Su única victoria en Moto GP se remonta a 2014, Ducati le cierra las puertas a un posible fichaje y ha tenido ya un par de enganchadas este fin de semana con Viñales y Bagnaia, vencedor de la ‘print race’
Italia parece ser un territorio especialmente hostil para Marc Márquez. El seis veces campeón del mundo en MotoGP sólo ha conseguido ganar una vez en el circuito de Mugello compitiendo en la máxima categoría del mundial de motociclismo. Un triunfo que se remonta, además, al año 2014 y que se suma, a su vez, a los logrados en 125cc y Moto2 en los años 2010 y 2011, respectivamente. Desde 2014, la victoria le ha sido una y otra vez esquiva en un Gran Premio que, a lo largo de los últimos 21 años, tuvo dos grandes dominadores en la categoría reina: Valentino Rossi y Jorge Lorenzo. El primero atesoró siete triunfos consecutivos, mientras que el segundo logró llevarse seis a su zurrón, cinco de ellos logrados también de manera consecutiva.
Desde su estreno, en 1991, Honda y Yamaha se destacaron como las grandes dominadoras. A partir de 2017, no obstante, pese a un breve paréntesis con victoria de la marca de los diapasones en 2021 con Fabio Quartararo al manillar, Ducati les ha tomado seriamente el relevo. Ahora mismo, esta marca italiana es la gran dominadora de un mundial en el que cuesta horrores tratar de hacerles sombra. Sus máquinas son las mejores y, por eso, no es nada raro que Lorenzo llegara a vaticinar que Marc se pondrá a los mandos de una de ellas en un futuro no muy lejano. Algo a lo que, por lo pronto, le ha cerrado las puertas el propio CEO de la marca, Claudio Domenicali, con una afirmación terriblemente contundente.
«Marc Márquez tiene un talento extraordinario, no tiene que demostrar nada, lo está haciendo muy bien, pero Ducati saca su fuerza del trabajo con sus pilotos, con un espíritu de familia. Los resultados nos están dando la razón y seguiremos así», aseguró hace unos días Domenicali ante los micrófonos de Sky Sport Italia. Por lo pronto, dos de sus pilotos, Pecco Bagnaia, vigente campeón del mundo y actual líder del Mundial, y Marco Bezzecchi, con 106 y 102 puntos, respectivamente, pelean a brazo partido por llevarse el título de este año, con el español Jorge Martín, quien también compite con una de sus monturas, situado en la tercera plaza a 15 puntos del segundo clasificado.
Bagnaia, vencedor de una sprint race un tanto accidentada, partirá este domingo desde la pole en Mugello, con Marc Márquez en el segundo puesto de la parrilla y su hermano Álex en la tercera. Que Italia trae en gran parte malas vibraciones para el mayor de los Márquez lo demostró también el hecho de que tuviera un par de encontronazos tanto con el actual líder del Mundial como con su compatriota Maverick Viñales a lo largo de este fin de semana. En ambos casos, por su forma de buscar el rebufo para tratar de mejorar las opciones de su Honda. Algo que el italiano, de hecho, le afeó ostensiblemente desde su montura este mismo sábado en los entrenamientos al sentirse perjudicado cuando iba lanzado.
«No he entendido su enfado, porque no le he estorbado. De hecho, mi intención en la curva uno era apartarme, porque él venía en vuelta lanzada, para que así pudiera seguir su vuelta, pero ha decidido enfadarse y, seguramente, si hubiera tirado esa vuelta no le hubiera seguido, porque yo salía de box. Pero, al final, su enfado me ha servido para coger el rebufo y estar en esa primera línea», confesó Marc Márquez tras los entrenamientos. Con su segunda plaza en la parrilla, seguro, peleará para conseguir volver a marcharse de Italia con buenas sensaciones. En sus manos está la opción de conseguirlo. Otra vez, en territorio abiertamente hostil.