Xavi: “Estoy indignado. No entendemos nada”

Xavi: "Estoy indignado. No entendemos nada"

Inter 1 – Barcelona 0

Actualizado

El técnico del Barcelona hace autocrítica por el mal juego de su equipo en el primer tiempo, pero muestra su enfado por el penalti negado por mano de Dumfries

Xavi Hernández tras el partido en Milán.MARCO BERTORELLOAFP

“Estoy indignado. No entendemos nada”. Así arrancó Xavi Hernández su rueda de prensa en San Siro tras la dura derrota encajada por el Barcelona en el Giuseppe Meazza ante el Inter. Una caída que obliga al Barcelona a no perder la próxima semana frente a los italianos si no quiere volver a condenarse a la Europa League.
El técnico azulgrana mostró su amargura tanto por un gol de Pedri anulado por mano previa de Ansu Fati (saltó sin mirar, pero la pelota le golpeó donde no debía), como por un penalti por mano de Dumfries en el minuto 91 de la que el árbitro, el eslovaco Slavko Vincic, se desentendió. Tampoco acudió a revisar la acción al monitor del VAR, liderado por el holandés Pol van Boekel. Este colegiado ya fue el responsable del videoarbitraje la noche en que el Barça perdió en Múnich y reclamó un penalti a Dembélé.
“Nos explicaron primero que si hay mano, como en el caso de Ansu, pero marca otro compañero es legal. Es una jugada de manual, pero la anulan. Y la otra acción no se entiende. Tendría que salir el árbitro a dar explicaciones, lo humanizaría. Estoy indignado. La palabra es indignación. No hay otra. Te sientes…”. Xavi, entonces, se detuvo, y continuó: “Es una injusticia”.
Durante el partido, el árbitro del partido ya había amonestado con una tarjeta amarilla a Xavi, que no pudo reprimirse en la banda ante lo que ocurría. También Dembélé, tantas veces silencioso, agitaba los brazos mirando a la grada.
Sin embargo, más allá del tumulto arbitral, Xavi no pudo esconder que la derrota de su equipo en Milán respondió también al mal papel de los suyos. “Nos costó la circulación, el ritmo… En la segunda parte abrimos más el campo y lo intentamos de todas las maneras. Nos costó mucho más en la primera parte. Pero tenemos que hacer autocrítica más allá de las decisiones arbitrales”.
Descolocados con el 3-4-3 del primer acto, los azulgrana volvieron a una relativa normalidad con el 4-3-3 en el segundo. Pero ni con esas. No hubo manera de salvar el planteamiento defensivo de un Inter al que se le abren los cielos en el grupo, ahora tres puntos por encima del Barcelona.
“Nos quedas tres finales. Quizá mereciéramos más, pero nuestra realidad es ésta. Y tienen que ser finales de verdad, planteándolas con intensidad y ritmo. Pero hoy me puede la indignación”. Y Xavi se marchó cabizbajo de la sala.

kpd