El ‘rombo’ de Bellingham a la espera de Mbappé

El 'rombo' de Bellingham a la espera de Mbappé

“Bellingham ha jugado un buen partido”. “Es un jugador fantástico”. “Su mejor posición es la de 10”. Son las frases que Carlo Ancelotti decía sobre Jude Bellingham en la comparecencia tras la victoria de su equipo ante el Milan en el primer partido de la pretemporada del Real Madrid, en California.

Lo curioso es que los halagos del entrenador respondían en alguna ocasión a las preguntas de los periodistas, pero en otras simplemente tenía el nombre del inglés en la punta de la lengua y le salía automático. No es un secreto que el nuevo Real Madrid gravita en torno al centrocampista británico de 20 años que costó al Madrid 103 millones de euros este verano, procedente del Borussia Dortmund.

La gran prueba de ello es el cambio de disposición del conjunto blanco en el campo, abandonando su 4-3-3 habitual. El sistema de tres delanteros es una constante desde la llegada de Cristiano Ronaldo a Chamartín. La famosa BBC (Bale, Benzema, Cristiano) que fue evolucionando según el nombre no sólo de los miembros de la plantilla, también de los jugadores titulares.

Hubo un momento en que Bale se mantuvo en el club más por trayectoria que por juego, algo parecido a lo ocurrido con la presencia de Eden Hazard, el flamante fichaje blue que nunca estalló en el equipo blanco y, en los últimos tiempos, la alternancia entre Rodrygo, Asensio y Valverde en el ala derecha con los dos indiscutibles, Vinicius, por la izquierda, y el Balón de Oro, Karim Benzema, en el eje central.

La pasada temporada, un año de muchas lesiones para el delantero procedente del Olympique de Lyon, Ancelotti ya había probado en alguna ocasión con un sistema diferente: el 4-4-2, con los dos brasileños, Rodrygo y Vinicius en punta, pero con la línea de cuatro del medio del campo más en paralelo. Sin embargo, la llegada del centrocampista del Dortmund ha añadido el rombo a la pizarra del entrenador italiano. Los cuatro centrocampistas forman un diamante con el inglés en la punta tras los dos delanteros.

No obstante, como bien sabe un entrenador que se “adapta a los jugadores que tiene”, según manifestaba, este nuevo sistema necesita tiempo y práctica. “Me ha gustado el rombo, hemos intentado más jugar por dentro que por fuera”, explicaba el italiano tras el partido en el Rose Bowl Arena ante el Milan.

Pero luego, también ennumeraba sus debilidades, al menos, las actuales. “Es un sistema que estamos intentando y esperaremos a ver cómo funciona a lo largo de la temporada”, comenzaba el italiano y luego profundizaba: “Tenemos que intentar presionar más arriba, porque con el rombo tenemos mucha presión central y menos lateral. Claramente, a nivel defensivo no es el mejor sistema, pero tengo que adaptar a los jugadores para buscar un buen equilibrio defensa- ataque”.

En este nuevo sistema, la vocación ofensiva de los laterales es primordial, puesto que son los responsables de dar amplitud al equipo. En el primer partido, ejercieron mucho mejor esa labor Dani Carvajal y Fran García que Lucas Vázquez o Mendy. El francés, además, se mostró muy errático en la salida de balón, algo que no gustó al técnico italiano.

El nuevo Real Madrid

Más allá del rombo, el Real Madrid 2023/24 es un equipo adaptado a los nuevos tiempos. Es más vertical y físico y, quizás, menos de toque y pausa. Solo Kroos y Modric sobreviven a ese estilo de juego en el conjunto blanco y ambos están en la recta final de las carreras. El Madrid, como con los fichajes de jugadores jóvenes y con proyección, va renovándose tanto de nombres como de estilo.

Un jugador que representa bien esta reinvención en todos los sentidos es el MVP del primer partido de pretemporada del Madrid, Fede Valverde. El uruguayo es fundamental para Ancelotti, como demostró la temporada pasada dándole más de 2.500 minutos (más de 73 por partido), pese a no disfrutar de su mejor año, especialmente a la vuelta del Mundial de Qatar.

Mbappé junto a su hermano en un entrenamiento del PSG.Christophe EnaAP

«El equipo tiene que acostumbrarse a la extraordinaria calidad de Bellingham», halagó Ancelotti. Y a la de Valverde; la de Brahim, con grandes destellos ante el Milan, la de Camavinga, Tchouameni y todos los medios que tendrán una asidua presencia en este nuevo rombo. Y, quizás, a la de Kylian Mbappé.

Valverde se acordó de Mbappé, al terminar el partido ante el Milan y le situó entre “los mejores del mundo”. “No solo ahora, sino que lo será, seguramente, durante muchos años”, dijo el uruguayo.

Mientras, el jugador francés, apartado de la gira del PSG es objeto de múltiples rumores como la pretensión del Barça, según publicó ‘L’Equipe’, o la oferta del Al-Hilal, de Arabia, que pagaría 300 millones de euros por su traspaso. El Real Madrid, por el momento, sigue sin pronunciarse.

kpd