La Grecia de 2004, aquella derrota de Nadal en París, el ‘Milagro en el hielo’… y otras sorpresas como España

La Grecia de 2004, aquella derrota de Nadal en París, el 'Milagro en el hielo'... y otras sorpresas como España

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La actuación de la selección en el Eurobasket suma un capítulo al libro de los asombros que más han cautivado a los aficionados

Theodoros Zagorakis, capitán de Grecia, levanta la Eurocopa de 2004, en Portugal.AFP

En 1983, un loco, un genio, un excéntrico, cambió para siempre la historia de la Copa América de vela. Hasta entonces sólo había ganado Estados Unidos, 132 años de éxitos, la mayor racha de la historia del deporte. Pero en aquella edición Australia alcanzó la gloria. El diseñador de su barco, Benjamin Lexcen, un tipo que no había acabado secundaria y que vestía muy distinto a los estándares del New York Yacht Club, hizo un descubrimiento que enloqueció a la legión de ingenieros yankees: la quilla alada.

Como inspiración, el vuelo de las gaviotas. Como resultado, un barco, el Australia II, veloz, muy veloz, muy muy veloz. Su victoria, narrada en el documental ‘Untold: The Race of the Century’ de Netflix, aún se considera el mayor éxito del deporte aussie. Encabeza el libro de las sorpresas del deporte, pero hay muchos más capítulos, el último, muy reciente: España en el Eurobasket.

La selección se había clasificado para semifinales en todas las ediciones desde 1997 y en la última, en 2017, había terminado tercera, pero después del relevo generacional, de la marcha de los juniors de oro, nadie esperaba semejante éxito. Ante la Serbia de Jokic, la Grecia de Antetokounmpo o la Eslovenia de Doncic, en las apuestas no se consideraba. Y ahí está, oro. Una gesta inesperada.

Como aquella ACB del TDK Manresa en 1998 antes de la aparición de Pau Gasol, Juan Carlos Navarro y compañía. O como tantas otras en otros deportes. En el fútbol queda cerca la Premier ganada por el Leicester hace seis años, pero encajan mejor las comparaciones con las Eurocopa de Dinamarca en 1992 o de Grecia en 2004. «Ya sabemos un equipo que no ganará la Eurocopa», concluyó Arsene Wenger cuando fue enviado por Francia a observar un entrenamiento de Dinamarca previo al torneo. Se equivocaba y por mucho. Cosas que pasan.

El misterio de Nadal

De asombros se alimenta la afición, para bien o para mal. Un ejemplo claro: Rafa Nadal en Roland Garros. En París ha ganado 112 partidos y eso es lo esperado, pero también ha perdido tres y, de ahí, la sorpresa. Dos fueron ante Novak Djokovic, ¿y el que falta? La derrota de Nadal contra Robin Soderling en octavos de Roland Garros de 2009 sigue siendo uno de los grandes misterios de su carrera, seguramente de la historia del tenis. Visto en perspectiva, le privó de encadenar 10 títulos consecutivos. Pero además guarda un secreto: ¿Estaba o no estaba enfermo?

Soderling y Nadal, después de la victoria del primero en los octavos de Roland Garros 2009.AFP

Según revelaron Jo-Wilfried Tsonga y Gael Monfils en Twitch hace un par de años, Nadal «tenía anginas» y algunos rivales lo sabían, aunque esa información nunca ha sido confirmada públicamente. En todo caso la desdicha quedó como anécdota, más cuando Soderling no se hizo con el título y se retiró muy joven por culpa de una mononucleosis.

Su campanada no le encumbró, como también le pasó a otros. Sin salir de España, Óscar Pereiro, que tras su victoria en el Tour de Francia de 2006 no logró más éxitos y vivió una retirada incómoda poco después en el Astaná. O viajando mucho más allá, la selección de rugby de Sudáfrica que en los años posteriores a ganar el Mundial de 1995 contra Nueva Zelanda sufrió múltiples desgracias.

Aquel triunfo, en el contexto histórico que era, con Nelson Mandela celebrando en el palco, acabó como ‘Invictus’ formando parte del audiovisual deportivo, que también guarda películas y documentales sobre la derrota de Mike Tyson por KO contra James ‘Buster’ Douglas en 1990, por ejemplo, o sobre el bautizado ‘Miracle on Ice’. La Unión Soviética parecía invencible en hockey hielo hasta que cayó contra Estados Unidos en los Juegos Olímpicos de Lake Placid 1980 y alimentó un relato épico. Tan épico como la actuación de España en el Eurobasket.

kpd