Venció al francés, rescatado de la fase previa, por 4-6, 7-5 y 7-6 (3)
Después de que Holger Rune se sacase de encima el látigo del gigantón Maxime Cressy en sendos desempates, llegó el turno del debut de Carlos Alcaraz sobre la hierba de Queen’s. El danés, segundo, y el español, primero, encabezan la lista de cabezas de serie del torneo, único paso de Alcaraz como preparación para Wimbledon. Llamado a medirse con Arthur Fils, le tocó jugar contra Arthur Rinderknech, otro francés, rescatado de la fase previa ante la baja del intrépido campeón en Lyon, que se retiró horas antes del partido. La hierba es una caja de bombas. Al español también le tocó sufrir ante un rival con buenas aptitudes en la superficie. Venció por 4-6, 7-5 y 7-6 (3), en dos horas y 33 minutos.
Con corto bagaje sobre hierba, éste es su tercer torneo, éste fue su séptimo partido, Alcaraz trata de homologar la fortaleza ya acreditada tanto en arcilla como en canchas duras. Derrotado en octavos de final de la última edición de Wimbledon por Jannik Sinner, sabe que, sin ser un especialista puede resultar competitivo en este singular territorio.
Rinderknech, el último francés en despedirse de Roland Garros, con su derrota en segunda ronda ante Taylor Fritz, salvó en el séptimo juego tres pelotas de rotura con otros tantos servicios ganadores. Número 83 del mundo, superado por Alcaraz en cuatro sets en la segunda instancia del Abierto de Estados Unidos de 2021, fue él quien abrió brecha en el partido con una rotura en el octavo: lo ganó en blanco, con un lastimoso smash a la red del español. De poco le valió a Alcaraz escapar de la primera pelota de set, al resto, y recuperar el servicio. Volvería a perderlo a continuación.
Incomodidad
Despersonalizado, con evidentes muestras de incomodidad, poco certero en la conversión de pelotas de rotura, tres de 11, Alcaraz no podía desarrollar el juego que le ha permitido ganar este año en Indian Wells, Madrid, Barcelona y Buenos Aires, hacer final en Río de Janeiro y semifinales en Roland Garros, donde perdió, condicionado por los calambres, ante Novak Djokovic. Fue al final del segundo set cuando, con un punto mayor de agresividad y más visitas a la red, logró encontrar una cierta fluidez e hizo valer el único break, en el undécimo juego.
La victoria requirió de oficio y esmero. Hubo de volver de un 2-0 abajo en el tercer parcial y se vio abocado a un desempate para la resolución. Ahí sí pesó la jerarquía y la determinación. Le espera este jueves el checo Jiri Lehecka, que venció en dos sets a Alejandro Davidovich.
“Era mi primer partido este año en hierba y él ya había disputado alguno. Me ha costado al principio, pero he disfrutado de cada punto. Ha sido una buena actuación”, comentó el murciano a pie de pista tras el encuentro.