Carlos Rodríguez y las señales que avisan del fin de la crisis del ciclismo español: “Claro que anima”

Carlos Rodríguez y las señales que avisan del fin de la crisis del ciclismo español: "Claro que anima"

Tour de Francia


Llegan los Alpes

Actualizado

La lucha por el podio del joven corredor del Ineos y las victorias parciales de Ion Izagirre y Pello Bilbao tras cinco años de sequía amortiguan los malos resultados nacionales de los últimos años.

Rodríguez, durante la novena etapa, con final en Puy de Dôme.INEOS

Como una luz al fondo del túnel o quizá una verdadera explosión de sol. Fue tal la convalecencia, que nadie se fía aún del todo, pero el ciclismo español de nuevo se pone de pie, se reivindica, mira a los ojos a su pasado, con el presente Tour como mejor aval a su poderío recuperado. Las victorias parciales de Ion Izagirre y Pello Bilbao, dos viejos guerreros, y la irrupción por el podio de Carlos Rodríguez, siempre su nombre unido al de Juan Ayuso, promesas que ya son realidad.

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Fue profundo el agujero. Porque antes también el listón estaba en el cielo. Y no hay que retroceder hasta Miguel Indurain. Hace 15 años, Carlos Sastre ganó el Tour, Alberto Contador el Giro, la Vuelta y la Itzulia, Alejandro Valverde la Lieja, el Dauphiné y la Clásica de San Sebastián, Samuel Sánchez el oro olímpico en Pekín, Óscar Freire la Gante-Wevelgem… 92 victorias en el calendario internacional. Un abuso. El ciclismo hablaba español, pero fue perdiendo poco a poco el acento. Hasta apagarse.

Paulatinamente fueron retirándose los referentes y se cuestionó hasta el trabajo de base: no había relevo. Se hicieron norma las Grandes Vueltas sin nacionales en el podio, la pérdida de punch en las victorias parciales también. En el Tour, 100 etapas (Italia, otro clásico en crisis, suma 77, desde la de Vincenzo Nibali en Val-Thorens 2019), cinco largos años hasta que Pello Bilbao alzó los brazos en Issoire. «Tenía mucha presión, porque todos me señalaban a mí», contaba después el de Gernika, uno de los que sostuvieron el enlace entre la edad dorada y el presente. «Que siga la fiesta», proclamaba tan sólo dos días después Ion Izagirre en Belleville. Todos vascos, también el último lo fue, Omar Fraile en Mende. Parece que el lugar de la Grand Depart pone de moda los territorios. El año pasado, Dinamarca: victoria en la general de Vingegaard y parciales de Magnus Cort, Pedersen. Este 2023, Bilbao…

“Todo tiene que llegar”

«Claro que nos anima. Hay que seguir con el reto, Ion y Pello lo han hecho de 10», se dice a sí mismo Juanpe López, otro de los que ponen su lustre al panorama nacional, de rosa el 2022 en el Giro tanto tiempo después de Alberto Contador, penando ahora su debut en el Tour, «dolores musculares extraños» que no le desmotivan. Cuenta a EL MUNDO que su trabajo con el osteópata y el masajista da sus frutos y que quizá en los Alpes…

– ¿Por qué ahora de repente ganan los españoles?

– Son circunstancias. La competitividad es muy alta e influyen muchos factores. Soy de los que piensa que el ciclista español va paso a paso. Todo tiene que llegar. Yo intento mejorar, aunque este año hasta ahora no está yendo bien la cosa. Pero con trabajo y constancia llegará.

El año pasado se tocó fondo incluso en cuanto a participantes en el Tour se refiere. Partieron nueve de Copenhague y ninguno estuvo cerca del podio: Enric Mas, el señalado, fracasó y acabó abandonando. Este año eran 14 desde Bilbao, aunque ya sólo quedan 11 (el propio Mas, Luisle y De la Cruz, los tres con caídas, dijeron adiós). Pero hay dos de ellos que rondan el podio, ser el primero de los mortales. Y eso que el viernes en el Grand Colombier ni Carlos Rodríguez ni Pello Bilbao lucieron pletóricos.

Izagirre, tras ganar la etapa.MARTIN DIVISEKEFE

El del Ineos claudicó en la última rampa ante el ataque de Pogacar. Cedió tiempo ante todos sus rivales, aunque minimizó daños. Sigue cuarto y confiado. «Al final me ha faltado un poco de chispa o los demás estaban más frescos. Pero estoy contento de haber aguantado casi hasta el final. Con suerte el fin de semana irá mejor», avisa. Pello Bilbao cayó hasta la séptima plaza.

Pero ambos no están lejos de Jai Hindley y el resto de contendientes por el cajón de París, con los Yates agazapados. De los 18 ciclistas españoles han acabado en el podio al menos en una ocasión del Tour, el último fue Alejandro Valverde en 2015. Antes, también tercero, Purito Rodríguez en 2013. El último ganador, Contador en 2009.

Nadie tan precoz jamás como Carlos Rodríguez, 22 años y tantas promesas. Dos más que Juan Ayuso, la otra perla, que se relame desde la distancia, podio ya de la Vuelta pasada y con un contrato tan largo con el UAE (hasta 2028) que muchos piensan que acabará colisionando con Pogacar.

kpd