Fernando Alonso, doble campeón del mundo de Fórmula Uno, explicó que veinte años después de su primera victoria, en el Hungaroring, que es sede este fin de semana del undécimo Gran Premio del campeonato, su “ADN competitivo y la emoción por luchar contra los mejores” sigue siendo “igual”; pero lo que sí ha cambiado, entre otras cosas, es que tiene “más experiencia, más conocimientos” y “menos nivel de estrés”.
“Probablemente cuando bajas la visera el domingo, la motivación es la misma”, contestó, durante la conferencia de prensa oficial de la FIA (Federación Internacional del Automovilismo), que tuvo lugar este jueves en el circuito de las afueras de Budapest. El piloto de Aston Martin, que, a unos días de cumplir 42 años sigue causando sensación tras lograr seis podios en las primeras diez carreras, es tercero en un certamen que lidera de forma el neerlandés Max Verstappen.
“La alegría de la carrera, esa vuelta de formación; la salida, la adrenalina… competir contra los mejores pilotos y los mejores equipos del mundo; y buscar el éxito frente a ellos. Eso sigue siendo exactamente igual que hace veinte años“, indicó el español.
Un piloto más experto
“Lo que cambia es que ahora tengo más experiencia; fuera de la pista, también, a la hora de preparar las carreras con tus ingenieros, las estrategias… Asimismo el conocimiento que tienes sobre el tratamiento de los neumáticos y acerca de todos los escenarios que te puedes encontrar durante la carrera. Y que no hay grandes sorpresas en mi cabeza”, explicó.
“También es diferente el nivel de estrés. Pero, sin duda alguna, el ADN competitivo sigue siendo el mismo. Ésta es la parte más divertida de nuestro trabajo. Y eso no ha cambiado desde hace veinte años hasta hoy”, aseguró Alonso en el escenario de su primera victoria en la categoría reina (2003), donde corrió por primera vez en F1 hace veintidós años.
“Fue un momento mágico, para mi carrera y para mi vida”, recordó el asturiano de aquel día en el que deslumbró al mundo entero, al convertirse, en ese momento, en el ganador más joven de la historia -ahora lo es Verstappen- y en el único español en ganar en la F1. Algo que fue así hasta el año pasado, cuando Carlos Sainz se anotó, en Silverstone, el Gran Premio de Gran Bretaña.
Una victoria sorprendente
“Lo lógico era un ‘top 5’ o quizá el podio, eso era lo más realista; pero acabamos ganando la carrera. Decidimos hacer cambios; de aquella se recargaban los monoplazas y optamos por salir con poco fuel en la calificación, por lo que acabamos haciendo la ‘pole’ y terminamos ganando la carrera; que obviamente fue un poco sorprendente. Lógicamente el recuerdo de tu primera victoria siempre está ahí: es lo más grande”, afirmó.
“Pero cambió mi vida para siempre, porque a partir de ese día perdí mi privacidad; sobre todo en España, desde hace veinte años”, explicó el nuevo capitán de Aston Martin, que también admitió que el recuerdo de Budapest y de esa primera victoria, así como el de Brasil, donde festejó -en Interlagos, Sao Paulo- sus dos títulos mundiales, es “estupendo”.
“A pesar de perder la privacidad, de todas formas, no cambio nada; aunque es una pregunta difícil de responder. Queríamos vivir nuestro sueño. Desde pequeño, cuando corría en ‘karts’, el objetivo era estar aquí. Y no piensas en esos cambios personales: que no lo son sólo para ti, sino para tu familia, también”, indicó el astro astur, con 32 victorias y 104 podios en la Fórmula Uno.
Cambios de equipo
“Tampoco tengo nada de lo que arrepentirme, en lo que a equipos por los que he pasado se refiere. Cuando dejé Renault -después de sus dos Mundiales (2005 y 2006)- y me fui a McLaren, en 2007, fuimos competitivos y luchamos por un título que se quedó a un punto. Fue un buen cambio”, opinó con elegancia Alonso, sin querer entrar en mayores detalles de una temporada en la que la funesta gestión que de la misma hizo el equipo de Woking seguramente le acabaría constando el que hubiera sido su tercer título seguido.
“Luego fuimos a Ferrari. No veo a nadie renunciando a pilotar para Ferrari. Y luchamos por tres de los cinco títulos durante los cinco años que estuve allí”, explicó Fernando.
“Después, la vuelta a McLaren, que todo el mundo pensaba que iba a ser buena; y no funcionó. Dejé la F1, porque buscaba nuevos retos, como el Mundial de Resistencia (WEC, que ganó, para Toyota, ‘doblando’ en las 24 Horas de Le Mans, Francia), el Dakar o la Indy”, señaló.
A por la ’33’ en Hungría
“Y volví a la Fórmula Uno; con lo que era mi ‘familia’, Alpine, es decir, Renault. Y la última decisión, fichar por Aston Martin, que para todos fue la peor, acabó siendo la mejor de todas. Es difícil elegir equipos. Y hay mucha gente que opina sin saber”, afirmó el piloto asturiano, que, si fallan los Red Bull, apuntará a la tan ansiada ’33’ este fin de semana en Hungría, uno de sus “sitios favoritos”.
“Este fin de semana esperemos que la cosa vaya mejor que en Austria y Silverstone. Este circuito, su trazado y sus características, van más acordes a las pistas en las que hemos ido bien en lo que va de año. En pistas con curvas rápidas y largas rectas no vamos tan bien; y Austria y Silverstone fueron un ejemplo claro de esto”, dijo.
“Así que ojalá que aquí podamos volver a tener una puesta en escena mejor, aunque nuestros principales competidores han mejorado sus paquetes y van a estar de nuevo muy fuertes aquí. Será difícil, pero esperemos divertirnos”, afirmó.