Los médicos que atienden al portero del París Saint-Germain Sergio Rico han decidido sedarle de nuevo tras estar algunos días consciente, y su estado sigue siendo grave, según han informado a EFE fuentes del Hospital Virgen del Rocío de Sevilla, donde está ingresado desde el pasado 28 de mayo.
El guardameta sevillano “se encuentra de nuevo sedado y permanece en estado grave, ingresado en la Unidad de Cuidados Intensivos”, mientras que “los especialistas de medicina Intensiva continúan vigilantes y a la espera de evolución”.
El meta, de 29 años, lleva 13 días ingresado en el Hospital Virgen del Rocío desde que un caballo le causara graves heridas en la cabeza en la Romería del Rocío
Los insultos "racistas" y "gravemente vejatorios" que Vinicius recibió de forma reiterada en el estadio palmesano de Son Moix, proferidos desde la grada por un joven aficionado mallorquín de 22 años, "afectaron a su integridad y a su dignidad". Y por tanto constituyeron delito.
Además, y a pesar de las coartadas iniciales que esgrimió el autor de los insultos, fueron dirigidos contra el jugador del Real Madrid "por motivo del color de su piel negro". Y no por su actuación dentro del terreno de juego, como llegó a alegar el acusado, que le llamó "puto mono" en varias ocasiones a gritos, siendo sus improperios captados por las cámaras de televisión y luego ampliamente difundidos.
Así lo concluye de forma literal y expresa la sentencia recién dictada por el Juzgado de Instrucción número 3 de Palma que condena al autor de los insultos racistas, S. E., a una pena de un año de prisión.
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La resolución judicial, a la que ha tenido acceso EL MUNDO, castiga al autor de los insultos por dos delitos contra la integridad moral con el agravante de motivación racista. No le impone indemnización, ya que el jugador de fútbol renunció expresamente a ella.
La magistrada Carmen Caminals no sólo le condena por los hechos cometidos el 5 de febrero de 2023 contra el extremo del club de fútbol madrileño durante el partido que el equipo merengue disputó contra el RCD Mallorca, que colaboró desde el primer momento con las autoridades policiales.
Sino que también le condena por la actitud reincidente del mismo sujeto, que apenas trece días después, el 18 de febrero, en otro partido de Liga, insultó también al jugador del Villarreal Samu Chukweze, al que llamó "negro de mierda" y "puto negro" y contra el que realizó "gestos racistas", según considera acreditado la sentencia.
El joven, que no tenía antecedentes antideportivos, se derrumbó en su declaración judicial, mostrándose arrepentido y envió incluso una carta al jugador del Real Madrid pidiendo disculpas. Cuando declaró ante la juez llegó a decir que siente admiración hacia el futbolista brasileño y negó ser racista, atribuyéndolo al contexto del estadio.
La pena de cárcel no implica cumplimiento obligatorio al ser el castigo menor de dos años. La propia sentencia, que es ya firme y no será recurrida, recoge la suspensión de la condena siempre que el acusado no se aproxime a menos de 50 metros de un estadio durante tres años y "realice un curso en materia de igualdad y no discriminación".
Que nadie se tome muy en serio la comparación, pero cuando ayer Salvador Gomar llegó a la Federación y se cruzó con el presidente de la Asociación de Futbolistas Españoles (AFE), David Aganzo, debió de sentir algo parecido a lo que, en la Nochevieja de 1958, con la orquesta tocando Guantanamera y Batista saliendo por piernas de Cuba, sintió Michael Corleone al abrazar a su hermano Fredo. «Sé que has sido tú, me rompiste el corazón... ¡Me rompiste el corazón!». El personaje interpretado por Al Pacino expulsaba así la rabia por la traición de su hermano, que casi le cuesta la vida, y aunque a Gomar y a Aganzo no les une parentesco alguno, el valenciano sintió en ese momento algo parecido a la traición, una traición que no la va a costar la vida, sólo faltaba, pero sí, según su entorno, le costó las elecciones a la Federación Española de Fútbol, ganadas ampliamente por Rafael Louzán (90 votos contra 43 de un total de 138 asambleístas, pues faltaron tres: dos jugadores profesionales, Toni Lato (Mallorca) y Pedro Alcalá (Cartagena), y un entrenador, Javier Calleja (Real Oviedo). Hubo, además, un voto nulo y cuatro en blanco.
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Sostienen en la candidatura de Gomar, la derrotada, que en la reunión que mantuvieron con AFE la semana pasada les prometieron varias cosas, entre ellas una vicepresidencia deportiva, tener peso en la Junta Directiva y algunas vías de ingresos nuevas para poder financiarse mejor. Siempre según esta versión, Aganzo y su entorno les dieron a entender que sus votos (aproximadamente 25) serían para él, para Gomar, y lo hicieron con frases, digamos, implícitas: «Brindaremos con cava o con champagne». Desde AFE eran rotundos ayer a preguntas de este periódico: «Eso es totalmente falso».
Lo que sí parece obvio es que ese número de votos (en torno a 25 o 30) es lo que le ha dado la presidencia de la Federación a Louzán, gallego de 57 años, frente a Gomar, dejando en las paredes de la Ciudad del Fútbol varios sentimientos: de euforia en algunos trabajadores que abrazaron el rochismo tras ser desterrados por Luis Rubiales, de alivio en muchos cargos intermedios por lo que supone de continuidad, y de miedo en algunos otros, que veían la opción de un cambio rupturista.
Louzán tenía de su lado a muchas territoriales, algunas de mucho peso como Cataluña o Madrid, y también a LaLiga, apoyo explicitado antes y después por Javier Tebas. Gomar contaba con Andalucía, Castilla La Mancha y Asturias, entre otras, así como varios árbitros y entrenadores. Sin embargo, no fue suficiente. El fútbol volvió a elegir el barro que supone un presidente, ya electo, que tiene sobre sí una condena de siete años de inhabilitación para cargo público por un delito que es tan feo como grave: la prevaricación.
Javier Tebas, presidente de LaLiga.EFE
Se trata de una actuación en la construcción de un campo de hierba artificial en la localidad de Moraña. En la sentencia del Juzgado número 3 de Pontevedra, ratificada por la Audiencia Provincial, se recoge que la Diputación que él presidía pagó, en 2013, 86.311 euros por unas obras de mejora que ya habían sido realizadas en 2011, y a Louzán le atribuye la responsabilidad in vigilando como presidente del organismo (lo fue durante 12 años).
Esa inhabilitación para cargo público es, pues, la gran sombra que se cierne sobre Louzán. Según los estatutos de la Federación, en su artículo 19.4, uno de los requisitos para ser presidente es «no estar inhabilitado para desempeñar cargos públicos». Esa frase no hace referencia alguna al carácter firme o no de la sentencia, argumento al que se agarra Louzán (que su sentencia no es firme pues está pendiente de recurso) para justificar su idoneidad. Además, los asesores del nuevo presidente también ven hueco para pelear en el carácter público o no del cargo de presidente de la Federación, cuya definición jurídica es la siguiente: «Una entidad asociativa privada, si bien de utilidad pública». Sea cual sea el resultado de todas estas aristas, el ruido no va a desaparecer de la Federación en los próximos meses.
David Aganzo, presidente de la AFE.EFE
Primero porque el Gobierno, a través del Consejo Superior de Deportes (CSD), está estudiando si denuncia de oficio a Louzán ante el TAD (Tribunal de Arbitraje Deportivo) ahora que ya es presidente y que incumple claramente ese artículo 19.4 de los estatutos federativos. Y segundo porque el próximo 5 de febrero, el Tribunal Supremo debe decidir sobre el recurso que ha presentado contra la sentencia que le condena. Ocurre que, según fuentes jurídicas, un porcentaje altísimo de esas apelaciones ante el Alto Tribunal terminan con la ratificación de la sentencia, que pasaría a ser firme.
Si eso ocurre, entonces ya sí debería abandonar el cargo y habría nuevas elecciones, pero se celebrarían con esta misma Asamblea. De modo que habrá que estar atento para ver a quién elige Louzán como vicepresidente primero, pues ese nombre será, probablemente, su sucesor, y se presentaría a esos próximos comicios. Si no hay otro candidato (Gomar no lo será), ese hombre o mujer designado por Louzán sería presidente hasta 2028 y el fútbol español, de un modo u otro, seguiría caminando sobre el barro.