La española, que caía por 6-2 y 1-0, fue atendida en la zona dorsal, donde se lesionó en Roma. Adelantó tres semanas su reaparición
Treinta y seis minutos duró Paula Badosa en la pista 18 frente a Marta Kostyuk. Después de perder por cuarta vez su servicio en el partido, en el inicio del segundo set, viniendo de 40-0, la española estrechó la mano de su oponente, le dio dos besos y abandonó la cancha. No quiso asumir más riesgos. Antes, al concluir el primer parcial, había sido atendida en la espalda por la fisioterapeuta del torneo. La ucraniana se impuso por 6-2 y 1-0 y se clasifica para la tercera ronda.
Después de poder disputar y ganar su primer partido este año en un Grand Slam, al imponerse a Alison Riske, Badosa despertó la ilusión lógica entre sus seguidores. Venía de sufrir en Roma una lesión dorsal que en principio no iba a permitirle jugar tampoco en Wimbledon, como sucedió en Roland Garros.
En una jornada soleada y calurosa, tras la lluvia acaecida en los últimos días. la española se midió con Kostyuk, una uncraniana de 21 años a quien había derrotado en sus tres cruces: este mismo año, en Roma, y en dos ocasiones en Australia, en 2019 y 2022.
Kostyuk, que había superado a Maria Sakkari, octava cabeza de serie, sacó provecho del tenis errático y precipitado de su oponente, falta de ritmo competitivo y lejos de su plenitud física. Un 39% de acierto con el primer servicio y 20 errores no forzados hablan con elocuencia de lo que fue Badosa en la mañana londinense.
Al día siguiente de seguir en el box de Stefanos Tsitsipas las evoluciones de su pareja frente a Andy Murray, en la noche del jueves, concluyó su participación en el torneo. Queda por ver si se trata de una recaída. Los plazos para volver a las pistas se estimaban en ocho semanas y decidió regresar en poco más de cinco.