Tour de Francia
ENTREVISTA
El vasco, que acapara protagonismo en la salida del Tour de Francia en Bilbao, señala que aspira al podio de París y afirma que nunca ha visto a un corredor más completo de Tadej Pogacar
Acude a la salida del Tour de Francia con el respaldo de la afición local y la responsabilidad añadida de correr en su casa. El alavés Mikel Landa (Murguía, 1989) afronta su sexta participación en la Grande Boucle, en la que ha sido cuarto en dos ocasiones: 2017 y 2020. Ahora, sus objetivos son ganar una etapa, si es posible en las tres jornadas que transcurren por el País Vasco, y acercarse al podio de París.
- Usted es el ciclista vasco con más tirón popular. Será uno de los más aclamados en la salida de Bilbao y en las tres etapas por Euskadi. ¿Eso le motiva o le presiona?
- Sí, soy consciente de que habrá muchos ojos puestos en mí por el hecho de que le Tour sale de casa. Eso me ilusiona.
- El Gobierno Vasco y los ayuntamientos utilizarán la presencia del Tour para exhibir sus proclamas soberanistas. Hasta han preparado una ikurriña gigantesca.
- Ni idea. No he escuchado nada. ¿Si el Tour comienza en Euskadi por qué no se pueden exhibir ikurriñas? Eso no tiene nada de utilización política del Tour.
- ¿Qué metas se ha marcado en esta edición?
- Estar cerca del podio. Es un Tour montañoso, con pocas contrarrelojes, creo que es factible estar próximo a los puestos del podio. A ver si también puedo ganar una etapa.
- Vencer en una etapa en Euskadi, sería apoteósico.
- Empezar en casa y ganar una etapa ahí sería la leche. Pero será difícil.
- ¿Son jornadas con montaña, pero se acomodan a sus características de escalador de fondo?
- No son tan duras como yo quisiera. Son etapas de media montaña con finales explosivos.
- ¿Qué corredores se amoldan mejor a esas etapas?
- Alaphilippe, Van Aert y Van der Poel.
- ¿Enric Mas ha hablado de pelear por el liderato y ganar algún día en el País Vasco, pero no es un poco arriesgado para corredores como él y como usted, ciclistas de largo recorrido?
- Sí, para corredores de nuestras características será difícil ganar. Pero empezar un Tour en casa es un aliciente extra y ¿por qué no lo vamos a intentar?
- Usted es un ídolo en el País Vasco por su manera de correr y por su labor en la Fundación Euskadi. Al final, la UCI estableció que era incompatible ser presidente de la Fundación y correr en un equipo World Tour.
- En el Euskaltel-Euskadi me formé como ciclista profesional. Trabajé desde la base. En 2018, el equipo pasó por problemas económicos, parecía el final de un ciclo y había peligro de desaparición, por eso me decidí a ayudar. Tras comunicarme que no podía ser presidente delegué mis funciones en gente de confianza. Me hice a un lado. Esa gente de mi confianza sigue sujetando el equipo.
- Este año acaba contrato con el Bahrein, la próxima campaña podría ser corredor y presidente del Euskaltel.
- No lo sé. Ahora mismo, Eesa no es una de mis preocupaciones. Renovar con el Bahrein es una opción. Tengo ofertas, pero aquí estoy cómodo.
- La muerte de su compañero Gino Mäder por un accidente en el Tour de Suiza habrá generado un ambiente extraño en el equipo.
- Sí, eso afecta porque es un corredor con el que has tenido experiencias en muchos momentos. Ha sido un palo, todavía lo estamos asimilando.
- Poco después de la muerte de Mäder aparecieron iniciativas para disminuir los accidentes, como reducir etapas en bajada o utilizar cascos especiales y ropa más resistente ¿Qué le parecen esas propuestas?
- Este es un tema difícil, porque el ciclista siempre va muy expuesto a factores externos de la carretera, no es lo mismo que un circuito. Aquí encuentras bordillos, alcantarillas, agujeros… Hasta nosotros somos peligrosos, porque el que no puede para arriba aprieta para abajo. Son desgracias que ocurren, pero todas las iniciativas para mejorar la seguridad son bienvenidas y ayudarán a que las consecuencias de los accidentes sean menores.
- En este Tour nadie podrá hacer sombra a Pogacar y Vingegaard.
- Son los grandes favoritos. El año pasado, Vingegaard sorprendió. En este edición, Pogacar es una incógnita por la lesión de muñeca. Vingegaard ha demostrado en esta temporada que está más maduro y sólido, parte como principal favorito. Habrá una batalla bonita.
- Lo de Pogacar es admirable. ¿Es el mejor corredor que ha visto en su vida?
- Pues sí. Se habla de Merckx, Hinault, Coppi, corredores de otras épocas, pero Pogacar es el ciclista más completo que he visto. Hoy en día parecía impensable que alguien fuera capaz de ganar Flandes y el Tour de Francia, pero él lo ha conseguido. Tiene mucho talento y ambición.
- ¿Qué opina de la irrupción de Juan Ayuso?
- Es un bestia. Me recuerda un poco a Pogacar, por la ambición y la calidad. Este año ha corrido poco, pero lo que ha corrido ha sido a gran nivel…En la Vuelta a España ya demostró lo que era capaz y este año lo está reafirmando
- Usted ha sido dos veces segundo en el Giro y dos veces cuarto en el Tour. ¿Qué le ha faltado para ganar una grande?
- Un poco más de fuerza, ser más completo en las contrarrelojes, suerte… Quizás no haya tenido el nivel suficiente para estar ahí.
- ¿En algunos momentos clave le ha podido la presión?
- No. Yo comencé tarde en el ciclismo, he ido creciendo, conociendo la presión, la responsabilidad, he aprendido de grandes líderes. La presión no ha sido un hándicap
- Habla de líderes. ¿Con quién se queda?
- He admirado a Nibali por su casta y ambición
- Deslumbró en el Giro de Italia de 2015, con aquella pelea con Alberto Contador. ¿Qué queda de aquel corredor?
- La esencia, la rebeldía de cuando veía un puerto atacaba y lo afrontaba de forma agresiva, las ganas de ser el primero arriba. Aquella fue la primera vez que me vi arriba, aquello fue novedoso y más fácil que ahora, porque tengo esa presión de estar ahí.
- ¿Alberto Contador fue uno de sus rivales más complicados?
- Sí, pero en aquel momento yo era más fuerte subiendo, pero él era mejor en la contrarreloj. En aquel Giro, al final en mi equipo se decantaron por apoyar a Fabio Aru.
- Le faltó el apoyo total del equipo. ¿Siente que nunca ha sido el líder indiscutible de un grupo? Siempre ha tenido que compartir liderazgo con alguien.
- Tampoco ha sido esa la causa de que no haya ganado una grande. Si no eres el más fuerte de la carrera no hay nada que hacer. En el Movistar, cuando estaba con Nairo y Valverde en Tour, si no estabas con los más fuertes daba lo mismo que fueras el uno, el dos o el tres.
- Aquella convivencia con Nairo y Valverde fue complicada ¿no?
- En absoluto. Hay muchos medios sensacionalistas. Vende más la prensa rosa que lo deportivo.
- ¿Mikel, qué es el landismo?
- Es un movimiento que ha creado la gente por mi carácter, por lo que he sido y soy como corredor. Una forma de ver el ciclismo y la vida.
- El landismo puede ser un acto de fe, creer en lo que no se ve. No perder la esperanza de ganar.
- Sí, sabiendo que por mis limitaciones es muy difícil que pueda ganar. Soñar que se puede y sobreponerte a las adversidades.
- ¿En su palmarés figuran sólo dos clasificaciones generales en la Vuelta a Burgos y una en el Giro del Trentino, pocos réditos para el montón de expectativas que usted levanta?
- Sí. He estado cerca varias veces. He demostrado que subiendo he estado entre los más fuertes, pero luego hacen falta más cosas.
- Y sin embargo, en los últimos años es uno de los españoles con mejores resultados.
- Puede ser. Desde que se retiraron Valverde, Purito, Samu Sánchez y Contador, a mí y a Encic Mas nos ha tocado cubrir ese hueco.