los indicios que la magistrada instructora considera que, de las pruebas practicadas, hay contra él para procesarlo por violación. Alves cree que el auto “no se ajusta a la realidad de lo sucedido” la noche del 30 de diciembre en la discoteca Sutton de Barcelona y ha mantenido su inocencia. Tanto el jugador como sus abogados han pedido “agilizar” el procedimiento para que se celebre el juicio lo antes posible y por eso no recurrirán este auto de procesamiento, pese a estar en contra.
En su auto, el juzgado ratifica la prisión provisional del procesado y fija en 150.000 euros la responsabilidad civil que debería abonar a la víctima, en caso de ser condenado, por los daños morales y psicológicos causados. La defensa de Alves no presentará recurso ante esta decisión y el próximo 2 de agosto deberá comparecer delante de la juez para informarle de que será juzgado. Además, explica que la víctima y sus amigas acudieron a la discoteca Sutton la madrugada del 30 de diciembre pasado y que accedieron a la zona VIP con un grupo de chichos mexicanos que conocieron en ese momento. Estando allí un camarero se les acercó y le dijo que un cliente quería invitarlas y, aunque se negaron en un primer momento, la insistencia del empleado hizo que aceptasen.
En la mesa estaban Alves, un amigo y otras dos chicas que cuando fueron la víctima y sus amigas se marcharon. También señala el auto el de seguridad les impidió hacer una foto y que el procesado les explicó que “jugaba a la petanca en Hospitalet” y “empezó a tontear con las tres”. La víctima aseguró que desconocía quién era Alves hasta que se lo explicaron los chicos mexicanos con los que estuvo antes.
Además, la juez indica que Alves estuvo bailando con las tres amigas “muy juntos” aunque se acabó quedando con la víctima que “en dos ocasiones le cogió la mano y se la puso en su pene. Ella retiró la mano en las dos ocasiones”. También señala que detrás de la mesa en la que estaban sentados había una puerta que daba a un lavabo de uso exclusivo en esa zona VIP y que el jugador fue hacia allí. Desde el dintel llamó a la víctima quien al acudir vio que se trataba de un baño pequeño. “Cuando pasó ella Dani Alves cerró la puerta y tiró con fuerza de ella hacía su cuerpo” mientras la víctima “le decía que parara y que la dejara salir, que se quería ir”, señala el auto.
La juez remarca que “Alves hacía caso omiso, le subió el vestido y la hizo sentarse sobre él y le cogió la parte posterior de la cabeza y la tiró al suelo, hecho que fue lo que le provocó la herida en la rodilla”. También explica que la hizo “bajar la cabeza hacia su pene para que le hiciera una felación, lo que no consiguió y eso le enfureció y le pegó varias bofetadas en la cara. Después le puso de espalda contra el pequeño lavamanos” y la penetró “de forma violenta” hasta que eyaculó. El auto judicial explica que la víctima quiso salir entonces del lavabo pero que Alves “no se lo permitió” diciéndole que salía “él primero”.
Al llegar con sus amigas la mujer tenía “mala cara” y les explicó lo que había pasado por lo que se fueron. Poco después un portero la vio llorar y una amiga le contó que la habían violado, lo que inició el protocolo interno del local para agresiones sexuales. La magistrada también indica que Alves se marcharon de la discoteca junto con su amigo y que “se cruzó” con la víctima “a la que no le dirigió palabra alguna”.